2 de febrero de 2010

El tubo roto y varias preguntas oportunas

(Esta nota me la envió esta mañana el Padre Numa Molina SJ, Rector de la Iglesia San Francisco, en el centro de Caracas. "Para tu blog, si te sirve de algo", me escribió el Padre Numa.

El Padre Numa no sólo realiza una denuncia grave, sino que formula varias preguntas muy oportunas.

Estoy seguro de que nadie caerá en la tentación de dudar de la veracidad de la denuncia, así como tampoco dudará de la condición revolucionaria del Padre por hacerla pública. Nadie vendrá a decir que la crítica y la autocrítica se llevan por dentro, porque si la hacemos por fuera la utiliza el enemigo. Estoy seguro de que nadie será tan necio.

Al contrario, los responsables se apresurarán a resolver el problema y nosotros nos detendremos en cada pregunta e intentaremos sacar una lección de cada una de ellas. Estoy seguro.

La bendición, Padre).

********

Hidrocapital, ¡por favor!

En uno de los túneles del Centro Simón Bolívar, el que conecta entre la esquina de Cipreses y la avenida Universidad, hay un bote de agua potable caudaloso desde hace más de un mes según los propios empleados de seguridad de la Asamblea. Los responsables de mantenimiento de la Asamblea Nacional aseguran que han hecho saber la situación a Hidrocapital y no ha sido posible que solventen esta avería.

Es un verdadero manantial el que sale de uno de los muros. ¿Cómo es posible, si aquí todo el mundo habla de racionamiento de agua, mientras allí, estoy seguro, ya se han perdido millones de litros en lo que lleva la avería? Invito a la Alcaldía de Caracas a hacer diligencia urgente ante esta situación.

Por ese lugar pasan cada día centenares de personas que tienen responsabilidad gerencial en cargos públicos y sin embargo no ven ni les importa. ¿Para qué llamarse así revolucionario? El socialismo acontece en el ser humano cuando éste comienza a despertar ante lo social, cuando es capaz de abrir los ojos ante la realidad que lo circunda y descubrir el dolor, el derroche, la ineficacia, etc., y ello le hace gritar con rabia profética la injusticia.

Hoy me pregunto: ¿cuántos pobres en nuestros barrios pasan semanas y meses sin agua, mientras en el Centro Simón Bolívar, el organismo que gerencia el agua en Caracas se da el lujo de dejar un tubo abierto por más de un mes?

Ya he reportado esta falla a Hidrocapital desde hace tres días, cuando me percaté de ella, y nadie hace nada. Qué pena siento. ¿Por qué tanta desidia en los organismos a quienes compete? ¿Será que también hay que llegar hasta el propio Presidente Chávez para poder solucionar el problema de un tubo roto? Sería una vergüenza y una negación de la más elemental conciencia revolucionaria.

Padre Numa Molina
Sacerdote jesuita
Rector de la Iglesia San Francisco

8 comentarios:

  1. Coño, hasta cuando!!!! Me hizo recordar la canción de Silvio... la rabia coño, paciencia, paciencia.... pero hasta cuando la paciencia. El pueblo DEBE volverse mas estricto con esto, y exigir responsabilidades. Es harto sabido: solo el pueblo salva el pueblo....

    Parece que son pocos lo que tienen conciencia revolucionaria.

    Y siguiendo con las denuncias. En la Universidad de Carabobo, en las antiguas instalaciones de la facultad de ciencias de la salud conte no menos de 5 botes de agua, hace un mes.... no se si han sido arregladas. El agua, el agua...

    ResponderBorrar
  2. Verga, un cura ocupándose de los problemas mundanos.
    Reinaldo, no sé si ya existe el blog de las denuncias ciudadanas, el blog que registra este tipo de problemas. Para eso (entre otras cosas para las que ya sirve) debería servir el ciudadano-reportero que somos. Las herramientas interneteras de moda (twitter, los blogs y podcasts, entre otras) deberían ser un espacio para que estas vainas se conozcan y se ataquen, ¿cierto?

    La respuesta a eso que estás pensando es: no, lo siento, yo no le voy a echar bolas. Me largo de Caracas, esta ciudad adeca y sifrina se jodió.

    ResponderBorrar
  3. Salud Reinaldo.
    No sé si recuerdas el discurso de Chávez cuando hizo la presentación de las candidatas y candidatos de las ahora diputadas y diputados de la Asamblea...Las angustias del padre Numa me hicieron recordar una partecita de aquel discurso que decía más o menos "aquí está la crema de la crema de la Revolución...". Vamos a ver cual va a ser la crema de septiembre.
    El Duque me dió en la madre cuando hizo su confesión por alla en el discursodeloeste...será por culillo o sentimiento de culpa con mis hijos, o las dos vainas juntas, pero mejor (...o peor) dejo en reserva mis pecados. Por cierto, quiera o no quiera, el Duque le va a tener que echar bolas...los tubos rotos y "rompidos" están proliferando por donde quiera.
    Un abrazo, compa.

    ResponderBorrar
  4. Épale primo,

    Mientras Uds. se deciden sobre cuál de los perínclitos blogueros agarrará la batuta de la denuncia, vaya por aquí la mía, en tono de cuento menor:

    I
    En Anzoátegui, estamos literalmente inundados de rojas y llamativas vallas con el empolvado rostro (polvo de maquillaje, no de otro tipo) del gobernador poeta. Sin entrar en consideraciones estéticas (la cara bonita del gobernador es peo suyo, aunque la cagada en el paisaje con los mamotretos de vallas da como para alguna reflexioncita), debería haber alguna relación de causa y efecto entre las obras y las vallas (o viceversa). En honor a la verdad, la vaina tiene cierta lógica y a veces la valla aparece como llamado de atención de alguna innegable obra en plena ejecución. De hecho, su slogan es “Tarek, el Gobernador que más ha hecho por Anzoátegui” y eso, en justicia, es cierto.

    II
    Pero hay otros casos donde lo importante es la valla en sí misma, y por supuesto el provecho mediático que se obtiene de la misma.
    No importa si la obra no se ha ejecutado, ni siquiera si se ha medio empezado a hacer algo, si se ha demorado medio año para tapar un huequito en la calle, o peor, si el remedio es más grave que la enfermedad, como es el caso de esta "denuncia" (que ojala alguien con alguna responsabilidad directa leyera)

    III
    Lechería, este paraíso costero, lleno de hermosas playas, modernas construcciones, comercios, empresas y corporaciones, marinas, villas y moles está literalmente nadando en agua de mierda.
    Se rompe una tubería subterránea de aguas negras en la calle Negro Primero, del Barrio Rómulo Gallegos (auspicioso el nombre) tres veces en un año, y entre la gobernación e Hidrocaribe (ojo, filial de Hidroven, del Ministerio del Ambiente) excavan un hueco de dimensiones épicas, la mierda brota a raudales, y los excelsos ingenieros no tienen mejor idea que bombear las aguas negras hacia el único pedazo de la laguna natural de Lechería que no ha sido secado o rellenado por la voracidad de los constructores de condominios de lujo y sus socios los alcaldes escuálidos.

    IV
    Hasta el año 2008 los flamencos del caribe (Phoenicopterus ruber) hacían una parada en su migración anual, en esta pobre y todavía hermosa laguna. Ese año tuvimos por tres meses el espectáculo de más de 500 aves en los manglares y en las aguas. Claro, con toda la mierda que ha ido a parar a la laguna, los panas se buscan otros humedales en Sucre o en Unare y por aquí no pasan más. Sin considerar el impacto ecológico específico para las aves, que tienen que modificar sus rutas migratorias, es evidente el deterioro de la laguna y las aguas. Dudo además que en aquellas otras lagunas estén a salvo.

    V
    Hasta aquí el primer acto: reparan la tubería, tapan el hueco y se van. Un enjambre de camarógrafos y reporteros de la TV local y prensa de la gobernación hacen alarde de la magnífica obra. El mismo gobernador, en su programa de TV semanal, muestra con orgullo su ejecutoria. Nadie dice nada sobre la laguna.
    A pocos meses del primer episodio, la ingrata tubería se rompe a apenas 30 metros del sitio inicial. Nuevamente, hay que esperar un mínimo de 15 días para vencer la inercia de la gobernación, mientras la mierda va derechito para la laguna, se desatan epidemias de diarrea y vómitos en las escuelas públicas (y privadas también, que la mierda es democrática) y el hedor se apodera del barrio. Como esta ciudad está a nivel del mar, el agua no drena naturalmente en las calles: todas las cunetas del barrio rebosan entonces de aguas negras.
    Llegan las maquinarias, los ingenieros, los obreros (y los fotógrafos), y comienzan los trabajos: por una semana o más le echan bolas a tiempo parcial, hasta que logran reemplazar el tubito de marras. Se van pa’l coño y dejan el segundo hueco sin tapar por ¡más de un mes!
    Precisamente en diciembre, para pasar la navidad y el año nuevo tragando miasmas.

    Continúa...

    ResponderBorrar
  5. viene del comentario anterior...

    VI
    Sorprendentemente, aparece un camioncito en enero, con unos eficientes obreros y máquinas de soldar, y en cuestión de dos horas levantan una magnífica valla, de las ya descritas, aunque sin la cara de Tarek, no vaya a ser que la pestilencia produzca algún rictus en su plácida y maquillada expresión. No han terminado de irse los instaladores de la valla, cuando llega un fotógrafo y plasma las imágenes, huelga decirlo, de la valla con los manglares al fondo, todo muy lindo. Mientras, el estrafalario y repugnante hueco con su mierdero humedeciendo la arena, muy ufano a sólo 5 o 6 metros de la valla.
    Por si fuera poco, a los días, y sin haber terminado de tapar la excavación, se dan cuenta que nuevamente está brotando y entonces viene una cuadrilla y le hace un murito de arena y un canal para que el agua de mierda vaya directo hasta ¡adivinaron! la laguna…

    VII
    El clímax de esta fastidiosa historia es que a otros 50 metros por la misma calle, adentro en el barrio (uno de los tres barrios de Lechería, por cierto) y con una obra vergonzosamente inconclusa, empieza a brotar agua de mierda por debajo de la calle.
    Hidrocaribe apaga entonces las bombas que impulsan las aguas hacia el sistema de tratamiento, ubicadas justamente al frente del nuevo manantial, y ahora es que comienza lo bueno: mierda brotando por toda Lechería, por todas las alcantarillas, el CDI del barrio no se da abasto, las clínicas privadas gozando una bola con las colas de carajitos con vómitos y diarrea, los pediatras privados a Bs.F 250 la consulta full, y las cajas registradoras de Farmatodo repletas.
    A esta hora de la tarde (2:40 pm) hay varios chamos del barrio jugando descalzos con las aguas negras de la calle...

    FIN
    Mientras tanto, desde una valla se nos grita que así no se hace una revolución.

    PD
    El alcalde de Lechería, escuálido por supuesto, colocó hace algunos meses una vallita significativamente más pequeña casi en el mismo sitio, en la que prohíbe botar basura en la laguna. Por supuesto, no recogió ni una lata en los alrededores de la vallita, pero sí que le tomó fotos y las publicó en un artículo a todo color celebrando su primer año de gestión, en el periódico más recalcitrantemente escuálido de la zona.
    La valla de este guevón por lo menos se nota menos, y aunque también nos mama el gallo, ya sabemos que el carajo es un pobre adequito, no le estemos pidiendo peras al “horno”

    Por ahora, sólo las iniciales.
    Un abrazo,

    JB

    ResponderBorrar
  6. Dany aporta la clave, que luego retoma el Duque:
    Sólo el pueblo salva al pueblo.

    Duque:
    En otra palabras: ha muerto Perrovisión. ¡Que viva Perrovisión!

    Wilfredo:
    Exactamente compa, yo me hago la misma pregunta: vamos a ver cuál va a ser la crema en septiembre. Cuánto politiquero con discursillo de gerente no se nos colará por la tronera que dejan nuestras fallas.
    Un abrazo.

    La denuncia del primo JB, grave en sí, trae a colación un fenómeno que siempre me ha intrigado: el de las vallas.

    Se entiende la necesidad, y casi pudiera decirse que la obligación, de rendir cuentas sobre las obras realizadas, especificando montos y ejecutores responsables.

    Pero como muy bien lo expone JB, no siempre se corresponde la realidad de la valla con la realidad de la obra sin iniciar, sin terminar o simplemente mal hecha, casos en los cuales la valla no otra cosa que expresión de una farsa. ¿Cuántas vallas no son un monumento al mal gobierno?

    ResponderBorrar
  7. Epa.
    Perrovisión vive, pero no en Caracas.

    ResponderBorrar
  8. Coño primo, parece que tenemos poder. Este va a tener que ser, por defecto, el foro de la denuncia:
    la semana pasada repararon la tercera ruptura del imponderable tubito de 16 pulgadas, echando, no faltaba más, la mierda para la laguna, pero con sorprendente diligencia hicieron los trabajos.
    Además, amanecieron hoy lunes apuraditos tapando el hueco viejo... como que hubo jalón de orejas.
    De nuevo, por email las fotos correspondientes.

    Un abrazo,

    JB

    ResponderBorrar