La marcha será mañana jueves 25 de noviembre. El punto de concentración es la Plaza Morelos, a las diez de la mañana, y el lugar de destino será la Asamblea Nacional.
A continuación, comunicado público que circulará el día de mañana.
Ahí nos vemos.
Salud.
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Estamos de pie:
¡Con el comandante Chávez y por el socialismo!
¡Contra el imperio y sus lacayos internos!
¡Contra el burocratismo, la incapacidad, la corrupción y la ineficiencia!
¡Por la unidad nacional alrededor del Proyecto Nacional Simón Bolívar!
¡Por la radicalización democrática de la revolución!
Y hoy levantamos una vez más nuestra voz.
Venimos de lo mas recóndito de la patria, de lo más profundo de la Pacha Mama, para demostrar y decir que somos expresión de un pueblo que no se resignará a ver perdida su esperanza que ha nacido y que crece con la revolución bolivariana. Venimos con nuestros sueños, nuestra decisión inquebrantable de ser libres y de ser protagonistas de nuestra propia liberación.
Venimos con las armas empuñadas: nuestras ideas y nuestra palabra que son las balas de artillería del pensamiento, armas estratégicas en la batalla ideológica y contrahegemónica en la que estamos inmersos como pueblo. Venimos con irreverencia, con firmeza, pero también con lealtad y honestidad. Todos estos son principios irrenunciables de un revolucionario. Lealtad decimos al comandante presidente, lealtad al objetivo estratégico: el socialismo basado en el poder popular, lealtad al PSUV, del que nos reconocemos militantes.
Hoy sentimos que nuestro sueño, nuestra esperanza e incluso nuestro líder están doblemente amenazados. Por un lado, por el imperio norteamericano, que no cesará en sus planes sediciosos contra nuestro gobierno revolucionario, empleando para ello las más variadas formas, técnicas, tecnologías, tácticas y estrategias, y apoyándose en una contrarrevolución, que no oposición, apátrida y fascista que no repara en subordinase a los gringos. Sin duda, éste es el enemigo principal. Esto lo tenemos clarito este torrente de vegueros y pata en el suelo. Que a ellos no les quede la menor duda. Ahora andan envalentonados con los resultados del 26S y con el triunfo de los republicanos en el Congreso norteamericano. Arreciarán con mayor fuerza, intentarán todo cuanto esté a su alcance. Pero aquí estará un pueblo como nosotros, pero elevado a la enésima potencia, para confrontarlos. A la Mesa de Ultra Derecha le decimos que no se confunda, porque este ejército estará de pie principalmente para combatirlos en el plano que corresponda.
Pero las revoluciones cuando son verdaderas, como la nuestra, tienen que estar preparadas para batirse con múltiples, poderosos y complejos enemigos. Hoy tenemos que con fuerzas ha aparecido una amenaza tan peligrosa para los propósitos redentores de este proceso como lo es el imperio y sus lacayos. Nos referimos al burocratismo, a la corrupción, a la ineficiencia, al reformismo. Esa es la otra amenaza a la que denunciamos, a la que hoy, con irreverencia y firmeza, declaramos la guerra política e ideológica. No se puede dejar que nuestra revolución entre en una tendencia irreversible de degeneración burocrática que termine como otras revoluciones en el mundo que fueron derrotadas, más que por la acción contrarrevolucionaria, por la acción solapada y silente de castas de poder que se enquistaron y suplantaron al pueblo. Hoy en la Venezuela bolivariana tenemos claros síntomas de esto y no podemos cruzarnos de brazos. Mucho más porque los efectos que estos flagelos ocasionan son insumos de primer orden que están siendo utilizados por la contra en sus operaciones de guerra psicológica. Cada alcalde o gobernador, cada funcionario, cada dirigente burócrata, ineficiente, corrupto, reformista, es aliado y cómplice de los gringos y sus lacayos, pues con sus prácticas le dan sustento al cuentico de que el socialismo no es viable. Sin dudas hay excepciones.
No pretendemos una cacería de brujas, ni ser francotiradores, denunciamos un fenómeno que es inocultable y que está erosionando el apoyo al comandante y a la revolución por amplios sectores del pueblo-pueblo, descontento entendible cuando en la vida cotidiana se ve cómo el presidente dice una cosa, orienta y ordena, y los alcaldes, gobernadores y funcionarios hacen de ello letra muerta. Cuando se ve que la desidia campea, cuando la burocracia desprecia o subestima las capacidades creadoras del pueblo. Cuando se pretende desde el mellado Estado capitalista que todavía está vivito y coleando, dirigir al movimiento popular, cooptarlo y relegarlo a mero acompañante de las acciones y de política públicas. No decimos que esto sea el espíritu y la propuesta, ni la voluntad, ni la concepción del comandante presidente, quien reiteradamente se pronuncia contra esto, pero el poder del viejo Estado oligárquico es poderoso y en la práctica es su inercia la que se impone.
Esta crítica la hacemos con la mayor honestidad revolucionaria, sin otro objetivo que no sea cumplir con nuestro deber. Entendemos que ésta es una batalla en la que tenemos que asumir toda la responsabilidad. La unidad nacional por delante, pero ello no puede suponer el negar los espacios a la crítica y el debate, y aquí escasean. No todos los que callan son leales ni todos los que cuestionan y critican somos anarquistas. Es cierto que la crítica debe estar acompañada de propuestas y de acciones que demuestren coherencia. Nosotros deslindamos de la ultraizquierda, de aquellos hiperradicales que critican y vociferan desde los manuales, las oficinas o los cafés, pero sin práctica revolucionaria concreta. Lo hacemos con moral, porque hemos estado y estaremos en cada batalla de esta revolución. Lo hacemos construyendo, proponiendo, haciendo. Hoy nos hacemos presentes representantes de miles de consejos comunales de varias regiones del país, de cientos de cooperativas, de decenas de Comunas en construcción y de cinco experiencias piloto de construcción de ciudades comunales, de cientos de milicianos y miles de militantes del PSUV. Todos convencidos de que en esta revolución lo que hay que hacer es hacer, que el camino está trazado, que existe un liderazgo histórico con el que nos la jugamos sin titubeo, que sin duda estamos ante un cambio histórico, pero que el mismo luce amenazado si no se potencia efectivamente el protagonismo del pueblo, opacado por eso que hemos dado en llamar los cuatro molinos a derribar: burocratismo, ineficiencia, corrupción y reformismo.
Para estas luchas, para batirnos organizados y con las ideas empuñadas, nos constituimos en una corriente revolucionaria de pensamiento y acción: la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora. Como bien lo ha reiterado el comandante presidente, nuestra propuesta no es una fracción, no es para dividir ni implosionar el proceso, sino para el encuentro del pueblo tras las tareas más importante de la revolución: la unidad nacional alrededor del comandante Chávez, la construcción del poder popular, la consolidación del PSUV, la consolidación de las milicias nacionales bolivarianas, la lucha contra el burocratismo, el reformismo, la corrupción y la ineficiencia, garantizar la victoria electoral del comandante Chávez en el 2012, entre otras.
Desde ya saludamos las iniciativas anunciadas por líder del proceso, como las Líneas de Acción Política para la Gran Campaña Admirable. Nos ponemos a la orden para acompañarlas y ejecutarlas. Sin embargo, si no se recompone la comunicación con la base, si no se fortalece la columna de cuadros de dirección, y mientras el protagonismo o el papel del pueblo esté secuestrado en un entramado burocrático que merma la acción transformadora de toda propuesta política, nada de esto será efectivo. Por eso decimos que el camino es la radicalización democrática de la revolución, que no es otra cosa que más poder popular, pues sólo con la acción directa del pueblo seremos invencibles.
Al comandante presidente le proponemos:
1. Conformar una comisión nacional que realice una evaluación rigurosa de las gestiones de los alcaldes, gobernadores, teniendo como baremo los lineamientos del Plan Nacional Simón Bolívar.
2. Reeditar los gabinetes móviles como espacios de encuentro directo entre el líder y el poder popular (consejos comunales, Comunas, consejos de trabajadores, consejos de estudiantes, etc.).
3. Aprobación como urgente de las leyes del poder popular.
4. Elaborar un plan estratégico de reimpulso de las Comunas.
5. Reimpulso del Sistema Nacional de Formación de Cuadros del PSUV.
- Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora -
Pensamiento y acción por el poder popular socialista
Impulsemos este pensamiento como el impulso necesario para avanzar en revolución. Presidente. Sabemos que usted está claro. No se desvíe. Patria socialista o muerte
ResponderBorrarVa esto otro en el fundo Aracal (Yaracuy): ‹a href="http://misionboves.blogspot.com/2010/11/encuentro-nacional-de-movimientos.html"›Encuentro Nacional de Movimientos Agroecológicos‹/a›
ResponderBorrarEpa, aquí el enlace al Encuentro Nacional de Movimientos Populares Agroecológicos del que nos habla el Duque. Convocan el Movimiento Campesino Jirajara y el Consejo de Movimientos Sociales del ALBA, capítulos Yaracuy y Lara.
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