30 de marzo de 2012

Cuando faltan los escrúpulos y sobra la soberbia





Todas las caricaturas son de Rayma, y fueron publicadas en El Universal los días 7, 13, 20 y 26 de marzo, de arriba abajo. El mensaje es perfectamente coherente: los chavistas (representados por el militante del PSUV y por los "grupos violentos", en las dos primeras imágenes) encarnamos, pues, la violencia. Simple, claro, directo, sin rodeos. La misma violencia que asesina a los venezolanos de la tercera imagen (nótese la estrella roja en el centro de la diana). Luego, ¿quiénes son los que dicen que "la delincuencia no existe"? Obvio: los chavistas, que son los responsables de la violencia. Esto es incitación al odio por motivos políticos, en nombre del derecho a la libertad de expresión.

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Una de las razones que terminó por dar al traste con la vieja clase política, mayoritariamente adeca y copeyana, fue el convencimiento popular sobre su absoluta falta de escrúpulos, su desfachatez, su soberbia.

Falta de escrúpulos porque, llegados a cierto punto, juzgaron innecesario ejercitarse en el examen de conciencia, porque se creyeron más allá del bien y del mal, inalcanzables para el escrutinio popular. Desfachatez, por la manera como ostentaban su riqueza mal habida, su catálogo de vicios. Soberbia porque, como lo diría el filósofo Spinoza, se habituaron a estimar a los demás "en menos de lo justo", a considerarse superiores.

Convertida en oposición, esa misma clase política ha hecho muy poco, y en algunos casos simplemente no ha hecho nada, para tratar de comprender las razones de su derrota. Por regla general, en sus análisis predomina el mismo desprecio por el pueblo que hace mucho le perdió, con razón, todo respeto.

Obnubilada, enceguecida por la adversidad, se conforma con atribuirle sus desventuras a la trampa, al engaño, al accidente. Según ella, su adversario, el chavismo, nunca triunfa en buena lid. Porque no es capaz, porque carece de atributos para lograrlo. Sólo la vieja clase política es capaz, aunque la realidad se encargue de desmentir esta premisa todos los días, aunque los hechos nos confirmen, a cada paso, su impotencia.

Este pathos, esta radical imposibilidad para reconocer que su destino ha sido exactamente el que se merece, para admitir sus graves errores, para asumir, en fin, su responsabilidad, ha sido heredada por el grueso de su base social que, si bien evita identificarse abiertamente con una clase política que califica como impresentable, ha hecho suya la práctica de delegar siempre en otro la responsabilidad de todo cuanto acontezca, en particular si se trata de hechos repudiables, condenables.

No importa cuántas veces se atente contra la democracia, ni todo el odio vertido contra el pueblo chavista: para el antichavista promedio el responsable siempre será otro, y casi siempre un señor de apellido Chávez. El principio y el final, eso es Chávez. Sobre todo un final que no llega, pero que se anhela con fervor.

Ya lo decía el mismo Spinoza, sobre el soberbio: que es "necesariamente envidioso", porque así como menosprecia a quienes considera inferiores, experimenta "un odio mayor a quienes más son alabados a causa de sus virtudes… y sólo se deleita con la presencia de los que siguen la corriente a su impotente ánimo".

Esta misma impotencia de ánimo, la misma y característica desfachatez, pero fundamentalmente su falta de escrúpulos, es lo que vuelve a exhibir la oposición cuando, una vez más (y ya son incontables), pretende hacer la peor de las politiquerías usando como pretexto el espinoso y delicado asunto de la criminalidad. Un ejercicio de politiquería que hace mucho superó los límites de lo tolerable.

¿Por qué? Porque en materia de seguridad ciudadana, entre muchas otras, a la clase política antichavista no le calza el mote de "oposición". Porque ella ejerce funciones de gobierno en algunos de los estados más importantes del país y controla centenares de alcaldías; porque la mayoría de esos estados (Miranda, Zulia, Carabobo, Táchira…) puntean en la tabla que registra la incidencia delictiva a escala nacional.

Por tanto, ella es absolutamente corresponsable de la situación. Por si no bastara con lo anterior, está comprometida hasta los tuétanos con la podredumbre y corrupción históricas de los cuerpos policiales. Más grave aún, del campo antichavista no ha surgido una sola propuesta, tan solo una, que ofrezca pistas para enfrentar el problema en el marco del respeto a los derechos humanos; es decir, sin ceder al chantaje de los discursos que criminalizan la pobreza y postulan el "plomo al hampa" como fórmula mágica.

Es muy fácil escurrir el bulto, asumirse como "oposición" y gritar histéricamente que el problema es justamente que Chávez no reconoce siquiera el problema, que lo despacha como una "invención" de los medios. Pero el problema, obviamente, no sólo existe, sino que es grave. Al contrario, lo intolerable consiste en "inventar" un país en el que la clase política antichavista, sobre todo quienes ejercen funciones de gobierno, no son responsables de absolutamente nada.

15 comentarios:

  1. Saludos, Reinaldo,

    Te propongo el siguiente Gedankenexperiment en la ciencia de la Historia.

    Imaginemos a un historiador de siglo XXII escribiendo la siguiente variación de uno de tus párrafos.

    “Una de las razones que terminó por dar al traste con la clase política x fue el convencimiento popular sobre su absoluta falta de escrúpulos, su desfachatez, su soberbia.”

    Sustituye la variable x por sus posibles valores. ¿Qué nos diría el experimento?

    Gustavo J. Mata

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  2. Que lo mismo vale para cualquier clase política.

    Por esa razón he escrito esto: El Rodeo: Estado, mafias, revolución; y también esto: (Serie música) Madrugonazo.

    Pero como tú sabes, estimado Gustavo, tantos los experimentos como las intervenciones públicas se realizan en determinados contextos, es decir, que las coordenadas de espacio-tiempo son muy importantes, y hacen que unos u otras sean impertinentes o no, oportunos o no.

    Y en este lugar y este tiempo me parece necesario hacer algo, cualquier cosa, por pequeña que sea, por neutralizar los terribles efectos que puede producir (y ya produce) una muy intensa y sostenida campaña de odio político dirigida contra el chavismo.

    Sí, chavismo. Chavismo. Chavismo. ¿Produce escozor la palabra? ¿Vergüenza, acaso? ¿Rechazo? ¿Miedo? ¿Rabia? ¿Usted lo piensa dos veces para identificarse como chavista en ciertos espacios? ¿Usted le da vueltas al asunto, buscando pretextos para no identificarse como chavista, porque usted es un "revolucionario"?

    (El "usted" es genérico, no va dirigido a Gustavo).

    A eso me refiero. Y esos son de los efectos menos graves.

    ¿Hablamos de los más graves?

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  3. Muy cierto, Reinaldo,

    El hecho de que la clase política en el gobierno sea funcionalmente equivalente a la que está en la oposición, no quiere decir que la sociedad venezolana sea políticamente homogénea.

    La injusticia sigue estando a la vista. Y justifica la esperanza—el ánimo de luchar para trascenderla.

    Pero en este momento, ¿cuál es el peligro más serio que enfrenta la esperanza? ¿Qué gane la oposición?

    No lo creo. El gobierno tiene en sus manos las mismas armas que le permitieron a AD y Copei mantenerse en el poder durante cuatro décadas.

    ¿Es correcto usar la lucha política para justificar la falta de escrúpulos, la desfachatez y la soberbia?

    Gustavo J. Mata

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  4. Gustavo:

    Ya creo entender en qué punto se diferencian nuestros enfoques: tú estás hablando de la política entendida como disputa e incluso antagonismo entre clases políticas. De hecho, las haces equivalentes, con lo cual no estoy de acuerdo.

    Existe, es cierto, una firme tendencia a reducir el antagonismo político a la "política boba" o, dicho de otra forma, a la pelea que responde a la "lógica de las dos minorías". Pero eso no hace "equivalentes" a las fuerzas políticas (tan sólo a los personajes que actúan de acuerdo a aquella lógica), ni hace equivalente a Chávez con Alfaro Ucero.

    Capriles lo sabe bien (o supone uno que lo sabe), y por eso trata de parecerse a Chávez, es decir, trata de ser su "equivalente".

    Pero nuestra diferencia fundamental es que yo no entiendo la política como cosa exclusiva de clases políticas y gobiernos. Por eso mi artículo trata del chavismo, del odio proferido, de manera pública e impune, contra él, en tanto sujeto político.

    No es una "defensa" del gobierno. No estoy "justificando" nada.

    Dicho esto, agrego, sin duda alguna: actualmente, el principal peligro que acecha a este país no es que gane la "oposición", sino que gane una clase política antichavista que está, de hecho, gobernando en muchos lugares, en lugares muy importantes, que tiene muchos años gobernando (en algunos casos, tantos como Chávez), y no tiene un solo ejemplo que mostrar en cuanto a prácticas de gobierno democráticas, es decir, orientadas al combate de la exclusión y de la explotación.

    Por si fuera poco, jamás asume su responsabilidad en nada.

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  5. Reinaldo,

    Entonces estamos de acuerdo. En la medida en que ha cambiado la actitud de la gente hacia los asuntos de interés colectivo la política, entendida como los asuntos que conciernen a todos los ciudadanos, sí ha cambiado, radicalmente.

    Esto es innegable.

    Pero el poder de facto sigue concentrado en manos de una clase política cuyos miembros actúan como lo han hecho durante más de medio siglo: como capataces privilegiados de un campamento petrolero.

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  6. El Psuv y la MUD son organizaciones políticas cuyas direcciones representan a distintos sectores de la burguesía venezolana. ¿Tienen derecho los sectores populares a dotarse de herramientas políticas propias? Estamos convencidos de que sí. El nacionalismo burgués de Chávez ya mostró hasta dónde podía llegar. Desde la izquierda es necesario levantar las banderas de la revolución y el socialismo que el gobierno viene arrastrando. Saludos http://laclase.info/nacionales/por-que-no-se-puede-confiar-en-la-mud

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  7. Se me escapa el proceso mental por el cual un articulo cuyo propósito es:

    "[Es] necesario hacer algo, cualquier cosa, por pequeña que sea, por neutralizar los terribles efectos que puede producir (y ya produce) una muy intensa y sostenida campaña de odio político dirigida contra el chavismo.",

    genera comentarios acerca de los defectos/límites comunes a las clases políticas venezolanas en el gobierno.

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  8. Pues, porque también "es necesario hacer algo, cualquier cosa, por pequeña que sea, por neutralizar los terribles efectos que puede producir (y ya produce) una muy intensa y sostenida campaña de odio político contra" todo lo que no sea chavista, incluyendo a la izquierda no-chavista. Para una muestra, la persecución laboral contra los trabajadores en Guayana, acusados de guarimberos por el hecho de defender sus derechos ante los atropellos del chavismo.

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  9. Sólo falta que venga Rayma a decir que también hay una campaña de odio político en su contra.

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  10. Tanto la derecha opositora como la chavoburguesía a veces asumen su responsabilidad por algunas cosas. Por ejemplo, varios voceros de la MUD han admitido que fue un error no participar en las elecciones de la AN en 2005. De igual manera, el gobierno ha admitido su responsabilidad en el caso de Pdval... bueno, en realidad no lo ha hecho, pero lo podría haber hecho. Y ello no hace que sean menos nefastos los dirigentes de la MUD o del chavismo, el hecho de que de vez en cuando admitan haber cometido algún error. Porque el problema no está en los errores que cometen, sino en los "aciertos" que cometen, en tanto enemigos del movimiento popular. Cada vez que tienen éxito, nos joden. Ese es el verdadero problema. Desde nuestro punto de vista, claro. Es entendible que desde el Psuv prefieran lamentarse por las caricaturas de Rayma, y desde la MUD quejarse por los insultos de La Hojilla, para distraernos de nuestros verdaderos problemas, como lo son la falta de empleo estable, la precariedad de los salarios, la falta de vivienda, el altísimo costo de la vida, la precariedad de los servicios de salud y educación pública, etc.

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  11. Anónimo del 6 de abril a las 14:36:
    Más allá del profundo aburrimiento que me produce tener que responder a un comentario que vuelve con lo del enfrentamiento gobierno-oposición, tengo que admitir que estoy ansioso por ver el día en que ustedes, los impolutos, hagan la revolución en este país, para aplaudirles el hecho de que resolvieron todos esos mismos problemas que han enumerado, y seguramente muchos más.

    En el fondo, la ultra-preclara izquierda antichavista desprecia tanto al pueblo chavista como lo peor de la burocracia política del PSUV.

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  12. Compañero Reinaldo, si me permites que te llame así, no es muy justo que te victimices, diciéndote "en el fondo despreciado como parte del pueblo chavista" para justificar tu ataque poco político a los "preclaros y puristas" que no apoyan a Chávez. Creo que la verdadera diferencia entre nosotros es que tú ves en Chávez a un aliado del movimiento popular para erradicar a la burocracia del Psuv, mientras que nosotros vemos en Chávez a un aliado de la burocracia del Psuv en el propósito de maniatar y domesticar al movimiento popular. Para la muestra un Diosdado, o cualquiera de los diputados, gobernadores o alcaldes a los que Chávez levanta la mano y luego protege de cualquier denuncia o intento contraloría social. ¿O a quién crees que le sirve ese desenfrenado culto a la personalidad promovido por el sistema nacional de medios? Saludos

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  13. Estimado compañero Anónimo:
    El tono de mi comentario previo tiene que ver con el hecho de que usted insiste en desviarse del asunto central planteado en el artículo.

    Pero además, lo hace empleando recursos que son muy propios del antichavismo, a saber: usted se detiene en uno o en veinte personajes en posición de gobierno, subraya sus miserias, porque a usted no le interesa saber un carajo del chavismo como sujeto político, con todo y lo que eso implica en cuanto a diversidad, tensiones, contradicciones y por supuesto virtudes (y no sólo miserias).

    Usted afirma que Chávez es esto o lo otro, y tal parece que el único capaz de darse cuenta de eso es usted, el genuino representante de las ideas revolucionarias. Usted conoce una verdad inaccesible para el resto.

    Pero me gustaría leer sus reflexiones sobre el pueblo chavista. ¿Qué piensa de él? ¿Por qué apoya a un hombre como Chávez? ¿Por qué apoya esta revolución, a pesar de los nefastos burócratas y de los ladrones y de los bandidos? ¿Porque es idiota o ignorante? ¿Porque le falta "formación política"? ¿Porque está manipulado?

    Luego, si no es mucha molestia, me gustaría saber lo que piensa de la sistemática y encarnizada empresa de criminalización de la que ha sido víctima el chavismo desde que existe como tal.

    Supongo que usted, que se dice de izquierda, no siente ninguna inclinación por hacerse cómplice de ella.

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  14. El que tenga ojos que lea. En ningún momento he insultado a la gente que apoya a Chávez. Por otra parte, sería muy bueno recordar que incluso en el chavismo ha habido voces de alerta contra el carácter del liderazgo de Chávez, en tanto aliado incondicional y protector de la burocracia y la chavoburguesía. Por ejemplo, Tascón, en varias oportunidades lo dijo, y lo tuvo que sufrir cuando intentó que se abriera una investigación contra el hermano de Diosdado. Chávez intervino para impedir que se averiguara, Tascón fue insultado y vejado, se dijo que era de la CIA entre otras cosas. Iturriza dice que el único que se da cuenta de que con Chávez mandan Diosdado, Maduro, Jaua y el resto de la burocracia, es quien escribe estas líneas... Pero veamos lo que escribió Müller Rojas en su último artículo: "Hoy todos los ciudadanos saben que no son los alcaldes, gobernadores y ministros los que engañan al Presidente. Saben que es éste quien rota, apoya, cambia, premia o castiga a su séquito (la burocracia de un régimen carismático)". Yo creo que cada vez más hay una conciencia de esta situación, incluso en las bases chavistas. Las causas del apoyo a Chávez pueden ser muchas: un sano odio a la derecha opositora, el peso histórico de las victorias contra el golpe y el sabotaje, el hecho de que aún no han sido desmontadas todas las conquistas sociales obtenidas en esta década, el conservadurismo (mejor malo conocido...), o las expectativas en un cambio en un futuro indeterminado. En todo caso, la incapacidad de un gobierno burgués como el de Chávez para dar respuesta a las expectativas de su base social (no estamos hablando de los empresarios y funcionarios que le deben todo a este gobierno, sino de la gente humilde), llevará más temprano que tarde a muchos a dejar de apoyar a este gobierno. De hecho ya eso está ocurriendo. Una de las tareas de la izquierda es dialogar con ese sector que está rompiendo para que no vaya a la MUD, creo yo. Saludos

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  15. Compañero Anónimo:

    1) Le escribí en dos ocasiones que usted confunde deliberadamente gobierno con chavismo, lo que es un índice inocultable de pobreza de análisis. Finalmente, escribió algo sobre el chavismo. Se lo reconozco y lo felicito por eso.

    2) Usted dice: "Iturriza dice que el único que se da cuenta... es quien escribe estas líneas". Lo que está haciendo es invirtiendo el sentido de lo que escribí. Obviamente usted no es el único. Pero actúa como si lo fuera. A eso me refería.

    3) "Yo creo que cada vez más hay una conciencia de esta situación, incluso en las bases chavistas". Cuando usted se decide y finalmente dice algo sobre el chavismo, no puede evitar hacerlo en este tono característicamente condescendiente.

    4) Lo que nos distingue a los chavistas de la gente que opina como usted (y está en todo su derecho), es que procesamos nuestras profundas contradicciones internas de otra forma. Es decir, estas contradicciones no son más fuertes que todo cuanto nos hermana. Si lo fueron para usted, insisto, está en todo su derecho. Pero pierde su tiempo cuando viene a recitarnos las líneas del camarada Tascón o las de Müller Rojas. Nosotros sabemos bien lo que dijeron y a quiénes señalaron. No hace falta que nadie nos lo recuerde.

    5) Usted dice: "Una de las tareas de la izquierda es dialogar con ese sector que está rompiendo para que no vaya a la MUD". Gracias a dios que existe la "izquierda". Ya entiendo a dónde ha ido a parar toda la gente arrecha, que sin embargo no ha engrosado las filas de la MUD. Si no fuera por ustedes, que la han guiado, estaría bajo las garras de la derecha.

    Por cierto, no interprete esto último literalmente. Es un chiste.

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