Ahora que el antichavismo partidista y pre-electorero anda en una de parecerse al chavismo, de entenderse con sus anhelos y broncas, lo que supone ponerse un guante cuando el pueblo salta al terreno, y luego, cuando toca, agarrar un bate y andar prevenido; ahora que andan en una de joseadores, queriéndonos convencer de que pueden ser como esos tipos que se echan al equipo encima, cuando es necesario, cuando nadie lo esperaba; ahora que los gringos pretenden venir a imponernos sanciones, a dictarnos a quién le vendemos y a quién no nuestro petróleo, y nos advierten que podríamos sufrir "serias consecuencias"; ahora vienen los Capriles Radonski, los Teodoro Petkoff y la MUD en pleno a defendernos del agresor.
Como si hiciera falta.
Así estarán de desesperados.
Allá van, con sus uniformes pulcros de niños bien que no saben lo que es deslizarse en segunda.
Viene Capriles Radonski y abanica: "La industria petrolera es de todos los venezolanos. Todos tenemos que cuidarla y preservarla. Ninguna nación debe unilateralmente generar sanciones a nuestro país". Luego, deja colar, como quien se roba la seña: "El gobierno nacional tiene que ser cuidadoso con los acuerdos internacionales, ya que el manejo de los mismos podrían poner en riesgo nuestro país y las relaciones diplomáticas".
Ajá, el gobierno nacional.
Luego viene Petkoff y le tira con todo: "Las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos a Pdvsa con el pretexto de que ésta 'envió (a Irán) al menos dos despachos de compuestos para gasolina entre diciembre de 2010 y marzo de 2011, valorados aproximadamente en 50 millones de dólares', constituyen un acto típico de esa arrogancia imperial de la cual tanto trabajo les cuesta a los gringos desprenderse". Más adelante, suelta: "No compartimos para nada la alianza política que el gobierno nacional mantiene con el de Irán y nuestro rechazo a sanciones que, en definitiva, no son nada, no significa, en modo alguno, un aval a esas relaciones turbias que existen entre ambos gobiernos, que van bastante más allá de los normales vínculos diplomáticos entre países"
Ajá, el gobierno nacional.
Cuando le toca consumir su turno, la MUD, en boca de Julio Montoya, dice más de lo mismo y un poco más: "Somos demócratas. Nosotros apoyamos de manera irrestricta a Pdvsa. Y es que a esa empresa hay que defenderla de medidas arbitrarias y unilaterales como esta de los Estados Unidos, pero también del gobierno de Chávez".
Ajá, el gobierno de Chávez.
"Que el gobierno no vaya a convertir este tema de Pdvsa en una división entre quienes no la quieren y sí la quieren", alerta Montoya. Las sanciones, "vistas ya desde la perspectiva puramente venezolana, constituyen música celestial para los oídos de un Chávez que recibe este inesperado regalo gringo, que le permite refaccionar un poco su ya tan maltrecha imagen internacional", reclama Petkoff. Mientras, Capriles Radonski, el candidato, suda.
En estas circunstancias, cuando llega el momento de las definiciones, es cuando más se aprecia la brutal honestidad de gente como Rayma. Mientras el antichavismo partidista hace malabares intentando en vano quedar bien con dios y con el diablo; mientras intenta, en vano, ubicarse del lado del pueblo, pero contra el gobierno de Chávez, pero contra los gringos, la caricaturista no anda con rodeos: eso que los chavistas llamamos patria, ella lo llama...
puta.
Así es como, ellos, siempre han visto a la patria.
ResponderBorrar