El detalle, intentaba explicarles sin mucho éxito, es que no tenía forma de publicarla: aquella entrevista no era "pública", en el sentido de que no había sido publicada en ninguna parte. Se entiende: un buen amigo me decía que había-estado-bien-pero...
- ... ya que andamos en una de crítica y tal: tu exposición fue un tanto torpe, atropellada, y utilizaste muchas muletillas.
- Por mi culpa, por mi culpa...
- Y además, impertinente: ¿qué es eso de hablar de prepotencia e intolerancia? Eso no le va a gustar ni a los prepotentes ni a los intolerantes.
- Es cierto. Por mi culpa, por mi culpa...
Sin embargo, aquí se las dejo - sí, finalmente pude conseguir la grabación hace un par de días. Para que sepan qué fue lo que dije, pero sobre todo para que digan todo lo que yo no supe decir. Porque el momento de hacerse escuchar es ahora.
Salud.
Pana, muy bueno y necesario!!
ResponderBorrarEl que no te entendió, tiene un toscano en la oreja.
ResponderBorrarClarísimo, compa.
Slds.
Te tocó darle, no pensaba que fuera tan difícil de entender
ResponderBorrarnecesitas un traductor
ResponderBorrarAdhiero al título. Las autocríticas no implican degradarse ni aceptar los postulados del otro ni entrar en planteos vergonzantes.
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