9 de noviembre de 2011

Guía mínima para dejar de ser un lector desprevenido


Y viceversa...

Principios que igual valen para todo el que se vea sorprendido frente a un televisor, sin saber muy bien qué hacer o qué pensar.

1. Abril de 2002 nos demostró el enorme poder movilizador de los medios antichavistas. Tanto dieron que la reventaron. A la democracia. Hicieron alarde de su fuerza, nos la tatuaron en la memoria, a fuego de policía y francotirador. Pero el mismo acontecimiento, su desenlace, nos enseñó que incluso un poder tal tiene sus límites. No sólo no es intocable, sino que es derrotable. El juego de la política siempre se decide en la calle.

2. En consecuencia, desconfiar de los análisis que arrojan conclusiones parecidas a ésta: cuando la revolución bolivariana ha sufrido derrotas, es porque el pueblo ha sido manipulado, como cuando la propuesta de reforma constitucional. Un poco de rigor en el análisis, camaradas. Por regla general, apelan al recurso retórico de la "manipulación" quienes siguen considerando, peso a todo, que el pueblo venezolano es una masa bárbara que habría que adoctrinar para que entienda la necesidad de transitar hacia el socialismo.

3. Perdemos el tiempo denunciando el "terror" mediático en abstracto. No indignarse, nunca entristecerse ni escandalizarse. Si nos limitamos a responder con insultos a la empresa sistemática de criminalización del chavismo, contribuimos al envilecimiento del discurso político. La palabra clave es: estrategia. Lo que es preciso develar es la estrategia de los medios: a qué reglas obedecen los discursos que despliegan, qué efectos de poder producen.

4. Desconfiar siempre de los medios que nos enseñan que nada sirve, tanto como de aquellos que nos dicen que todo está perfecto.

5. Tomar nota: desde 2007 se produce un notable y decisivo giro táctico en el discurso del antichavismo. En adelante, y hasta el sol de hoy, su esfuerzo se concentra en la crítica de la gestión del gobierno bolivariano. La respuesta automática de los medios oficiales fue cerrarse a toda crítica popular de la gestión. Esto último hace infinitamente más daño que cualquier táctica de los medios antichavistas. No ceder jamás: es falso que la crítica es contra-revolucionaria.

6. No peleamos por la Verdad, en abstracto. Si llegáramos a creer que estamos "condenados" a triunfar porque encarnamos el Bien, estamos condenados a la derrota. No caer en la tentación de la moralina, que siempre es conservadora.

7. Para dejar de ser un lector (televidente, público, usuario, etc.) desprevenido, un buen comienzo es disponerse a construir medios dignos de lectores prevenidos.

7 comentarios:

  1. Más claro no canta un gallo.
    Te la comiste primo.

    JMBR

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  2. Estoy muy de acuerdo con 5 de 7 puntos, te voy a decir con cuales no los estoy:

    Punto 7: Es verdad que no peleamos por la verdad en abstracto, pero tampoco podemos salir adelante mintiendo u ocultando verdades a conveniencia. Creo que quienes estén al frente de un medio revolucionario tienen que decir la verdad, en las buenas y en las malas.

    En los medios oficiales lamentablemente se ha seguido siempre el modelo de decir la verdad sólo cuando nos conviene (ojo: esa no es una tendencia de este gobierno, sino de TODOS LOS GOBIERNOS que han controlado VTV...). El resultado es que la gente no confía en VTV, y todo el mundo sabe que necesita ver otros noticieros y medios para tener una mejor idea de lo que está pasando.

    Punto 2: Así como estoy en contra de los análisis de que perdimos la reforma porque el pueblo fue manipulado, también estoy en contra de los análisis de que el pueblo siempre tiene la razón. Si el pueblo siempre tiene la razón, entonces hay que retirar la policía del tren de Valles del Tuy y dejar que los más fuertes se coleen y paren a las viejitas y a las mujeres embarazadas de sus asientos... por decir un ejemplo real.

    Sí hace falta poner al alcance del pueblo, de forma simple y sencilla, el conocimiento necesario no sólo para entender el socialismo, sino para crear nuestro propio socialismo.

    Y no es NADA FÁCIL EN UN PAÍS DONDE HEMOS SIDO CRIADOS EN EL SISTEMA DEL "VIVISMO". Desde pequeños se nos enseñó que hay que ser más vivos que los demás, que hay que colearse en la cola, que hay que tener 4 o 5 noviecitas y engañar a cada una diciéndole que es la única. Hay que comprar muchos dólares en Cadivi y venderlos en Panamá para ganar bulllda e rial. Hay que comprar muchas cosas en Mi Casa Bien Equipada para venderlas y tener más rial. Hay que comprar mucha comida en Mercal para luego dársela a mi primo que es buhonero y que la venda en la calle porque eso da billullo. Hay que poner a nuestros niños a entrar coleados en los vagones del Metro a apartar 5 o 6 puestos, porque eso es ser vivos! Y de recompensa les damos galletas para que las coman en el vagón. Y al que me diga algo, le gritamos "ESOOO NO ES PEO TUYOOOO, GUEVOOOON", sin importar si es un viejito de 85 años.


    Ayer un pana a quien le acaban de asignar un apartamento en Coche me contaba cómo sus nuevos vecinos botaban la basura por la ventana, en vez de usar los bajantes. Cuando le hizo un reclamo, le respondieron "ESE NO ES PEOOOO TUYOOO, GUEVOOONNNN, YO BOTO LA BASURA DONDE ME DÁ LA GANAAAAA".

    Quien me diga que todo eso está bien y que no hace falta ninguna concientización, ningún adoctrinamiento, ninguna ideología, definitivamente quiere que ese país se vaya a la mierda.

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  3. Estoy de acuerdo con el comentario anterior. En Venezuela se han instaurado normas sociales que legitiman y coadyuvan la corrupción, que constituyen un "SISTEMA DEL VIVISMO".

    Menciono algunas:

    – Es un güevón quien se inhibe de maximizar su beneficio personal a costa del bien común.

    – Es un güevón quien cree en el trabajo.

    – Los güevones tienen que ser señalados y castigados.

    – Las leyes y normas formales son irrelevantes, son para los pendejos.

    – Valorar la verdad no conviene. La confusión sí, porque permite la incoherencia entre el discurso y la acción, permite la hipocresía extrema.

    ¿Cómo cambiar las normas sociales que legitiman la corrupción? No veo otra que no sea a través de la educación.

    El problema es que el sistema de educación forma parte integral del "SISTEMA DEL VIVISMO".

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  4. Luigino:
    Estar en desacuerdo con quienes defienden una Verdad en abstracto no equivale a defender la mentira.

    ¿De qué va la crítica de la Verdad, con mayúscula? En el hecho de que una revolución no puede fundarse en absolutos. Hay que estar prevenidos contra los "apóstoles" de los medios públicos, que "desmontan" todas las mentiras del enemigo, y cuya palabra es "santa". Basta que se les cuestione algún exceso, algún error, para que salgan a decir que se está atacando a Chávez (es decir, a Dios).

    Por otro lado, ¿tú no has notado que, según los mismos "apóstoles", el pueblo a veces es "sabio", pero a veces es todo lo contrario: el más "ignorante"? Dicen: "el pueblo tiene que saber", "el pueblo no se puede dejar engañar". El pueblo "manipulado" es la mejor coartada para los que tienen como propósito "iluminar" al pueblo, "conducirlo".

    Eso no quiere decir, en lo absoluto, "que el pueblo siempre tiene la razón". Una cosa no tiene nada que ver con la otra.

    Epa, Jesús Miguel, un abrazo primo.

    Gustavo:
    Supongo que alguna razón tendrán con el asunto de lo que llaman "vivismo". Pero mi artículo no tiene nada que ver con ese tema.

    Abrazo.

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  5. Interesantes reflexiones, estamos en sintonía, desde 2007 lo he observado, acá les dejo un panfleto de esa época que está muy relacionado con algunos puntos de tu artículo:
    http://www.rebelion.org/docs/60322.pdf
    Salud

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  6. El pueblo ¿Qué es el pueblo?

    Parece que son un montón de abusadores, vivos, brutos, que necesitan guías, represión, y merecen toda la desconfianza de los que nos son pueblo, porque evidentemente están por encima de ese caótico grupo, porque ellos sí saben portarse bien.

    El general, y seamos objetivos, la mayoría de la gente, no se colea en el metro, ni tira la basura por la ventana, no vende su lavadora, ni roba en CADIVI. La mayoría de la gente, trabaja, hace sus colas, limpia sus casas y sus aceras del frente, cría a sus hijos con amor... Afirmar lo contrario no solo es injusto sino demuestra un profundo alejamiento de la realidad.

    El pueblo tiene razón cuando vemos su andar colectivo, no cuando nos fijamos en en los que se salen por los lados que siempre son minorías aunque sean muy vistosos.

    A veces me da risa esto de explicarle el socialismo a un pueblo que sobrevive a punta de solidaridad. Los pobres no tienen otra forma de sobrevivir si nos es cuidándose entre ellos mismos.

    Estoy segura que mi amigo Joel, motorizado, conserje y líder comunal, puede dar lecciones de socialismo sin haber leído nunca a Marx. Y Él no es la excepción sino la regla.

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  7. Gracias por la aclaratoria, Reinaldo.

    Si entiendo bien, cuando dices "la Verdad, en abstracto" te estarías refiriendo a algo similar a lo que los teólogos llaman la Verdad Revelada: un conjunto de proposiciones recibida de Dios a través de la Biblia y otros textos Divinos.

    Para los creyentes la Verdad Revelada no depende de la razón y la evidencia empírica. Tiene que ser incondicionalmente aceptada por los fieles que deben, además, aceptar la infalibilidad de los representantes de Dios en la Tierra.

    La Verdad Revelada caricaturiza la sabiduría espiritual. También caricaturiza la filosofía social.

    Abrazo

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