27 de julio de 2011

¿Quién será el sucesor de Chávez?

Como el chavismo no encuentra "sucesor", la oposición busca su príncipe azul

Me llaman poderosamente la atención los crecientes quebraderos de cabeza a propósito del enigma indescifrable: ¿quién será el sucesor de Chávez?

Ni siquiera la escuestología, ese oficio a medio camino entre la ciencia y la superchería, ha sido capaz de ofrecer un pronóstico más o menos confiable.

Los practicantes de la opinología, tan ciencia, tan presta, tan versátil como la encuestología, dueños y señores del día a día, verdaderos dictadores de la agenda-setting, locuaces, vocingleros hasta el escándalo, plumas pugnaces, punzantes e hirientes; esa fauna florida que todo lo sabe y que dice todo lo que ve porque no es escaparate de nadie, ha terminado reducida a un coro inerme que reclama por el "secretismo" del gobierno. Reclamo vergonzoso éste que quiere decir: les imploramos por una señal de que el Presidente está moribundo, les pedimos un solo gesto de terremoto interno, de pelea fraticida, de tormenta intestina, de sangre, zancadilla o puñalada trapera. Aunque sea uno.

Si la referencia constante al "secretismo" traduce esa frustración que se ha apoderado de los bienpensantes que se precian de bien informados, al comprobar que los deseos no empreñan – les interesa un comino la salud del Presidente, y simplemente no desean creer que el hombre está ganando quizá la batalla más difícil de su vida -, la pregunta por la "sucesión" expresa el malestar por la "transición" que no llega. Transición hacia la democracia, por supuesto. Es decir, el fin de este régimen dictatorial, autocrático, totalitario, oprobioso, castrocomunista, criminal, irrespetuoso, delincuencial, horroroso, maligno… y magallanero.

Lo peor, y esto es algo en lo que no nos hemos detenido, son los estragos que, más allá de nuestras fronteras, provocan estas trampas caza-bobos de la retórica antichavista. Me explico: fuera de Venezuela hay gente que jura que el enigma sobre la "sucesión" de Chávez ocupa la atención de la mayoría del país: tal vez se imaginan a la gente deambulando por las calles, sin rumbo, golpeando sus cabezas contra las paredes, devanándose los sesos, impotentes.

Lo comprobé luego de que me entrevistara, hace algunos días, una periodista de la BBC. A la pregunta sobre el posible sucesor de Chávez, tuve que comenzar desde el principio: explicarle que Venezuela es una república y no una monarquía, que Chávez no era rey sino presidente electo democráticamente, es decir, que ocupaba ese cargo por voluntad popular, que era necesario que se interrogara sobre lo que había pasado con el pueblo durante los últimos doce años. En fin. La periodista no entendía nada. Sin duda, por estar leyendo a "los que saben".

26 de julio de 2011

Yo pregunto

Yo pregunto quién decidió que las palabras de Chávez deben pasar por un tamiz de tal tamaño que buena parte de lo que dice, lo más sustantivo, casi siempre lo más relevante, lo singular, queda por fuera de lo que será publicado.

Yo pregunto, y lo hago con ánimo didáctico más que polémico, con la expresa intención de que la pregunta se formule, pongamos, en los salones de la Bolivariana, entre los trabajadores de nuestros medios públicos, en las redacciones; yo pregunto cuándo se impuso este estilacho insípido, aséptico, ese limitarse a decir lo básico, en dos líneas, para terminar diciendo nada.

Yo pregunto si es que acaso no se ha entendido que cuando se hace una revolución lo que hay que narrar es lo extraordinario.

Pongamos por caso la intervención de Chávez en el programa Toda Venezuela, este martes 26 de julio de 2011, que comenzó a las 6:30 de la mañana y concluyó treinta y seis minutos después. Por un momento no pensemos siquiera en la orientación estratégica que debe seguir nuestra política comunicacional, sino en el uso de las herramientas básicas. Una simple nota de prensa, por ejemplo.

Yo pregunto por qué resulta sencillamente imposible ubicar una sola nota de prensa de algún medio público, una sola, que registre no digamos que todos, pero sí al menos la mitad de los elementos que siguen:

- Anuncio de designación de nueva ministra para Sistema Penitenciario: Iris Varela. (Bien por Iris).
- Reflexión del Presidente a propósito de la opinión expresada por Mauricio Rodríguez el día de ayer, a través de Twitter: "La verdad es que todavía no hay un SNMP [Sistema Nacional de Medios Públicos], lo que hay son unas siglas y ciertos grados de cooperación. Falta mucho".
- Reflexión sobre sistema penal: es una "deuda muy grande la que nosotros tenemos con el sistema penitenciario, con la justicia como un todo… yo diría que una mancha…".
- Digresión sobre Nietzsche: sobre texto Los despreciadores del cuerpo, incluido en Así habló Zaratustra. Chávez continúa desarrollando el tema del cuidado de sí vinculado con la militancia política. No es, como se cree, un Chávez "místico", metafísico, sino todo lo contrario: es uno que apuesta por la inmanencia. Dice: "Yo era uno de esos insensatos". "Despreciar el cuerpo es despreciar la vida".
- Interlocución con los presos y reflexión sobre los presos desde su condición de preso: "Yo fui preso". Pero advierte que es necesaria otra mirada: "Yo miro más allá: hay que incorporar a la familia". La línea es clara: hay que mirar más allá. Oportuna reflexión para todos aquellos que desde los medios públicos, y con motivo del conflicto en El Rodeo, asumieron una postura contra los familiares. Plantea que hay que crear "redes con las madres, los padres, los hijos de los presos".
- Abrazo a los presos: "Desde aquí les mando un abrazo… Ojalá nos estén oyendo, viendo, allá en las cárceles".
- Comparación: condición de preso y condición de enfermo. Chávez establece relación de identidad con los presos desde el padecimiento propio, desde el cuerpo que sufre.
- Referencia a la cárcel como lugar del que "el hombre salga… transformado, pero para bien", e inscripción de este discurso en "visión estratégica para el 2011-2021", invitación a "nueva escalada", que luego se extiende: 2021-2031. Para derrotar el "síndrome de Santa Marta". (Ejercicio: ¿a qué propósito obedece esta mención al 2031?).
- Reflexión sobre las condiciones de vida de los familiares de presos: "¿dónde vive la mamá de este hombre que cayó preso, como Jean Valjean…".
- Reflexión sobre los malandros: "Yo tengo un trabajo por ahí sobre los malandros, doctora [Luisa Ortega]… Se asumen malandros, ¿sabe? Hay un movimiento de malandros. Tenemos con ellos enlace, reuniones. Yo no me he reunido con ellos, pero… es una obligación oírlos, porque se asumen, a los quince años, como el malandro… Ahora yo le decía a Elías un día, hablando sobre el tema, y un libro que él me trajo, y estoy estudiándolo: El malandro; y la mayoría son muchachitos, de veinte años, de quince años…". Interrumpe Ernesto Villegas, para precisarlo: "Presidente, disculpe, imagino que usted se refiere a unas jornadas que se hicieron en el Tiuna el fuerte, un núcleo endógeno cultural que está en la parroquia El Valle, que justamente llevó ese nombre: Malandros. Ellos editaron un libro, escuchando las experiencias de estos muchachos que han sido absorbidos por el mundo de la criminalidad". Chávez: "Sí, sí, sí, correcto. Entonces, aunque la cultura burguesa diga lo que nos diga, que nos ataquen, no importa. Esos son nuestros hijos".
- Referencia a Marta Harnecker y experiencia contra la criminalidad en el barrio Brasil de Cumaná, estado Sucre.
- Contra la burocracia: "Ese ministerio tiene que… engancharse con lo real, con lo que pasa por allá, no sólo quedarse… en la cárcel y en un cumplimiento burocrático de cosas…. No, la parte humana, profunda, hacia el socialismo".
- Reflexión de la fiscal Luisa Ortega: "Es importante utilizar las medidas alternativas a la prosecución del proceso. Es decir, que las penas a aplicar a las personas no siempre sean la cárcel, porque el Código establece unas medidas, como por ejemplo prestar trabajo comunitario. La única limitación que tiene el Código es que es solamente para aquellos delitos cuya pena, su límite máximo, es cuatro años. Debería hacerse una reforma legislativa para aumentar, si es posible, a ocho años…". Chávez mostró su acuerdo e informó que solicitaría opinión al TSJ y al Consejo de Estado para saber si esa reforma puede hacerse por vía Habilitante… "Si no, la Asamblea Nacional, pero con urgencia…".
- Reflexión de Ernesto Villegas, siguiendo a Elsie Rosales: "En Venezuela se ha exacerbado el carácter punitivo de la legislación". Hemos cedido al "chantaje de la presión de la llamada opinión pública", y el Estado ha reaccionado "endureciendo la legislación… por ejemplo, se le eliminaron los beneficios procesales a las personas que son señaladas por delitos vinculados con las drogas. Y si usted ve la tasa de encarcelamiento en Venezuela, se ha disparado al doscientos por ciento en los últimos años, en tiempos de revolución, y hay gente que sencillamente es consumidora de drogas". El colofón: "Preocupa que la respuesta sea darle más poder a la policía, la ampliación del concepto de flagrancia…". Citando de nuevo a Rosales: la creación de un nuevo ministerio "quedará en nada si no viene acompañado de una revisión de lo que es nuestro sistema penal, porque de nada vale crear una burocracia nueva si vamos a tener esa tasa de encarcelamiento tan alta…".
- Reflexión de Chávez sobre "el Estado injusto" y las "leyes injustas". "Eso tenemos que pulverizarlo…", hacer leyes justas, cumplirlas "contra el chantaje burgués… y contra la vieja cultura que está dentro de nosotros mismos".
- Crítica de Chávez contra el "Madrugonazo": "Hace poco yo hacía una crítica, porque vi unos operativos de madrugada. Y me puse a ver unos videos: me dio miedo… ¿Por qué sólo en los barrios pobres? Le dije a Tareck… vamos a dar un viraje ahí… Me pareció el pasado. El pasado todavía aquí".
- Una vez más, alentando la crítica constructiva: "¿Sabemos lo que hay que hacer? Hagámoslo… Con el pueblo, y oyendo las críticas, quitándonos esa piel a veces muy sensible… no, hay que oír la crítica, uno mismo tiene que autocriticarse, eso hay que hacerlo, ya hemos debido hacerlo… recuperemos tiempo perdido".

Yo me pregunto: dado que muy pocos tendrían la posibilidad de escuchar en vivo estas reflexiones del Presidente, ¿no habría que tomar las previsiones y garantizar la manera de difundirlas masivamente?

Yo me pregunto por qué el silencio. Me pregunto por qué tanta omisión, allí donde tendría que haber mucha información, ideas, un rio de ideas, un océano de ideas, por no decir un debate encendido. No se trata de hacer exégesis, sino de informar.

Yo me pregunto y la respuesta es sencilla, lamentablemente: si así es con Chávez, ¿qué se puede esperar en el caso de los presos, sus familiares, los malandros, los jóvenes del barrio víctimas de las políticas represivas? Yo me pregunto por qué tantos invisibles.

Luego resulta extremadamente cómodo limitarnos a responder lo que el antichavismo dice sobre lo que el Presidente dijo. Es decir, al final poco importa lo que Chávez dijo, porque nuestra atención estará concentrada en lo que el antichavismo dice que dijo.

Yo pregunto si no está claro que no se trata sólo de hacer la historia (de modificarla, de cepillarla a contrapelo), sino de que aprendamos a contarla.

20 de julio de 2011

Perdimos


Perdimos.

Y cualquier derrota es amarga. Provoca putear, patear, gritar y llorar. Yo soy de los que llora. Mi viejo me marcó desde muy pequeño: uno le va a los suyos hasta la muerte. Y hoy morimos. Pero con los botines puestos.

No soy de los que putea árbitros, palos, condiciones de terreno, ventajismos de ningún tipo. Los equipos grandes se sobreponen a todas las adversidades. Así ha sido y así será. Y hoy Venezuela jugó como los grandes.

No soy de los que menosprecia al contrario, por más rivalidad que se interponga. Paraguay es un gran equipo. Pero por eso mismo, nadie puede quitarnos lo bailao: arrinconamos a una selección en teoría superior, al menos durante una hora - quizá un poco menos. La arrinconamos. La asfixiamos. La dejamos sin ideas. Los vencimos mentalmente, estratégicamente, numéricamente. Sólo nos faltó el bendito gol. Y sin goles no se gana en el fútbol. Paraguay tuvo que apostar al azar, y sólo así fue capaz de ganar. Con todo, gloria al vencedor.

No me sé el nombre de todos los jugadores de nuestra selección. Es posible que no me los sepa nunca. No sé cómo se llama el que falló el penal. Ni me importa. Estoy seguro de que Renny Vega hubiera querido pararlos todos. Estoy seguro de que ninguno hubiera querido fallar. Todos jugaron como verdaderos guerreros. Paraguay salió a jugarnos de tú a tú desde el inicio. Nos medía, vacilaba, y sólo de vez en cuando se lanzaba hacia arriba. Siempre nos trató con respeto. Nuestra selección se ganó el respeto de América. Una América del Sur que rebosa fútbol. Se lo ganó con carácter. Carajo, y esas victorias también cuentan.

Muchachos: sepan que Venezuela toda se paralizó, que salimos a las calles, que gritamos y aupamos sin cesar, que contuvimos el aliento, que estuvimos siempre con ustedes. Como estaremos siempre que se entreguen íntegros, como hoy, en el terreno.

Perdimos, sí, pero por la guerra que les dimos, ahora mismo yo celebro.

Salud.

Contra la política boba

Miguel Henrique Otero, presidente de El Nacional. Contra bobos como éste, lo que corresponde no es política boba, sino caribe...

"Mírala, ya va a venir otra vez con lo del comunismo, la sociedad civil…", y efectivamente la diputada ensaya la misma pieza de oratoria que varias veces ha ido a parar al barril sin fondo de los discursos antipopulares, sin sazón, de salón, tipo "se reserva el derecho de admisión". "Ahí viene otra vez con lo de ustedes y la Cuarta República y el golpe de Estado…", y lo sorprendente es que el comentarista, cualquiera, es capaz incluso de anticiparse al orador, de repetir lo que va a decir como quien lee subtítulos en un televisor en modo silencioso.

Tanto en el caso de la furibunda anticomunista como en el caso del representante del "pueblo legislador", son discursos que impresionan por lo predecibles: todo lo que se dirá ya ha sido dicho. Sin novedad alguna en el frente de batalla. Parecen discursos aprendidos de memoria, estancados, escleróticos, casi siempre sin anclaje en el ritmo vertiginoso de la política venezolana, que ralentizan a la revolución bolivariana, y lo que es más grave, desvinculados de las demandas y aspiraciones populares.

En líneas generales, nuestros medios públicos, lamentablemente, reproducen la misma lógica: juego de espejos con lo peor de los medios privados, repetición hasta el infinito de lo mismo. En otra parte he llamado a esto lógica de las "dos minorías" y he planteado la necesidad de repolitizar la gestión comunicacional, volteando la mirada hacia la calle, escuchando y dándole voz al pueblo.

En las actuales circunstancias, el enemigo a vencer es el hastío que produce la imposición de esta política necia, mentecata, que se hace la tonta, la sorda, frente a lo que el pueblo tiene que decir, pero es todo oídos para los insultos y las invectivas que provienen de la acera de enfrente.

Se trata de una política boba, que implica, de hecho, limitar el ejercicio de la política a la disputa por el supuesto derecho que tendríamos todos de agraviar a nuestros adversarios. La política en su estado más ruin, reducida a la lucha por el derecho al insulto. ¿A quién le interesa que unos y otros compitan por quién grita más fuerte o quién profiere la ofensa más hiriente? ¡A muy pocos!

Contra la política boba, petulante, jactanciosa, pero al mismo tiempo sorda, que se ofende y escandaliza cuando es el pueblo el que reclama, lo que corresponde, parafraseando a Bolívar, es política caribe. Es decir, una política que ponga el acento en lo popular, en lo que somos, hacemos, pensamos, sentimos, opinamos, cuestionamos como pueblo que lucha por hacer una revolución. Una política con énfasis en lo nuevo que vamos siendo, creando, y no en la repetición de lo viejo.

13 de julio de 2011

Chávez humano, Chávez león


Los encuestólogos, pero también figuras menos "expertas", en una clara demostración de que con frecuencia el saber "científico" colinda con el sentido común, han venido advirtiendo sobre los riesgos que para el chavismo traería consigo la sorpresiva "humanización" de Chávez. Sin sorpresa alguna, vuelve a destacar entre los primeros Luis Vicente León, quien recién publicó un artículo en el que dilucida sobre los "costos políticos vinculados a la humanización de su líder".

Más allá de la minucia y de las miserias, del sello personal que le imprime cada cual, lo que corresponde, además de identificarla, es intentar develar hacia dónde apunta esta línea discursiva, qué oculta, qué hace visible.

En principio, la noción misma de "humanización" remite a la impotencia: sin excepción, pareciera como si todos los portavoces de este discurso se reclamaran herederos de aquellos que, a lo largo de la historia, se han creído llamados a ocupar su lugar al lado o al amparo de los dioses.

No hay nada de profano, mucho menos de iconoclasta en las referencias a la "humanización" del hombre. Todo lo contrario, lo que sale a la luz lleva ánimo de revancha: Chávez tiene demasiado tiempo usurpando un lugar que no le corresponde. Si ha logrado ocuparlo durante tanto tiempo, es por trampa, pero también por el apoyo ciego de un pueblo ignorante que lo endiosa. Pueblo que pasa sin pena ni gloria, humanidad arrodillada, embrutecida, brutalizada, para la cual la existencia de los dioses en simplemente inalcanzable.

Hablar de la "humanización" de Chávez para referirse a su debilidad (como consecuencia de la enfermedad), es otra forma de deshumanizarlo. De endiosarlo, al mismo tiempo: porque a los dioses no se les derrota. Sobre todo, es otra expresión de menosprecio por el pueblo. A Dios no se le exige, no se le ordena, no se le interpela. A Chávez sí.

Chávez humano, cuya fuerza radica precisamente en su humanidad desnuda, en su vocación de rebelde, de profano, de iconoclasta, de subversivo que puede contra el Poder. Hablan de "humanización", pero es al Chávez "demasiado humano" al que le temen.

Primer libro del Zaratustra de Nietzsche: el camello, el león, el niño. Recuerda Deleuze: "El camello es la bestia de carga, que lleva el peso de los valores establecidos, la carga de la educación, de la moral y de la cultura. Corre al desierto con su carga y allí se transforma en león: el león rompe las estatuas, pisotea las cargas, realiza la crítica de todos los valores establecidos. Por último, corresponde al león convertirse en niño…". Chávez atraviesa el desierto. El antichavismo cruza los dedos, reza a la diosa fortuna: sabe que frente al Chávez león, está perdido.

8 de julio de 2011

Nelson Bocaranda: ¿verdad o invento?

Bocaranda en plena faena...

Puesto todo el esfuerzo en intentar retratar, así fuera a trazos gruesos, las múltiples facetas del intenso fervor popular desatado con el retorno de Chávez, ignoré por completo las reacciones de las caras más visibles del antichavismo partidista.

Las ya tristemente célebres declaraciones de Capriles Radonski, del pasado miércoles 6 de julio, en las que ponía en duda la enfermedad del Presidente, las escuché detenidamente apenas esta mañana. Supongo que sus palabras son una buena medida del desconcierto y la impotencia que los embarga.

Según reseñan EFE y AP, el gobernador de Miranda y dirigente de Primero Justicia afirmó: "Yo no soy médico, pero mi abuela yo la tuve enferma de cáncer. Yo me imagino que alguno de ustedes habrá visto una persona que tiene cáncer… Que yo sepa, el cáncer es una enfermedad de mucho cuidado… Oye, que una persona un día está de una forma y al día siguiente está de otra, ¿quién dice la verdad?".

¿A qué razones podría responder semejante ejemplo de absoluta ausencia de tino político? La clave, pienso, está en la pregunta que formula el mismo Capriles Radonski, con el desvergonzado propósito de sembrar la duda razonable.

Por estos días de silencios y rumores, la pregunta apunta directamente a una figura que encarna no sólo el talante moral, sino los peores vicios del periodismo antichavista: Nelson Bocaranda. Un avieso chismoso, que reclama para sí el dudoso título de "chacal de la información", y devenido, por obra y gracia de los aduladores y las circunstancias, en un ejemplo de "periodismo de investigación".

Veamos los hechos:

Lunes 20 de junio: en su página web, runrun.es, en columna intitulada Donde guardan a Chávez en la Habana: el CIMEQ, Bocaranda publica la primera referencia (implícita) sobre el retorno del presidente Chávez a Venezuela: "… ayer comentaban que el avión presidencial estaría listo en el aeropuerto José Martí para traerlo en el momento que los médicos cubanos se lo permitan…".

Quiso el destino que el primer comentario sobre el asunto apareciera publicado el mismo día que, según informara el mismo Chávez recientemente, el Presidente fue sometido a su segunda operación. Tal día, según Bocaranda, su regreso era inminente.

Jueves 23 de junio: de nuevo en la web, columna intitulada Por lo pronto Chávez no regresa antes del 5 de Julio. ¿Qué le está pasando?, escribe: "Parece que es un hecho. El presidente venezolano deberá quedarse por más días en Cuba. Su reposo podría extenderse más allá de la semana que se había anunciado".

Jueves 23 de junio: es decir, el mismo día, pero esta vez en el diario El Universal, publica: "Al menos una semana más debería quedarse el impaciente paciente bajo la observación de los médicos tratantes".

Viernes 24 de junio: en la web, columna intitulada Nueva orden en el Hospital Militar: el Presidente llega el 30 de Junio, escribe: "El último reporte que se tiene, desde ayer, es que el enfermo recluido en Cuba podría estar en condiciones de venirse al país el próximo jueves 30 de junio…".

Sábado 25 de junio: en la web, Rompiendo el cerco informativo: Las verdades de la enfermedad del Presidente Chávez, escribe: "Mis fuentes cubanas me señalan que hará una rápida aparición pública antes de venirse a Caracas el próximo jueves 30…".

Lunes 27 de junio: en la web, ¿Ni siquiera a Soto Rojas le han dicho la verdad de la salud presidencial?, publica: "La fecha tentativa es el jueves 30… o antes…".

Difícil saber si está reiterando la especie que ha divulgado en días sucesivos, viernes 24 y sábado 25 (versión que, a su vez, desmiente la publicada apenas un día antes, el miércoles 23), o si la está poniendo en duda. Cabe una tercera opción: Bocaranda está haciendo ambas cosas: reiterando y desdiciéndose.

Lunes 27 de junio: en la web, Ya no pueden negar la enfermedad del Jefe que vuelve el Viernes 1°. ¡El mismo día! Bocaranda desmiente su... ¿desmentido? y da una nueva fecha: "El viernes los veremos en Maiquetía".

Martes 28 de junio: en su columna de El Universal, reitera: "Poco a poco va mejorando el presidente operado. El viernes 1° de julio será su regreso. Presidirá los actos del Bicentenario”.

Miércoles 29 de junio: en la web, Fuera del CIMEQ el Presidente Chávez pero no viene para el 5: "Chávez deberá dirigirse a la nación desde Cuba antes del fin de semana si no viene antes del 5 de Julio… Por lo pronto, parece ya definitivo que no viene para el 5 de Julio".

Léase bien: "... deberá dirigirse... si no viene antes del 5...". ¿Vuelve o no vuelve antes del 5? ¿No aseguraba apenas un día antes que el retorno sería el 1° de julio?

Jueves 30 de junio: en el diario El Universal, escribe: "Ante la decisión de no estar presente en Caracas para el 5 de Julio, Chávez deberá dirigirse a la nación desde Cuba antes del fin de semana… Aun cabe que Chávez nos dé una sorpresa y esté presente en el desfile previsto para el martes".

Como se sabe, es el día en que Chávez se dirige al país en cadena nacional para informar que le ha sido extraído un tumor cancerígeno, y que se encuentra recuperándose. Apenas dos días después de "informar" que el Presidente volvería el 1° de julio y presidiría los actos del Bicentenario de la Independencia, corrobora lo que un día antes (miércoles 29) planteaba como duda: Chávez no estará. No sin antes dejar abierta la posibilidad de que sí haga acto de presencia. No estará. Puede que sí.

Viernes 1 de julio: en la web, columna intitulada Ya Chávez no viene el 5 pues comenzó anoche la quimioterapia, sostiene: "Definitivamente el presidente Hugo Chávez no podrá venir al país para estar presente el próximo martes 5 de Julio en el día Bicentenario de la Independencia venezolana… La debilidad que ocasiona la quimioterapia le impedirá el viaje que tenía previsto a Caracas. Ante este tratamiento, que se aceleró tras descubrir células cancerígenas en su organismo, como él mismo lo anunció, nos arriesgamos a decir que al menos por los próximos quince días deberá quedarse en Cuba".

Un día después, Bocaranda es categórico: "Definitivamente...". Se anima a pronosticar: "quince días". Mínimo.

Lunes 4 de julio: en la web, A riesgo de su salud Chávez adelanta su regreso para calmar demonios desatados, se defiende: "En estas mismas páginas dejamos abierta la posibilidad -aunque no la creíamos dada la condición de la salud del paciente- que (sic) el enfermo mandatario pudiera darnos una sorpresa regresando a Caracas para el 5 de julio".

Cosa curiosa: Chávez retorna a Venezuela justo después de que Bocaranda ofreciera a sus lectores el peor de los escenarios (mínimo quince días para su regreso), de la manera más terminante.

Martes 5 de julio: en su columna de El Universal, reitera: "El último párrafo de la primera nota de nuestra columna del jueves cerraba con esta frase: 'Aun cabe que Chávez nos dé una sorpresa y esté presente en el desfile previsto para el martes'".

Miércoles 6 de julio: en la web, columna intitulada: Con el paso de las horas, en su reposo Chávez afina los cambios civiles y militares: "Adán Chávez ha sido uno de los más sorprendidos con el retorno inesperado del hermano quien según él le habría confiado -en el primer momento que se vieron en La Habana tras conocerse la existencia del cáncer- que 'debes irte preparando para ser el candidato de la revolución si esta enfermedad me vence pues en manos de otros se perdería'. ¿Verdad o invento?".

Será la última vez que Bocaranda se refiera al tema del regreso del Presidente. Genio desfigurado, tal vez orgullo maltrecho, sólo hablará de sorpresa y de "retorno inesperado" para referirse a una figura cercana a Chávez. Un "retorno inesperado" que anunció y desmintió una y otra vez durante 12 días (del 20 de junio al 1° de julio), durante los cuales ofreció ¡ocho versiones distintas! ¡Casi una por día!

Lunes 20: regreso inminente.
Jueves 23: al menos una semana más para el regreso.
Viernes 24: regreso el 30 de junio.
Lunes 27: regreso el 30 de junio... o antes.
Martes 28: regreso el 1° de julio.
Miércoles 29: regreso poco probable antes del 5 de julio.
Jueves 30: posible regreso antes del 5 de julio.
Viernes 1: imposible regreso antes del 5 de julio.

Parafraseando a un perplejo Capriles Radonski, ¿se puede confiar en un persona que un día afirma una cosa y al día siguiente otra? ¿Quién dice la verdad?

Tenga usted por seguro que Bocaranda no. Haga la prueba, si es de su interés, respecto de todo lo "informado" por el columnista sobre el estado de salud del Presidente: mentiras, medias verdades, imprecisiones, especulaciones. El mismo Bocaranda que alguna vez suscribió la tesis de que ¡Chávez conspiró para derrocar a Raúl Castro! El mismo que desde el sábado 2 de julio comenzó a intrigar sobre supuestos cambios en el gabinete ministerial, y que una vez desmentido por los hechos, escribió una columna intitulada Así estarán las cosas que no quiso crear más problemas haciendo cambios: "el presidente Hugo Chávez dejó a todo el mundo con los crespos hechos". ¿A todo el mundo? Es decir, según este tipo, el hecho de que Chávez "ratificara" a su gabinete ¡confirma su versión sobre cambios en el gabinete!

Puro invento. Por eso es que cuando ellos van, el pueblo ya viene de regreso.

6 de julio de 2011

Resteaos con Chávez

Lunes 4 de julio de 2011. Con vista al norte, Miraflores a la espalda. Por: Bonnisa Rodríguez

1. No se equivoquen: el impacto de su convalecencia nos zarandeó durante algún rato, pero no llegó a doblegarnos. Incontables golpes bajos hemos recibido, y eso jamás nos ha detenido. Sí, algunos lloramos, pero aprendimos muy temprano a sacar fuerzas de donde no las había para acompañar a los nuestros, caídos en desgracia. Igual que el 12 de abril, cuando nos sacudimos la tristeza en cuestión de horas y salimos a rescatar a nuestro líder secuestrado. Porque sabemos que para ustedes es una fecha impronunciable, nos encargamos de recordarla a cada tanto. Ahora es buen momento.

2. Si en 2002 devolvimos a Chávez a su puesto de comando, hoy sabemos que se trata de mucho más que eso. Había algo de Batalla de Santa Inés en su memorable discurso del 30 de junio, pero esta vez, lo sabemos, es una batalla más personal que colectiva. Definitiva e irrenunciablemente colectiva, pero inevitablemente personal. Es el líder que invoca "a los espíritus de la sabana, diría Florentino", para que le concedan la posibilidad de hablarnos, "no desde otro sendero abismal, no desde una oscura caverna o una noche sin estrellas", como aquella del 11 de abril, sino desde ese "camino empinado por donde siento que voy saliendo ya de otro abismo". El líder está obligado a recuperarse, y nosotros a acompañarlo. Este lunes 4, en Miraflores, lo dejamos claro.

3. Santa Inés inevitablemente personal, pero irrenunciablemente colectivo. Es el líder que anuncia que su "nueva escalada hacia el retorno" no tiene nada que ver consigo mismo, sino con nosotros, "pueblo patrio", y nos invita "a que sigamos juntos escalando nuevas cumbres". Desde ahora, acompañar a Chávez es tarea que sólo será posible desde la calle, movilizando, organizando, agitando, participando, empujando, cuestionando, construyendo. También estamos obligados a ocupar y permanecer en la calle, porque así como sólo el pueblo rescata a Chávez, sólo el pueblo salva al pueblo.

4. A los traidores y vendepatria, a los que intentaron sembrar miedo y desasosiego, a los que se mofaron y celebraron la mala hora de Chávez, a los intrigantes y cizañeros, a los que le echaron gasolina al fuego, a quienes lo desean bien muerto: los estamos observando. A los conciliadores, a los oportunistas, a los que reculan: se lo estamos advirtiendo.

5. Sepan que a nosotros no nos asalta una pizca de incertidumbre. Sabemos lo que queremos y sabemos cómo hacerlo. Sepan que aquí estamos y aquí permaneceremos hasta las últimas consecuencias. Si su problema es con Chávez es porque siempre ha sido con el pueblo. Estamos resteaos con Chávez. Después no digan que no se lo dijeron.

4 de julio de 2011

¡Volvió!

¡Volvió el hombre! Por: Bonnisa Rodríguez

Cada quien que saque su cuenta. Pero no recuerdo un fervor popular como el que vi hoy, a las afueras de Miraflores, a menos de cincuenta metros del Balcón del Pueblo. Las pasiones desbordadas. El apretujamiento. Una verdadera marea humana: mar picado, clima tempestuoso. La expectativa. La impaciencia. ¡Queremos ver a Chávez! Cuando finalmente aparece, es como el hombre que ha regresado de la muerte. Hay mucho de celebración, pero también algo semejante a la sorpresa contenida. La señora detrás de mí no pierde tiempo en aplausos que se los lleva el viento: lo encomienda a todos los santos, a todas las deidades, se persigna. Reza. Qué diferencia entre aquella entrega y las oraciones fingidas de los apoltronados. Aquí no hay protocolo ni cálculo alguno. Esto es como salga. Y el resultado es hermoso, genuino. Dale negra, pide por el hombre, que voy pegao ahí. Una vez más, el pueblo venezolano dictando lecciones: el amor se expresa en la calle, movilizándose. No encerrándose. Hay también algo de incredulidad, de duda angustiosa: algunos, aunque muy pocos, comienzan a retirarse apenas se asoma. Lo han visto y es suficiente. Como un latigazo que sale de las gargantas, lo mismo resuena el clásico ¡Volvió, volvió, volvió, volvió! en honor al hombre que ya una vez quisieron arrebatarnos la muerte y la traición, como el ¡Palante, palante, palante comandante! Todo aquel que ha estado en alguna movilización chavista sabe que incluso durante el discurso central, se impone el bullicio alegre, indomable: no hay desatención allí, sino fiesta continuada. Por eso, las palabras de Chávez no son escuchadas, sino celebradas. Hoy, en cambio, se ha alternado con el mismo bullicio un silencio atronador, conmovedor. El pueblo escucha atento, no quiere perder palabra. A Chávez se le quiebra la voz un par de veces. Es un roble. Es un duro. Ese tipo sí es arrecho. Pero no está para discursos largos. La segunda vez, el tipo parado en frente de mí se quiebra, baja la cabeza y confiesa en un susurro: "Nunca había visto a Chávez así". Le duele un dolor que no es ajeno, sino fraterno. Chávez nos duele hondo, como duele el amor cuando es verdadero. El mismo pueblo que ha desesperado por verlo, que ha clamado por su palabra, por su presencia, ahora grita, exige, manda: ¡Reposo, reposo, reposo! A lo lejos escuchamos: ¡Que descanse, que descanse! Lleva apenas media hora, pero es suficiente. Chávez se resiste, pero acata. Todos aquellos que no han entendido el significado de la palabra "interpelación", pues allí lo tienen. Acata disciplinadamente la orden popular. Porque lo necesitamos fuerte, al comandante. El hombre se retira y vuelve. Vuelve. Aplausos y consignas. Volviste Chávez. Volviste. Volvió, nojoda. Carajo compa, no te has ido. Estás con nosotros siempre.