13 de julio de 2011

Chávez humano, Chávez león


Los encuestólogos, pero también figuras menos "expertas", en una clara demostración de que con frecuencia el saber "científico" colinda con el sentido común, han venido advirtiendo sobre los riesgos que para el chavismo traería consigo la sorpresiva "humanización" de Chávez. Sin sorpresa alguna, vuelve a destacar entre los primeros Luis Vicente León, quien recién publicó un artículo en el que dilucida sobre los "costos políticos vinculados a la humanización de su líder".

Más allá de la minucia y de las miserias, del sello personal que le imprime cada cual, lo que corresponde, además de identificarla, es intentar develar hacia dónde apunta esta línea discursiva, qué oculta, qué hace visible.

En principio, la noción misma de "humanización" remite a la impotencia: sin excepción, pareciera como si todos los portavoces de este discurso se reclamaran herederos de aquellos que, a lo largo de la historia, se han creído llamados a ocupar su lugar al lado o al amparo de los dioses.

No hay nada de profano, mucho menos de iconoclasta en las referencias a la "humanización" del hombre. Todo lo contrario, lo que sale a la luz lleva ánimo de revancha: Chávez tiene demasiado tiempo usurpando un lugar que no le corresponde. Si ha logrado ocuparlo durante tanto tiempo, es por trampa, pero también por el apoyo ciego de un pueblo ignorante que lo endiosa. Pueblo que pasa sin pena ni gloria, humanidad arrodillada, embrutecida, brutalizada, para la cual la existencia de los dioses en simplemente inalcanzable.

Hablar de la "humanización" de Chávez para referirse a su debilidad (como consecuencia de la enfermedad), es otra forma de deshumanizarlo. De endiosarlo, al mismo tiempo: porque a los dioses no se les derrota. Sobre todo, es otra expresión de menosprecio por el pueblo. A Dios no se le exige, no se le ordena, no se le interpela. A Chávez sí.

Chávez humano, cuya fuerza radica precisamente en su humanidad desnuda, en su vocación de rebelde, de profano, de iconoclasta, de subversivo que puede contra el Poder. Hablan de "humanización", pero es al Chávez "demasiado humano" al que le temen.

Primer libro del Zaratustra de Nietzsche: el camello, el león, el niño. Recuerda Deleuze: "El camello es la bestia de carga, que lleva el peso de los valores establecidos, la carga de la educación, de la moral y de la cultura. Corre al desierto con su carga y allí se transforma en león: el león rompe las estatuas, pisotea las cargas, realiza la crítica de todos los valores establecidos. Por último, corresponde al león convertirse en niño…". Chávez atraviesa el desierto. El antichavismo cruza los dedos, reza a la diosa fortuna: sabe que frente al Chávez león, está perdido.

2 comentarios:

  1. compa te pasaste con ese texto, tal cual todo al pelo... la interpretación adecuada del bigotuo alemán de las manos de quizás la mejor interpretación contemporánea de Deleuze... el poema de Chávez que acaba de leer reafirma tus palabras, se nombró a sí mismo como león naciente y "cadete niño"... esa lectura en un momento como este del país y del lider me impresiona, un filosofo que en vida fue políticamente reaccionario pero que espiritualmente sigue teniendo tanto para aportar... prefiero mil veces que lea el Zaratustra que El Capital... hoy dijo que la dimensión material y espiritual del socialismo tenía que estar equilibradas, no una más que la otra o una contra la otra... gracias por tu eficacez razonamientos estructurados en palabras sencillas... toda esta situación me conmueve

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  2. EXCELENTE COMENTARIO REINALDO Y MUY BUENO PARA LA REFLEXION DE TODOS LOS QUE VERDADERAMENTE CREEMOS DE CORAZON EN UN CAMBIO NO SOLO DE PAIS SINO DE UN SISTEMA CAPITALISTA QUE VA MAS ALLA DE LAS ESTRUCTURAS FISICAS O BUROCRATICAS...Y ME REFIERO A LAS ESTRUCTURAS MENTALES... PERO SOBRE TODO SEAMOS UN TILIN MEJORES...DIRIA SILVIO RODRIGUEZ.. SEAMOS CON ESE GRAN LEON DE JUDA Y CON EL INVENCIBLE LEON LLAMADO HUGO CHAVEZ... VIVIREMOS Y VENCEREMOS... HASTA LA VICTORIA SIEMPRE...!!!! UN ABRAZO MI CAMARADA...!!!

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