13 de octubre de 2008

Blogs: la internacional bolivariana 2

Devuelvo el gesto:

De toda la gente piola con la que tuvimos oportunidad de reunirnos y conversar durante nuestra visita a la Argentina (Lía y familia; el pana Manuel Cullen y familia; los cumpas del Darío Santillán: Guillermo Cieza, Martín Obregón y Manuel), sólo con Felipe tuvimos la suerte de encontrarnos en tres oportunidades. Nos sobraban las ganas de reencontrarnos con todos, pero no nos alcanzó el tiempo.

Felipe es el cerebro detrás de una genialidad que se llama Verboamérica, un blog nuestroamericano que ya he recomendado aquí en otras oportunidades, y que yo mismo frecuento todos los días en procura no sólo de una mirada inteligente sobre lo que sucede en Argentina, sino en general en nuestro continente. Periodismo en los márgenes, y quizá por esto mismo periodismo del bueno.

Nos vimos la primera vez en el Hotel Bauen (empresa recuperada por sus trabajadores y trabajadoras en 2003), donde asistimos a una de la reuniones que organiza periódicamente la Agrupación Oesterheld (en homenaje a Héctor Germán Oesterheld, desparecido en 1977), que ese día tenía como invitado a Tristán Bauer, el mismo de Iluminados por el fuego, actual presidente del Sistema Nacional de Medios Públicos y director del canal Encuentro.

En lugares como éste uno aprende a distinguir entre el martirologio y los espacios concebidos para preservar la tradición de los oprimidos. Al entrar a la sala nos impresionan los afiches que cuelgan de las paredes: Perón, Evita, Rodolfo Walsh, John William Cooke, Susana Valle, Arturo Jauretche, Rodolfo Kusch, y tantos otros y otras que desconocemos, de los que tal vez oímos hablar alguna vez, o de los que simplemente no sabemos nada. Uno recuerda que el desconocimiento sobre nosotros mismos es condición de nuestra subordinación. Se dice 17 de octubre de 1945, 19 de diciembre de 2001, Cordobazo o Malvinas, y uno entiende de inmediato que no se trata de un panteón de los recuerdos, sino de una tradición de luchas que permanece viva, en el cuerpo y en el alma de todos los presentes y en el ejemplo de los ausentes. Por eso alternan en las mesas los viejos luchadores con los más jóvenes y de allí la frase de Jauretche: "No se lamenten los viejos de que los recién venidos ocupen los primeros puestos de la fila, porque siempre es así: se gana con los nuevos". Así se explica que una reunión de este tipo se realice en el Bauen: porque es el mismo combate que se libra en nuevos frentes. Y tal vez por eso el inmerecido aplauso con el que nos saludó el auditorio: porque nuestra lucha es también la de ustedes.

Sobre éste, nuestro primer encuentro en el Bauen, ha escrito Felipe en su blog una entrada: Blogs: la internacional bolivariana. Como allí narra, el hombre resultó un admirador de nuestro pana y cámara José Roberto Duque, cuyo trabajo y militancia muchos de ustedes conocen. El blog del Duque, Discurso del Oeste - una de las fuentes de inspiración de Felipe al momento de concebir su Verboamérica - no necesita presentación, y es sin duda lo mejor que desde el campo revolucionario se realiza en la blogósfera venezolana.

La segunda vez que nos encontramos, el Felipe nos llevó a conocer un par de librerías donde pudiera encontrar alguna bibliografía básica sobre el peronismo. Al final, tipo, no me traje lo que hubiera deseado: algo de Walsh, Jauretche, Kusch, y Soldados de Perón, de Gillespie. Terminamos esa vez en un viejo pero confortable restaurante, lugar habitual de gente de izquierda, donde Sandra comió algunos churros y se quemó la lengua con el chocolate, la pobre.

Nos vimos la última vez la víspera de nuestro regreso, de nuevo en el Bauen - en donde finalmente pudimos hospedarnos unos tres días. Extenuados ya por el trajín de los días precedentes, concluimos sin embargo nuestra estadía en Buenos Aires de la mejor forma posible: conversando amenamente con el Felipe, con su novia, la de la voz melodiosa, y con su hijo de nueve años, un chamín inquieto y simpático que le regaló a Sandra un buen rato de juego infantil.

Muchas gracias che.

1 comentario:

  1. De nada, che... todavía no hicimos el jugo de zanahoria, remolacha y naranja!

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