(Gente querida, amigos, enemigos y allegados: con bastante retraso vengo a dejarles el número 12 de Ciudad CCS, publicado el jueves 12 de noviembre.
Circunstancias un tanto desafortunadas y el deseo de acompañar a los míos más cercanos, los dos en una, me han mantenido alejado de los teclados. Con la guardia un poco baja es cuesta arriba ofrecer pelea. Pero no tardo en levantarla.
Por las mismas razones he dejado de escribir esta semana para Ciudad CCS - por segunda vez en tres semanas. Ofrezco mis disculpas públicamente, en primer lugar a Ernesto y a Mercedes. Y sobre todo a ustedes, a los que están pendientes.
Como viene haciéndose costumbre, publico acá una versión un poco más larga que la que aparece en el diario. Sin embargo, debo aclarar de una vez que ésta no es la definitiva: esa está reservada para cierto blog colectivo aún en preparación, y con el que tenemos la intención de partir las pantallas de unos cuantos computadores.
Para no extenderlo mucho más, me quedé con las ganas de comentar en extenso el más reciente artículo de Gino González en su blog, Del despecho a la alegría, sobre el concierto en La Carlota. Muy bueno. Sospecho que el Gino da en el clavo cuando se plantea esta reflexión y las interrogantes que de ella se derivan:
"Si actuamos en función de lo que le gusta a la gente y el gusto como todos sabemos se impone mediáticamente, ¿por qué contando con el gobierno, un ministerio de cultura, un ministerio de comunicación, varias televisoras y radios no hemos incidido en el gusto de las mayorías? ¿Por qué no determinamos la pauta musical de este país? Bueno, pero es que ni siquiera competimos teniendo los recursos para ello, estamos enajenados por completo y no se hace nada para repeler esa arremetida ideológica ¿Qué hacemos, a qué conjuro, a que trampa debemos recurrir?".
Epa Gino: yo comenzaría por el principio. Es decir, preguntándome: ¿es verdá que actuamos en función de lo que le gusta a la gente? Que, dicho sea de paso, es una vaina muy distinta a la lógica Venevisión, según la cual el pueblo tiene la televisión que se merece. Había intentado resumir mi posición sobre el asunto en un artículo que intitulé El Miss Universo y los gustos populares.
Salud).
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¿Cuál es la diferencia entre un animador que le pregunta a su auditorio dónde están los fanáticos de Magallanes y del Caracas, y los articulistas que les preguntan a sus lectores si están con Alí Primera o Calle 13? ¡Una bulla los de la derecha! ¡Una bulla los de la izquierda! ¡Dónde están los hombres! ¡Dónde están las mujeres!
La pregunta retórica viene a cuento tras observar las reacciones que provocara entre cierta izquierda la participación de Calle 13 durante el tan mentado concierto en La Carlota, el pasado 31 de octubre. Lo que hasta ahora ha pasado desapercibido, es que la tal izquierda se fundió en una estruendosa bulla con sus pares de una derecha que, representada por los buenazos de UNT, acusaron al grupo boricua de atentar contra la moral y las buenas costumbres, con su peligroso arsenal de canciones plagadas de improperios y vulgaridades.
Con estos mismos ojos que habrán de engullirse los gusanos – imaginarse que tal cosa la digo con voz entrecortada y dándome golpes de pecho – leí las palabras indignadas de varios camaradas que no podían creer que VTV transmitiera espectáculo tan degradante: miles de jóvenes entonando una canción que incita a subirle el volumen a la música satánica – sin reparar, por cierto, en un detallazo: que la tal letra va dirigida precisamente contra los que se escandalizan con las líricas de Calle 13. Leí, y casi disfruté, el artículo de otro camarada que no dudó en citar – entrecomillado incluido – una improbable letra de Calle 13, para demostrar no sólo que estos delincuentes transmiten un mensaje perverso a nuestros jóvenes, sino que el fin justifica los medios, así el medio sea una artimaña de lo más falaz, reñida por donde se le vea con la tan manoseada ética revolucionaria. Leí también, no faltaba más, un rosario de invectivas contra el reguetón, ese género maldito, excremento de la industria cultural y opio del pueblo joven, descarriado y rumbero; sin importarles un pepino que el mismo Calle 13 le haya declarado la guerra, abierta y públicamente – lo volvió a hacer en La Carlota – a la legión de reguetoneros impostores y cabezas huecas que llevan años sonando en tantas radios comerciales venezolanas y apareciendo en Venevisión.
Es la misma izquierda conservadora, achantada y desubicada, que llega tarde a todas partes. Justo ahora que el reguetón empieza a pasar de moda, viene ella y lo redescubre como objeto de debate.
En ésta estaremos quién sabe durante cuánto tiempo más: Venevisión le seguirá taladrando la cabeza a los mismos jóvenes que la revolución no sabe seducir, y esta izquierda organizará dieciocho mil cuatrocientos treinta y tres actos de desagravio al panita Alí Primera, mientras sigue disparando contra el reguetón como quien gasta pólvora en zamuro.
Pero no se le ocurra a usted hablar de moda o Venevisión: automáticamente será acusado de socialista de discoteca o de peón de los Cisneros.
Pura bulla.
Zapatea mija, que tú no eres gringa.
épale amigo, ojalá que sea lo que sea lo que te mantuvo alejado del teclado ya haya sido resuelto.Leí el artículo que recomiendas, bien bueno también.
ResponderBorrarCon respecto a esto que escribes, pues con esa izquierda conservadora y desubicada que se indigna por lo degradante del concierto hay que hacer dos cosas: rezar por ella para que entiendan que en esta época las vainas no se están diciendo de la misma manera o echarles un regaño en un aló presidente a ver si agarran mínimo, porque cómo son de vulgares ellos y qué satánicos a veces parecen cuando hablan de revolución desde sus carros de lujo y desde sus puestos gubernamentales buenísimos.
Camaradas? Míos no son.
No había tenido el placer ni la dicha de leer las declaraciones textuales del vocero de UNT.Imagínate acudirán a instancias internacionales.En este carajazo va a renunciar Insulza va porque es que no se puede con tanto.
Cariños para ti.
La cosa no parece ser de ideologia sino de gusto y por eso . . .
ResponderBorrarMuchas gracias More.
ResponderBorrarEl cariño es mutuo.
Nadi E:
¿Y por eso?
Lo que cuentas es increíble... me parece alucinante que se hable de atentado contral la moral... es para echarse unas risas...
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