30 de enero de 2010

Celebración: ensayo de interpretación

El siguiente video registra los tres minutos inmediatamente posteriores al out que coronó a los Leones del Caracas como campeones de la temporada 2009-2010 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Fue grabado con medios técnicos más bien precarios, desde alguno de los edificios de Parque Central, en Caracas, con vista hacia la Avenida Bolívar.

Su carácter de documento radica no tanto en la circunstancia específica - el campeonato del Caracas -, sino en la celebración misma. Salvo que se trate de algún fanático de los Navegantes del Magallanes, y si se cuenta con la disposición de ánimo suficiente, cualquiera es capaz de dejarse arrastrar por semejante manifestación de júbilo colectivo.

En mi caso, fanático de los Tiburones de La Guaira, al cabo de pocos segundos simplemente resté importancia al hecho puntual que había originado semejante estado de agitación, y celebré la celebración. Me reconocí en aquella alegría. En cualquier caso, qué sentido tiene lamentar una derrota que no es la mía.

Sostengo que en el beisbol, mucho más que en cualquier otra disciplina, y sobre todo en su manera de celebrarlo, puede reconocerse el carácter del pueblo venezolano, tanto como el carácter del pueblo español puede reconocerse en las bailaoras de flamenco, como apuntara George Bataille en una hermosa reseña de algún libro de Hemingway.

No es interrumpiendo el libre desarrollo de un partido de beisbol como se logra la atención del pueblo venezolano. Al contrario, es preciso aprender a observar con atención cómo el pueblo venezolano experimenta el beisbol. Cómo lo celebra. ¿Entona cánticos o se expresa como un denso y tumultuoso rumor? ¿Fraterniza con sus pares o castiga a sus adversarios? ¿Son disparos o son fuegos artificiales? Allí, sospecho, están algunas claves.

Pero tanta palabrería sobra. Lo importante es el documento. Obsérvenlo. Luego, cada cual queda en libertad de hacer, o no, su propio ensayo de interpretación.


La libertad según Teodoro Petkoff: beisbol, política y fanatismo

Caracas celebra su campeonato diecisiete. Por: María Isabel Batista.

Nunca me he creído el cuento de que la política debe ser execrada del deporte. Al contrario, siento admiración por los pueblos que son capaces de incursionar en la política con la misma pasión con la que acuden a los estadios. Hay política de elites como hay deportes para las elites. Hay pueblos que acuden a los estadios cuando son expulsados del terreno político. Hay políticos que abren de par en par las puertas de los estadios para que las masas no irrumpan en su terreno. La historia registra muchos casos de equipos populares, de raigambre obrera o paria, tanto como equipos de raigambre burguesa.

Por supuesto, todo tiene un límite. Las expresiones de odio racial en ciertas canchas de fútbol europeas, por ejemplo, son sencillamente intolerables, de la misma forma que puede serlo la política fascista. Tanto en el terreno político como en los estadios, los fascistas deben ser combatidos. La política no debe ser execrada del deporte. Son los fascistas los que deben ser execrados de la política.

La política ha vuelto a incursionar en los estadios de beisbol venezolanos desde mediados de enero de este año. No es la primera vez, tampoco será la última. En diciembre de 2002, la política de elites expulsó al pueblo de los estadios. En marzo de 2008, fuimos testigos de expresiones de odio sin precedentes. Esta vez, grupos de antichavistas han desplegado sus pancartas y han entonado sus consignas. La respuesta no se ha hecho esperar.

Tal parece que ahora resulta extremadamente sencillo organizar manifestaciones políticas en los estadios. Manifestaciones que se desarrollan en horario estelar, con audiencia garantizada. Todos somos público cautivo. Algo jamás visto en la historia del beisbol profesional venezolano. Si en la década de los ochenta, durante la cual comencé a asisistir al Estadio Universitario con mi viejo, algún grupo de estudiantes hubiera intentado realizar una protesta similar contra el gobierno, quién sabe cuáles habrían sido las consecuencias. En aquellos años de farsa democrática, tales protestas eran sencillamente inconcebibles. Algo sí es seguro: no habrían tenido el apoyo de las televisoras.

Antes no teníamos esa libertad.

Ahora tampoco. Al menos tal parece ser la opinión del diario Tal Cual.

Completado el out veintisiete, y habiéndose coronado por decimoséptima vez campeones del beisbol profesional venezolano, los jugadores de los Leones del Caracas celebraban ruidosamente en la cueva derecha del estadio José Bernardo Pérez de Valencia. Mientras los periodistas entrevistaban uno a uno a los protagonistas de la hazaña, podían escucharse los cánticos de los peloteros. En algún momento, retumbó un sentido "¡Libertad, Libertad, Libertad, Libertad!".

Tal vez sorprendido, tal vez conmovido, tal vez emocionado, el diario de Teodoro Petkoff, tal vez enardecido, se apresuró a revelarle al mundo la primicia: los jugadores de los Leones del Caracas estaban protagonizando una segunda hazaña, una de naturaleza más bien política, reclamándole al régimen la libertad que nos ha sido negada.

Encabezado de la cuenta del diario Tal Cual en Twitter.

Pero he aquí lo que sucede cuando juzgamos los asuntos deportivos desde el fanatismo político: todo fanático del beisbol profesional venezolano que se precie de tal, sabe perfectamente que el 27 de diciembre de 2009, la señora madre de Orber Moreno, relevista de los Leones del Caracas, falleció en un lamentable accidente automovilístico. Por esa razón, lo sabemos todos, los jugadores del Caracas escribieron en un costado de sus gorras la palabra "Libe", en honor a la señora Libertad Sulbarán de Moreno.

Detalle de la portada del diario Últimas Noticias, del lunes 28 de diciembre de 2009, que informa sobre la penosa muerte de la madre de Orber Moreno.


Dave Hudgens, mánager de los Leones del Caracas. Aunque la imagen es difusa, puede apreciarse la inscripción "LIBE" en la gorra de Hudgens, justo encima de su oreja derecha.

En un hermoso gesto de camaradería, en medio de la celebración del campeonato, coreando el nombre de la señora madre de Orber, los jugadores del Caracas rendían también honores al compañero de batallas deportivas, que logró sobreponerse a la tristeza que puede producir una pérdida tan irreparable, sólo para acompañar a los suyos.

Nunca me he creído el cuento de que la política debe ser execrada del deporte. Pero los fanáticos, los obcecados, los enceguecidos, los aguijoneados por el odio, esos sí deben ser execrados de la política. Siento admiración por los pueblos que son capaces de incursionar en la política con la misma pasión con la que acuden a los estadios. Pero por aquellos que son capaces de profanar la memoria de los muertos para corear que en Venezuela no hay libertad, por ellos siento vergüenza.

28 de enero de 2010

Una lucha de telenovela

(No son nada, pero ya son veinte en Ciudad CCS. Éste, publicado el jueves 28 de enero de 2010.

Versión ligeramente más larga y bla, bla, bla.

Salud).

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Estudiantes de la Universidad Nicolás Copérnico marchan por la paz y la libertad. Más imágenes, aquí.

Quien no haya visto el final de la telenovela Mi prima Ciela, no pierda oportunidad de hacerlo. Los últimos siete minutos – o casi – del episodio incluyen un retrato familiar y unas palabras de despedida de la Ciela (Mónica Spear), y previa a ésta una larga y desgarradora escena de llanto del Vido (Manuel Sosa), que se despide de su amada recién fallecida. Son unos cuatro minutos de desconsuelo y desolación que conmueven al más pintado. Debo confesar que me distraje luego del primer minuto de llanto, pero al volver sobre la escena, pasados los tres minutos, sentí pena por aquel muchacho y hasta quise saber qué era lo que le había ocurrido.



Para los desprevenidos, es preciso recordar que Mi prima Ciela era la telenovela estelar de RCTV cuando este gobierno decidió cortarle las alas a ese ángel del Señor. Recuerdo que en la víspera de la infausta fecha, desde las instalaciones del canal, Hany Kauam quiso interpretar Es tu amor, el tema de la telenovela; pero qué va, la extrema congoja no se lo permitió. La misma canción cuyo video comienza con una guarimba en frente de la Iglesia San Pedro, en Caracas, en tiempos de efervescencia estudiantil contra el zambo.





Justo cuando el Vido lucha por vencer la inercia de los brazos de su amada, cruzándolos sobre su nuca y sosteniéndolos con su mano derecha, clamando por un último abrazo, un último gesto de amor infinito, una voz en off nos consuela: "Su vida fue maravillosa y amó a todos los que tuvimos la dicha de estar a su lado". Luego, es la voz de la misma Ciela, convertida en ángel, la que consuela a su amado, mientras éste carga en sus brazos el fruto de ese amor imperecedero: "No me arrepiento de mi corta vida. No me arrepiento de los hijos que te di. No me arrepiento de haberte amado tanto. No me arrepiento de haber nacido aquí porque sé que mis hijos vivirán en libertad".

¿Se entendió? No fue Ciela, sino RCTV la que se murió.

Poco más de dos años después, pretenden venir a contarnos la historia de la segunda muerte de RCTV. Y nos dirán que su vida fue maravillosa y que sus hijos vivirán en libertad. Esos, sus hijos, que han vuelto a salir a las calles a luchar contra el zambo. Porque sus hijos merecen ser Libres como el viento, tal cual se llama la telenovela estelar de RCTV, parte de cuya trama se desarrolla en una tal Universidad Nicolás Copérnico, donde "dos bandos… luchan entre sí para lograr el control. Uno de los bandos… busca la división y la confrontación, y el otro… intenta rescatar los valores y consolidar la unión entre los estudiantes".

Mientras se desarrolla esta lucha de telenovela, nadie contará la historia de Yorsiño Carrillo, estudiante asesinado en Mérida el martes 26 de enero de 2010.

24 de enero de 2010

Mánagers de tribuna



Es una soleada tarde de sábado y el ambiente está agitado porque el pueblo está en la calle. El gentío plena la Plaza O'Leary y de El Silencio sólo queda el nombre. Del norte, de Miraflores, llueve un caudal humano que terminará desbordándonos. Hace pocos minutos la pantalla a nuestras espaldas ha anunciado la proximidad del zambo. El caudal sigue aumentando de volumen y cada vez más gente se arremolina en torno nuestro.

Cuando el reloj marca las 2:32 pm se inicia la grabación. El zambo está a pocos metros de nosotros. Al tercer segundo, entra en escena. Un segundo más tarde, en el extremo inferior izquierdo del video, puede observarse al tipo quitándose la gorra. Es un fanático de los Leones del Caracas. Desde el segundo seis y hasta el dieciocho, la gorra del Caracas es lo que aparece en primer plano. "¡Chávez! ¡Chávez!", llama una y otra vez el fanático, sosteniendo la gorra con la mano izquierda, mientras señala el logo del Caracas con la mano derecha.

Seis días antes, en Valencia, durante un encuentro entre los Navegantes del Magallanes y los Leones del Caracas, un pequeño grupo de estudiantes antichavistas ha exhibido una pancarta en la que puede leerse: "Presidente 'tas ponchao". Expresiones de protesta similares han tenido lugar de nuevo en Valencia, durante los dos primeros juegos de la final de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, que enfrenta a los mismos equipos.

La imagen acompaña el panfleto más reciente del Movimiento 2D, publicado en la versión impresa de El Nacional, el domingo 24 de enero de 2010.

En este contexto, el gesto del fanático del Caracas podría interpretarse no sólo como un legítimo y audaz acto de protesta, justo allí, en medio de una nueva manifestación multitudinaria de apoyo al zambo magallanero, sino también como una demanda de reconocimiento de ese país que no milita en las filas del zambo y que rechaza ese "lenguaje de odio" contra el pueblo caraquista. Podría interpretarse, en fin, a la manera de la dirigencia opositora, esa que entusiasmada por el gesto juvenil, y convencida de que haciendo uso de la jerga beisbolera puede por fin comenzar a hablar como el pueblo, lleva una semana largándose discursos en los que abundan los clichés sobre la "unidad" y el "amor" que nos debemos los venezolanos, bien seamos caraquistas o magallaneros.

Chávez saluda y conversa. Cuando marca el segundo quince está prácticamente enfrente de nosotros. Aumenta la algarabía. Tres segundos más tarde, se da la vuelta y saluda a la multitud ubicada en la acera de enfrente. El fanático del Caracas baja la gorra, Chávez sigue su camino hacia la tarima principal, saludando y conversando, mientras se agitan banderas y cabecitas rojas y negras, hasta que sale de escena, hacia el segundo cuarenta y cuatro. Los últimos veinte segundos registran el volumen de un caudal que no disminuye. Un caudal predominantemente rojo, pero que lo mismo arrastra caraquistas, magallaneros y, en fin, fanáticos de todos los equipos. Un caudal rojo múltiple.

Segundos después, fuera de cámara, el caraquista sentencia:

- ¡Nojoda, si así es cuando está ponchao cómo será cuando meta un jonrón!

Me quito la gorra, me seco el sudor de la frente guairista, agarro la mano cardenalera de mi morena y comenzamos a caminar en sentido contrario, hacia la casa, a donde iremos a escuchar el discurso del zambo. "Mánagers de tribuna", le comento. "Creen que se las saben todas, pero no pasan de mánagers de tribuna".

20 de enero de 2010

La risa y los impostores

El tipo abrió las santamarías el 17 de noviembre de 2009 y de inmediato quiso entrar en confianza con varios de los principales divos y divas del universo twittero venezolano: Pedro Penzini Fleuri, Carla Angola, Alberto Federico Ravell, Luis Chataing, Estefanía Fernández o Nelson Bocaranda. Ese paso en falso ha debido ser suficiente para sospechar que se trataba de un impostor: ninguna celebridad se estrena en estas lides solicitándole un retwiteo a otra celebridad.

El impostor de El Conde del Guácharo no sólo hizo eso: en la misma medida en que iban aumentando sus seguidores, se fue apuntando como seguidor de centenares de usuarios, en una proporción que no guarda mucha relación con la actitud que cabe esperar de un twitterdivo.

Ambos detalles pasaron inadvertidos tanto para quien esto escribe como para las más de seis mil personas que, para el 14 de enero de 2010, aparecían como seguidores (followers) del tipo. En razón de esta falta de atención, atribuí al empresario y comediante Benjamín Rausseo, alias El Conde del Guácharo, la autoría de un comentario en extremo denigrante a propósito del sufrimiento del pueblo haitiano, víctima del devastador terremoto acaecido apenas un día antes.

Entonces, escribí: "Sin embargo, resulta curioso que el comentario de El Conde del Guácharo haya pasado absolutamente desapercibido. ¿Complicidad? ¿Indolencia? ¿El derecho a la libertad de expresión puede legitimar el que se hagan chistes a propósito de la tragedia de un pueblo que ha visto morir, según estima hoy la Cruz Roja, aproximadamente a cincuenta mil de sus hijos e hijas?".

El viernes 15 de enero, un par de lectores de este blog me advirtieron sobre la posibilidad de que se tratara de un impostor: ya en marzo de 2007 alguien más había intentado usurpar la identidad de Benjamín Rausseo. Apenas dos días después, la actriz Camila Canabal se encargó de hacerlo oficial, publicando una fotografía en la que se observa al mismo Rausseo sosteniendo una servilleta con la inscripción: "No tengo Twitter".

El verdadero Conde del Guácharo. 17 de enero de 2010.

Pero muy al contrario de lo que cabría esperarse, esta revelación no causó mayores estremecimientos - al menos no de manera inmediata, lo que también resulta revelador: tres días después, el falso Conde aún reúne más de ocho mil seguidores; esto es, dos mil más que el 14 de enero - día de los hechos -, y unos mil menos que el domingo 17. Más aún: no son pocos los que afirman que el impostor se desempeña mejor que el verdadero Conde - que, dicho sea de paso, decidió abrió su cuenta este martes 19 de enero.

La pregunta es obligada: ¿cómo es posible que un reconocido impostor todavía ostente semejante popularidad? Paso a cantarles el coro que aquí les traje y da el mensaje de mi canción: la complicidad con una farsa tal, es equivalente al silencio que los miles de seguidores del impostor guardaron a propósito de sus "chistes de Haití". Si bien es cierto que tales "chistes" no son atribuibles al verdadero Conde, ¿qué puede decirse de los miles de seguidores que creyeron que era El Conde del Guácharo quien les escribía?

Tal silencio cómplice y - reitero - tanta indolencia sólo pueden explicarse en razón de una cierta idea de humor que ha venido ganando terreno en años recientes. Una idea de humor que no tiene nada que ver con una supuesta "jocosidad del venezolano", entendida como una suerte de esencia del ser nacional de la cual los chistes de El Conde del Guácharo serían patrimonio. (En lo que a este servidor respecta, El Conde del Guácharo es tan patrimonio nacional como pueden serlo Venevisión o Acción Democrática).

Para explicar esta idea de humor, tal vez valga la pena echar mano de un autor ya clásico, cuya renovada popularidad debemos a otra experta en cuestiones de la risa: la caricaturista Rayma. Porque en tiempos de oscuridad, nada más ingenioso y oportuno que apelar a los autores del Siglo de las Luces.

Caricatura de Rayma, publicada por El Universal el 14 de enero de 2010.

Si revisáramos el Diccionario filosófico de Voltaire, nos encontraríamos con esta verdad incuestionable: "Ninguno que se haya reído alguna vez, duda que la risa es la señal de la alegría, como las lágrimas son el síntoma del dolor". La risa, enseña Voltaire, no proviene del orgullo, y sólo "los habladores" difunden la especie de que "el que se ríe se cree superior al que es el objeto de la risa". Distingue - y póngase la mayor atención en esto - entre la risa y la perfidum ridens o "risa maligna", que no es más que la terrible "alegría de la humillación del otro". Por último, nos explica que cuando "nuestro orgullo se mofa… del orgullo del que nos ha creído engañar", se habla de chiflar más bien que de reír.

El problema, agrega Voltaire, es que "los que buscan las causas metafísicas de la risa, no son alegres". Tal cual sucede con el antichavismo: como no es capaz de entender cuál es la causa de la risa del pueblo chavista, intenta explicársela recurriendo a causas metafísicas. De allí su impotencia y también su tristeza. Precisamente como la risa chavista es inconcebible - chavista ya es, de por sí, una palabra casi impronunciable -, sólo es posible concebirla como una consecuencia de la ignorancia, de la maldad o de la bajeza: la risa chavista será siempre una risa mala, ignorante o bochornosa, y el chavista - a secas - será siempre culpable.

Lo que el orgullo antichavista no ha sido capaz de asimilar es que ya no es superior al objeto de su risa - aunque siga haciendo gala de su característica actitud supremacista. De allí la inevitable multiplicación de habladores - que plenan, por cierto, las redes sociales en Internet. Ha pretendido, por eso mismo, hacer pasar su dolor por el dolor popular. Pero si no es capaz de entender lo que causa la alegría popular, tampoco entiende de sus tristezas. Por eso, lo que resalta siempre es su tristeza de clase o de casta, esa que durante siglos fundó su risa en la humillación del pueblo. Lo que resalta siempre es su risa maligna, así pretenda disfrazarla de buen humor.

Es esa risa maligna, y no otra cosa, lo que explica el silencio cómplice de los miles que son capaces de reírse a costa de la humillación de los otros. Si acaso insisten en llamarle buen humor a la humillación, ya sabemos quiénes son los verdaderos impostores.

17 de enero de 2010

Carta a Chávez o el pecado de Ávila TV (y II) - Humberto Márquez

(Publicado el domingo 17 de enero de 2010 en Ciudad CCS).

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Esténcil en la estación del Metro La Hoyada, 14 de enero de 2010.

La señal del canal 47 es un concepto de TV que ha roto con los esquemas tradicionales y muestra una juventud incorporada a esta revolución, asumiendo un papel protagónico en la captación de adeptos. Pero precisamente por eso y ahí coincido con Reynaldo Iturriza, quién también ha escrito profusamente sobre el tema, en que el problema de Ávila TV no es Ávila TV, el problema real es que al pretender convertir el canal en un catecismo de materialismo histórico, toda esa juventud que está captada para el proceso revolucionario, va a emigrar a los canales alienantes. O algo peor, los jóvenes indefinidos, que ya sienten simpatía por el chavismo porque les está hablando en su mismo lenguaje, se van a frustrar porque es caer en más de lo mismo, o sea, volver a lo de antes. A los canales tradicionales que los siguen embaucando.

Es comenzar a caer en la misma trampa en que ha caído la oposición, en hablarse a ellos mismos, son tan brutos que se automercadean, y no entienden que lo lógico sería tratar de aumentar el caudal electoral. No solo que espero que nunca lo entiendan, sino que estoy seguro que jamás lo van a entender, porque el individualismo de la derecha no permite, por definición, la idea del interés colectivo. Entonces, Presidente, ¿será que vamos a ser tan brutos como ellos?, ¿o será que alguien está interesado en que esto ocurra? ¿Alguien se ha puesto a pensar que un alto porcentaje del voto es menor de 30 años? ¿Alguien olvida que la juventud es protestataria o es que a alguien se le puede olvidar que fue joven alguna vez, o que se ha puesto viejo de manera prematura? Mire Presidente, de pana le digo, ni siquiera le estoy pidiendo que le dé potestades a la asamblea de trabajadores para autogobernarse, como sería lo lógico en una sociedad socialista, y no estamos contra la necesaria formación ideológica, porque la inoculamos a través de códigos juveniles; pero en aras de cumplir nuestra misión de incorporar activamente a la juventud a esta revolución, solo le pido, como dicen ellos mismos, de pana otra vez, Presidente:

Dejen ser y hacer a Ávila TV… No va más.

16 de enero de 2010

Buenas y malas noticias sobre Ávila TV

Ávila TV es, por supuesto, lo que usted - que vive fuera de Caracas - haya podido ver a través de Venezolana de Televisión. Pero eso es apenas una ínfima parte de la propuesta política, ética y estética del canal.

Ésta es la buena noticia: Ávila TV es mucho más y mejor que eso. Es, además, la televisora que logró cautivar a centenares de miles de jóvenes de las barriadas caraqueñas, esos/as que descubrieron en apenas tres años, sintonizando el 47, que el chavismo podía ser entretenido, inteligente, irreverente y popular, y que la política no tenía que ser necesariamente cosa de gente que no vive como uno, ni viste como uno, ni habla como uno, ni piensa como uno, pero que pretende venir a decirle a uno cómo vivir, vestir, hablar y pensar... en nombre de la revolución y tal.

Los/as trabajadores/as de Ávila TV hicieron un ejercicio de síntesis y prepararon un reel de unos diez minutos que contiene una parte - porque todavía faltó mucho - de esa pantalla que le llegó al barrio capitalino, pero que nunca pudo ver el resto de Venezuela. El video puede encontrarse en un blog de recentísima creación - y ya son dos las buenas noticias -, administrado por los/las mismos/as trabajadores/as del canal: Ávila TV somos barrios.



Ésta es la mala noticia: supongamos que usted, que vive en Caracas, decide, por un momento y por no dejar, desconectar el cable y sintonizar el 47. Es más, tómese unos dos minutos de su tiempo y haga la prueba. Luego venga y cuéntenos si lo que vio en pantalla se parece a lo que vio en el reel. ¿Verdad que no? De hecho, así intitularon el video en Ávila TV somos barrios: "Esto es lo que no verás cuando sintonices Ávila TV".

Ésta es la buena noticia: una buena parte de los/las jóvenes que crearon esos contenidos, esa imagen, siguen formando parte de la nómina del canal.

Ésta es la mala noticia: hay quienes juran que no se trata más que de drogadictos, pequeñoburgueses y malandros. Una parranda de flojos que jamás han hecho algo en su puta vida.

Ésta es la buena noticia: esos/as muchachos/as están en pie de lucha.

Por ahí dicen que se creyeron la historia de que estamos en revolución.

15 de enero de 2010

(Serie Cine) El secreto de sus ojos (2009)

(Comparto con ustedes el número dieciocho en Ciudad CCS, publicado el jueves 14 de enero de 2010.

Doy inicio, de esta manera, a un serie sobre cine, que a decir verdad no responde a ningún plan preconcebido, sino que es más bien bastante espontáneo. Algunos de los próximos artículos de la serie, si resulta pertinente, serán publicados en Ciudad CCS. Pero lo más probable es que la mayoría de ellos aparezcan sólo por acá.

Casi todas estas películas pueden descargarse por Internet, sin pagar un solo céntimo. Para ello es necesario tener instalado en su computador el programa correspondiente. Luego, existen programas que convierten estos archivos al formato que nos permite verlas en cualquier DVD. Estos programas también son gratis. Todos estos procedimientos son en extremo sencillos.

Al final de cada artículo compartiré con ustedes el enlace para descargar la respectiva película - a menos, por supuesto, que tal enlace aún no exista.

Por último, una advertencia: no se tomen muy en serio estas notas. Recuerden: yo no soy crítico de cine.

Salud).

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Aníbal Nazoa escribía que en Venezuela escaseaban "los verdaderos críticos de cine". Su lugar, advertía, había sido ocupado por la figura del "talentoso intelectual de formación parisina [que] se dedica, de la manera más despiadada, a contarnos la película que pensábamos ver esta noche". Se quejaba Nazoa: "Cuenta hasta los detalles más insignificantes. Nos revela implacablemente quién es el asesino. Se regodea describiéndonos la secuencia-sorpresa que el Director estuvo elaborando durante largos años de trabajo. Explica cómo están hechos los trucos y aun se arriesga a caer en la pornografía con tal de chafarnos la escena de alcoba".

Yo, que ni de lejos soy un "verdadero" crítico de cine, tampoco pretendo ser uno de esos impertinentes intelectuales contadores de películas. Aún si lo pretendiera, no dispongo del "bajage socio-filosófico-político-estético-literario" que, según Nazoa, es necesario para contar la película "a través de un sesudo ensayo cargado de erudición y ensamblado a base de tecnicismos archicomplicados".

Por eso, apenas les contaré un par de cosas de El secreto de sus ojos (2009), del argentino Juan José Campanella (y basada en la novela La pregunta de sus ojos, de Eduardo Sacheri, quien elaboró el guión de la película junto con el mismo Campanella).


En primer lugar, que llegué a ella siguiéndole la pista a Ricardo Darín, el protagonista, junto a Cecilia Roth, de otra extraordinaria película, Kamchatka (2002), del argentino-español Marcelo Pyñeiro. Sólo en los últimos minutos logra uno entender el por qué de esa referencia geográfica tan ajena como distante. Es una historia cautivante, que cuenta cómo a veces nos toca resistir con los nuestros, aún sin entender muy bien por qué, y de cómo los nuestros, aunque ausentes, sobreviven en nosotros. Cierra con una canción basada en el poema de Juan Goytisolo, Palabras para Julia.



En segundo lugar, que gracias a Darín (quien hace de Benjamín Espósito) pude dar con Soledad Villamil, una mujer que es pura sensualidad desbordada, a pesar de que personificara a una Irene Menéndez-Hastings que intenta guardar, durante 25 años, las formas de la clase social a la que pertenece.

Irene Menéndez-Hastings (Soledad Villamil), tal y como la viera, por primera vez, Benjamín Espósito

Pero sobre todo, El secreto de sus ojos es uno de los más bellos discursos sobre la pasión que haya tenido oportunidad de presenciar. Discurso que resume el entrañable personaje de Pablo Sandoval (Guillermo Francella), sentado en un bar, hablándole a Benjamín:

"Mirame a mí: soy un tipo joven, tengo un buen laburo, una mina que me quiere. Y como decís vos: me sigo cagando en la vida viniendo a tugurios como éste. Más de una vez me dijiste: ¿Por qué estás ahí, Pablo, qué hacés ahí? ¿Y sabés por qué estoy, Benjamín? Porque me apasiona".

Benjamín Espósito (Ricardo Darín, izquierda) y Pablo Sandoval (Guillermo Francella)

La amistad y el fútbol como pasiones alegres. La malhadada pasión de los asesinos. A veces la alegría tiene nombre de mujer.

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Para descargar El secreto de sus ojos: aquí.

14 de enero de 2010

El Conde del Guácharo tiene muchos chistes sobre Haití

Er Conde

(Sobre el impostor de El Conde del Guácharo, pero sobre todo para saber quiénes son los verdaderos impostores, leer la segunda parte de este mismo artículo: La risa y los impostores).

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No es chiste: poco más de veinticuatro horas después del devastador terremoto que asoló al pueblo haitiano, el empresario y comediante Benjamín Rausseo, mejor conocido como El Conde del Guácharo, afirmó ayer miércoles 13 de enero por la noche, a través de su cuenta en Twitter, que tiene "tantos chistes" sobre Haití, aunque de inmediato reconoció que aún resultaba inoportuno hacerlos públicos. "Mañana, mañana", anunció, por lo que es posible que los más de seis mil seguidores con que cuenta en la referida red social, puedan reírse con alguno de ellos más pronto de lo que hubieran podido imaginar.

La afirmación de El Conde del Guácharo viene a sumarse a las desafortunadas declaraciones del televangelista Pat Robertson, quien aseguró, también ayer miércoles por la noche, que Haití está maldita a causa de un pacto con el diablo. "Algo sucedió hace mucho tiempo en Haití, y puede que la gente no desee hablar sobre ello", dijo en el programa The 700 Club, que transmite la Christian Broadcasting Network's. "Ellos estaban aplastados por los franceses. Tú sabes, Napoleón III, o cualquiera que haya sido. Entonces se juntaron y juraron un pacto con el diablo. Ellos dijeron: nosotros te serviremos si nos otorgas la libertad de los franceses. Es una historia real. Entonces, el diablo dijo: está bien, es un trato".


Declaraciones de Pat Robertson, cortesía de The Huffintong Post. No incluye subtítulos. Pero eso que dice allí, es lo que he traducido - libremente - arriba.

Las declaraciones de Robertson - que en agosto de 2005 había sugerido que el gobierno de Estados Unidos debía asesinar a Chávez - han provocado una oleada de indignación pública que se ha expresado en las mismas redes sociales en Internet. A mediados de la tarde de hoy, Pat Robertson destacaba entre los primeros diez tópicos más comentados (Trending Topics) en la red Twitter.


Sin embargo, resulta curioso que el comentario de El Conde del Guácharo haya pasado absolutamente desapercibido. ¿Complicidad? ¿Indolencia? ¿El derecho a la libertad de expresión puede legitimar el que se hagan chistes a propósito de la tragedia de un pueblo que ha visto morir, según estima hoy la Cruz Roja, aproximadamente a cincuenta mil de sus hijos e hijas? ¿Cuántos miles no yacerán aún bajo los escombros? ¿Cuántos millones se encuentran hoy desamparados?

El Conde del Guácharo escribió, de manera textual:

"tengo tantos chistes de haiti. pero todavia me da vaina. mañana, mañana. colaboren carajo".

Puede leerse en la última de las imágenes adjuntas a continuación - destacada con una estrella amarilla. Las tres imágenes reproducen fielmente lo escrito por El Conde del Guácharo durante la noche de ayer. La primera de ellas corresponde al encabezado de la cuenta del comediante, mientras que las dos siguientes han sido dispuestas de manera cronológica. En cualquier caso, la persona interesada puede ingresar a la respectiva cuenta Twitter y verificarlo por sí misma.

Casualmente, la tercera imagen incluye un comentario sobre los trámites que realiza El Conde del Guácharo para certificar su cuenta. La segunda contiene dos comentarios, también destacados con estrellas amarillas, en los que sugiere que el Presidente Chávez es un consumidor de cocaína. El Conde del Guácharo es un reconocido opositor de la revolución bolivariana.

Primera imagen: encabezado de la cuenta de El Conde en Twitter


Segunda imagen: nótense los dos comentarios destacados con una estrella amarilla.


Tercera imagen: aparece el comentario sobre Haití destacado con una estrella amarilla. Dos comentarios más abajo, se refiere a sus trámites para verificar su cuenta.

13 de enero de 2010

La noticia no es la falta de luz, sino el exceso de oscuridad

Hubiera podido valerme de la metáfora del vampiro para ilustrar la actuación de la prensa antichavista a propósito del Plan de Ahorro Eléctrico que afecta desde hoy a la ciudad de Caracas y ciudades aledañas, pero ni El Nacional ni El Universal merecen ser reconocidos como seres monstruosos que cometen sus fechorías al amparo de la oscuridad.

Antes al contrario, lo que la máquina propagandística opositora produce y reproduce incansable e insaciablemente, es este discurso sobre la luz y la oscuridad; uno de raigambre eminentemente moral, pero de una eficacia política innegable y cuyos efectos son bastante duraderos. Digámoslo así: los seres monstruosos no son capaces de articular un discurso de tal naturaleza; es la propia naturaleza de este discurso la que consiste en la producción de lo monstruoso - y también de lo criminal, de eso que se mueve tras las sombras, anónima y subrepticiamente, eso que se oculta y nos acecha, esa terrible amenaza que apenas pasa desapercibida disimulando su verdadero rostro detrás de máscaras.

Es de esta oscuridad, y no del Plan de Ahorro Eléctrico, de la que nos habla la prensa antichavista. La noticia no es, como le llama El Nacional, el "sorpresivo plan" que, según El Universal, ha provocado la "confusión" entre los caraqueños. La noticia, en fin, no es la falta de luz, sino el exceso de oscuridad. Una oscuridad que, como en el principio de los tiempos, precede a la luz. Es decir, el referido Plan no implica simplemente la suspensión temporal del suministro eléctrico, o el inicio de un "período especial de racionamiento", como se apresura a celebrarlo El Nacional, sino la continuación de los tiempos de oscuridad. Si se trata de un "período especial", no lo es sólo por la intención manifiesta de asimilar la realidad venezolana con la imagen que la burguesía local difunde sobre la Cuba en la era post-soviética, sino sobre todo porque se anuncia la entrada en un período de mayor oscuridad. Si estábamos mal, pues ahora estamos mucho peor. Si ya estábamos en crisis, ahora la crisis es más severa. Si nuestra sociedad estaba enferma - aquejada por un cáncer monstruoso -, ahora entramos en la sala de emergencias.

Portada del diario El Universal, miércoles 13 de enero de 2010.

Portada del diario El Nacional, miércoles 13 de enero de 2010.

De allí, en primer lugar, el lenguaje deliberadamente dramático de la prensa antichavista. En el caso concreto de El Universal, más que la primera plana de un periódico, el titular "En emergencia" hace las veces de un aviso que nos previene de un peligro inminente. En última instancia, parece querer informarnos que una verdadera y lamentable catástrofe ha ocurrido. Tal hubiera podido ser, por ejemplo, el titular de una primera plana que tuviera como noticia más destacada el terremoto en Haití. En el caso de El Nacional, mucho más dramático que su titular ("Severos cortes eléctricos"), resulta un fragmento del sumario: el Plan es "un cierre a la vida".

Portada del diario El Nacional, miércoles 13 de enero de 2010. Detalle

En segundo lugar, el habilísimo uso de los colores y las formas. En ambos periódicos, fondo oscuro - o la oscuridad como contexto. En El Universal, una persona de edad avanzada (y por tanto en situación de vulnerabilidad) se abre paso en la oscuridad con la ayuda de una vela que alumbra tenuemente, en medio de la confusión y el desconcierto, como alumbran al lector las blanquecinas letras en fondo negro. En El Nacional, la verdad aparece iluminada por un haz de luz que ya pareciera una cosa divina, proveniente del cielo.

La verdad que ilumina el discurso antichavista es que "mientras menor es la cantidad de luz, mayores son los delitos". Igualmente, "la principal causa de la crisis eléctrica en Venezuela" no puede ser otra que la "desinversión en el sector". Es decir, que nos enfrentamos, naturalmente, a un problema de gestión. No se trata de negar - como suele acusar, con la sorna característica, el antichavista promedio - que la delincuencia es un problema o que existe, efectivamente, un problema de gestión de gobierno. Se trata, en cambio, de que la máquina propagandística opositora es eficaz sólo en la medida en que es capaz de producir un discurso según el cual no hay más alternativa que calificar al gobierno de criminal, porque dejó de invertir en el sector.

Encuesta publicada en la página web de El Universal, el 13 de enero de 2010.

No hay mejor muestra a la mano de la eficacia de este discurso, que las encuestas que periódicamente publica El Universal: al poner en marcha el simulacro de consulta a sus lectores sobre "la principal causa de la crisis eléctrica", el diario no está mostrando un abanico de posibilidades. Al contrario, lo está negando. Así, lo que enuncia El Universal es que el "incremento del consumo doméstico", el "aumento de la industrialización" y los "problemas climáticos" no pueden ser tenidos como causas de la crisis. De esta manera, la crisis pasa a tener una causa unívoca, y todo lo que contradiga esta verdad pasa a ser, por tanto y simplemente, mentira. En consecuencia, no sólo estamos frente a un gobierno ineficiente y criminal - y donde dice criminal debe leerse asesino-, sino además mentiroso.

Según esta lógica discursiva, la caricatura de Rayma que nos muestra la frase "Gestión de gobierno" salpicada de sangre, bien ha podido aparecer publicada hoy, miércoles 13 de enero de 2010. Tal vez sorprenda al lector saber que fue publicada el 12 de abril de 2002, escasas horas después del golpe de Estado contra Chávez.

Caricatura de Rayma, publicada por El Universal el 12 de abril de 2002.

Existe, como la caricatura de Rayma lo hace evidente, una línea de continuidad entre el discurso opositor de 2002 y las tácticas que emplea en el presente. Vale la pena recordar algunos pasajes del tristemente célebre editorial de El Nacional, del mismo 12 de abril de 2002, justo aquellos que hacen referencia explícita a los asuntos de la luz y la oscuridad. Así, por ejemplo, el diario acusa a Chávez de "esta masacre de gente inocente, cometida a la luz pública y que intentó esconder tras una cadena oficial"; la misma cadena con "la cual trató de disimular inútilmente lo que ocurría a pocos metros de donde estaba hablando"; y además sentencia: "Ayer se le cayó su última máscara". Pero he aquí, a mi juicio, la frase más reveladora: "Con razón usted quería hace dos meses celebrar el 27 de febrero, esa fecha oscura y siniestra de nuestra vida democrática".

De esta forma, la oscuridad - el encubrimiento, el disimulo, la máscara - aparece asociada no sólo a la palabra, a las acciones e intenciones de Chávez, sino sobre todo al acontecimiento que marcó el principio del fin del modelo democrático representativo: el 27F de 1989, "fecha oscura y siniestra". Tan oscuros y siniestros como sus protagonistas. Tan monstruosa como el pueblo mismo. Oscuro hito al que el chavismo siniestro y vampiresco da continuidad.

Que quede claro: demostrar que existe una línea de continuidad en el discurso opositor de 2002 y el de 2010 no quiere decir, en lo absoluto, que durante todos estos años no se hayan producido importantes giros discursivos. La identificación de estos giros, como ya lo he planteado, es un ejercicio intelectual que debe ser considerado de primer orden. Mientras tanto, lo que hay se parece al peor de los escenarios: una vocería política oficial con muy poco criterio, que se empeña en hacer alarde de su pobreza de argumentos y de su limitada capacidad de análisis, que se limita a señalar que todo es siempre más de lo mismo. Esto es, que la oposición repite siempre el mismo libreto. Todo lo anterior, acompañado del desprecio que una parte del chavismo popular profesa hacia este tipo de análisis, según el pretexto de que la prensa antichavista no hace otra cosa que mentir.

Mientras tanto, sólo me atrevo a señalar que, como no había sucedido en un tiempo considerable, el gobierno bolivariano, obligado por las circunstancias o por errores de cálculo, ha abierto varios frentes de envergadura. Tal y como lo registra la más reciente encuesta de El Nacional, algunos de estos serían:

1) "El racionamiento del agua".
2) "Los cortes de energía eléctrica".
3) "La devaluación del Bolívar".
4) "Las nuevas gestiones de Cadivi". (De las cuatro, la única que afecta casi exclusivamente a la clase media).

Encuesta publicada en la página web de El Nacional, el 13 de enero de 2010.

Con todo, la encuesta sigue siendo un indicador limitado: no incluye, por ejemplo, la variable "inseguridad". Esto, porque sólo indaga sobre medidas gubernamentales.

Aún más: probablemente sea posible enumerar otros frentes. La corrupción es uno de ellos. Lo que supongo ninguno de nosotros será capaz de hacer, es el equivalente a seleccionar la última de las opciones de la encuesta de El Nacional: "Como revolucionario, no me afectan las medidas". Porque eso sí sería decir mentiras.

10 de enero de 2010

Carta a Chávez o el pecado de Ávila TV (I) - Humberto Márquez

(Publicado el domingo 10 de enero de 2010 en Ciudad CCS).

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La isla de Utopía, de Tomás Moro, según la versión de 1516. La embarcación estacionada al sur de la isla es La nave de los locos, a la que irán a parar todos los pecadores, luego de su expulsión de Utopía.

Mi estimado presidente: Le dirijo estas líneas por la situación que "vive" Ávila TV en los últimos tiempos. Las comillas en VIVE son porque, para decir lo menos, se quiere retransmitir en Ávila, la excelente producción de ese canal. Siempre he dicho que lo estratégico del sistema nacional de medios públicos es su versatilidad y así he alabado a VIVE por educativo, lo noticioso de VTV, lo internacional en TELESUR y los buenos conciertos de TVES, incluidas por supuesto, las estaciones comunitarias, donde también crece la creatividad del pueblo.

El caso de Ávila ha sido la guinda que le faltaba a la torta de la audiencia, en 3 años es el único canal revolucionario, juvenil y de barrio, que los jóvenes hacen suyo, porque está hecho por ellos mismos. Es una TV alternativa donde los muchachos dan clases magistrales de cómo hacer una televisión revolucionaria en conjunto con la Escuela Metropolitana de Producción Audiovisual, en donde se forma a los jóvenes en las distintas áreas audiovisuales para que luego formen parte del canal. Con todo el arrojo que da la juventud, con ese cuchillo en la boca de buenas intenciones se lanzaron a conquistar un segmento de la audiencia que quería tener por fin una televisora hecha por ellos, con toda la libertad necesaria para eso. Y ese es el pecado de Ávila TV, el pecado de la libertad. Un pecado que las sociedades pacatas no le perdonan a nadie. La derecha no soporta la irreverencia y lo que es más triste, algunos sectores de la izquierda tampoco. El pecado de Ávila TV, ha sido romper todos los paradigmas de la pobre TV a que nos tenían acostumbrados.

Cuando Ledezma le quiso poner la garra y cristalizó el proceso de traspaso, yo dije sardónicamente, que no sabía qué era peor, que nos quitaran el canal de un solo guamazo o que no los fueran quitando a pedazos, si vencían los talibanes recalcitrantes que nunca faltan. No es fácil que entiendan que en Ávila se debe hablar en el lenguaje de la juventud y no mediante un stalinismo de carretera, como pretenden ahora.

Que viva la utopía revolucionaria de los trabajadores, abajo la "utopía" burocrática de los usurpadores.

9 de enero de 2010

El problema de Ávila TV

(Va el diecisiete en Ciudad CCS, publicado el jueves 7 de enero de 2010.

Breve y conciso, como deben ser los buenos propósitos de comienzos de año.

Además, todavía queda mucho por decir.

Vamos, cámaras: los mediocres ya rompieron la barrera del sonido a punta de insultos, chismes y rumores. Es hora de que rompamos la barrera del silencio.

Salud).

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El hastío que produce Ávila TV entre algunos de los funcionarios con la potestad para torcer su destino, es el signo más elocuente de que el problema de Ávila TV no es Ávila TV. Podrá parecer un juego de palabras, pero esto es cualquier cosa menos juego: la resistencia – porque la cosa es tan grave que es preciso comenzar a llamarla con todas sus letras – que han protagonizado sus trabajadores durante los últimos seis meses, lejos de ser celebrada por el chavismo oficial como un ejemplo a seguir, es considerada como una piedra en el zapato.

Tal hastío es expreso, manifiesto: tal pareciera que no hubiera nadie capaz de dar con la fórmula para resolver ese enigma que es Ávila TV. Sin luz que asome en el horizonte, siempre es más fácil recurrir a esa vieja tradición de izquierda que consiste en denigrar de lo que no se comprende. Así, sé de funcionarios que repiten, con toda la seriedad que amerita el caso, que el problema con los trabajadores de Ávila TV es que desean seguir siendo el MTV venezolano. Que no son más que una pandilla de malcriados pequeñoburgueses en alianza con el malandraje.

Seis meses han pasado y los trabajadores de Ávila TV – y me refiero concretamente a esa mayoría activa que está organizada en Asamblea – siguen haciendo lo posible porque se les escuche. Dos juntas directivas han pasado y ambas incurrieron en el mismo error: desoír a los trabajadores, subestimarlos. Ambas pretendieron amedrentarlos, intimidarlos. Ambas juntas son historia: en cuestión de horas se conocerá cómo está conformada una nueva junta directiva. La tercera en seis meses - en realidad, la cuarta, si contamos a la junta destituida por el Minci a mediados de julio de 2009. Una vez más, los trabajadores no fueron consultados. Si ya se equivocaron dos veces, ¿cuáles son las razones para creer que a la tercera va la vencida?

El problema de Ávila TV no es Ávila TV. El hastío que les produce a los funcionarios con la potestad para torcer su destino, los devela. Ellos son los verdaderos responsables. El supuesto enigma, el falso problema hubiera podido resolverse desde el principio, nada más que escuchando a los trabajadores de Ávila TV. Allí están las respuestas. Allí está la clave.