1 de marzo de 2008

Ya basta

Elías Jaua -

Muchos compañeros de este camino construido y con ganas de construirse, que es nuestra revolución bolivariana y socialista, me interpelan acerca de mi silencio sobre las cosas preocupantes, que suceden al interior de nuestra revolución. Siempre les contesto, que no creo que sea el espacio de los medios, el lugar para debatir las diferencias y errores de una revolución amenazada seriamente por el imperialismo, además les recuerdo mi condición de Ministro nombrado por el comandante Chávez, que me obliga a actuar con mucha responsabilidad en las acciones que emprendo. No obstante, les informo, que en todo espacio interno que se ha dado para la discusión política, ahí encontrarán mi posición firme, mucha veces contra la corriente, acerca de los problemas de nuestra revolución.

Pero hoy día, ante lo que leo, lo que escucho y lo que veo dentro de nuestra revolución, y tal vez en una acto de angustia consciente, me voy a permitir, con el cuidado que debo tener por mi actual condición, expresar 10 puntos de preocupación, que considero deben abordarse de inmediato para el bien de nuestro pueblo. Por eso digo, con la convicción que nace de mi conciencia. YA BASTA DE:

1. La prepotencia y la soberbia que, desde las estructuras de gobierno, despliegan muchos funcionarios, imponiendo sus liderazgos a fuerza de arbitrariedad y clientelismo.

2. La prepotencia y soberbia de quienes, autodesignados salvadores de la revolución, se creen con el derecho divino de imponer el camino “correcto’’ de la revolución y erigirse o designar a los iconos vivientes de la “autentica revolución”.

3. La irresponsabilidad de quienes se enriquecen al amparo de la revolución y cachetean a nuestro pueblo, ostentando sus ilegitimas y lujosas propiedades, vulnerando el bien más sagrado de nuestra revolución y del Comandante Chávez, la moral revolucionaria.

4. La irresponsabilidad de quienes han convertido la lucha contra la corrupción en un instrumento para dirimir disputas políticas internas, para venganzas personales o simplemente para figuración política. Usando cualquier pretexto administrativo para arremeter contra el elegido a ser fusilado moralmente. Apoyándose para el logro de tal objetivo, en la plataforma comunicacional que maneja la más grande corporación de corrupción, la oligarquía nacional, sin importarles enlodar a toda nuestra revolución.

5. Las tendencias burocráticas, corruptas y reformistas que se comen por dentro las bases de la revolución, contaminando la moral de nuestro pueblo.

6. Las tendencias fraccionalistas que ocultan sus ansias de ocupar espacios de poder, tras las banderas de los principios socialistas. Estas corrientes, en vez de construir fuerza revolucionaria para derrotar al reformismo, sólo intoxican a nuestro pueblo de desmoralización. Convirtiéndose en una amenaza de implosión para nuestro proceso.

7. Combatir incorrectos métodos de expresar las diferencias con peores métodos disciplinarios.

8. Creer que la burguesía y la pequeña burguesía emergente nos ayudaran a construir, en lo estratégico, el socialismo.

9. Fomentar y estimular las desviaciones clientelares y fragmentarias que aun subsisten en nuestro pueblo, como herencia maldita de la cultura Adeca.

10. Nuestra ineficacia y falta de sensibilidad en el cumplimiento de la tarea de hacer: UNA REVOLUCIÓN.

Estas preocupaciones contienen en varios aspectos una autocrítica, pero fundamentalmente el anhelo de que el naciente Partido de la revolución, sea un espacio para debatir todas estas cosas y sea, y ojalá así sea, un partido con métodos y estilos de dirección democrática, de disciplina consciente, de debate democrático para la unidad, de construcción colectiva de los principios socialistas, dejando atrás las prácticas clientelares o las imposiciones ideológicas de manual. Un partido donde la solidaridad, el reconocimiento por nuestras diferencias y el respeto a nuestra dignidad y a nuestro honor, sean las bases de un compañerismo revolucionario.

Ojalá, y así sea, que tengamos un partido que sirva a nuestro pueblo, fortaleciendo su organización, elevando su conciencia y apoyando a su líder el Comandante Hugo Chávez. No entreguemos la esperanza de nuestro pueblo a la oligarquía racista, antipatriota y vengativa.

Publicado originalmente el 1° de marzo de 2008 en:
http://www.aporrea.org/imprime/a52081.html

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