Sobre uno de mis grandes amores, que comparto con la inmensa mayoría del pueblo venezolano).
********
Sólo una circunstancia tan feliz como el inicio de una nueva temporada de beisbol profesional pudo servir como atenuante de las derrotas que recién sufrieron nuestras selecciones nacionales de fútbol.
Sin ánimos de concitar falsos dilemas, es justo reconocerlo: el venezolano es un pueblo beisbolero que sueña con ir a un Mundial de fútbol. Mientras la dicha llega, nada como el éxtasis que produce el beisbol. Si el fútbol es esa mujer que cortejamos inútilmente, el beisbol es nuestra amante apasionada. Lo más observadores habrán notado que no por casualidad la fanaticada más festiva, ruidosa y combativa del beisbol venezolano hace acompañar sus cantos de furiosos repiques de la misma samba que los más desprevenidos sólo son capaces de asociar al fútbol brasilero. Poetas, intelectuales, bichos de uña: si no han bailado con la samba de La Guaira, no han descubierto el verdadero significado de la palabra goce.
Nada retrata más fielmente el alma del pueblo venezolano que el ambiente que se respira en un estadio de beisbol. Quien desee hurgar en sus profundidades, conocer sus anhelos y temores, que asista a un estadio a casa llena. La complejidad, la sutileza, la estrategia, la belleza que definen al beisbol, sólo se compara con la sabiduría con que el fanático promedio enfrenta cada desafío. El pueblo venezolano no sólo ama el beisbol: a través de él ha aprendido a encarar la vida. El estadio es una escuela donde se aprende a ganar, a perder, a remontar cuando la cuesta es alta, a perseverar, a no darse por vencido hasta el último out. En el terreno se conoce a los líderes verdaderos y en la tribuna se imparten lecciones de fidelidad.
Bien se trate de un jonrón, de un blanqueo, de un toque de bola perfectamente ejecutado, de un squeeze play suicida o del hit para dejar al contrario en el terreno, valen las palabras que Vinicius de Moraes escribiera a propósito del inmortal Garrincha: “En éxtasis, la multitud contrita / en un acto de muerte se alza y grita / en unísono canto de esperanza”. El beisbol es una guerra a muerte, pero sin muertos, o como lo definiera Osvaldo Soriano, sólo que refiriéndose al fútbol: “Tiene la significación de una guerra sin muertos, pero con conflicto. Con drama, reflexión e ironía. Y amalgama a la familia, cosa que no consigue la política”.
Por eso, en 2002, todos supimos que tendríamos Chávez para rato cuando las elites decidieron suspender el beisbol profesional. Por eso no terminamos de entender, y no hay excusa que valga, por qué ninguna televisora transmitió, el pasado 9 de octubre, la inauguración de la presente temporada. Después que no vengan a reclamarle al umpire.
********
Si Vinicus de Moraes le compuso un poema, El ángel de las piernas tuertas, el chileno Manuel Picón también le compuso su canción a Garrincha, que interpreta el uruguayo Alfredo Zitarrosa.
********
Del argentino Osvaldo Soriano, no dejen de leer su relato El penal más largo en el mundo. Una verdadera joya de la literatura. Uno de los mejores cuentos que haya leído.
********
Por último, les dejo dos videos:
El primero es de diciembre de 2007, y registra la celebración de la fanaticada de los Tiburones de La Guaira al término de un juego en que La Guaira dejó en el terreno a los Navegantes del Magallanes. Dura poco más de seis minutos. Aunque el audio es bastante regular, el video permite hacerse una idea más o menos aproximada del ambiente que se disfruta en el Estadio Universitario de Caracas cada vez que los Tiburones resultan vencedores.
El segundo - casualidad: del mismo usuario YouTube, "elpanatibu" - data de enero de 2008, y si mi memoria no me falla, fue grabado en el Estadio José Pérez Colmenares de Maracay. También dura poco más de seis minutos. El audio está mejor.
No me queda claro el por qué la decisión de no transmitir el beisbol profesional (sobre lo cual no se da ninguna explicación aquí) lleva a la conclusión de la permanencia política del presidente.
ResponderBorrarPor otro lado, y tratando de seguir la argumentación subyacente quien-le-pega-al-beisbol-va-contra-el-alma-del-país, no se menciona la influencia, supone uno que negativa, de interrumpir la transmisión del beisbol profesional (cuando había) mediante transmisiones conjuntas (léase: cadenas). Saludos.
"Leon leon leon leon leoooon, leon len"... Nos vemos en el universitario Reinaldo.
ResponderBorrarpero de pana que uno siempre se va pa los laos de primera cuando el juego es contra La Guaira, Total la casa es de los 2, contra Magallanes pa tercera... Ley Misteriosa del Fanatico Caraquista.
Usted está cada vez mejor....
ResponderBorrarCuando puedas lee "Instrucciones para elegir" de Alejandro Dolina.
Corbu:
ResponderBorrarTal vez no te queda claro porque en ninguna parte planteé eso.
No ofrezco ninguna explicación sobre por qué no se transmitió la inauguración de la temporada, porque no la tengo, y si la tuviera, no me correspondería a mí hacerlo.
Sobre las cadenas: tengo rato haciendo un ejercicio de memoria, y no recuerdo ninguna ocasión en que se haya interrumpido un Caracas-Magallanes o un juego de Round Robin o de alguna Final. ¿Tú sí?
Sí recuerdo clarito que los golpistas de este país se encadenaron durante dos largos meses, a propósito de un "paro cívico" criminal y absurdo, y suspendieron el beisbol. ¿Te acuerdas de eso?
Carlos Montes:
Si cuando el Caracas es home club permitiera que la samba tocara, el ambiente sería mucho mejor. Vamos a ver cuándo vamos pa un juego.
Se le quiere, el mío.
Verbo:
Gracias che. Lo voy a leer.
Discúlpame el fisking, pero creo es la forma más apropiada de contestar lo que dices en tu respuesta:
ResponderBorrar#1 "Tal vez no te queda claro porque en ninguna parte planteé eso".
De entrada lo dices así: "Nada retrata más fielmente el alma del pueblo venezolano que el ambiente que se respira en un estadio de beisbol. Quien desee hurgar en sus profundidades, conocer sus anhelos y temores, que asista a un estadio a casa llena ... Por eso, en 2002, todos supimos que tendríamos Chávez para rato cuando las elites decidieron suspender el beisbol profesional".
Las palabras Por eso vinculan lo que viene después con lo que viene antes, por lo tanto planteas que la permanencia del presidente "para rato" se debe (es causado, pues) a la decisión de las élites de no transmitir el beisbol profesional. Por lo tanto sí lo planteaste, y no veo porque necesitas desdecirte.
#2 "No ofrezco ninguna explicación sobre por qué no se transmitió la inauguración de la temporada, porque no la tengo, y si la tuviera, no me correspondería a mí hacerlo".
Me parece que, a título informativo, ya que escribes para un medio de comunicación, podrías investigar las razones que tuvieron las élites para no transmitir el beisbol, ya sea que estés de acuerdo o no con ellas. Todo esto, claro, dependiendo de tu opinión sobre el papel de los medio de comunicación y si es relevamente tener eso en cuenta a la hora de escribir tus artículos, que a lo mejor no lo es.
#3 Sobre las cadenas: tengo rato haciendo un ejercicio de memoria, y no recuerdo ninguna ocasión en que se haya interrumpido un Caracas-Magallanes o un juego de Round Robin o de alguna Final. ¿Tú sí?
Afortunadamente para la memoria existen el Ginkgo-Biloba y Google. (Dic/08 Caracas-Magallanes http://www.eluniversal.com/2008/12/03/beive_art_leones-toman-la-trib_1174644.shtml no voy a hacer toda la tarea por tí). En cualquier caso, ¿no te parece muy raro escribir un artículo tan sentido y apasionado sobre el beisbol, revelando tu vena de fanático sobre el tema y no recordar ninguna interrupción de un juego Caracas-Magallanes, ni siquiera un año atrás?
#4 Sí recuerdo clarito que los golpistas de este país se encadenaron durante dos largos meses, a propósito de un "paro cívico" criminal y absurdo, y suspendieron el beisbol. ¿Te acuerdas de eso?
Sí, sí lo recuerdo, sin Ginkgo-biloba ni Google de por medio, es más, ya lo mencionaste al principio de tu artículo.
Agradezco tu respuesta, pero no contestas a la pregunta que hice en mi primer comentario, claro está, que en vista de lo que planteas en el punto #3 es comprensible que no lo hagas, quizá para otra ocasión. Saludos.
Corbu:
ResponderBorrar1. Me enternece que venga alguien a intentar demostrarme que yo planteé algo que no planteé. En honor a tu vano esfuerzo, me tomo la molestia de explicarte:
El último párrafo, el que comienza así: "Por eso...", viene inmediatamente precedido de esta frase, que pertenece a un escritor argentino que se llama Osvaldo Soriano: "Y amalgama a la familia, cosa que no consigue la política".
Ponte bruto y elimina al beisbol, y gánate el rechazo del pueblo venezolano. Dicho en criollo: "El que le pega a su familia se arruina".
No veo por qué necesitas escribir que me desdigo, cuando el que no leyó bien fuiste tú.
2. Podría. Obviamente lo hice. ¿Lo hiciste tú? Podrías.
3. No me parece raro en lo absoluto, y te voy a explicar por qué: porque como conocedor y fanático del beisbol venezolano, no me hace falta recurrir a Google para saber que una cadena presidencial durante un Caracas-Magallanes podrá ser la excepción, pero no la regla. Tendría que ser bastante necio para acometer una tarea tan inútil.
Te sugiero que utilices las herramientas a las que aludiste, para que te hagas una idea de la cantidad de Caracas-Magallanes que no han sido interrumpidos por cadena alguna. Luego, puedes sacar la proporción. Te digo, aquí entre nos: ese es un indicador bastante revelador. Ayuda a sacar de dudas, pero sobre todo le evita a uno hacer el ridículo, exponiendo conclusiones apresuradas y sin sustento.
¿Qué pasó? ¿No fuiste capaz de ubicar ningún juego de ninguna Final de los últimos diez años?
4. La pregunta implícita en mi artículo (es decir, eso que uno plantea con la confianza depositada en que los buenos entendedores sabrán leer entre líneas), es ésta:
¿Por qué ninguna televisora transmitió la inauguración de la presente temporada?
Comprobado: los malos entendedores prefieren responder con preguntas.
Para no entrar en polémicas semánticas inútiles, que sea el punto #1 como tú lo explicas, al fin y al cabo tú lo escribiste y es tu redacción.
ResponderBorrarSobre el punto #2, te lo planteaba porque en este caso tú eres el comunicador y yo el lector y no encontré esa información en tu texto; por eso preguntaba, porque lo ignoro. Pero también dejaba allí que tal vez no te interesen cosas como esa (investigar, presentar otros puntos de vista) en tu papel como comunicador, algo perfectamente válido.
Sobre el punto #3, lamentablemente tengo que volver a citarte: "Sobre las cadenas: tengo rato haciendo un ejercicio de memoria, y no recuerdo ninguna ocasión en que se haya interrumpido un Caracas-Magallanes o un juego de Round Robin o de alguna Final. ¿Tú sí?"
Subrayado está el texto donde afirmas que no puedes recordar ni un juego Caracas-Magallanes interrumpido por una cadena. Te cito por lo menos un juego de hace apenas 10 meses atrás. En primer lugar niegas tajantemente que haya habido ninguna interrupción. Luego cuando te demuestro que por lo menos ha habido una, cambias la seña: "Bueno sí, ha habido interrupciones pero esa no es la regla".
Allí están tus palabras, primero niegas tajantemente y luego te vas por la tangente. Y sí, es extraño que no puedas recordar esas interrupciones porque muchos fanáticos las recuerdan. Pero, obviamente, existen distintos niveles de fanatismo. (Por cierto, apenas un mes antes de la interrupción que cito, hubo otra, en noviembre, casualmente también durante un Caracas-Magallanes, dos interrupciones en menos de un mes.)
Los males entendedores preguntamos. ¿Qué hacen los malos "explicadores"? ¿Explicar de mala gana, a la defensiva, como si estuvieran haciendo un favor?
En todo caso la pregunta de mi primer comentario sigue en pie y sin respuesta. Algo tan sencillo como decir que no quieres, que no es pertinente o no te interesa responderla, es perfectamente válido y yo lo aceptaría sin problemas, porque nos ahorraría mucho tiempo tanto a tí como a mí.
Corbu escribió:
ResponderBorrar"¿Qué hacen los malos 'explicadores'? ¿Explicar de mala gana, a la defensiva, como si estuvieran haciendo un favor?".
Mi hermano, la verdá es que no sé. Ve y pregúntale a un mal explicador.