19 de agosto de 2010

¿Por qué no está libre Williams Sanguino?

Williams Sanguino.

Durante el Aló, Presidente del 6 de diciembre de 2009, y según reseña de Prensa Presidencial, Chávez “exhortó… a los mandatarios regionales a intervenir y eliminar por completo aquellos cuerpos policiales dañados, en las distintas localidades del país”. Éstas fueron sus palabras: “No seamos moderados en eso, cortemos por lo sano. Si algún gobernador o alcalde resulta que recibió la policía y se le dañó la policía a un grado tal que sea difícil cortar por lo sano, eliminémosla completa. Mejor es eliminarla completa”.

Sigue la nota: “Recordó el caso específico de la policía del estado Táchira, dependiente de la gobernación que dirige el opositor César Pérez Vivas, la cual prácticamente se cruzó de brazos ante el asesinato de dos funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana a comienzos de noviembre pasado. ‘Matan a dos compañeros de la Guardia, se llevaron los dos fusiles y la policía (tachirense) como si no estuviera pasando nada. Eso se llama complicidad comprobada’, dijo de manera enfática el presidente Chávez”. “La policía del Táchira, no sé por qué no la intervinieron. Ese fue un error del Gobierno, lo reconozco”, manifestó Chávez.

Justo dos semanas después, según nota de VTV, “El jefe de Estado ratificó su denuncia contra el cuerpo policial… controlado por el gobernador oposicionista César Pérez Vivas, porque ‘su actitud es abiertamente desafiante contra la autoridad pública… Si esa policía continúa así y hay que meter los tanques de guerra, así lo digo, a tomar las sedes policiales, pues habrá que hacerlo’”. Explicaba el redactor: “Recientemente los funcionarios de ese cuerpo armado fueron cuestionados por jugar un papel inadecuado durante los disturbios en los que perdió la vida Jesús Ramírez Bello, estudiante de la Universidad Nacional Experimental del Táchira”.

El asesinato de Ramírez Bello se produjo el 8 de diciembre, dos días después de aquel Aló, Presidente, en las inmediaciones de la Universidad Bolivariana en San Cristóbal, aunque hay versiones que lo desmienten. Si así hubiera sido, es difícil comprender actuación tan pusilánime de un cuerpo policial que ha tenido la obligación de evitar, a toda costa, el enfrentamiento entre estudiantes. Decir que la policía jugó “un papel inadecuado” sería quedarse corto frente a una actuación que hasta podría presumirse cómplice.

Pero si en tal caso las palabras faltan, ¿qué decir de lo que le ha tocado padecer a Williams Sanguino, estudiante de la Universidad Iberoamericana del Deporte y militante del PSUV, inculpado por tal asesinato? Según testimonios de sus familiares, Sanguino no sólo es inocente, sino que fue torturado por funcionarios del CICPC y su residencia fue allanada sin orden judicial. Además, denuncian la reiterada violación de su derecho al debido proceso. En junio de este año fue trasladado al Helicoide, sede de la SEBIN, donde llegó a compartir celda con el terrorista Francisco Chávez Abarca. El pasado domingo, 15 de agosto, fue trasladado a la cárcel de Yare III.

Sin más palabras para calificar esta aberración, sólo queda preguntarse: ¿por qué no está libre Williams Sanguino?

13 de agosto de 2010

¿Por qué Chávez llegó tarde? (Lo revela una fuente solvente)

Ayer por la mañana, mi pana Fernando Pintos me llamó para contarme de una nota aparecida en el periódico amarillista venezolano 2001 (confieso que no sabía que aún existía), que remitía, a su vez, a un par de notas publicadas por los diarios El Mundo, de España, y La Nación, de Argentina. La primera, intitulada Las excentricidades de Chávez. La segunda, un tanto más completa, Las excentricidades de Hugo Chávez.

La nota en el diario El Mundo, de España, del martes 10 de agosto de 2010.


La nota, casi idéntica, publicada por La Nación, de Argentina, del miércoles 11 de agosto de 2010.

La nota de El Mundo comienza así: "Quien haya visto la llegada a Santa Marta de Hugo Chávez a través de la cadena Telesur, pensará que en Colombia Invamer Gallup manipula sus encuestas".

Esto es lo que se lee en el segundo párrafo de la nota de La Nación: "Quien haya visto la llegada a Santa Marta de Hugo Chávez a través de la cadena Telesur, pensará que en Colombia el mandatario bolivariano goza de una excelente popularidad".

Según El Mundo, "La explicación del recibimiento popular, pese a que las medidas de seguridad en todo el recorrido eran asfixiantes, puede estar en un dato que conoció esta periodista en Quito hace años, en uno de los tantos encuentros de Jefes de Estado. La avanzada del entonces Presidente colombiano, Andrés Pastrana, estaba compuesta por cinco personas mientras que la de Chávez rondaba el centenar. Indagando la razón de tamaña diferencia, una fuente de toda solvencia aclaró que además del cuerpo de seguridad, cada vez más numeroso, semejante al que rodeaba a Fidel Castro, había funcionarios encargados de organizarle un recibimiento 'espontáneo' en algún momento de su gira. Lo hacían en todas partes del mundo siguiendo el modelo, contaron, de la Cuba castrista".

Según La Nación: "Para entender este recibimiento popular, hay que llegar al antecedente de Fidel Castro, cuando el mandatario cubano viajaba con funcionarios encargados de organizarle un recibimiento 'espontáneo' en algún momento de su gira". Más arriba se lee: "La caravana oficial se detuvo y un sonriente Chávez, que vestía una campera de la bandera venezolana, se bajó para repartir besos y estrechar manos ante las cámaras de televisión. Pero lo llamativo fue que no era gente del lugar, sino venezolanos que habían viajado con él en el avión presidencial desde Caracas, según se desprende de un informe del diario El Mundo, de España".

Sí, "un informe del diario El Mundo, de España", basado en "una fuente de toda solvencia".

Advierte El Mundo: "Y por si alguien tiene dudas de que ese fue el método empleado en Santa Marta, esta (sic) es una pancarta que exhibían, junto a alguna bandera venezolana, los habitantes de una de las barriadas donde Chávez se detuvo ayer: 'Bienvenido Presidente Chávez. Los pueblos de Colombia te queremos mucho. Gracias por levantar los pueblos de América del Sur y revivir el sueño de Bolívar'".

Afirma La Nación: "'Bienvenido Presidente Chávez. Los pueblos de Colombia te queremos mucho. Gracias por levantar los pueblos de América del Sur y revivir el sueño de Bolívar", se leían las pancartas (sic) en la ruta a la quinta, mientras un centenar de personas vitoraban (sic) a Chávez".

El mismo "centenar de personas" que Salud Hernández-Mora, la reportera de El Mundo, presenció "en Quito hace años", y que formaba parte de la avanzada diplomática venezolana.

Extraordinario ejemplo de cómo, en ocasiones, los que alardean de acumular fuentes solventes tienen una deuda impagable con la verdad.

11 de agosto de 2010

Chávez llegó tarde

Tratándose de un asunto tan serio como sentarse a dialogar con Santos, Chávez ha debido tomar las previsiones del caso y llegar de primero a la Quinta de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta, y esperar pacientemente a su par colombiano. Ha debido aprovechar la amarga y dilatada espera para reflexionar y convencerse de que Bolívar bien muerto está, y que mejor vale dejar que descanse en paz.

Ya en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar – "todo lleva tu nombre, padre, en nuestra morada" – ha debido, por qué no, saltarse todo protocolo, no perder valioso tiempo obsequiándole claveles rojos a la Holguín, no permitir que se le rindieran los honores militares de rigor, ha podido evitar ofrecer declaraciones a la prensa. Ha debido llegar primero y sentarse a esperar, reflexionar sobre su infinita culpa y prepararse para realizar un oportuno, impostergable e indelegable acto de constricción.

Ha debido evitarnos el bochorno de su atavío: por todos los santos, Oh my god!, a quién se le ocurre pisar suelo colombiano vistiendo el tricolor patrio, cuando la ocasión exigía el blanco que aleja toda duda, blanco-paz, blanco-límpido, blanco-franqueza, blanco-pureza. O sea, Chávez, triple hello, doble whatever.

Tamaños gestos, vestir de blanco, ignorar a la prensa, esperar a Santos, tal vez – sólo tal vez – le hubieran granjeado algunos tímidos apoyos del sifrinaje antichavista. Tal vez hubiéramos podido leer en Facebook expresiones del tipo: "Amé a Chávez vestido de blanco" o bien "Amé a Chávez esperando como un corderito".

Pero no, ¡ay, infinitos ayes! No conforme con que iba tarde, a Chávez no se le ocurrió otra cosa mejor que detenerse en el camino que lo conducía al lugar de reunión. Se bajó del carro la primera vez y recibió su primer baño de pueblo colombiano, ese que las oligarquías de uno y otro país sueñan con verse enfrentado con el nuestro en una guerra fraticida, el mismo que mereció el desprecio de algunos chovinistas que se hacen llamar chavistas.

Poco más adelante se detuvo por segunda vez y recibió su segundo baño de pueblo colombiano. O sea, Chávez, ¡disculpaaaaaa! El estupor inicial se convirtió entonces en pánico en los diarios, televisoras y agencias de noticias. Las imágenes, construidas laboriosamente, del Chávez enemigo del pueblo colombiano y de éste como enemigo del violento Chávez, se derrumbaban estrepitosamente como sólo lo hacen los anti-ídolos de barro.

Por si quedaba alguna duda, Chávez se detuvo una tercera vez y recibió su tercer baño de pueblo colombiano. Era demasiado. O sea, Chávez, ¡estás out! Pánico y desesperación. ¿Qué hacer para contener los efectos de tanto desparpajo? A la agencia española EFE le corresponde el dudoso honor de haber tomado la iniciativa: "Presidente venezolano llegó tarde a cita con Santos por detenerse a saludar en el camino", y la prensa antichavista, estupefacta, se apresuró a tomar debida nota. Escueta nota que dejó en ridículo, una vez más, a quienes pretendían dejar en ridículo a Chavéz, y con él a nuestros pueblos.

Mejor les hubiera quedado intitular, de una vez: "O sea, Chávez, pinta un paisaje y piérdete". Es decir, expresarse como lo hace el antichavismo de-a-pie, en lugar de disfrazar aquel desprecio de periodismo.

Rumbo a su reunión con Santos, Chávez hace su primera parada para saludar al pueblo colombiano. Imagen captada alrededor de las 3 pm. Por: Andrés Izarra, Presidente de Telesur.

Primera parada de Chávez. Por: Temir Porras, Viceministro de la Cancillería venezolana.

Chávez saluda al pueblo colombiano. Por: Andrés Izarra.

"Uno de los momentos más emocionantes fue cuando cargó en sus brazos a Luis Santiago, un pequeño de 9 meses que estaba en medio de la multitud con la mujer que lo cuida, Estefanía Pardo, de 20 años. 'Ese niño va a ser el símbolo de la paz entre los dos países', comentaban algunos de los presentes". Así lo reseñó el diario colombiano El Tiempo. No se pierda los comentarios a la nota. Por: Andrés Izarra.

Tercera parada de Chávez: dialoga con estudiantes. Por: Andrés Izarra.

Tercera parada de Chávez. Por: Temir Porras.

La nota de EFE reproducida por El Nacional. Hora: 3:34 pm.


El Universal se dejó "tubear" por la competencia: publicó la nota de EFE, con leve variación en el título, un minuto después.



Durante la emisión de su programa Dossier, este martes 10 de agosto de 2010, Walter Martínez transmitió algunas imágenes grabadas por VTV mientras Chávez saludaba al pueblo colombiano. "Chávez berraco, eso no lo hace cualquiera, berraco. Felicitaciones pa él", dice uno. Tal y como lo expresara el mismo Walter Martínez: "Ciertamente los cleptómanos de Atlanta no van a pasar esto".

8 de agosto de 2010

Casarse con Santos

No habían pasado veinticuatro horas de la toma de posesión de Juan Manuel Santos, cuando la prensa antichavista le declaró su amor inmarcesible, a prueba de todo, y dio inicio a la luna de miel.

Como lo atestigua la caricatura que publica Rayma en El Universal, este domingo 8 de agosto, lejos de quedarse para vestir santos, la oposición ha preferido siempre lanzarse en brazos de cualquiera que encarne la posibilidad, por más remota que sea, de ponerle fin a su tormentosa relación con el zambo, que ya va por los once años. A diferencia de la célebre película protagonizada por Marilyn Monroe, el antichavismo comenzó a padecer de la comezón desde el mismo primer año. Usted dirá: después de tanto tiempo de penitencia en penitencia, cualquier cuerpo es bueno para saciar el deseo.

Consumada la unión con Santos, la prensa opositora se dedicará en adelante a hacer lo que mejor sabe: cubrirlo de alabanzas, costumbre que, bien vista, es una particular manera de vestirlo, aunque el rey vaya desnudo y se haya manchado con la sangre de los asesinados, perseguidos, desplazados y desaparecidos.

El casamiento con el civil ex Ministro de Defensa uribista ha respetado también, a su manera, las formas de las bodas eclesiásticas: si la virginal monja que adorna la caricatura de Rayma no es suficiente, sólo basta leerse la mancheta que publica hoy El Nacional: "Hoy es día de todos los Santos en Colombia". Léase bien: no de los santos inocentes, sino de todos los santos.

Si se piensa detenidamente, más que boda eclesiástica, se trata de una experiencia religiosa. Incapaz de encontrar una fórmula más terrenal para expulsar al chavismo del paraíso, la prensa antichavista ha debido recurrir al auxilio del mismo cielo, es decir, de Santos. Por más que el tal Santos no tenga nada de divino.

No, el problema no es que el amor sea ciego. En este caso, es el poder el que enceguece. El odio contra el pueblo.

Caricatura de Rayma, publicada por El Universal el domingo 8 de agosto de 2010.


El Nacional, página A/9, domingo 8 de agosto de 2010. La mancheta a la izquierda, justo debajo del editorial.

La mancheta en la edición digital.

5 de agosto de 2010

¿Proceso de cambio?

El Nacional, primera plana del miércoles 4 de agosto de 2010. Están "listos para acompañar el proceso de cambio".

Si El Nacional fuera un termómetro de las demandas y aspiraciones del pueblo venezolano, y no un instrumento propagandístico de una parte de las elites económicas, políticas y culturales que combaten encarnizadamente a esa corriente histórica y social que hoy encarna el chavismo popular, tendríamos que preocuparnos por las palabras de su Presidente, Miguel Enrique Otero, pronunciadas durante el festín con motivo del sesenta y siete aniversario del diario, y que adornan la primera plana de su edición del miércoles 4 de agosto: "Listos para acompañar el proceso de cambio".

Justo por tratarse de un medio de carácter anti-popular, y por tanto opuesto al "proceso de cambio", es necesario saber interpretar este guiño a la gramática política impuesta por el chavismo durante la última década – y un poco más. No es sólo como una fuente productora de mentiras, medias verdades o manipulaciones como debe ser leída la prensa de elites, sino principalmente como espacios en los que se hacen visibles los posicionamientos tácticos y estratégicos de las clases y estamentos contrarios a la radicalización democrática de la sociedad venezolana.

Dichas por El Nacional – el mediocre personaje que ha pronunciado el discurso no pasa de ser un actor de reparto –, las palabras "acompañar el proceso de cambio" remiten, por supuesto, al destacado papel que el diario se atribuye en el proceso que debería conducir al desplazamiento de Chávez del poder. Pero nos revelan también que las elites están cada vez más convencidas de que este "proceso de cambio" sólo tendrá lugar usurpando el lenguaje de su enemigo. En otras palabras, para lograr eso que la encuestología gusta llamar la "conexión popular", es preciso hacerse de un vocabulario igualmente "popular", por más ajeno que esto resulte a los voceros de lo anti-popular. Repita mil veces que este gobierno no hace nada para evitar que la comida se pudra, y los muertos de hambre correrán a votar mil veces contra el gobierno.

Sin embargo, como entre lo dicho y lo hecho el camino no siempre es derecho, esta usurpación de la gramática chavista, aunque audaz, viene con una falla de origen: el que tiene que sudársela todos los días para llevarle el alimento a los suyos, el explotado, el que hasta hace muy poco era invisible, casi siempre desconfía de los hambreadores, por más que, ahora sí, vengan a contarle cuentos sobre los peligros que corre la "seguridad alimentaria". Pero esta falla de origen queda relegada a un segundo plano cada vez que esa gramática que el chavismo popular ha sabido imponer, no se corresponde con la radicalización democrática del proceso de cambio. Esto es, cada vez que el "proceso de cambio" es convertido en palabrería hueca por los oportunistas. Es entonces cuando las elites creen que les ha llegado su oportunidad.