27 de febrero de 2010

27F de 1989 y chavismo: el mismo horror

27F de 1989 y 13A de 2002: el mismo pueblo, la misma alegría.
(Fotografía del 13A, cortesía de Kalé).

Si todavía persiste alguna duda sobre la línea de continuidad entre el 27 de Febrero de 1989 y el chavismo, sólo basta con revisar un par de citas.

La primera aparece publicada el 1 de marzo de 1999 en El Universal, y va a la cuenta de una periodista, Thamara Nieves: "Estos grupos demográficos, inéditos, no encajan en la clasificación socioeconómica D-E, más bien podrían ser Y-Z, pertenecen al inframundo caraqueño". La segunda aparece en El Nacional casi tres años después, el 27 de enero de 2002: "Hemos visto con indignación cómo salen debajo de la tierra unas personas… con espuma en la boca, ojos volteados, palo en mano en actitud agresiva, dispuestos a defender con fanatismo algo que no entienden muy bien: la revolución; ellos son las llamadas turbas de Chávez". ¿El autor? El tipo que hoy gobierna el Municipio Sucre del Distrito Capital: Carlos Ocariz.

Muy a pesar de la procacidad del juicio de la periodista Nieves, del espanto que destilan sus palabras, ellas retratan fielmente una de las claves de la naturaleza de ese acontecimiento que fue el 27F de 1989: su carácter "inédito". Lo que resulta inédito para Nieves es la súbita irrupción en el espacio público de esos "grupos demográficos" que durante décadas de democracia formal permanecieron en los márgenes. Aquella fecha acontece la invasión bárbara de la ciudad formal. Irrumpe lo que no encaja. Lo que azota el mundo de Nieves – que es el mundo de la ciudadanía formal, de la sociedad civil – es lo que no puede denominarse más que como "inframundo".

Es del mismo inframundo, "debajo de la tierra", de donde provienen los seres enloquecidos, posesos, "con espuma en la boca" y los "ojos volteados", que apoyan a Chávez. Un apoyo fanático, más que partidario, porque aquellos seres "no entienden muy bien" qué es eso de "la revolución". Irracionales: "las llamadas turbas de Chávez".

Es este horror no disimulado por lo popular lo que, al mismo tiempo, explica la condena del 27F de 1989 y define la naturaleza del antichavismo de elites. Horror por las calles atestadas de pueblo, horror por la política contaminada por lo popular. Sólo desde el horror es posible narrar el 27F de 1989 como suceso triste y lamentable, y asimilar al pueblo chavista con lo monstruoso. El mismo horror, salpicado de voluntad de revancha, que nos permite entender el tono del editorial de El Nacional del 12 de abril de 2002: "Con razón usted quería hace dos meses celebrar el 27 de febrero, esa fecha oscura y siniestra de nuestra vida democrática".

Ni siniestro, ni monstruoso, ni horroroso: veintiún años después, seguimos celebrando el día en que el pueblo venezolano decidió mostrar su rostro más hermoso: el que sólo son capaces de exhibir los pueblos que luchan. Ese pueblo es hoy chavista. Y es hermoso. Con razón a usted no le gusta celebrarlo, aunque gobierne Petare. Aunque le parezca horroroso.

25 comentarios:

  1. Las cuentas de la impunidad, a 21 años de El Caracazo van parejas: 10 años de impunidad por cuenta del puntofijismo y 11 del chavismo.

    http://www.laclase.info/nacionales/presidente-chavez-donde-estan-los-presos-por-los-crimenes-de-el-caracazo

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  2. fino, estan poniendo a circular esto (te subrayo algunas cosas debatibles):

    27 de febrero de 1989 en Venezuela. ¿Anarquía o insurrección obrera contra el capital? ¿Espontaneísmo o Dirección Revolucionaria?

    * Manuel Sutherland

    El internacionalmente conocido “Caracazo” es una de las insurrecciones populares más fuertes acaecidas en América en los últimos 50 años. Sobre ese evento se han construido y reforzado, teorías y políticas de largo aliento que permitieron la muerte del histórico bipartidismo (socialdemócratas y socialcristianos). Tal evento, abrió la brecha para golpes de Estado (febrero y noviembre de 1992) y un clima de ingobernabilidad que allanó el camino para la democracia popular chavista y una larga ristra de códigos de gobierno, que venidos del 27-F, son pautas del “progresismo” del siglo XXI. Acá, expresaremos algunos aspectos que tratan de romper con cierta mitología populista que envuelve el evento, y el gorilismo que se empeña en no aprender nada de lo allí sucedido.
    El contexto internacional y el ahogo de la dinámica de acumulación rentística venezolana
    Venezuela dentro de poco será catalogada como la primera reserva mundial de petróleo, la “fertilidad” de sus pozos y la facilidad de extracción permitieron que tras algunas duras luchas, se nacionalizase (precariamente) la explotación de hidrocarburos y el país viviera épocas donde la burguesía y las capas medias pudieron hacer del derroche, la suntuosidad y la chocarrería su leit motiv. Los años de recuperación del capitalismo 60-70 y hasta la depresión mundial del 71-74, le dieron al país cierta estabilidad, bajo las democracias asesinas devenidas del Pacto de Punto Fijo, firmado en octubre de 1958. Las crisis energéticas y la construcción de la OPEP le proveyeron a Venezuela la posibilidad de captar rentas diferenciales de gran magnitud, que se tradujeron en bonanza efímera y una especie de pacto social donde a pesar de haber mucha pobreza, habían capas medias muy gastadoras que drenaban la renta en importaciones pomposas. Todo ello se basó en una moneda sobrevaluada y un ingente gasto público asistencialista y populachero.
    Pero ese “paraíso” sufrió un serio revés con la crisis de los 80. El endeudamiento y la baja de los precios de los hidrocarburos (por la contracción de la demanda mundial, bajaron de 30USD a 10USD el barril en el fatídico año 83) revirtieron el “oasis” de la acumulación rentística y mostraron de “golpe” la incapacidad de la Burguesía Nacional de llevar adelante las tareas de desarrollar las fuerzas productivas y mantener los niveles de crecimiento.

    La extorsión de la deuda y el genocidio planificado
    Así, los huecos fiscales empujaron a que del año 75 al 80, la deuda externa creciera en casi 600%, causando que Venezuela entrase en moratoria de pagos en los años 83 y 88. La tasa de interés estadounidense que en el año 77 se ubicó alrededor del 5%, subió para 1981 a un impagable 19%. No bastando con eso, las corredoras de riesgo (ahora quebradas) consideraban muy “arriesgada” a la nación y le aumentaron vertiginosamente el Riesgo País, lo que obligaba a pagar más aún por préstamos cuyos intereses eran astronómicos.
    El servicio de la deuda en relación al PIB subió en América Latina del 14% al 34% en sólo dos años (1982-1984). En 1973 la deuda total de A.L. era de 137 millardos de USD$, en 1979 ascendió a 390 millardos de USD$ y ya para el año 1985 la deuda llegó a 860 millardos de US$[i]. Así, las burguesías más fuertes, emprendieron un fantástico plan de recuperación de la tasa de ganancia, que caía en picada. De esa forma, eliminaron a buena parte de capital “sobrante”, arruinaron a los capitales menos productivos y relanzaron la acumulación. Todo ello se realizó con mecanismos de centralización y concentración de capital que proletarizaron a millones y se empobreció a otros tantos.

    (sigue)

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  3. El estallido de la depresión mundial y la miseria atroz en el país.
    La explosión de la crisis se tradujo en un empobrecimiento brutal de la población. Según, Sonia Barrios : “el 90% de los barrios que albergan al 40% de la población se asientan en el 10% del territorio de la ciudad”[ii] y González Silveiro añade: “en 1950, los barrios de Caracas albergaban a 117.000 habitantes, en 1981 dicha cifra se elevó a 1.440.000 personas“[iii] Por ello, ante la crisis, se experimentó un terrible deterioro de las condiciones de vida del obrero. La pobreza explotó.
    El caos fue colosal. Las reservas operativas disminuyeron a casi 1.000 millones de dólares. La inflación llegó a 35%, en 1988. La tasa de interés real negativa y la fuga de divisas para el periodo (1982-1988) de 25 millardos de dólares.

    El gran viraje, el ala de la burguesía comercial y financiera toman la batuta. Adiós a la protección y bienvenidos al abaratamiento del trabajo
    En enero de 1989 asume la Presidencia de la República el “señor” Carlos Andrés Pérez (CAP) quien había tenido un gobierno de fuerte carácter populista que gozó de ingresos ingentes que desarrollaron el clientelismo de manera exponencial. Pero, como decía Hegel y luego completaba Marx en El 18 Brumario…: “todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces… una vez como tragedia y la otra como farsa”[iv]. Así, apareció este Mesías del populismo que vino a enfriar la lucha de clases con un lanzallamas llamado: Plan de Ajuste Estructural (PAE).
    Así como Constantino I “se le apareció” en el año 312 una cruz cristiana en los cielos de un campo de batalla, una inscripción: “in hoc signo Vinces”[v] , CAP imaginó a una cohorte ideal de planificadores del relanzamiento de la acumulación capitalista en base a salarios de miseria, teniendo a la Devaluación de la moneda como buque insignia de una “sinceración económica” que traería beneficios que jamás llegaron. De la misma forma, se planteó la teoría del Shock (muy de Milton Friedman) y los aparatos ideológicos de la derecha (medios de comunicación) empezaron a irrigar la “urgente” necesidad de reajustar la economía, parar el derroche (gasto público para la educación, salud, cultura etc.), reducir el estado y modernizar al país.
    Como nos cuenta el maravilloso trabajo de José Honorio Martínez el gobierno buscaba: “obtener préstamos por 4.500 millones de dólares en los siguientes tres años…intensificando los compromisos con el FMI, anunciando, el 16 de febrero, la aplicación de un paquete macroeconómico”[vi] El “paquetico Rodríguez” como se conoció dicho plan, fue diseñado por el economista Miguel Rodríguez (ex”marxista” progresista) fue una bendición para el ala más parasitaria de la burguesía, que de haber sido visto por los más neoliberales y “dulces amigos del pueblo”: Carl Popper, Raymond Aaron y Von Hayek lo hubieran quizás considerado demasiado drástico para el país. Pero como dice E Sartelli, los pequeños patrones o capataces de la burguesía que vienen del proletariado, suelen ser peores y más reaccionarios que a quienes defienden.[vii]

    El Paquete, la desgraciada Devaluación y el caldo de cultivo para la sublevación.
    Siendo sucintos podemos resumir el PAE:
    • Uniformidad en los tipos de cambio, es decir, devaluación de 150% (medida que los “progresistas de nuevo cuño, tildan de revolcuionaria). Lo que resultó en una modesta inflación de 80%.
    • Reducción del déficit fiscal eliminando gastos “innecesarios”, subsidios, gasto social, protección a jubilados, etc. Privatización.
    • Liberalización de los precios y aumento de los mismos en los servicios públicos. Aumentos de la gasolina, electricidad, teléfono, acero en: 110%, 150%, 40% y 100 % respectivamente.
    • Entrada al GATT, antigua OMC. Eliminación a las trabas a la entrada de mercancías y de capitales al país. Reducción general de aranceles.
    • Elevación general de los tipos de interés (se vieron tasas de hasta 40%)

    (sigue)

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  4. No hace falta ser un súper comunista para entender que el resultado de estas políticas iba a deparar en mayores miserias. José Honorio nos cuenta que: “mientras la remuneración del trabajo (en salarios) era de 61,2% en 1960 [la participación de la clase obrera en el Ingreso Nacional], de 50,4% en 1970, de 27% en 1980, a finales de los ochenta disminuyó hasta 15%[viii]. (cifra a nuestro entender exagerada, pero quizás correcta con una medición más exhaustiva, que la del FMI, que se utiliza)
    La forma como le imputaron la crisis a la clase fue obrera fue descarada y el ajuste iba a arruinar directamente a la burguesía “productora”, los iba a poner a disputarse mercados sin las “ayuditas” del estado. Por ello, el ala socialdemócrata y de los pequeños capitales se opusieron al PAE y a soto voce planearon un regreso por una vía Blanquista tropical.

    La terrible insurrección, saqueos, cortes de rutas e incendios.
    El 27 de febrero en Caracas los transportistas convocan a un paro general. La casi duplicación del precio de la gasolina (medida que viene en 2011) los empujaba a descargar el peso del aumento, con un “módico” incremento del pasaje. Como era de esperarse, el epicentro de las iniciales protestas se dio en Guarenas y en los municipios del estado Miranda, que colinda con la capital. Allí, la protesta se tornó muy violenta y la quema de cauchos inicialmente, y luego de autobuses para cerrar las rutas, fue el detonante principal de lo que se vendría.
    Ante todo ello, las víctimas burguesas del Paquetico, azuzaron y atemorizaron a la población, aumentando vertiginosamente los servicios, especulando y acaparando alimentos para forzar a las masas a una insurrección. Las capas medias aguantaron un poco de escasez, pero las zonas donde se concentra las barriadas más pobres, reaccionaron abalanzadas a la calle a buscar lo que le habían arrebatado. Por ello, en los barrios de Catia, 23 de Enero, El Valle, La Vega, Caricuao, y en La Guaira; estallaron los saqueos. Buena parte de los trabajadores en situación precaria salieron a buscar alimentos, enseres y cualquier cosa que no pudieran comprar.

    La burguesía a la defensa de privilegios del capital “productor”
    Los pequeños y grandes locales empezaron a saquearse y el capital “víctima” del paquete trató de montarse en la ola y construir de facto su propia “Sociedad del 10 de Diciembre”[ix] una organización acéfala de lumpen dispuesto a morir en el vandalismo, para apalancar su asalto al poder. De esa forma, se urdió un complot con organismos policiales (quienes andaban en motos lanzando consignas contra el gobierno e incitando al saqueo) y mercenarios para dotar de algunas armas de fuego y herramientas (patas de cabra, para abrir locales) a quienes saqueaban, estimular los enfrentamientos con el ejército e incitar a destruir tiendas y calles.[x] El plan era desestabilizar y regresar al poder por la vía del ahogo económico. La conspiración estaba en el aire, sin embargo, las fuerzas eran poco maduras y las condiciones débiles para el triunfo.

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  5. Otro factor interesante fue el “apoyo” mediático que en las primeras horas tuvo el estallido social. Decenas de periodistas entrevistaban a saqueadores y a líderes comunitarios quienes enarbolaban consignas relacionadas a la justicia social y al hambre del pueblo. Cientos de imágenes que “invitaban” al saqueo, disfrazadas de noticia, fueron permitidas por muchas horas en Televisión y “publicitadas” por radio. Lo que indica eso no es la permisividad del gobierno, sino la intención manifiesta de algunos poderes en desestabilizar al país. El 13 de abril de 2002, cuando el pueblo y sectores militares medios, fueron al rescate del presidente, ningún mal llamado “medio de comunicación” (en realidad aparatos de propaganda ideológica burguesa) mostró imagen o sonido alguno, se limitaron a pasar comiquitas y series cómicas de EEU (en serio). Y lo hicieron debido a la necesidad de ocultar la realidad y dejar al pueblo encerrado en casa. El 27 F hicieron lo contrario, con fines (a nuestro criterio) abiertamente golpistas[xi].
    Siendo justos, hay que reconocer que luchadores sociales anticapitalistas y populares se lanzaron a las calles a tratar de enrumbar el alzamiento, hacia una insurrección de carácter político que cuestionará la base del poder capitalista, e incluso lo suplantase. Fueron ellos perseguidos y torturados con un encono escalofriante por los aparatos de represión del Estado. Es vergonzoso que muchos de esos torturadores, continúen en sus labores burocráticas como sino hubieran cometido esa andanada de crímenes.

    La represión sangrienta, el desorden, el espontaneísmo.
    El aciago 28 de febrero el Ministro del Interior declaró la suspensión de las garantías constitucionales y en las siguientes 36 horas las Fuerzas Armada tomaron la ciudad, sembrando el pánico entre los manifestantes. La represión tuvo ribetes de insólita crueldad, las órdenes fueron exterminar todo brote de protesta de raíz. No hubo gases lacrimógenos, ni ballenas, ni advertencias; policías y ejércitos usaron ametralladoras y todo tipo de arsenal bélico para asesinar a todos cuanto pudieron. El “toque de queda” fue la Noche de las Narices Frías en Venezuela.
    La disolución del conflicto se hizo muy rápidamente. Las ejecuciones y martirios que cobardemente infligieron los organismos represivos del Estado se hicieron extensivas. De hecho soldados comentaban: “Aquí han matado soldados y cuando eso pasa arreciamos nuestro trabajo (matar) no es fuerte, porque ya uno está adoctrinado, acostumbrado y psicológicamente preparado”[xii]. Las cifras indican que hubo cerca de 3 mil asesinatos, que para lo poco que duró el estallido, lo focalizado y estrictamente orientado a protestas de hambre, fue una cruenta demostración de que cuando la burguesía pone orden, los crímenes más abominables le quedan cortos.

    El movimientismo, autonomismo y su evidente fracaso. Lecciones básicas.
    La masacre acaecida en los espacios de resistencia fue terrorífica y no condujo a ningún logro político para quienes trataron de organizar una insurrección o incluso saquear. Para el ala promotora de la burguesía que se beneficiaba de las medidas económicas, fue un tremendo éxito. Una demostración de opresión y terror que permitiría darle una derrota tremenda al pueblo pobre en Venezuela, y que no impidió el desarrollo de medidas económicas hambreadoras y genocidas.
    Los caídos y luchadores sobrevivientes que honestamente intentaron radicalizar u orientar políticamente los saqueos y las protestas hacia algo orgánico, chocaron desde el inicio y desarrollo del estallido, con un andar anárquico que bajo peticiones abstractas y sin un partido político que pudiese direccionar la protesta de hambre, hacia la conformación de una organización que se hiciese del poder político. Todo ello conllevó a la muerte de miles. De hecho, meses después CAP y sus bandidos recibirían más créditos del FMI y profundizarían sus políticas.

    (sigue)

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  6. Contrabandistas ideológicos, anticomunistas de “izquierda” y tránsfugas como Negri, Hardt, Holloway y los postmodernos “filósofos” se aprovecharon de estos hechos para fundamentar fruslerías como: cambiar el mundo sin tomar el poder, la inutilidad o caducidad del sindicato y del Partido. El 27 de febrero es una prueba de lo contario. Es un acta que revela lo erróneo del camino.
    El 27 F, fue una catástrofe, un episodio de arrojo popular que terminó en tragedia. Beatificar el espontaneísmo, como sustitución de la organización y dirección política ha sido un burdo resultado de una derrota histórica que aún nos pesa. Claro, lejos de criticar la chispa de ilusión revolucionaria del acto insurreccional que las bases desarrollaron en varios espacios, se reflexiona acerca de lo importante que la dirección consciente, que pueda impulsar y aprovechar al máximo hasta la última gota de energía revolucionaria e insurreccional del pueblo. Ya lo decía Lenin en el ¿Qué Hacer? en su crítica al espontaneísmo, las bases politizadas ameritan de organización y teoría revolucionaria (formarse en el socialismo científico) que permita orientar sus fuerzas en el camino más expedito al triunfo sobre sus opresores.
    Publicitar este episodio, como modelo de insurrección popular hacia el triunfo sobre el capital, es un acto es una irresponsabilidad histórica y se constituye como factor de dispersión y confusión. El 27 F condujo a un reflujo conservadurista en la lucha de clases. Si bien fue una chispa de ilusión revolucionaria, la inexistencia de dirección organizada, muestra que el arte de la insurrección, las mezclas de la lucha legal e ilegal, la construcción del partido y la organización leninista rigurosa, es aún, la única estrategia (comprobada) de transformación política profunda, que puede llevar a los oprimidos a la victoria definitiva sobre el capital.
    El movimientismo, el autonomismo y esa ristra de aventuras pequeñoburguesas, son vías expeditas al fracaso. La tarea en la actualidad es ardua, el reto que tenemos es aún mayor, trabajemos por el triunfo de la clase trabajadora, antes que el capital destruya y envilezca aún más el planeta.
    *Este trabajo es un pequeño extracto de una investigación acerca del 27 F, que se envío a modo de Ponencia al Congreso Internacional de Historia en la Universidad de Buenos Aires, en noviembre de 2009. Quien desee el trabajo completo se lo podemos hacer llegar por correo: manuel1871@gmail.com
    Manuel Sutherland
    Asociación Latinoamericana de Economía Política Marxista (ALEM)
    manuel1871@gmail.com
    Ccs. 25/02/2010
    Referencias:


    [i] Cifras y datos extraídos del sistema de cuentas nacional del BCV y del Comité para anulación de la Deuda del tercer Mundo (CADTM).
    [ii] Barrios Sonia, “Problemas urbanas y políticas urbanas en países exportadores de petróleo: el caso del área metropolitana de Caracas”, Caracas, Cendes, 1998
    [iii] González, Silverio, “La ciudad venezolana, una interpretación de su espacio y sentido en la convivencia nacional”. Fundación para la cultura urbana, Caracas, 2005
    [iv] Carlos Marx, El 18 Brumario de Luís Bonaparte, Edición digital, capítulo 1, disponible en www.Marxist.org
    [v] “en este signo vencerás”, historia contada por el historiador Eusebio de Cesarea.
    [vi] José Honorio Martínez Causas E Interpretaciones Del Caracazo, Universidad Nacional Autónoma de México, México Publicación 15 Junio 2008.
    [vii] Eduardo Sartelli, La cajita infeliz. Ediciones RyR, Argentina 2004. Un libro maravilloso, sobre el cuál hacemos trabajos de formación.
    [viii] Ibíd. Nota viii.
    [ix] Detalles de esto son relatados por Haleis Dávila, testigo de excepción y analista del 27F.
    [x] Ver más detalles en: Provea, Informe de Situación de Derechos Humanos en Venezuela octubre de 1988-septiembre de 1989.
    [xi] Hay pocos ensayos sobre esta tesis, igualmente, alguna tesis de grado de comunicación social sobre el tema (la de Sonia Vergel) refleja en buena medida esta audaz teoría.
    [xii] Ibíd. Cit. X

    (fin)

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  7. mi pana,

    sé que este tema te interesa bastante, es recurrente en ti, y me parece que hay que seguir trabajandolo. Sobre un punto central en el que tu vienes haciendo énfasis, la celebracion vs la conmemoracion yo me pregunto=> por qué la toma de la Bastilla se celebra y el caracazo se conmemora, si visto de manera rapida, son dos eventos en el que el pueblo (o la chuuuusma eeeesa, que echa espuuuma por la boooca) sale a la calle y toma el poder aunque sea por unas horas .

    Por qué los "descamisados" franceses son héroes que inspiran a los "mejores pintores del mundo" mientras que los nuestros, no menos "descamisados" echan espuma por la boca y andan con los ojos volteados . Y si no, recordar a la mujer con una teta afuera y con el tricolor de ellos guiando a la muchedumbre, su nombre no deja lugar a dudas: La libertad guiando al pueblo de De Lacroix. Veras a esta mujer Marianne (o la libertad, o la Republica) guiando al pueblo en la conformacion de barricadas en la Paris de 1830. En primer plano un niño (atencion LOPNA) aparece blandiendo dos pistolas encima de un poco de muertos, atras la ciudad en llamas. Interesante es ver como la cultura se apropia de los simbolos y le da el significado que mas le conviene.

    esa misma señora es hoy simbolo de la Republica y la veras en cuanto edificio oficial entres alla, sigue con la teta afuera, pero sin pueblo (o chuuusma) siguiendola.

    Por otro lado hay una arista hasta ahora menos trabajada sobre el Caracazo: el impacto de esta rebelion popular en el contexto internacional. Y fijate que no me refiero a los circulos de izquierda, luchadores sociales o sindicatos progresistas en el continente. Me refiero al TERROR que el Caracazo produjo en la burguesia internacional (es decir imperialista pues).

    Tengo una pista: Final de los años 80, a penas si se empieza a vislumbrar el fin de la llamada "crisis de la deuda" (fin de la crisis para los banqueros, para nosotros es a penas el comienzo) => los bancos buscan mecanismos para sacudirse la deuda latinoamericana y concentrarse en la gringa, varios "planes" son implementados sin exito y... viene el Caracazo.

    Es a raiz del Caracazo que aparece el Plan Brady: este convierte la deuda de los paises del continente en bonos que los bancos pueden vender en la bolsa y asi salen del problema => claro que se requiere de la "cooperacion" de los deudores. Ahi aparece le FMI, aprieta tuercas y el resto es historia.

    La relacion CARACAZO-Plan Brady (el brazo financiero de eso que ahora llamamos neoliberalismo salvaje) esta plenamente documentado, lo descubri. hace poco en un.... libro de texto escolar!!!! sobre la deuda de esos que editan para el "bachillerato en economia" en Francia.

    (sigue)

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  8. En conclusion, el CARACAZO acelera el proceso neoliberal por la accion compulsiva del imperialismo (disculpa el lenguaje anticuado pero asi vamos mas rapido), al menos en su veta financiera-internacional.... la logica del "imperio" es la siguiente => si en Venezuela, que es el pais mejos jodido del continente (dicen ellos) la gente esta echando espuma por la boca, las probabilidades de que salgan salvajes debajo de las piedras con los ojos volteados en otras partes son muy altas. por lo tanto nosotros (la Banca) debemos dejar ese negocio rapido.... y asi se hizo.
    yo estoy seguro que en una de esas memorias que escriben los gringos, el mismo Brady o Greenspan (del Banco central de USa) o alguien del FMI debe echar el cuento completico y con detalles (eso si tienen ellos, son completamente impudicos)

    Todo eso puede sonar un poco a discursito de tipo de izquierda que cree que su pais es el ombligo del mundo, por eso lo comento con el dato en la mano. Lamentablemente el librito no dice mayor cosa, simplemente que el caracazo acelero el proceso...

    Luego del Caracazo tambien vinieron lo que se llamo las politicas neoliberales de "Segunda generacion"=> politicas de compensacion a los mas pobres, tipo vaso de leche escolar, educacion para los mas pobres (solo hasta primaria), subsidios aqui y alla, con diferente intensidad segun el pais....SOSPECHO que el CARACAZO tambien tuvo que ver con eso.... pero queda por demostrar....

    Bueno, era eso mi pana, comentarios para seguir trabajando y felicitaciones de nuevo.

    un abrazo,

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  9. Hola a tod@s!!! les envío un texto que escribí con el ánimo de contribuir a la discusión... de igual modo, creo que Sutherland entienden mal los escritos de Lenin en el ¿Qué hacer?, es cierto, Lenin hace una fuerte crítica al espontaneísmo, más no lo anula (entiendo yo), por el contrario, lo concibe como una forma embrionaria de lo conciente, entendiendo como lo consciente a la lucha contra el sistema.... así mismo, creo que para el análisis de Sutherland es importante tener en cuenta que cuando Lenin habla de organización se está refiriendo al partido, específicamente al partido socialdemócrata... sería muy interesante discutir la postura de Lenin y el papel que tiene la socialdemocracia para él, más que tomar elementos puntuales para justificar un escrito... pero claro eso implicaría más tiempo y no sé si por esta vía se pueda.
    Igual les mando lo que escribí, me gustaría recibir críticas... Un abrazo!!!!
    Saludos!!!

    Venezuela, 27 de febrero de 1989 ¿Culto al espontaneísmo?

    La protesta popular del 27 de febrero de 1989 ha sido catalogado tradicionalmente como una expresión espontánea del pueblo venezolano ante un sistema socio-político y económico que ahogaba a los sectores más empobrecidos de la sociedad y los condenaba a la indigencia, no obstante, sería necesario preguntarse si este espontaneísmo de la protesta popular no implica de por sí un ejercicio reflexivo en torno a los símbolos más contundentes de la opresión capitalista.

    La explosión social de febrero de 1989 es la consecuencia política de varias décadas de gobiernos ineficientes, desvinculados de la realidad social y económica de los sectores más empobrecidos, y de la traidora aplicación de un programa de ajuste estructural neoliberal por parte del gobierno “populista” de Carlos Andrés Pérez, en ese sentido, si bien la población venezolana no salió a la calle con un elaborado contenido programático, si salió a atacar a los símbolos más cercanos de su explotación y su empobrecimiento. El autobús y los abastos fueron los primeros atacados, pero a ello siguieron los comercios de electrodomésticos, y lo que fue criminalizado como vandalismo no es más que la reacción de una sociedad empobrecida ante un sistema que le presenta permanentemente bienes a los que no puede acceder.

    (sigue)

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  10. En ese sentido, y para quienes gustan de retomar los análisis marxistas clásicos, el espontaneísmo del 27 de febrero despertaba en cientos de personas “como un sacudimiento eléctrico” el sentimiento y la conciencia de clase, producto del “carácter intolerable de su existencia social y económica”, tal como diría Rosa Luxemburgo en sus Escritos Políticos. Asimismo, el 27 de febrero se convierte no sólo en un hito de nuestra historia contemporánea, producto de las múltiples violaciones a los derechos humanos llevadas a cabo por el gobierno de CAP, sino que se configura como el elemento de impulso para la organización popular (con lo que no quiero decir que antes no existiese).

    Entonces, resultaría erróneo concebir a los sucesos del 27 de febrero como un hecho aislado, contrariamente se convierten en el signo unificador de décadas de opresión, teniendo que lo que surgió como un hecho espontáneo se ha convertido a posteriori en un proceso de organización popular que inició por la reivindicación de sus derechos y por el reclamo de sus muertos y desaparecidos, pero que fue dando lugar al reclamo y la lucha por la transformación del sistema político y económico neoliberal… y es que una vez más es necesario recordar, como diría Rosa Luxemburgo, que “las revoluciones no se aprenden en la escuela”, y es la organización el producto de la lucha.

    Sin embargo, es claro que la formación política de los procesos organizativos de base resulta de suma importancia para la trascendencia y permanencia de los cambios revolucionarios en el tiempo, más esto no implica la subestimación de las acciones populares espontáneas; tal como el mismo Lenin diría no se trata de rendir culto al espontaneísmo, sino de entender su papel en la lucha histórica, así como también de comprender los retos teóricos, políticos y de organización que de ello derivan para la lucha anticapitalista.

    En ese sentido, las protestas populares del 27 de febrero de 1989 constituyen el punto de quiebre de mayor envergadura en los últimos tiempos de la sociedad venezolana, conformándose como el momento unificador que posibilitó no sólo la llegada al poder del presidente Chávez, sino todo un período de crecimiento de la organización popular, organización que sin duda debe seguir fortaleciéndose, construyéndose y reconstruyéndose, sin perder de vista la formación política pero a la vez sin subestimar a los poderes creadores de los sectores populares.

    (fin)

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  11. Simón, cámara:
    Aunque creo entender su comentario, y aunque comparto su demanda de cese a la impunidad, no comparto la comparación que usté hace: el puntofijismo gestó un 27F, el chavismo ninguno.

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  12. Sobre el artículo del camarada Shuterland:
    La clave siempre termina siendo la manera como nos planteamos los problemas:
    El 27F sólo puede ser interpretado como "un acta que revela lo erróneo del camino", si se parte del supuesto de que el camino sólo puede ser recorrido previa "construcción del partido y la organización leninista rigurosa".
    De la misma forma, sostener que "Publicitar este episodio, como modelo de insurrección popular hacia el triunfo sobre el capital, es un acto es una irresponsabilidad histórica", es algo que sólo puede hacer alguien que está convencido de cuál es el modelo a seguir.

    Si nos hubiéramos sentado a esperar la fulana "contrucción del partido...", todavía estaríamos esperando, a la vera del camino. Si la mañana del 27F nos hubiéramos detenido a revisar cuál es el modelo idóneo de insurrección popular, no hubiera acontecido ninguna insurrección.
    El 27F demostró que los pueblos no están esperando la línea de los partidos de izquierda para sublevarse: lo hacen con partidos o sin ellos. Son los partidos de izquierda los deben situarse a la altura de los pueblos, y no a la inversa. Es exactamente lo que escribía Lenin en sus Tesis de Abril.

    La turba del 27F no tenía entre sus objetivos el derrocamiento del gobierno, la toma del poder político. Y sin embargo, el puntofijismo jamás logró asimilar aquel golpe. La turba demostró, el 27F, saber mejor que la izquierda que el poder se ejerce, más que se posee. El 13A, el pueblo volvió a demostrarlo. ¿O alguien es capaz de defender la idea de que el levantamiento popular de abril de 2002 fue conducido por los partidos?

    No se trata de "cambiar el mundo sin tomar el poder". Se trata de interrogarnos: ¿Chávez triunfa en 1998 gracias a los partidos de izquierda o a pesar de ellos?

    Tampoco se trata de proclamar la inutilidad de la figura del partido, sino de reconocer la caducidad histórica de los partidos que jamás pudieron orientar a las fuerzas populares "en el camino más expedito al triunfo sobre sus opresores".

    Ésta es la "lección" que debemos sacar de aquel acontecimiento. La verdadera "catástorfe" sería no hacerlo.

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  13. Hemmi, mi pana:
    Sobre tu primera pregunta: ¿por qué se celebra el 14 de julio de 1789 y se conmemora el 27 de febrero de 1989?

    La respuesta la puedes encontrar en la editorial de la revista SIC, de mayo de 1989 (uno de los documentos más lúcidos de cuantos se han escrito sobre el tema), en el punto en que se refiere a la represión de Estado a partir de 28 de febrero: "el objetivo no era controlar la situación, sino aterrorizar de tal manera a los vencidos que más nunca les quedaran ganas de intentarlo otra vez. Era una acción punitiva contra enemigos, no un acto de disuasión dirigido a conciudadanos". Había que lograr que los vencidos "no tuvieran la experiencia de haber ganado una. Que esa semana se les clavara a fuego; no como el día en que se adueñaron de la calle y compraron sin pagar, sino como las noches terribles e interminables en que llovían sin tregua las balas y se vivió agazapado en completa indefensión. Y en efecto, el objetivo aparentemente se logró: el pueblo tiene el miedo metido en el cuerpo".

    Interesante la línea que trazas entre deuda externa - 27F - capitalismo financiero - neoliberalismo - Plan Brady. Deberías escribir esa historia.

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  14. Germania:
    José Luis Vethencourt habla de una fase del 27F que sería de "guerra inmediatista". Mientras ésta dura, la acción guerrera del pueblo desemboca en "una clara suspensión de la norma penal y de las sacrosantas leyes de la propiedad privada". Así, en tanto que acto de guerra, el saqueo deja de ser el simple "acto de tomar una presa". En otras palabras: "el saqueo adquirió francamente el carácter de un botín que está legitimado por las leyes no escritas, pero sí ancestrales de la guerra. Se celebraron fiestas de triunfo en los barrios. En resumen, el pueblo suspendió, sin liderazgo específico alguno, la norma penal que protege la institución de la propiedad y las leyes habituales del dinero. Esto destaca la diferencia que existe entre los saqueos de aquellos días y los actos delincuenciales. Si no hay norma no hay delito. Una cosa es el botín de guerra y otra la presa del delito".

    Espontánea o no, el tipo de guerra que peleó el pueblo venezolano aquel día "suspendió... la norma penal que protege la institución de la propiedad y las leyes habituales del dinero". Nada más y nada menos.

    Insistir en lo del "espontaneísmo" es desnaturalizar el acontecimiento.

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  15. Reinaldo, el gobierno actual ha dejado reinar la impunidad sobre los horribles crímenes contra la humanidad cometidos durante El Caracazo. No viene al caso comparar a Chávez con CAP, o consolarnos repitiéndonos que con AD se vivía peor. Con esa argumentación terminamos justificando el status quo. La pregunta es: ¿por qué el gobierno de Chávez, que dice ser socialista, no ha hecho ni la mitad de lo que han hecho gobiernos burgueses normales en Argentina o Chile contra la impunidad, donde hay al menos algunos presos por los crímenes de las dictaduras? Y no digo que en Argentina o Chile no haya muchísimo que hacer en la lucha contra la impunidad, pero es que en Venezuela no hay ni un solo preso, ni siquiera uno. Creo que es un hecho significativo, que demuestra hasta qué punto este gobierno está decidido a no tocar intereses de criminales en las FFAA. ¿Por qué el gobierno no hace públicos los documentos militares de febrero y marzo del 89? ¿Los archivos de la DISIP? No sólo el gobierno no está comprometido con la justicia, es que ni siquiera está comprometido con la verdad. Por eso sacan una película sobre El Caracazo dirigida por Chalbaud, en la que los militares no disparan. ¿No les indigna esa vaina? ¿O es suficiente consuelo decir que la cuarta fue peor?

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  16. Música y Revolución o Simón escribió:

    "No viene al caso comparar a Chávez con CAP, o consolarnos repitiéndonos que con AD se vivía peor".

    Aclarado el punto, sólo me resta decirte que suscribo tu comentario, sobre todo lo que escribes sobre los archivos militares y de la Disip, y sobre El Caracazo de Chalbaud, que desde el nombre de la película ya es un completo desacierto.

    Supongo que está de más aclarar que ni en mi artículo ni en mis comentarios posteriores sugiero que debamos "consolarnos repitiéndonos que con AD se vivía peor".

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  17. Ángel Custudio Velásquez5 de marzo de 2010, 8:41 a.m.

    NOTAS SOBRE EL ARTÍCULO: 27 DE FEBRERO DE 1989 EN VENEZUELA. ¿ANARQUÍA O INSURRECCIÓN OBRERA CONTRA EL CAPITAL? ¿ESPONTANEÍSMO O DIRECCIÓN REVOLUCIONARIA?, DE MANUEL SUTHERLAND

    Reflexiones preliminares:
    En ciertos análisis, sobre todo cuando se alude a lo político, se espera que determinados eventos o fenómenos políticos, sucedan de acuerdo a cánones pre-establecidos y son traducidos a códigos considerados aceptados social y teóricamente válidos y, por supuesto, sin discusión. De aquí se desprenden elementos que a mi juicio no se consideran en los análisis:

    a) los procesos sociohistóricos son impredecibles y, por tanto, no se debe esperar respondan a leyes de casi cumplimiento inexorable. Esta es una forma de análisis de cierto marxismo que se alimentó del positivismo soviético y que su rasgo predominante es explicarlo todo desde la teoría también pre-establecida, haciéndola transhistórica. Para este tipo de análisis, lo real no cambia y por tanto “el mundo actual” sigue siendo el mismo al del siglo XIX. Y cuando se reconoce formalmente que se han producido cambios, es para ratificar lo previsto en la teoría: ¿Será que existe alguna contradicción con la tan cacareada dialéctica?

    b) No se entiende que la teoría es una construcción histórico-concreta como la única manera de dar cuenta de lo real concreto y permanentemente hay que estar resignificándola para explicar “el hoy” y establecer posibles tendencias que no necesariamente tienen porque cumplirse porque lo real es sencillamente complejo. La política se hace sobre lo concreto. Esto sucede mucho con la predeterminación del sujeto histórico y el mito de “la clase obrera”; una “clase obrera” que ha asimilado la ideología del capitalismo y hoy experimenta una esquizofrenia de identidad política: no sabe a ciencia cierta si es propietaria o es clase para sí. Pareciera que su lucha es por hacerse propietaria del capital y no “contribuir a liberar a las demás clases”. Este comentario no desmerita el papel jugado por movimientos importantes de obreros en diversas épocas y continentes; pero pareciera que se requiere de conformar bloques de poder con otros sectores de clases diversos, interesados en el cambio revolucionario para cristalizar la revolución. Dicho de otra manera, la construcción del socialismo no es patrimonio único y absoluto de la clase obrera. Por lo menos en la experiencia histórica de las revoluciones socialistas ninguna revolución ha sido posible sólo con la participación de “la clase obrera” Esto lo dejo planteado para el debate.

    c) Hay una pretensión de pensar que los procesos políticos responden a una lógica científica y no a una compleja combinación de razón y emoción; mito, error y creatividad. Este enfoque positivizante de la política, lleva al error según el cual la política tiene que responder rigurosamente a un Plan, a una organización milimétricamente organizada y dirigida por un grupo de personas que ayer eran pueblo; pero hoy, al ingresar al partido, son “vanguardia” preclara. Lo que no sucede o responde a estos cánones no es considerado político. Este rigor “cientificista” esta soportado en el supuesto según el cual lo real discurre a través de procesos lógicos y no complejos. No se discierne que lógicos son los modelos a través de los cuales capturamos la complejidad de lo real para construir realidad; y ello nos lleva a simplificar la información de lo real, a meter lo complejo en algo que no cabe: en lo lógico. Cuando esto sucede capturamos parcialidades de lo real y, a partir de allí, construimos medias verdades sobre las cuales diseñamos políticas que nacen medias muertas. Se olvida quienes así analizan, que a los pueblos los mueven sus verdades no las que cree la autodenominada vanguardia.

    (sigue)

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  18. Ángel Custudio Velásquez5 de marzo de 2010, 8:44 a.m.

    Comentando el artículo de Manuel Sutherland: el dice, refiriéndose a cómo afectó las medidas de Ajustes Macroeconómicos de CAP II a lo que llama la “burguesía productora”, que “…el ala socialdemócrata y de los pequeños capitales se opusieron al PAE y a soto voce planearon un regreso por una vía Blanquista tropical…”. Esta afirmación denota desconocimiento del autor del fenómeno llamado por algunos como “el Caracazo”. Este evento no fue planificado ni participaron protagonistamente los pequeños capitales. Fue el pueblo común y corriente, la muchedumbre, el que nunca había tenido voz, el despojado históricamente de bienestar social el que se rebeló y tomó lo que tanto le habían negado: la comida, los bienes que le estimulaban a consumir y que se frustraban a la hora de no poder obtenerlos. Fueron los otrora “datos estadísticos” que sólo eran humanos a la hora de elegir a su verdugo, quien hizo de sujeto el 27 de Febrero del 89. Allí convergieron: asalariados de diferentes tipos, sectores barriales, desempleados diversos, estudiantes, entre otros. Además, el autor del artículo equipara ésto a lo que el denomina “vía Blanquista tropical”. ¿por qué equiparar dos eventos distintos en su acción y contenido?, ¿por qué no explicar el “caracazo” a partir de su propia dinámica conceptualizando sus particularidades que lo diferencian de otro fenómeno político similar; no igual?. Aquí radica el craso error de traducir fenómenos sociales a los códigos pre-existentes que terminan, por esa vía, desnaturalizándolos. El código lingüístico subyacente en ciertos discursos, tiende a homogeneizar los procesos socio-históricos a partir de universalismos, quitándole las particularidades que definen su perfil.

    Igualmente, hay desconocimiento o tergiversación de los hechos cuando señala que los burgueses atemorizaron a la población: “…aumentando vertiginosamente los servicios, especulando y acaparando alimentos para forzar a las masas a una insurrección. Las capas medias aguantaron un poco de escasez, pero las zonas donde se concentra las barriadas más pobres, reaccionaron abalanzadas a la calle a buscar lo que le habían arrebatado…”

    Pareciera que fue un Plan fríamente calculado por los sectores burgueses para que los desposeídos se lanzaran a la insurrección. Este evento sólo se podía prever como un escenario posible dentro de otros que cabían, como: la posibilidad de que se produjeran conflictos sin mayor trascendencia; o que el pueblo se resignara a asimilar las medidas. Este evento tomó por sorpresa a todo el mundo; incluso a otros sectores de la población también desposeídos los cuales se fueron incorporando a lo largo del desarrollo de los acontecimientos y, sobre todo, por la cobertura que le dieron ciertos medios televisivos. La clase burguesa fue una de las tantas sorprendidas porque quizás desde 1810 el pueblo venezolano no había respondido políticamente con tanta contundencia.

    (sigue)

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  19. Ángel Custudio Velásquez5 de marzo de 2010, 8:46 a.m.

    El autor del artículo descalifica al movimiento del 27 de febrero porque –según él- era “…una organización acéfala de lumpen dispuesto a morir en el vandalismo, para apalancar su asalto al poder …”. Si bien el evento que se produjo no obedeció a un Plan Político pre-establecido con todo cálculo hecho, como gustaría el autor del artículo, para que califique dentro de lo que él califica de político, fue un movimiento con niveles de organización y, por tanto, un movimiento político. Según esta lógica de análisis, la acción no se orientó, en las primeras de cambio contra la institucionalidad burguesa, en medio del proceso se organizaron acciones contundentes contra la propiedad que fueron repelidas por los cuerpos represivos y hubo acciones dirigidas hacia Miraflores. Desconoce el autor del artículo que en el movimiento popular no organizado en partidos, existen muchos revolucionarios y revolucionarias con una amplia experiencia política desde los años 60 y 70 y que muchos de esos sectores orientaron algunas acciones. El mismo autor del artículo lo dice: “… hay que reconocer que luchadores sociales anticapitalistas y populares se lanzaron a las calles a tratar de enrumbar el alzamiento, hacia una insurrección de carácter político que cuestionará la base del poder capitalista, e incluso lo suplantase…”. Algunos lo hicieron desde dentro del movimiento no de afuera. Eran revolucionarios no organizados en partidos-

    Ahora bien, la discusión no debe centrarse en si fue espontáneo u organizado; dirigido o no. El debate debe centrarse en su significación; por ello el hecho en sí mismo fue de una gran trascendencia política porque sentó las bases del inicio del quiebre definitivo del dominio bipartidista del Pacto de Puntofijo, que sirvió de preámbulo a la asonada militar del 4 de febrero de 1992 cuando se rebeló el pueblo con uniforme verde oliva; fenómenos que crean las bases para el triunfo del presidente Chávez en Diciembre de 1998, se llama a la constituyente y se aprueba la Constitución de 1999 con lo cual se oficializa el fin del dominio bipartidista y de la democracia representativa. El “caracazo” fue un rudo golpe al neo-liberalismo pero también al Estado complaciente a los designios del capital nacional e internacional que pervivió en Venezuela desde fundada la llamada República. En otras palabras, el 27 de febrero del 89 se inició el quiebre de la dominación bipartidista que termina de consumarse en 1999 con la nueva Constitución y una nueva correlación de fuerzas a favor de los desposeídos. Por tanto el movimiento no fue dirigido por la burguesía. En consecuencia, tiene poco sentido afirmar que “El plan era desestabilizar y regresar al poder por la vía del ahogo económico. La conspiración estaba en el aire, sin embargo, las fuerzas eran poco maduras y las condiciones débiles para el triunfo”.

    Si se analiza el fenómeno como un hecho aislado y no como parte de un proceso que se incubaba desde mucho antes y que potenció las fuerzas revolucionarias, se llega a la infeliz conclusión que el 27 de febrero “…no condujo a ningún logro político para quienes trataron de organizar una insurrección o incluso saquear”.

    Como se ha señalado, para nosotros fue de gran relevancia política.

    Asimismo, el autor del artículo no sólo descalifica al evento y los sujetos del mismo sino también descalifica a quienes como él han escrito sobre este acontecimiento, cuando señala que “Contrabandistas ideológicos, anticomunistas de “izquierda” y tránsfugas como Negri, Hardt, Holloway y los postmodernos “filósofos” se aprovecharon de estos hechos para fundamentar fruslerías como: cambiar el mundo sin tomar el poder, la inutilidad o caducidad del sindicato y del Partido. El 27 de febrero es una prueba de lo contario. Es un acta que revela lo erróneo del camino”.

    (sigue)

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  20. Ángel Custudio Velásquez5 de marzo de 2010, 8:47 a.m.

    Para nadie es un secreto el fracaso del sindicato y el modelo de partido montados en la concepción fordista del trabajo. Los sindicatos o se renuevan o desaparecen. No se trata de hacerle un culto al desorden sino la construcción de una organización democrática, flexible y que sirva no para secuestrar el poder del pueblo sino para facilitar procesos sociales de transformación revolucionaria donde el pueblo se haga poder para después diluir el poder. No para estar por encima; por debajo o a los lados del pueblo, sino dentro del pueblo, reconociéndose como pueblo.

    Los teóricos que el autor del artículo critica no han pretendido establecer una única fórmula de acceder al poder; sino que el “caracazo” fue una experiencia válida a tomar en cuenta por los sujetos anticapitalistas. Porque no hay una fórmula “talla única” para la toma del poder. He aquí como se trata de explicar el fenómeno desde la teoría. El autor del artículo se pudiera frustrar porque ahora es cuando los procesos políticos nos depararán una multiplicidad de fórmulas que aún desconocemos. Los procesos políticos no discurren a la voluntad del Plan de la vanguardia. Pensar así es un simplismo mesiánico. El principio básico de la política es que lo social es impredecible, aún cuando se pueden tener aproximaciones de posibles tendencias. El espontaneismo tampoco existe. Todo sujeto cuando acciona es político, lo anima un interés y lo orienta su verdad. Por eso, está demás señalar que “Beatificar el espontaneísmo, como sustitución de la organización y dirección política ha sido un burdo resultado de una derrota histórica que aún nos pesa”.

    Entendemos que cuando el autor habla de espontaneismo se refiere a que no fue dirigido por la vanguardia con base en un Plan. El pueblo cuando acciona tiene su organización y sus planes, el problema es que no se parecen ni responden a los esquemas mentales clásicos de hacer política. Se debe tener cuidado en estas apreciaciones sobre el aparente espontaneismo porque criticándolo se pudiera llegar a beatificar a la razón científica para hacer política. En América Latina tenemos muchísimos ejemplos que desdicen de esta postura cientificista que no deja espacio para el mito y la emocionalidad de los pueblos en el ejercicio de lo político.

    (sigue)

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  21. Ángel Custudio Velásquez5 de marzo de 2010, 8:49 a.m.

    El socialismo tampoco tiene que ser necesariamente científico. La construcción del mismo es obra no exclusiva de la razón científica también es fundamental los conocimientos y saberes construidos, muchos desde tiempos ancentrales, por los pueblos. Se trata de complementar ambos conocimientos; de lo contrario la construcción del socialismo queda reservada sólo a las élites preclaras y dejaría de ser una acción de mayorías y, por tanto, sería excluyente. Esto contradice la máxima según la cual el socialismo es una construcción de todos los sectores interesados en construirlo. El actual modelo de ciencia que sólo ha servido de soporte al capitalismo, hace rato echó agua. Reivindicar las recetas logicistas del actual modelo de ciencia para construir algo tan complejo como es el socialismo me parece una tremendura. No se está negando la construcción de una teoría. Lo que se está criticando es la absolutización de “lo científico” para construirla. El autor es claro cuando dice que : “…las bases politizadas ameritan de organización y teoría revolucionaria (formarse en el socialismo científico) que permita orientar sus fuerzas en el camino más expedito al triunfo sobre sus opresores. Publicitar este episodio, como modelo de insurrección popular hacia el triunfo sobre el capital, es un acto es una irresponsabilidad histórica y se constituye como factor de dispersión y confusión. El 27 F condujo a un reflujo conservadurista en la lucha de clases”.

    Igualmente, no comparto con el autor la afirmación con la que cierra la cita anterior cuando dice que: . “… El 27 F condujo a un reflujo conservadurista en la lucha de clases”. Hay que ver qué entiende el autor por lucha de clases porque quienes vivimos de cerca este interesante proceso político en Venezuela, sostenemos que es al revés. La intensificación de la lucha de clases a partir del 27 de febrero del 89, es lo que llevó a que hoy se transite por la experiencia del llamado socialismo del siglo XXI. Es igualmente una ligereza política calificar al 27 de febrero como “…aventuras pequeñoburguesas…”. Me inclino a pensar que el 27 de Febrero del 89 en Venezuela le rompió el molde teórico al amigo Manuel y le cuesta reconocerlo. Es más fácil para él descalificar el evento y su proyección (por cierto que lo analiza estáticamente y desvinculado del acumulado histórico del pasado reciente) que revisar la teoría desde la que reflexiona. Pienso que hay que dejar de pensar que el socialismo es una construcción a calco del libro y no una “creación heróica”, como dijera José Carlos Mariátegui.

    (fin)

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  22. Señores, ésto de comparar el Caracazo con la Toma de Bastilla, me resulta cuando menos, exagerado.

    La Toma de la Bastilla ocurre en el marco de la miseria absoluta a la que fue sometida Paris, por la inoperancia de un REY, dueño de todo, y efectivamente fue una insurrección civil que devino en la REVOLUCIÖN FRANCESA directamente, con todos los horrores que dicha revolución trajo en sus distintas fases, la destrucción de todo y todos, hasta que se canivalizaron entre ellos mismos hasta llevar al mismo Robespiere a la guillotona, es decir la revolución en si fue un horror, lo que trajo MUCHO despues es lo que hoy conocemos como el estado moderno y la separación de poderes, que es lo que debe rescatarse en todo caso, por lo que su importancia y relevancia, la hacen planetaria.

    El Caracazo en cambio, ocurre en el marco del sometimineto del pais al desbancamiento de las promesas que la democracia había hecho y logrado hasta cierto punto, pero que había incumplido, manteniendo a la población en la pobreza e incluso desarmando logros como la masificación de la educación, de la salud, y la promesa de prosperidad postergada en medio de la corrupción desatada.

    El detonante fue la subida de los precios de la gasolina y en consecuencia del transporte, tras una expectativa de inmensa prosperidad de la mano de CAP, quien se "coronó" presidente en un acto ostentosísimo en el TTC, el resultado NO FUE UNA REVUELTA, sino el vandalismo contra todo, el desbordamiento de la rabia contenida, en los barrios se pudrieron las reses enteras que tras romper vidrios y puertas la gente se llevó sin tener con que congelaralas, pero lo mas que se "robó" fueron electrodomésticos, no era el hambre lo que impulsaba a la gente, era la rabia, la frustración y la desesperanza, castigados brutalmente con las armas compradas para defernderlos, de allí no resultó nada bueno, ni en el momento ni después, desde allí todo ha sido en bajada.

    El Chavismo pretende montarse sobre el Caracazo, queriendo convertirlo en su "Toma de La Bastilla" para armar su historia épica, pero lo que vemos en el país de hoy, que no es resultado directo ni indirecto de ese hecho lamentable, es lo mismo que generó ese estallido social, la pobreza, por mucho que haya sido disminuida por el mayor ingreso de la gente durante unos años, no ha sido realmente mitigada, la gente sigue viviendo en la pobreza, sin servicios públicos ó con servicio públicos deficientes(salud, educación, trasnporte, luz electrica, agua potable, seguridad personal, justicia), la situación económica precaria debida a la aplicación de políticas que tienden a la concentración de la actividad productiva en el gobierno, y acorrala las iniciativas privadas, castiga a la gente y baja su calidad de vida aún mas, mientras la ostentación de los "empresarios" afectos que reciben contratos y licitacines por las que lo que compran a 2 lo venden a 10, el fracaso continuado de las políticas de seguridad pública, el espichamiento de las misiones, la debacle electrica en todo el país, las pugnas internas, los rumores,son todas bombas de tiempo, que pueden acabar en lo mismo que quieren presentar como su "momento épuico inicial".

    Conmemorar el 27 de febrero? celebrarlo?, no sé, lo que habría es que revisar bien y con objetividad lo ocurrido, no vaya a ser cosa de que se repita, y el Comandante tenga que mandar a controlar la situación por la fuerza, con las consabidas consecuencias que para los derechos humanos ello tendría.

    ANDRES PEREZ

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  23. Anónimo del 5 de marzo a las 12:08:
    Nadie ha comparado el 27F con la Toma de La Bastilla. Alguien preguntó por qué esta última se celebra, mientras que el primero se conmemora.
    Esto es así, al menos en parte, porque el 27F "no fue una revuelta, sino el vandalismo contra todo", porque fue un "desbordamiento de la rabia contenida", porque "se pudrieron las reses", porque se "robó", porque "no era el hambre lo que impulsaba a la gente".
    Amigo: usted simplemente está repitiendo la "leyenda negra" sobre el 27F. Esa leyenda negra es el resultado de la interpretación dominante que sobre el suceso lograron imponer las elites políticas, económicas y académicas de este país. Lo siento, pero usted no está diciendo absolutamente nada nuevo.
    Los que impusieron esa leyenda negra ahora sueñan con la explosión de todas las "bombas de tiempo", con una revuelta (ahora sí) que obligue a "controlar la situación por la fuerza", para que el mundo se convenza de que éste es un rrrrrégimen dictatorial.
    Amigo: bájese de esa nube. Eso es lo malo de creer en leyendas.

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  24. Anónimo del 5 de marzo a las 12:08:
    Perdón, se me olvidaba: le sugiero un seudónimo igual de apropiado para la próxima: Del Valle Alliegro.

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  25. Reproduzco a continuación el comentario que escribió la periodista Thamara Nieves al director del diario Ciudad CCS, Ernesto Villegas, con motivo de la publicación de este artículo en dicho diario.

    Más abajo mi respuesta.

    Thamara Nieves:
    Repetado colega Ernesto Vllegas, es muy fácil cuestionar una información 20 ños despué de ocurrida, fuera de contexto. Yo viví en primera línea esos acontecimientos y puedo dar fe, y la historia lo demostrará -más allá de que se intente cambiarla- de que no fue el “PUEBLO” el que salio a reivindicar su dingnidad, sino en ese caso concreto en Baloa arriba, CHOROS drogados a las 10 am saqueando a las pulperías de barrios más pobres que hayamos visto, humildes tintorerías, todo lo que pudieron robar y arruinar a personas tan pobre o más que ellos. De allí mi comentario, muy objetivo a pesar de los terribles momentos que sacudían al país y nos envolvieron a nosotros los periodistas. Yo fui tan objetiva como siempre, porque me cuidé mucho de la responsabilidad que tenía, sólo que otros medios idealizaron el momento, más interesados en la política que en la información cierta y real. Ojalá que se pueda contar algún día la verdadera historia sobre el 27-F. Espero publiquen mi aclaratoria. Gracias y saludos.

    Reinaldo Iturriza López:
    Thamara Nieves:
    Todo lo contrario. La "verdadera historia sobre el 27-F" fue la que contaron ustedes. Y la contaron con horror.
    Sólo algunas pocas voces rompieron el consenso en torno al 27F como suceso ruin y vergonsozo: algunos articulistas de la revista SIC, José Luis Vethencourt, José Roberto Duque…
    Voces que, desde muy temprano en algunos casos, pusieron seriamente en entredicho la supuesta "objetividad" con la que narraron el acontecimiento.
    Pero fue esa "objetividad" la que se impuso: no fue ningún "pueblo", fueron los "choros".
    Que el malandraje participó activamente, eso lo sabe todo el mundo. Pero ese hecho puntual y concreto fue, una y otra vez, sacado "fuera de contexto" para imponer una versión del 27F como hecho "criminal".
    Eso no lo hizo sólo usted, lo hicieron muchos periodistas, académicos y políticos. Sólo que su frase resume, con mucha elocuencia, ese discurso sobre el 27F.

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