31 de marzo de 2010

Una canción para los malos tiempos

A mis hermanos, los de sangre y los del alma.

Viejo:

Ya se viene otra temporada de Grandes Ligas y es imposible no sentir aún más tu ausencia. La sentí honda, cuando quise conocer tus pronósticos para esta temporada, cuando quise preguntarte qué te parecía el cuerpo de abridores de los Yankees, con el regreso de Javier Vásquez y con Phil Hughes ganándose el quinto puesto de la rotación. Quise saber tu opinión sobre la llegada de Curtis Granderson, quien ahora ocupará el jardín central. ¿Podrá cargar Hughes con la responsabilidad? El año pasado estuvo fatal como abridor y excelente como relevista. ¿Cómo se las verá Granderson esta temporada frente a los zurdos? ¿Podrá Brett Gardner con el jardín izquierdo? ¿Cuánto tiempo permanecerá Nick Jonhson sin lesionarse? ¿Los años terminarán de pasarle factura a Jorge Posada?

Me haces falta, viejo.

Nunca te conté que cuatro días después de tu muerte volví a Caracas. Me fui directo al Estadio Universitario. La Guaira luchaba por meterse en la clasificación y ese día jugaba contra Bravos de Margarita, rival directo. Intuía que sólo en el estadio podría disipar aunque fuera un poco la tristeza. Cuántas almas no habrán sanado al amparo del hermoso verdor de sus jardines, cuánta nostalgia no habrá burlado su brisa fresca decembrina.

Me acompañó aquel día, 16 de diciembre, un querido amigo. Nos habíamos encontrado hacía pocos minutos y caminábamos hacia la boca de acceso a la sección A6, cuando me contó la buena nueva: pocos días atrás se había enterado de que pronto sería padre. Abrazo efusivo, risas y las respectivas felicitaciones. Pensé en voz alta: "Así es la vida, unos vienen, otros se van". "Así es", creo que me respondió.

Tal vez mi amigo, fanático del Lara, no sepa lo que significó para mí ese gesto fraterno: acompañarnos aquel día de reencuentro con el Universitario. Porque sí, viejo, yo sé muy bien que tú estuviste presente. Conversamos, reímos, bebimos cerveza, sin dejar de seguir las incidencias del juego. Un buen juego, que llegó empatado a tres carreras hasta la baja del noveno inning.

Recuerdo como si acabara de ocurrir, el sonido que hizo el bate de Grégor Blanco cuando conectó la pelota que ahora se dirigía hacia algún punto entre el central y el derecho. Sabía que iba a terminar así. El primer indicio fue ver a Francisco Rodríguez cerrando la parte alta del noveno, el mismo que cuatro días antes había sido dejado en el terreno por los Leones del Caracas, con aquel soberbio batazo de Jackson Melián por el izquierdo. Sí, el día de tu muerte. El batazo de Grégor caminaba con tanta velocidad y con tanta altura que antes de sobrar a los jardineros ya todos sabíamos que pararía en las gradas. Un grupo de fanáticos a nuestro alrededor saltaba de alegría. La celebración terminó por desbordarse en gritos y abrazos cuando la pelota llegó a su destino.



Me tomé unos pocos segundos para capturar en mi memoria aquella imagen, desde lo más alto de la tribuna. No quería perder ningún detalle del público emocionado, celebrando que los habíamos dejado en el terreno. Cuántas veces no celebramos igual, padre e hijo. Luego alcé la mirada hacia el cielo, sonriendo, y tal vez te di las gracias. No sé muy bien por qué lo hice: yo sabía que estabas a mi lado. Te había comprado tu entrada y la guardaba en mi bolsillo. La historia oficial de aquel juego reza que el ganador fue Francisco Rodríguez. Sin embargo, me gusta pensar que gané yo, al reencontrarme contigo.


Te contaba que sentí profunda tu ausencia cuando quise conocer tus impresiones sobre esta temporada que comienza el domingo 4 de abril, con el juego entre tus adorados Yankees y sus enconados rivales, los Medias Rojas de Boston, que este año vuelven a presentar un equipazo. Lo que tampoco te había contado es que hace un par de semanas, leyendo a Peter Gammons, supe de una canción que Eddie Vedder, el vocalista de Pearl Jam, le dedicó a sus amados Cachorros de Chicago. "Best sports song ever is Eddie Vedder's 'All the Way' Cubs tribute", escribió Gammons. Algo así como: "La mejor canción sobre deportes de todos los tiempos es All the way, el tributo de Eddie Vedder a los Cachorros".

All the way fue lanzada como sencillo el 18 de septiembre de 2008. Ésta es la portada del disco.

La busqué, en principio, movido por la curiosidad: nunca me imaginé leyendo a ese veterano analista del beisbol que es Gammons opinando sobre una canción escrita por un tipo cuya banda he seguido durante casi veinte años. Así que di con ella y la escuché la primera vez. Luego varias veces más. Investigué un poco más y leí que Vedder la escribió en 2007, a pedido de la leyenda de los Cachorros, Ernie Banks. La interpretó por primera vez en agosto de 2007. Fue grabada el 21 de agosto de 2008, en vivo. Esa es la versión que hoy comparto contigo. También te dejo la letra y la traducción - libre - que hice de ella. Debe incluir algunos errores, pero creo que su espíritu permanece más o menos intacto.

Poco importa si es o no, realmente, la mejor canción de todos los tiempos, e incluso importa poco que sea un tributo a los Cachorros. Por supuesto, el hecho de que esté dedicada a un equipo que no gana una final del beisbol estadounidense desde 1908, le imprime un tono especial, en el que podemos reconocernos los fanáticos de un equipo del beisbol venezolano que no gana un campeonato desde 1986. Pero ni siquiera eso es tan relevante.

Más que un tributo a un equipo de beisbol, es un tributo a sus fanáticos. A todos los que siguen a los suyos en las buenas y en las malas, en la derrota y en la victoria. No es una canción sobre una divisa, sino sobre el amor que se puede llegar a sentir por una divisa. Trata sobre la unión, la camaradería y la hermandad, y de cómo estos sentimientos se hacen aún más fuertes en las situaciones más adversas. Es un homenaje a nuestros héroes y leyendas, por la fe y la esperanza que nos han enseñado con su ejemplo. En fin, una canción que habla de ti y de nosotros, que se asemeja mucho a la forma en que me enseñaste a vivir el beisbol, que no es simplemente un juego, sino la vida misma.

Por último, quería decirte que espero ser digno de esa enseñanza y saber transmitirla a Sandra Mikele. Espero no faltarle, sobre todo ahora que hace mal tiempo.

(Someday we'll go) All the way - Eddie Vedder.


(Someday we'll go) All the way - Eddie Vedder.
Don't let anyone say that it's just a game,
for I've seen other teams and it's never the same.
When you're born in Chicago, you're blessed and you're healed
the first time you walk into Wrigley Field.

Our heroes wear pinstripes, heroes in blue,
they give us the chance to feel like heroes too.
Whether we'll win, and if we should lose,
we know someday we'll go all the way.
Yeah! Someday we'll go all the way.

We are one with the Cubs, with the Cubs we're in love,
yeah, hold our head high as the underdogs.
We are not fair weather but foul weather fans,
we're like brothers-in-arms in the streets and the stands.

There's magic in the ivy and the old scoreboard,
the same one I stared at as a kid keeping score,
in a world full of greed I could never want more.
Someday we'll go all the way.
Yeah! Someday we'll go all the way.

Someday we'll go all the way.
Yeah! Someday we'll go all the way.

Yeah! Someday we'll go all the way.

And here's to the men and the legends we've known,
teaching us faith and giving us hope.
United we stand and united we'll fall
down to our knees the day we win it all.

Yeah Ernie Banks said: "Oh, let's play two!",
or did he mean 200 years?
In the same ballpark, our diamond, our jewel,
the home of our joy and our tears.
Keeping traditions and wishes made new,
the place where our grandfathers' fathers they grew.
A spiritual feeling if I ever knew,
and if you ain't been I am sorry for you.
And when the day comes, when that last winning run,
and I'm crying and covered in beer,
I'll look to the sky and know I was right
to think someday we'll go all the way,
Yeah! Someday we'll go all the way.

Someday we'll go all the way.
Yeah! Someday we'll go all the way.

Yeah! Someday we'll go all the way.

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Algún día llegaremos hasta el final - Eddie Vedder.
No dejes que nadie te diga que es sólo un juego,
porque he visto a otros equipos y nunca es lo mismo.
Cuando has nacido en Chicago, has sido bedecido y has sido curado
la primera vez que entras al Wrigley Field.

Nuestros héroes visten de rayas, héroes en azul,
ellos nos dan la oportunidad de sentirnos héroes también.
Si vamos a ganar o si hay que perder,
sabemos que algún día llegaremos hasta el final.
Sí, algún día llegaremos hasta el final.

Somos uno solo con los Cachorros, a los Cachorros amamos.
Sí, mantengamos nuestras cabezas en alto, como los no favoritos.
No somos amigos en las buenas, sino fanáticos en los malos tiempos,
somos como compañeros de armas en las calles y en las tribunas.

Hay magia en la hiedra y en la vieja pizarra,
la misma que miraba de niño llevando los detalles del juego,
en un mundo lleno de codicia, no podría nunca querer nada más.
Algún día llegaremos hasta el final.
Sí, algún día llegaremos hasta el final.

Algún día llegaremos hasta el final.
Sí, algún día llegaremos hasta el final.

Sí, algún día llegaremos hasta el final.

Saludamos a los hombres y a las leyendas que hemos conocido,
que nos han enseñado la fe y nos han dado esperanza.
Unidos permaneceremos y unidos caeremos
sobre nuestras rodillas el día que lo ganemos todo.

Sí, Ernie Banks dijo: "¡Oh, vamos a jugar dos!",
¿o quiso decir 200 años?
Es el mismo estadio de beisbol, nuestro diamante, nuestra joya,
el hogar de nuestra alegría y nuestras lágrimas.
Manteniendo las tradiciones y los deseos renovados,
el lugar donde los abuelos de nuestros padres crecieron.
Un sentimiento espiritual como no he conocido ninguno,
si no has estado allí, lo siento por ti.
Y cuando el día llegue con la carrera de la victoria,
y esté llorando y cubierto de cerveza,
miraré al cielo y sabré que tenía la razón
cuando pensaba: algún día llegaremos hasta el final.
Sí, algún día llegaremos hasta el final.

Algún día llegaremos hasta el final.
Sí, algún día llegaremos hasta el final.

Sí, algún día llegaremos hasta el final.

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Por supuesto, hay una versión en Youtube. Las imágenes que van desde el 1:23 hasta el 1:38 minutos, corresponden a la celebración que siguió al consumarse el juego sin hit ni carreras del venezolano Carlos Zambrano, el 14 de septiembre de 2008.


25 de marzo de 2010

El chavismo violento, esa redundancia

La irrupción del chavismo en la arena política está indisociablemente asociada a su criminalización. Podría decirse incluso que la criminalización le precede, de manera que cuando el chavismo entra en escena, no puede aparecer más que como sujeto criminal, bárbaro, irracional, violento. Sin este discurso que estigmatiza, transfigura e incluso oculta al sujeto chavista, no hay relato opositor sobre el chavismo.

Evidencias históricas sobran, y están allí, a la mano, para el que desee realizar la arqueología del discurso opositor: durante los primeros meses de 1999, las páginas de opinión de la prensa opositora están plagadas de horror a las "invasiones" de tierra. Es así como aparece el sujeto chavista, apenas instalado el nuevo gobierno: como un agente extraño al cuerpo social, como un elemento patógeno que se desplaza movido por un pavoroso impulso centrípeto, del campo a la ciudad, de la barbarie a la civilización. El relato opositor fue siempre el relato de la catástrofe inminente que provocarían las invasiones bárbaras chavistas.

Como para agarrar palco: Paulina Gamus Gallegos de Cohen hablando sobre "lucha de clases", en artículo publicado por El Universal el 24 de marzo de 1999, exactamente hace 11 años. El último párrafo inicia así: "Creer o aparentar que se cree que una actitud complaciente, paternal y caritativa con los invasores de tierras agrícolas, de terrenos urbanos, de casas o apartamentos es un acto de justicia social, es cometer un grave error que a su vez provoca una pobreza mayor". Gamus Gallegos de Cohen llegó a ser Vicepresidenta de Acción Democrática. En 1998 fue la Coordinadora del Programa de Gobierno de su partido. Fue Ministra de Cultura durante el gobierno de Jaime Lusinchi. Presidió la Comisión de Política Interior del extinto Congreso Nacional entre 1989 y 1994. En 1998 fue electa senadora por el estado Cojedes... hasta que llegó la Asamblea Constituyente.

El zambo Chávez no sería más que el cómplice de aquellos ataques contra la civilización, el instigador principal del odio y el resentimiento bárbaros, el criminal que, abusando de su circunstancial posición privilegiada, articularía un discurso que se desplazaría centrífugamente. El resultado sería una "sociedad civil" sometida a las tensiones que producirían estas dos fuerzas complementarias, más que opuestas, produciendo la fatiga y la opresión de todo lo civilizado.

Por eso, no sorprende en lo absoluto el esfuerzo continuado por asimilar cualquier manifestación de violencia opositora con el chavismo. Dado que el chavista es no sólo el sujeto violento por excelencia, su expresión más acabada, sino el origen de toda violencia, la violencia opositora sólo podría explicarse como un efecto no deseado de aquella violencia original, como su consecuencia inevitable. Bastaría con arrancar la raíz de la violencia, para retornar a la paz y a la civilidad.

Resulta claro que esta naturalización de la violencia chavista implica, al mismo tiempo, la desnaturalización de la violencia opositora, un verdadero fraude analítico y argumentativo, en la medida en que pretende clausurar toda posibilidad de examinar las razones de la violencia antichavista.

Un fraude es lo que ha cometido Roberto Giusti el pasado 9 de marzo, en un artículo publicado en El Universal, intitulado El contagio chavista de la oposición. Refiriéndose a la violenta trifulca opositora del domingo 7 de marzo, en Valencia, escribía: "Chávez ha pregonado el odio y la aniquilación del adversario… para imponerse en un juego de todo o nada. Pues bien, el veneno ha sido tan eficaz que mientras en antiguos sectores chavistas se diluye y la gente recupera la razón, en la dirigencia de oposición ha prendido con tal virulencia, que ahora resuelven a golpes sus diferencias, en el mejor estilo chavista. La triste 'batalla de Carabobo' del domingo es el peor mensaje para una sociedad a la búsqueda de la paz y la civilización perdidas".

Entiéndase: el chavismo no es sólo sinónimo "de la paz y la civilización perdidas". Tampoco es el resultado histórico de la decadencia de la clase política venezolana, de su cortedad de miras, de su incapacidad manifiesta para gobernar, de la "democracia" groseramente excluyente que capitanearon durante décadas, subordinados como estuvieron siempre a los intereses de la oligarquía. No. Según Giusti, esta decadencia de la vieja clase política, al expresarse violentamente, lo hace "en el mejor estilo chavista".

Al día siguiente, también en El Universal, Pedro Pablo Peñaloza continúa con el fraude. En su artículo intitulado El chavismo de oposición, se lee: "Para los que entienden que el Presidente comanda un proceso, pero degenerativo, la palabra 'chavismo' viene a resumir en sí todo lo malo que existe sobre la faz de la Tierra. Chavismo es, entonces, un régimen político militarista y autoritario que persigue destruir las libertades públicas. Un sistema que estrangula la democracia y permite que la corrupción y la adulancia se esparzan como plagas malignas. Pero también es el motorizado que se come la flecha en la avenida Lecuna o el vagón del Metro sin aire acondicionado. Más que un término, es una anatema. Sinónimo de abuso de poder y de gamberrada. Ocho letras que sintetizan el perfil del venezolano feo. Feísimo. Desde esa perspectiva, 'chavismo' sirve para calificar las peores prácticas allí donde se den sin importar qué tan lejos se esté política e ideológicamente del jefe de Estado. Partiendo de esta premisa, ciertos detractores de la revolución bolivariana han acuñado una nueva expresión para censurar el desempeño de la Mesa de la Unidad Democrática. En lugar de sacarles la madre, les dicen algo mucho peor: 'chavismo de oposición'... La Mesa de la Unidad Democrática incurriría en manejos propios del 'chavismo' porque, braman sus 'aliados' críticos, es intolerante, prefiere el pacto de cúpulas antes que la consulta popular, se empeña en postular a dirigentes estudiantiles, pero de los años 50, y antepone sus oscuros intereses a las necesidades de la patria".

En un artículo más reciente, publicado el 21 de marzo en El Nacional, intitulado La violencia chavista, Máximo Desiato insiste en el tema. Como lo han hecho muchísimos otros antes que él, Desiato recurre a la analogía con el fascismo, creyendo poder encontrar en éste las claves de interpretación del chavismo: "La violencia chavista es una violencia fascista, porque en cuanto operación sobre el mundo es una apropiación de ese mundo sólo para destruirlo". Como el de sus predecesores, es un análisis fraudulento: la trampa radica en imponer las reglas de interpretación, según las cuales sólo sería posible explicar al chavismo tomando como referencia el fascismo. De allí en adelante, el ejercicio será extremadamente simple: compárense chavismo y fascismo, y cada vez que logre identificar alguna diferencia sustancial, advierta que se trata apenas de aquellos aspectos que aún impiden que el chavismo se realice plenamente como fascismo.

Frente a la heroicidad de la resistencia antifascista del antichavismo,
palidecen las luchas de la resistencia europea contra la ocupación nazi.

Pero además, Desiato traduce en clave "filosófica" el giro táctico del discurso opositor, que se consolida sobre todo durante 2007: el discurso sobre el mal gobierno, ese que va dirigido a granjearse el apoyo del mismo chavismo que ha criminalizado desde siempre. En lugar de confrontarle violentamente – con violencia de clases –, minar las bases sobre la cuales se apoya el gobierno. Instigar el desaliento, la desconfianza, la desmoralización y la incertidumbre.

Para Desiato, la gestión de gobierno chavista sólo puede traducirse como "política de destrucción sin posterior creación". Agrega: "es como si el chavismo creyera que la violencia, al destruir, dejara aparecer un orden del mundo preexistente, perfecto, acabado en sí mismo. Esta violencia chavista es ingenua. Tiene confianza en que expropiando aparezca sin ninguna otra operación el Bien. Que el Mal es la propiedad privada y que al destruirla, sin organizar una propiedad colectiva basada en un movimiento colectivo de base, el Bien se da por arte de magia… Y dentro de tanta expropiación, abandono, soledad existencial, en el fondo, la violencia chavista es una meditación sobre la muerte. Sobre el exterminio de todo lo que es. Meditación sobre la nada, la anulación, la nulidad que se es sin saberlo. Y si no grita ¡viva la muerte! es porque es tan destructiva que no le sale ni siquiera el ¡viva! Que para gritar eso algo de vida hay que tener".

El problema con la "meditación" de Desiato es que se limita a repetir lo ya miles de veces escrito y meditado. Meditación de lo mismo, que se sabe nula pero que se pretende analítica, profunda, esclarecedora, informada. Limítese a establecer la analogía entre chavismo y fascismo, acuse el mal gobierno, y luego pretenda estar descubriendo el agua tibia cuando no está haciendo más que llover sobre mojado. Y si no grita ¡viva la lluvia! es porque es tan trillada que no le sale ni siquiera el ¡viva! Que para celebrar la lluvia, es mejor esperar que llueva de verdad.

Con sus diferencias de estilo, los Giusti, los Peñaloza y los Desiato terminan siempre empantanados en la cuestión de fondo: el chavismo que pregona "el odio y la aniquilación del adversario", el chavismo como "anatema", que resume "todo lo malo que existe sobre la faz de la Tierra", el chavismo como "meditación sobre la muerte". Pero mucho más importante que hacer el inventario de lo escrito por estos personajes – y por muchos otros – es identificar cómo funciona esta "máquina de producir" el discurso antichavista.

El problema, vale acotarlo, no radica en expresar el desacuerdo con el chavismo, y mucho menos señalar los errores del gobierno de Chávez. La radicalización democrática a la que aspira el chavismo no será posible sin espacios para el desacuerdo y la crítica, del propio chavismo, pero también del antichavismo. El problema es que mediante la criminalización del chavismo – mediante su transfiguración, su ocultamiento – lo que pretende legitimarse es el desconocimiento del gobierno del zambo, su deslegitimación, y finalmente la legitimación de toda violencia que contra éste se ejerza. Ya lo decía Desiato en abril de 2009: "Tarde o temprano va a llegar la confrontación… Hay que seguir el juego democrático como lo hace Chávez, que lo usa como fachada, pero preparándose para una confrontación… La oposición tiene que prepararse, a la violencia se responde con violencia… Yo me concentraría en el sector de la oposición que ya tiene conciencia política para organizar formas de violencia política propias… Yo diría: déjense de buscar la unidad imposible y organícense".

Si la oposición ha optado por una táctica de desgaste, intentando capitalizar las deficiencias de la gestión de gobierno, si bien esto ha implicado su repliegue de posibles escenarios de confrontación violenta, la violencia simbólica, expresada en la criminalización del chavismo, nunca ha cesado. Esta violencia se ejerce en nombre de la paz, la civilización, la tolerancia, la democracia y la vida. Lo peor: esta violencia simbólica prepara el terreno para otras violencias nada simbólicas. Ella sugiere que si la oposición antidemocrática ha optado por no suscitar estas últimas, es porque se sabe, todavía, en condiciones de debilidad. No porque celebre la vida.

18 de marzo de 2010

Lluvia sobre Caracas

Este par de brevísimos videos (2:09 minutos el primero y 2:41 minutos el segundo) los grabé cuando regresaba junto con Sandra Mikele de la escuela. El primero inicia en la Autopista Francisco Fajardo, a la altura de Plaza Venezuela, sentido este-oeste. El segundo, unos pocos metros más adelante, a la altura del Parque Los Caobos. Hora aproximada: 5:30 de la tarde.

Extraño país éste, en el que la misma lluvia que es recibida como una bendición por un pueblo azotado por una de las sequías más severas que ha padecido en toda su historia, es sinónimo de malas noticias para algunos.

Como reza cierta conseja popular, ojalá nos hicieran el favor de irse a llorar sus penas y desgracias al Guri.




Pensar con cabeza propia

(Va el veintiseis en Ciudad CCS, publicado este jueves 18 de marzo de 2010. La versión que publico aquí es significativamente más larga - aunque no lo suficiente como para publicarla en el diario en dos partes.

El punto de partida son las impresiones que recogiera el estimado cumpa Guillermo Cieza durante su reciente paso por Venezuela. Además, puede leerse, hasta cierto punto, como la continuación o más bien el desarrollo de una línea de análisis que apenas esbozara en un artículo publicado aquí hace unas tres semanas: Sometimiento y línea crítica: lo que está oculto tras la traición de Henri Falcón.

De Guillermo he publicado dos artículos: Dos pirámides. Discusión sobre la organización y Cuba. Sensaciones a 50 años de revolución. Más recientemente - en junio de 2009, cuando todavía dirigía la EMPA de Ávila TV - he publicado otro artículo que tiene su origen en un intercambio de ideas con el mismo Guillermo: No olvidar de dónde venimos: lección en 6 pasos, el cual generó una agria, aunque necesaria, polémica con algunos amigos.

Salud).

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El pasado lunes 15 de marzo viajó de regreso a su natal Argentina el cumpa Guillermo Cieza, viejo intelectual y militante revolucionario, actualmente uno de los principales animadores del Frente Popular Darío Santillán, y a quien tuve la fortuna de conocer a expensas de una muy querida amiga en común.

Diez días estuvo Guillermo por Venezuela. No más llegó a la Argentina, compartió con nosotros algunas de sus impresiones, una suerte de diagnóstico preliminar de cuanto vio y palpó por estas tierras. Un documento inestimable y un gesto que se agradece, como se agradecen las impresiones de un experimentado militante que aporta una perspectiva no mediada por los rigores del fragor cotidiano.

Guillermo resume su visita a Venezuela en una frase: "una experiencia apasionante". Y agrega: "Sin lugar a duda, la experiencia de Venezuela merece ser vivenciada y constituye un acelerado curso de formación política. Los grandes temas están sobre la mesa: poder popular, socialismo, las limitaciones del Estado burgués, autonomía, comunicación popular, liderazgo, lucha política, estrategia de poder, economía alternativa". Sobre algunos de estos "grandes temas" discurre el análisis de Guillermo. Pero lo que más llamó mi intención fue el brevísimo relato que antecede a su diagnóstico.

Cuenta Guillermo que el día de su regreso decidió tomar un taxi hasta Maiquetía. El taxista resultó ser un policía que de joven había sido boxeador amateur. Le contó que era poeta y estudiante universitario. "Por supuesto era chavista y como todos los que conocí lo criticaba a Diosdado Cabello". Casi llegando a Maiquetía, Guillermo quiso conocer su opinión sobre la crítica que acababa de hacerle Chávez a Henri Falcón: "Me dijo que todavía no tenía un juicio cerrado sobre ese asunto. Le faltaba conocer más qué era lo que realmente había ocurrido". Relata Guillermo que le explicó el taxista: "Porque lo importante es pensar con cabeza propia, ¿no? Por lo menos, así dice el Comandante".

No se me ocurre una frase que resuma mejor la relación de Chávez con el grueso del pueblo chavista. Frente al razonamiento del taxista, palidecen buena parte de los análisis realizados hasta ahora sobre el liderazgo del zambo. Ni mansos corderos arrastrándose hasta el matadero encabezados por un lobo feroz ni ¡Comandante ordene! El detalle está en que el mismo Comandante que ordena, lleva años exhortando al pueblo a pensar con cabeza propia. Un pueblo pensando con cabeza propia es un pueblo que ordena y un Comandante que obedece. Porque sin pueblo no hay mando. Directo para que se entienda mejor: mal haría el zambo decidiéndose a marchar a contravía de aquel exhorto.

El problema con los apologistas del ¡Comandante ordene! es que no tienen nada que ofrecerle al pueblo chavista. Frente a ellos, reacciona con desdén y con sospecha, convencido de que debe beber de otras fuentes para terminar de hacerse un juicio sobre los hechos. De igual modo, el problema de muchos de los críticos del ¡Comandante ordene! es que tampoco aportan mucho, en la medida en que se limitan a dejar constancia, una y otra vez, de su derecho inalienable a disentir de la palabra del zambo.

¿Fue Noam Chomsky el que escribió alguna vez que los derechos no se conceden, se conquistan? La verdad no lo recuerdo y en última instancia es irrelevante. Lo relevante es el planteamiento. ¿Nos sentamos a esperar que el ¡Comandante! nos conceda el derecho a disentir? No se me ocurre una expresión más patética de alienación en torno a una figura política, justo a la cual se le reclama el derecho inalienable a disentir. ¿Nos sentamos a esperar que sean otros los que ejerzan nuestro derecho a formular las críticas que consideramos necesarias, pertinentes, urgentes, impostergables? ¿No es más sencillo, simple y llano ejercer ese derecho y, por supuesto, asumir la responsabilidad que entraña su libre ejercicio?

Al parecer no es tan sencillo. Porque ejercerlo supone rigor, autodisciplina, carácter. Es cierto: también supone paciencia para enfrentar el vendaval de ataques provenientes de los paranoicos que ven contrarrevolucionarios, pequeñoburgueses y anarcoides por todas partes. Pero el que se dispone a entrar en la pelea no puede pretender que no va a recibir ningún golpe, sobre todo golpes bajos, como todos los que propinan los policías del pensamiento. Supone, en fin, dejar el miedo, ir un paso adelante del malestar, para ser capaces de traducirlo, de interpretarlo.

Si es cierto, como decía el taxista, que lo importante es pensar con cabeza propia, no es menos cierto que una cosa muy distinta es andar haciendo alarde involuntario de la propia impotencia, en nombre del derecho a pensar libremente que cierto ¡Comandante! estaría conculcando.

15 de marzo de 2010

¿Otra vez Calle 13?

¿A qué misteriosas razones obedecerá el silencio casi total en torno a una nueva e inminente presentación en Venezuela del grupo boricua Calle 13? ¿Coletazos de la agria polémica desatada a propósito de su más reciente concierto en Caracas? ¿Será porque hay cosas mucho más importantes de las que ocuparse: sentarnos a esperar que se produzca el Apocalipsis eléctrico, que el calor termine de sofocarnos, que la calima termine de asfixiarnos, que un tsunami borre al Litoral Central del mapa, que la economía termine de derrumbarse, que el gobierno termine de prohibir el acceso a Internet, que algún día se hagan realidad los rumores de asesinato contra funcionarios chavistas? ¿Será que acaso en este desgraciado y miserable país hay algún motivo para celebrar o para medio esbozar una medio sonrisa? ¡1 a 1 contra Corea del Norte! ¿Será que a esto se le puede llamar un país? ¡Hasta cuándo el desempleo! ¡Hasta cuándo las expropiaciones! ¡Hasta cuándo el desabastecimiento! ¡Hasta cuándo el tráfico! ¡Hasta cuándo Chávez! ¡Hasta cuándo! ¡1 a 1 contra Corea del Norte! ¿Para cuándo el terremoto en Caracas? ¡Hasta cuándo!

Un tal Peter Capusotto parodia a los medios privados argentinos... ¿o venezolanos?


Peter Capusotto sigue con la parodia. ¡Como si todos esos problemas no fueran reales!


¡Maldito Capusotto, eres un maldito montonero chavista! ¡Arrrrrrrgggggggghhhhhhhhh!


¿O será más bien que es mentira, que Calle 13 no vuelve a Venezuela? Lo curioso es que se trata de información oficial, suministrada por el propio René Pérez, alias Residente: el sábado 20 de marzo en Maracay, Venezuela; el 23 de marzo en Cuba y el 25 de marzo en Miami. Los corresponsales de este blog en Maracay informan que la agrupación se presentará en el marco de la Feria de San José 2010. El lugar: Parque de Ferias de San Jacinto. La entrada cuesta 50 bolos.

¿Por qué un diario como El Universal, por citar sólo uno, informa del concierto en Cuba pero no dice nada sobre la presentación en Venezuela? No es una pregunta retórica, y paso a responderla de inmediato.

Este silencio obedece a una interpretación equivocada o a la falta de tino a la hora de asimilar el mensaje contenido en la letra de cierta canción clave en la trayectoria musical de Calle 13. Se trata, como ya sospecharán los entendidos, de Atrévete Te-Te, incluida en el primer disco de la banda (Calle 13, 2005).

Rechazada por los biempensantes mientras causaba furor en los barrios, desde el principio se le interpretó como una canción cuya letra hacía alarde de la misoginia, porque concebía a la mujer como mero objeto sexual. Lo cierto es que la canción va dirigida contra el sifrinaje femenino que, adoptando pose de intelectual, profiere anatemas contra todo reguetón por vulgar y ordinario. Porque se baila pegao y sudao. Sifrinaje que queda retratado en la pista (número 9) que antecede a Atrévete Te-Te. Se llama La comemielda (Intel-Lú), y dice así (voz de sifrina escandalizada):

"Ay no, yo no escucho reguetón, ese ritmo es de lo último. Yo lo que escucho es Ricky Martin, Chayanne, David Bisbal. Yo escucho a los lindos, pues, a los ritmos finos. Yo no escucho esa porquería tan ordinaria... y vulgar. Porque lo que hacen es hablar pura paja, y además de eso se baila ahí pegao, todo sudao. Ay no, no, no, no, qué va, eso no va conmigo mi amor".

La comemielda (Intel-Lú). Calle 13.


De hecho, es muy poco el esfuerzo que hay que hacer para entender que Atrévete Te-Te envía un mensaje al sifrinaje de todo tipo, a la intelectualidad sifrina, presuntuosa y arrogante que milita en el asco por los ritmos populares, aunque su cuerpo le suplique dejarse de tanta pendejada y militancia fanática, y le exija que al menos por una vez se decida a mover la cintura.

Eso es lo que transmite Calle 13 cuando el Residente habla, transcurridos poco más de treinta segundos de canción:

"Cambia esa cara de seria
esa cara de intelectual, de enciclopedia
que te voy a inyectar con la bacteria
pa que des vuelta como machina de feria.
Señorita intelectual, ya sé que tienes
el área abdominal que va a explotar
como fiesta patronal, que va a explotar
como palestino.
Yo sé que a ti te gusta el pop rock latino
pero es que el reguetón se te mete por los intestinos
por debajo de la falda como un submarino
y te saca lo de indio taino".

Atrévete Te-Te. Calle 13.


En 2006, como se recordará, las mentes brillantes que conducían la campaña electoral de Manuel Rosales creyeron haber encontrado en la canción de Calle 13 la gallina de los huevos de oro. Estamos listos: le metemos reguetón a la campaña y el pueblo se va a volcar en masa a votar contra Chávez. La versionaron no una, sino hasta dos veces, pero teniendo la oportunidad de dar en el clavo, lo que se dieron fue un tremendo martillazo en la mano. Sólo basta escucharlas de nuevo, sobre todo deteniéndose a la altura del fragmento citado arriba, para entender el porqué del fracaso:

"Cambia esa cara de serio,
esa cara de intelectual, de enciclopedia,
se acabó la delincuencia y la miseria
con Un Nuevo Tiempo, expertos en la materia.
Señorita por qué está mal,
dése cuenta que su país puede cambiar,
ha llegado aquí la gente que la va a ayudar,
con Manuel Rosales lo vamos a lograr.
Ya tú sabes que todos somos hermanos
por qué no sales pa la calle y nos damos la mano
estoy seguro que juntos sí lo logramos
y te prometo a Venezuela la cambiamos".

El ¡Atrévete! de Manuel Rosales, versión 1.


"Manuel Rosales te enseña
que la prioridad principal es el país de Venezuela
mira que él quiere acabar con la pobreza
para que así el hambre desaparezca.
Es un hombre intelectual,
con fe, con trabajo y con humildad,
les va a enseñar que sí se puede cambiar,
les va a enseñar que si nos unimos
con mucha fuerza y con trabajo es el camino,
y alcanzar la libertad ese es nuestro destino,
el pueblo merece tener su amigo,
es Manuel el que quiere cambiar el ritmo".

El ¡Atrévete! de Manuel Rosales, versión 2.


Más allá del mal chiste que implica presentar a Manuel Rosales como "un hombre intelectual" que tendría algo que enseñarnos "con fe, con trabajo y con humildad", ¿cómo van a meter de contrabando, en una canción concebida originalmente contra el sifrinaje intelectual, una vulgar apología a unos supuestos "expertos en la materia", que para colmo estarían encarnados en ese heredero de Acción Democrática que es Un Nuevo Tiempo?

¿Esos "expertos en la materia", encabezados por "un hombre intelectual" como Manuel Rosales, eran los que iban a solucionar los problemas en "el país de Venezuela"? Carajo, no entendieron pero lo que se llama nada. Ni los podían solucionar en 2006 ni los podrían solucionar ahora. ¿Por qué? Sencillo: porque esos fulanos "expertos en la materia", con toda su fraseología gerencial, sifrina e intelectualosa - ayer los Chicago Boys y hoy encarnados sobre todo en los muchachos bien de Primero Justicia, incluidos los que ya han emigrado de ese partido - son profunda, decidida, encarnizada y radicalmente antipopulares.

Uno casi que se los puede imaginar hablando, tras de cámaras: Ay no, yo no escucho al pueblo chavista, esa gente es de lo último. Yo lo que escucho es a la sociedad civil. Yo escucho a los lindos, pues, a la gente fina. Yo no escucho esa porquería tan ordinaria... y vulgar. Porque lo que hacen es hablar pura paja, y además de eso bailan ahí pegao, todos sudaos. Ay no, no, no, no, qué va, eso no va conmigo mi amor.

Son los mismos que hoy están ligando que lleguen los tiempos del Apocalipsis eléctrico para volver a repetir: Se los dijimos. Éste es un problema de mala gestión de gobierno. Igual que el calor y la calima. Llevamos tiempo diciéndoles que este país sólo puede ser salvado por los gerentes y por los expertos, por los que realmente saben gobernar.

¿Gobernar para quiénes?

Esta pregunta, y otras similares, son más que pertinentes, sobre todo para los que creemos que la única opción es un buen gobierno popular. Porque, después de todo, de eso se trata: de buen gobierno popular. De pueblo gobernando, que no es lo mismo que la burocracia gobernando en nombre del pueblo.

Otra versión de la misma canción de Calle 13, hecha por el grupo chileno Subverso, aporta algunas pistas:

"Cambia esa cara de sumiso
esa cara de dirigente sindical indeciso
que con mi hechizo te vamo a transformar
de rapero marginal en guerrero chorizo.
Y mi gente de población ya sé que está mal
porque el cabrón del patrón los va a explotar
como mina de carbón, los va a explotar
como tienda mall.
Yo sé que a ti te gusta el hip hop español
pero este rap con cumbia se vacila mucho mejor
se te mete en la conciencia pa que luches
y te saca lo de pueblo mapuche".

Atrévete (ponte rebelde). Subverso.


Un buen gobierno popular es un gobierno con la suficiente disposición para cambiar la cara de intelectual, de enciclopedia, que es la cara propia de los expertos que mal gobernaron este país en nombre de la democracia. Es un gobierno dispuesto a que los ritmos del pueblo se le metan por los intestinos, hasta que le saquen lo de zambo guerrero y lo de indio caribe. Pero eso no es suficiente. Un buen gobierno popular sólo será posible si, haciéndole honor a nuestra tradición caribe, le hacemos frente a quienes nos quieren sumisos e indecisos.

La clave está en atreverse.

11 de marzo de 2010

(Serie cine) Avatar (2009)

(Con el veinticinco en Ciudad CCS, publicado este jueves 11 de marzo, retomo la muy demandada serie sobre cine. Qué se puede hacer si la gente que lee este blog lo que quiere es entretenerse y no saber nada de política. Así que nada mejor que escribir sobre la película más taquillera de todos los tiempos: Avatar, de James Cameron.

Este artículo es una suerte de homenaje a todos los que se sintieron defraudados por el hecho de que Avatar no se alzara con el Oscar a la mejor película. Por cierto, ¿ya vieron The hurt locker? Yo casi me duermo. No soporté tanto sufrimiento de "nuestros muchachos" en Irak.

Pero volvamos con Avatar. El pretexto es un reciente artículo de Slavoj Zizek, cuya lectura recomiendo. Allí podrán encontrar, resumidos, los argumentos de una de las líneas de interpretación crítica de la película de Cameron, que suscribo en buena medida. Pero además, el jodedor de Zizek establece alguna relación entre Avatar y Titanic, del mismo Cameron, y Reds, de Warren Beatty. Es la mejor parte del artículo.

No fue sino hasta esta mañana que me enteré de que existía una traducción al español del artículo de Zizek. Mala mía. Hubiera podido evitarme el trabajo de traducirlo libremente, literalmente a la libre. En fin: pueden leerlo aquí.

Por último, debo aclarar que el artículo publicado en Ciudad CCS, que es una versión ligeramente más corta, lo intitulé Avatar: esa película ya la vi. El porqué, es algo que sólo se entiende al leer la última frase del artículo. Tipo película de suspenso.

Vayan a preparar sus cotufas.

Salud).

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Feroces guerreros na'vi. Su lucha es tan pero tan justa, que conmueve y enternece...

Un reciente artículo de Slavoj Zizek, Return of the natives (El retorno de los nativos), resume lo que ha sido una de las líneas de interpretación crítica de la película Avatar, de James Cameron.

Según Zizek, Avatar no sólo es una película políticamente correcta ("un honesto tipo blanco apoyando a los aborígenes ecológicamente sanos contra el 'complejo militar-industrial' de los invasores imperialistas"), sino que además es posible descubrir en ella "una variedad de motivos racistas brutales: un paria parapléjico de la Tierra es lo suficientemente bueno como para tomar la mano de la hermosa princesa local, y ayudar a los nativos a ganar la batalla decisiva. La película nos enseña que la única opción que tienen los aborígenes es ser salvados por los seres humanos o ser destruidos por ellos".

Mientas Avatar se convierte en la película más taquillera de la historia del cine, ¿qué acontece en el mundo real? "Las colinas sureñas del estado de Orissa, en la India, habitadas por el pueblo Dongria Kondh, fueron vendidas a compañías mineras que planean explotar sus inmensas reservas de bauxita… En reacción a este proyecto, ha estallado una rebelión armada maoísta (naxalita)".

Mapa de la India. Orissa resaltada en amarillo.

Pero, ¿quiénes integran esta guerrilla? Zizek cita a Arundhati Roy: "Está integrada casi por completo por gente desesperadamente pobre, viviendo en condiciones de hambre crónica tales, que es del tipo de hambruna que sólo podemos asociar con el África subsahariana. Es gente que, incluso después de 60 años de independencia de la India, no ha tenido acceso a la educación o a la salud… Gente que ha sido despiadadamente explotada durante décadas, estafada permanentemente por pequeños comerciantes y prestamistas, las mujeres violadas como por cuestión de derechos por la policía y el personal del departamento forestal. Su retorno a algo parecido a la dignidad se debe en buena medida a los maoístas que han vivido, trabajado y luchado a su lado durante décadas. Si han tomado las armas, lo han hecho porque el gobierno que no les ha dado nada más que violencia y abandono, ahora quiere arrebatarles lo último que les queda: su tierra… Están convencidos de que si no luchan por su tierra, serán aniquilados".

Feroz guerrillero naxalita. Su lucha es tan pero tan justa... que es un asesino terrorista.

Prosigue Zizek: "El Primer Ministro indio ha caracterizado a esta rebelión como la 'más grande amenaza a la seguridad interna'; los grandes medios, que la presentan como una resistencia extremista al progreso, están repletos de historias sobre el 'terrorismo rojo', que han reemplazado a las historias sobre el 'terrorismo islámico'".

¿Dónde queda Avatar en todo esto? "En ningún parte", responde Zizek. "En Orissa no hay nobles princesas esperando por héroes blancos que las seduzcan y ayuden a su pueblo, sólo maoístas organizando a campesinos famélicos. La película nos permite practicar la típica división ideológica: simpatizar con los idealizados aborígenes, mientras se rechaza su lucha real. La misma gente que disfruta la película y admira sus rebeldes aborígenes, seguramente rechazaría con horror a los naxalitas, desestimándolos como terroristas asesinos. El verdadero avatar es la misma Avatar: la película sustituyendo la realidad".

¿Qué será de la vida de Sabino Romero?

Feroz guerrero yukpa. Su lucha es tan pero tan justa... que hay quienes dicen que no es más que un ladrón de ganado y un cómplice del narcotráfico. "El mismo Sabino declaró a ViVe, repetidas y airadas veces, que él quería ser ganadero, que él quería ser rico".

4 de marzo de 2010

Comunismo: esa mala palabra

(El veinticuatro en Ciudad CCS, publicado el jueves 4 de marzo de 2010, va sobre Daniel Bensaid. Hace un tiempo hice una referencia más bien marginal a su obra, que no se corresponde con la profunda admiración que profeso por ella.

Bensaid fue uno de los organizadores del célebre Movimiento 22 de Marzo, que tuviera destacado protagonismo durante el Mayo Francés del 68. Más recientemente, fue uno de los principales impulsores del Nuevo Partido Anticapitalista francés, tal vez la iniciativa de organización partidista más interesante de toda Europa. También enseñó en la Universidad de París VIII.

Aunque parte importante de su obra no ha sido traducida al español, muchos de sus artículos pueden leerse en la web de la revista Viento Sur. En Venezuela, la editorial El Perro y la Rana publicó Clases, plebes, multitudes (aquí puede leerse en una edición chilena). Con suerte, en las Librerías del Sur puede conseguirse Resistencias, editada por la española El Viejo Topo. La editorial argentina Herramienta publicó una de sus obras de mayor envergadura: Marx intempestivo. La española Península recién publicó su Elogio de la política profana, que aún no llega a Venezuela.

Sospecho que Marx, mode d'emploi (Marx, manual de uso), uno de sus últimos libros (hasta donde sé, aún no traducido al español), debería ser lectura obligada para todos los jóvenes - y no tanto - interesados en conocer la obra de Marx.

Para leer el artículo al que hago referencia en Ciudad CCS, entrar aquí. Allí encontrarán esta definición de comunismo:

"El comunismo no es una idea pura, ni un modelo doctrinario de sociedad. No es el nombre de un régimen estatal, ni el de un nuevo modo de producción. Es el de un movimiento que, de forma permanente, supera/suprime el orden establecido. Pero es también el objetivo que, surgido de este movimiento, le orienta y permite, contra políticas sin principios, acciones sin continuidad, improvisaciones de a diario, determinar lo que acerca al objetivo y lo que aleja de él. A este título, es no un conocimiento científico del objetivo y del camino, sino una hipótesis estratégica reguladora. Nombra, indisociablemente, el sueño irreductible de un mundo diferente, de justicia, de igualdad y de solidaridad; el movimiento permanente que apunta a derrocar el orden existente en la época del capitalismo; y la hipótesis que orienta este movimiento hacia un cambio radical de las relaciones de propiedad y de poder, a distancia de los acomodamientos con un menor mal que sería el camino más corto hacia lo peor.

Con razón Bensaid es repudiado, o simplemente desconocido, por los que, en nombre del "socialismo del siglo XXI", siguen haciendo apología del "comunismo del siglo XX".

Salud).

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Daniel Bensaid.

Potencias del comunismo: así intituló Daniel Bensaid el último artículo que escribió para la revista Contretemps, publicado en diciembre de 2009. Bensaid falleció la mañana del 12 de enero de 2010. "Desarrolló siempre, sin concesiones, un combate de ideas, inspirado en la defensa de un marxismo abierto, no dogmático", escribían sus camaradas del Nuevo Partido Anticapitalista francés. Sólo agregaría que Bensaid libró un combate inspirado en el único marxismo digno de defender: el que sigue aportándonos herramientas para comprender y realizar la crítica radical del capitalismo, pero también para realizar una crítica similar contra los crímenes cometidos en nombre del comunismo.

No habrá "socialismo del siglo XXI" sin este necesario ajuste de cuentas histórico. "Las palabras de la emancipación no han salido indemnes de las tormentas del siglo pasado", escribía. "El socialismo se ha implicado en el asesinato de Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo, en las guerras coloniales y las colaboraciones gubernamentales hasta el punto de perder todo contenido a medida que ganaba en extensión. Una metódica campaña ideológica ha logrado identificar a ojos de muchos la revolución con la violencia y el terror. Pero, de todas las palabras ayer portadoras de grandes promesas y de sueños de porvenir, la de comunismo ha sido la que más daños ha sufrido debido a su captura por la razón burocrática de Estado y de su sometimiento a una empresa totalitaria".

Bensaid advierte: "Es necesario… pensar lo que ha ocurrido con el comunismo del siglo XX. La palabra y la cosa no pueden quedar fuera del tiempo de las pruebas históricas a las que han sido sometidos... No se inventa un nuevo léxico por decreto. El vocabulario se forma con el tiempo, a través de usos y experiencias. Ceder a la identificación del comunismo con la dictadura totalitaria estalinista sería capitular ante los vencedores provisionales, confundir la revolución y la contrarrevolución burocrática, y clausurar así el capítulo de las bifurcaciones, único abierto a la esperanza. Y sería cometer una irreparable injusticia hacia los vencidos, todas las personas, anónimas o no, que vivieron apasionadamente la idea comunista y que la hicieron vivir contra sus caricaturas y sus falsificaciones. ¡Vergüenza a quienes dejaron de ser comunistas al dejar de ser estalinistas y que no fueron comunistas más que mientras fueron estalinistas!".

Sigamos leyendo a Bensaid. De manera que no tengamos que reclamar mañana: ¡Vergüenza a quienes dejaron de ser socialistas al dejar de ser chavistas y que no fueron socialistas más que mientras fueron chavistas!