28 de septiembre de 2009

La guerra del fútbol que nunca será

I.-
El fútbol no tiene nada que ver con la política. Sólo un fanático, una mente obsesionada o enferma mezcla fútbol con política, agua con aceite. Es por eso que después de la victoria de la selección venezolana de fútbol sub-20 contra Nigeria, Meridiano Televisión realizó un pase a la Plaza Alfredo Sadel, en Baruta, donde el Alcalde Gerardo Blyde festejaba junto a seguidores de la selección. También por eso, el mismo canal, después de la victoria contra Tahití, transmitió la celebración desde Las Mercedes. El fútbol no tiene nada que ver con la política.


II.-
"¿El miedo? ¿La inseguridad? ¿La cólera? ¿El terror a perder la fachada? ¿El despecho ante el joven que se empeña en no guardar las apariencias delante de las visitas?". Así se interrogaba Elena Poniatowska sobre las causas que habrían desencadenado la masacre de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, apenas diez días antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de 1968, celebrados en México.

En un libro clásico de la historiografía latinoamericana, La noche de Tlatelolco, Poniatowska recogió no sólo testimonios de las víctimas y protagonistas del artero ataque, sino que además relató al mundo cómo este acontecimiento fue reseñado por algunos diarios mexicanos. Así, por ejemplo, transcribió parcialmente una nota publicada por el diario El Heraldo, el 3 de octubre de 1968, intitulado, como siempre, de manera brutalmente eufemística: Sangriento encuentro en Tlatelolco. El diario anticipaba que el fatal desenlace de aquel "encuentro" podía convertirse en una fuente inagotable de mala prensa para el país: "... los corresponsales extranjeros y los periodistas que vinieron aquí para cubrir los Juegos Olímpicos comenzaron a enviar notas a todo el mundo para informar sobre los sucesos. Sus informaciones - algunas de ellas abultadas - contuvieron comentarios que ponen en grave riesgo el prestigio de México".


"Todavía fresca la herida, todavía bajo la impresión del mazazo en la cabeza, los mexicanos se interrogan atónitos", escribía Poniatowska. "La sangre pisoteada de cientos de estudiantes, hombres, mujeres, niños, soldados y ancianos se ha secado en la tierra de Tlatelolco. Por ahora la sangre ha vuelto a su quietud. Más tarde brotarán las flores entre las ruinas y entre los sepulcros".

III.-
Todavía fresca la herida de Tlatelolco, México no sólo fue sede de las Olimpíadas. Dos años más tarde, lo fue también del Mundial de Fútbol. El mismo torneo en el que se disputara el que algunos llaman el Partido del Siglo, y que enfrentara en semifinales a los seleccionados de Alemania Occidental e Italia. Cinco de los siete goles del partido fueron marcados durante la prórroga. Al final, Italia venció cuatro goles por tres. El mismo Mundial que vio coronarse a un Brasil entrenado por Mário Zagallo, quien sustituyó a Joao Saldanha, el verdadero artífice de la clasificación mundialista de Brasil. Saldahna, de reconocida militancia comunista - en tiempos en que Brasil era gobernada por una dictadura militar - había excluido a Pelé de la selección, alegando que el jugador estaba aquejado por molestias físicas. Destituido Saldahna, Zagallo reinsertó a Pelé en la plantilla de jugadores.

A Joao Saldanha se le atribuye la célebre frase: "O futebol brasileiro é uma coisa jogada com música"

En aquel mundial, América Latina estuvo representada por cinco países: México, Brasil, Perú, Uruguay y El Salvador. El país centroamericano concluyó la primera fase sin conocer la victoria, sin haber marcado un solo gol y habiendo encajado nueve: el 3 de junio cayó ante Bélgica tres goles por cero; el 7 de junio, cuatro por cero contra el país anfitrión; tres fechas más tarde, la extinta Unión Soviética le asestó un par de tantos más.

El Salvador había llegado al Mundial tras vencer en la ronda final de la Concacaf al seleccionado de Haití. El primer juego, disputado en Puerto Príncipe el 21 de septiembre del 69, significó victoria para el equipo visitante, dos goles por uno. En el segundo, jugado el 28 de septiembre, los papeles se invirtieron: jugando en San Salvador, el equipo haitiano pasó la aplanadora, para vencer tres goles por cero. El juego decisivo fue celebrado en la neutral Kingston, Jamaica, el 8 de octubre del mismo año: a El Salvador le bastó un gol para quedarse con el cupo.

Casi tres meses antes, el 14 de julio de 1969, tropas salvadoreñas habían invadido Honduras. Según una versión ampliamente difundida, las dos naciones centroamericanas dirimían por las armas un conflicto que había iniciado en una cancha de fútbol. Ryszard Kapuscinski, el célebre periodista polaco, inmortalizó este capítulo bélico entre las dos naciones al calificarle como La guerra del fútbol.

Ryszard Kapuscinski

IV.-
En junio de 1969 se inició la disputa de la llave 2, segunda ronda, de la Concacaf. La llave 1 había enfrentado a Haití contra Estados Unidos. Mientras que Haití dio cuenta fácilmente del equipo norteamericano, en sólo dos encuentros, Honduras y El Salvador pelearon el máximo de tres partidos. El primero fue ganado por Honduras, un gol por cero. Fue celebrado en Tegucigalpa, el 8 de junio. Kapuscinski lo relata así:

"El equipo de El Salvador llegó a Tegucigalpa el sábado [7 de junio] y pasó una noche sin dormir en su hotel... porque era blanco de la guerra psicológica emprendida por los hinchas hondureños. Una multitud cercó el hotel. La muchedumbre lanzó piedras en las ventanas y hacía ruido golpeando latas y barriles vacíos con palillos. Lanzaron petardos unos después de otros. Alinearon vehículos y tocaron sus bocinas parqueados delante del hotel. Los hinchas silbaron, gritaron y cantaron canciones hostiles. Esto duró toda la noche. La idea era que un equipo soñoliento, nervioso y agotado estaría limitado para perder...".


Pero las cosas estaban a punto de empeorar:

"Amelia Bolaños, de dieciocho años de edad, estaba sentada delante del televisor en El Salvador cuando el delantero hondureño Roberto Cardona anotó el gol en el minuto final. Ella se levantó y corrió al escritorio donde estaba la pistola de su padre y se disparó en el corazón. 'La joven no pudo soportar ver a su patria perder', escribió un periódico [El Nacional] de El Salvador el día siguiente. Toda la capital participó en el entierro televisado de Amelia Bolaños. Una guardia de honor del ejército marchó con una bandera al frente del entierro. El Presidente de la República y sus ministros caminaron detrás del ataúd cubierto con una bandera. Detrás del gobierno venía la oncena del equipo salvadoreño que había sido abucheado, burlado y escupido en el aeropuerto de Tegucigalpa, y que había vuelto a El Salvador en un vuelo especial de esa mañana".

El segundo partido, jugado en San Salvador el 15 de junio, fue ganado por los de casa, con un categórico tres por cero. La víspera del partido, los fanáticos salvadoreños devolvieron el gesto:

"Esta vez el equipo hondureño pasó una noche sin dormir. La muchedumbre rompió todas las ventanas del hotel y lanzó adentro huevos podridos, ratas muertas y trapos que apestaban".

Luego del juego, dos hinchas hondureños fueron asesinados. Decenas resultaron heridos. Poco tiempo después de que la selección hondureña saliera del país, la frontera fue cerrada.

El tercer y decisivo encuentro se jugó el 26 de junio. Como ingrediente adicional, tuvo lugar en Ciudad de México, una de las ciudades sedes del Mundial. Honduras vino de atrás dos veces, para empatar a uno y dos goles. Pero en tiempo suplementario, Mauricio "El Pipo" Rodríguez anotó el agónico gol que le daría el pase a El Salvador.


V.-
¿Realmente se trató de una guerra alentada por circunstancias estrictamente deportivas? Ni siquiera el mismo Kapuscinski lo creyó así:

"Éstas son las razones verdaderas de la guerra: El Salvador es el país más pequeño de América Central, tiene la densidad demográfica más grande en el hemisferio occidental (más de 160 personas por kilómetro cuadrado). Las cosas están apretadas, y tanto más porque la mayor parte de la tierra está en manos de catorce grandes clanes de terratenientes. El pueblo incluso dice que El Salvador es propiedad de catorce familias. Mil latifundistas poseen exactamente diez veces más tierra que cien mil campesinos. Dos tercios de la población rural no posee ninguna tierra. Por muchos años una parte de los pobres sin tierra ha estado emigrando a Honduras, donde hay zonas extensas de tierra sin cultivar. Honduras (112.492 kilómetros cuadrados) es casi seis veces más extenso que El Salvador, pero tiene casi la mitad de la población (2.500.000). Ésta fue una emigración ilegal pero fue mantenida silenciada, tolerada por el gobierno hondureño por años.

Los campesinos de El Salvador se asentaron en Honduras, establecieron aldeas, y crecieron acostumbrados a una vida mejor que la que habían dejado detrás. Llegaron a ser cerca de 300.000.

En los 1960, el malestar comenzó entre el campesinado de Honduras, que exigía tierra, y el gobierno de Honduras pasó un decreto de Reforma Agraria. Pero puesto que era un gobierno oligárquico, dependiente de los Estados Unidos, el decreto no tocó la tierra de la oligarquía o de las plantaciones grandes de banano que pertenecían a la United Fruit Company. El gobierno decidió redistribuir la tierra ocupada por los ocupantes ilegales de salvadoreños, significando que los 300.000 salvadoreños tendrían que volver a su propio país, en donde no tenían nada, y donde, en cualquier caso, serían rechazados por el gobierno de El Salvador, temiendo una revolución campesina".

Eduardo Galeano va más allá. En su libro El fútbol a sol y sombra, no sólo pone en entredicho el título otorgado por Kapuscinski al conflicto bélico: "la violencia que desemboca en el fútbol no viene del fútbol, del mismo modo que las lágrimas no vienen del pañuelo". Además, explica que los dos países centroamericanos "desde hacía más de un siglo venían acumulando rencores mutuos. Cada uno había servido de explicación mágica para los problemas del otro. ¿Los hondureños no tenían trabajo? Porque los salvadoreños venían a quitárselo. ¿Los salvadoreños pasaban hambre? Porque los hondureños los maltrataban".


En otro de sus libros, el tercer tomo de Memoria del fuego, intitulado El siglo del viento, Galeano lo resume así:

"La llamada «guerra del fútbol» tiene por enemigos a dos pedazos de América Central, jirones de la que fue, hace un siglo y medio, patria única.

Honduras, pequeño país agrario, está dominado por los latifundistas. El Salvador, pequeño país agrario, está dominado por los latifundistas. El pueblo campesino de Honduras no tiene tierra ni trabajo. El pueblo campesino de El Salvador no tiene tierra ni trabajo. En Honduras hay una dictadura militar nacida de un golpe de Estado. En El Salvador hay una dictadura militar nacida de un golpe de Estado. El general que gobierna Honduras ha sido formado en la Escuela de las Américas, en Panamá. El general que gobierna El Salvador ha sido formado en la Escuela de las Américas, en Panamá. De los Estados Unidos provienen las armas y los asesores del dictador de Honduras. De los Estados Unidos provienen las armas y los asesores del dictador de El Salvador. El dictador de Honduras acusa al dictador de El Salvador de ser un comunista a sueldo de Fidel Castro. El dictador de El Salvador acusa al dictador de Honduras de ser un comunista a sueldo de Fidel Castro. La guerra dura una semana. Mientras dura la guerra, el pueblo de Honduras cree que su enemigo es el pueblo de El Salvador y el pueblo de El Salvador cree que su enemigo es el pueblo de Honduras. Ambos pueblos dejan cuatro mil muertos en los campos de batalla".


El director técnico de Honduras se llamaba Oswaldo López Arellano. El de El Salvador, Fidel Sánchez Hernández. Los dueños de ambos equipos: burgueses y terratenientes.

VI.-
Las eliminatorias de la Concacaf para el Mundial 2010 están llegando a su fin: tan sólo restan dos partidos. Estados Unidos marcha en primer lugar, con dieciséis puntos. Le sigue México, con quince. Honduras acumula trece puntos y El Salvador ocho. Entre ambos se ubica Costa Rica, con doce puntos. Los tres primeros equipos se clasifican de manera directa. El cuarto va al repechaje contra el quinto suramericano.

Su posición favorable en la tabla, a falta de tan poco, hace soñar a la selección hondureña con su pase al Mundial. No lo logra desde 1982. Le resta un partido en casa, previsto para el 10 de octubre, contra Estados Unidos. Cuatro días después es el cierre, nada más y nada menos que contra El Salvador, que sin embargo está al borde de la eliminación. Honduras estará de visitante.

El problema radica en que Honduras está lejos de ser un país apacible. De hecho, es todo lo contrario: sobre todo desde el 21 de septiembre, fecha en que el derrocado Manuel Zelaya ingresó clandestinamente a su país para refugiarse en la embajada brasileña. Desde entonces, la represión de la dictadura ha alcanzado niveles sin precedentes, lo que es mucho decir de un país cuyo pueblo mayoritario no ha dejado de resistir al golpe de Estado, a pesar de toques de queda, suspensión de garantías, asesinatos, persecución, detenciones arbitrarias y torturas. Honduras vive hoy un estado de sitio. El domingo 27 de septiembre, el gobierno de facto aprobó un decreto que restringe por cuarenta y cinco días varios derechos: de libertad personal, libre emisión del pensamiento, libertad de asociación y de unión, libre circulación y de los detenidos. La medida fue aplicada de inmediato: el lunes 28 fueron clausurados dos medios, Canal 36 y Radio Globo. El resto de las libertades están restringidas, de hecho, desde el mismo momento en que se instaló la dictadura.


En este contexto, no extraña en lo absoluto que cualquier persona sensata se interrogue sobre la pertinencia de celebrar en territorio hondureño el próximo duelo contra Estados Unidos. No es para menos: estamos hablando de una dictadura que ha utilizado estadios deportivos como centros de detención para los partidarios de Zelaya: uno es el Chochi Sosa y el otro es el Lempira Reyna Zepeda, ambos en Tegucigalpa.

De hecho, con motivo del duelo celebrado el pasado 12 de agosto, la Federación Costarricense de Fútbol solicitó a la FIFA garantías suficientes para el juego que disputaría contra Honduras en San Pedro Sula. Así lo narraba un periodista del hondureño El Heraldo:

"La convulsión social, la crisis política y el derrame de sangre en el clásico capitalino despertó los nervios mediáticos en tierras josefinas y la prensa exige cambio de sede... no quieren venir a ese enorme cementerio de concreto, donde la H no ha dejado escapar ni un punto. Es por eso... que... hablamos con el secretario de la Federación Costarricense de Fútbol, Joseph Ramírez, quien deja en claro que 'jamás pedimos cambio de sede', así que... atención colegas, no les queda más que venir a San Pedro Sula, donde lo que menos hay es guerra civil".

Sin duda, linda manera de referirse a un país que está al borde de una guerra civil. ¿Hará falta recordar que El Heraldo apoya firmemente la dictadura de Micheletti?

Finalmente, se celebró el partido en San Pedro Sula, y el resultado favoreció ampliamente al equipo de casa: cuatro golpes por cero. Fue transmitido por el canal Telecentro, y narrado por un tal Salvador Nasralla, a quien podría catalogarse como el Micheletti de los narradores deportivos. Refiriéndose al arbitraje mexicano, esto fue parte de lo que llegó a decir: "Si anulaste el penal no salís de Honduras... El ladrón mexicano... anuló el gol catracho. Vamos a ver si sale de Honduras... Si no ganamos les cuento el hotel en que está". Cierto que en Venezuela estamos acostumbrados a estas expresiones de fascismo y odio, pero aún no llegamos a verlo durante la transmisión de un evento deportivo. Valga la precisión: no de boca del locutor.


Tal parece que el juego entre Estados Unidos y Honduras, pautado para el 10 de octubre, se celebrará como está previsto: en territorio hondureño. Así lo reseñan las secciones deportivas de la prensa del país centroamericano. No obstante, la certeza de que así será está inspirada en motivos extra-deportivos: el mismo día en que la dictadura procede con el cierre de dos medios de comunicación, el representante interino estadounidense ante la OEA declara que el retorno de Manuel Zelaya a su país fue "irresponsable e idiota". Si esto no se llama apoyo manifiesto a la dictadura de Micheletti, ¿cómo es posible llamarlo?
La Prensa, 28 de septiembre de 2009.

El Heraldo, 28 de septiembre de 2009.

No quedan dudas: si antes no lograra triunfar el pueblo hondureño en su lucha por el retorno de la democracia, Honduras recibirá con los brazos abiertos a Estados Unidos. Es la guerra del fútbol que nunca existirá. Puede incluso que hasta logre vencerle, asegurando así su pase al Mundial 2010. Después de todo, ninguno de los gobiernos resultará derrotado. La dictadura continuará extendiendo su agonía y el Pentágono seguirá procurando que sobreviva.

Nada de desplantes: los hinchas de la dictadura no lanzarán piedras a los estadounidenses. Ni latas, ni barriles vacíos ni petardos. Ni huevos podridos ni ratas muertas. Ninguno tocará sus bocinas. Nadie cantará canciones hostiles. Esto, en cambio, y mucho más, es lo que hoy se hace contra la embajada brasileña. El ruido ensordecedor, las balas, los gases tóxicos van dirigidos contra el pueblo hondureño. El verdadero enemigo. Hoy la guerra se libra contra el pueblo hondureño. Contra Brasil y su futebol jogado com música. Contra Venezuela. Contra toda América.

¿Qué motiva al gobierno de facto? ¿El miedo, la inseguridad, la cólera?, se interrogaría Poniatowska. Tal vez el miedo, la inseguridad, la cólera. Lo que sí está claro es que, como en 1969, el objetivo es mantener al pueblo hondureño soñoliento, nervioso y agotado. Sin embargo, el escritor Julio Escoto ha enviado un mensaje de advertencia:

"El fútbol es un gran distractor, pero parece que la conciencia ganada por la población es ahora tan amplia y madura que, como ya ocurrió, se da el gusto de marchar en protesta todo el día y luego asiste al estadio por la noche. Parece que ha aprendido a pelear y disfrutar; incluso circulan chistes sobre Micheletti, lo que indica que si la gente maneja el humor en una situación tan crítica, es que ya perdió el miedo o tiene confianza en que logrará lo que quiere. Sólo los fuertes sonríen frente al peligro".

Sólo los fuertes sonríen frente al peligro.

Ya sabrá el pueblo hondureño qué hacer con sus sepulcros cuando la sangre haya vuelto a su quietud.


25 de septiembre de 2009

No te dejes trabajar


- Porque sin trabajadores no hay patrón, no te dejes trabajar.
- Porque en la organización está la fuerza, no te dejes trabajar.
- Porque sin ustedes esa planta se queda sin sabia, no te dejes trabajar.
- Porque sin ustedes ese es un cuerpo sin alma, no te dejes trabajar.
- Porque sin ustedes ese monstruo es un fantasma que no asusta a nadie, no te dejes trabajar.
- Porque sin ustedes ese cañón es pólvora mojada, no te dejes trabajar.
- Porque sin ustedes no hay futuro, no te dejes trabajar.
- Porque tienes voz y voto, no te dejes trabajar.
- Porque estamos en revolución, no te dejes trabajar.
- Porque ustedes son más, no te dejes trabajar.
- Porque si hay luz para la calle tiene que haber luz para la casa, no te dejes trabajar.
- Porque la ley empieza por casa, no te dejes trabajar.
- Porque la rebeldía está en la casa, no te dejes trabajar.
- Porque el talento también, no te dejes trabajar.
- Porque tu lucha es un ejemplo, no te dejes trabajar.
- Porque has pateado calle y la has puesto a hablar, no te dejes trabajar.
- Porque el que ha puesto a hablar a la calle no se deja patear, no te dejes trabajar.
- Porque tú sabes, no te dejes trabajar.
- Porque hay que bajarle dos a los alumbraos, no te dejes trabajar.
- Porque no han visto nada, no te dejes trabajar.
- Porque la inventaste, la creaste, no te dejes trabajar.
- Porque erraron, no te dejes trabajar.
- Porque el que le pega a su familia se arruina, no te dejes trabajar.
- Porque no están todos los que son, no te dejes trabajar.
- Porque no son todos los que están, no te dejes trabajar.
- Porque la partiste una, dos, tres, cuatro, cinco, seis veces, no te dejes trabajar.

A los míos, a las mías, trabajadores y trabajadoras de Ávila TV, estudiantes de la EMPA,
se les quiere y se les respeta.




Otro problema de salud pública

(En el sexto artículo en Ciudad CCS, publicado ayer jueves 24 de septiembre, abordo un tema que ya he tratado aquí: la medicalización de la política. Ésta no se trata simplemente del uso figurativo de la jerga médica en el análisis político. Es una expresión de aquella lógica de pensamiento que comienza por discriminar entre individuos sanos y enfermos - buenos y malos, civilizados y bárbaros, bellos y horribles, etc. - como precondición del análisis político.

Es la lógica que sustenta el discurso excluyente y maniqueo de la oposición venezolana: "Yo vine porque quise, a mí no me pagaron" versus tarifados; gente de bien, racional, inteligente versus malvivientes, irracionales e ignorantes; gente que trabaja versus gente floja y pedigüeña; gente que se mata trabajando para vivir bien versus gente que mata para vivir bien. Etcétera, etcétera, etcétera.

Incluso, es sustentado en esta lógica que el discurso opositor académico vulgariza, estigmatiza y condena no sólo el saber popular, sino en general la riquísima tradición de saberes que nos ayudan a comprender cómo es que, efectivamente, la sociedad capitalista está cruzada por fuertes tensiones y contradicciones entre poseedores y explotados.

Según está lógica, la "sociedad civil" es civilizada, buena, bella y democrática, puesto que todos esos valores están en su esencia. El "pueblo" es todo lo contrario: esencialmente bárbaro, horrible, malo y "socialista". La "sociedad civil" pregona la igualdad formal. El "pueblo" está compuesto de "igualados", según una expresión que hemos heredado de la Colonia. De allí que, en el terreno político, las contradicciones se expresen no sólo bajo la forma de poseedores contra explotados, incluidos contra marginados, sino también como la sociedad civil contra el pueblo, lo elitesco contra lo popular.

Por eso, todo discurso que, desde el campo revolucionario y popular, reproduzca la lógica excluyente - sanos y enfermos - y moralina - buenos y malos - de la oposición venezolana, es profundamente conservador).

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El niño enfermo. Arturo Michelena. 1896.
Vamos, camarada, que usted puede: Venezuela no es una niña enferma.

Un reportaje publicado el domingo 20 de septiembre en El Nacional, intitulado El duelo tiene rostro de mujer, ilustra la línea editorial de la prensa antichavista en torno a la cuestión de la seguridad ciudadana. En resumen, todos los caminos argumentativos conducen a la misma conclusión: "La inseguridad se ha convertido en un problema de salud pública".

Portada de El Nacional, del domingo 20 de septiembre de 2009. En el antetítulo de la nota principal, se lee: "La inseguridad se ha convertido en un problema de salud pública".

El reportaje se centra en "las secuelas destructivas que deja la inseguridad", en el padecimiento de las "víctimas secundarias" de la violencia, en su gran mayoría mujeres. Recoge la opinión de académicos y expertos, de organizaciones de derechos humanos e incluso cita fuentes oficiales: "más de 80% de los caídos por homicidios es de sexo masculino y tiene entre 15 y 45 años de edad según la última estadística del Ministerio de Salud. Son de origen humilde". Casi al final, deja deslizar la lapidaria sentencia de una madre que ha perdido a su hijo: "El Presidente no tiene corazón para las madres que levantan a sus hijos con sacrificio y que los pierden como yo".

Hay que decirlo fuerte y claro: sólo un idiota sería capaz de negar los estragos que produce la violencia delincuencial. Sólo desde la vileza puede alguien disimular la gravedad del problema. Sólo un desalmado permanecería impávido ante el llanto de una madre que llora la pérdida de su hijo.

Sin embargo, el problema de la línea editorial de la prensa antichavista es que supone lo que hay que explicar. No basta con afirmar que la inmensa mayoría de las víctimas de homicidio "son de origen humilde". Lo que permanece oculto detrás del eufemismo es la exclusión social, las condiciones materiales que le hacen posible. Concluir que la inseguridad es un problema de salud pública no sólo niega la naturaleza del problema, que no es otra que política; dicho enfoque es, en sí mismo, una toma de postura política cuyo principal efecto de poder es, precisamente, invisibilizar el tema de la exclusión.

Vale acotar también: sólo un fanático sería incapaz de reconocer la deuda gubernamental en materia de seguridad ciudadana. Está visto que el problema no se resuelve automáticamente reduciendo los índices de pobreza – por demás, una adaptación bastante peculiar de la neoliberal teoría del derrame, si es que tal cosa existe.

Por último, va esta hipótesis en forma de provocación: la contraparte de este enfoque según el cual la inseguridad es un problema de salud pública, es aquel otro que se ha vuelto casi incontestable: los medios antichavistas son un problema de salud pública. Consigna de impronta conservadora donde las haya, y que apenas alcanza a suponer lo que se supone deberíamos explicar.

24 de septiembre de 2009

No es lo mismo...

Pasan las horas y crece la expectativa en torno a la intervención de Chávez, prevista para hoy en la tarde, en la 64ª Asamblea General de la ONU.

Mientras tanto, los discursos pronunciados por algunos mandatarios latinoamericanos durante el primer día de sesiones, han provocado no pocos comentarios, análisis y reflexiones. Es el caso, por ejemplo, de la caricaturista Rayma, de El Universal, que se ha inspirado en la intervención del presidente colombiano, Álvaro Uribe.

Iconoclasta, irreverente, Rayma nos ha presentado una imagen de la Estatua de la Libertad que, en lugar de iluminar al mundo, hace la señal de guillo o vade retro. La imagen va acompañada del siguiente texto: "No es lo mismo hablar para la ONU que para UNO mismo". Rayma, la inigualable malabarista de la imagen, lo es también de la palabra.

Caricatura de Rayma, publicada por El Universal, el jueves 24 de septiembre de 2009.

¿Cómo restarle razón a la artista? El discurso de Uribe en la ONU se lo habrá creído él solo. Y tal vez ni él mismo.

Como siempre los hay incrédulos, les dejo un listado parcial de las mentiras proferidas por Uribe durante su discurso de ayer miércoles 23 de septiembre. Se refiere siempre, por supuesto, a Colombia.

- "Ha sido desmontado el paramilitarismo".
- "La política se ejerce libremente en la expresión de todas las gamas del pensamiento".
- "Esta amenaza terrorista ha sido enfrentada... con plenitud de garantías civiles y políticas y absoluto respeto a las libertades...".
- "Trabajamos tanto por la eficacia de la Fuerza Pública como por el respeto a los derechos humanos".
- "Practicamos la democracia con toda devoción".
- "Nuestro interés no es el fanático enfrentamiento entre izquierda y derecha, por cierto peligroso como obsoleto, nuestra apuesta es una democracia moderna, segura, libre, constructora de cohesión social, con instituciones independientes, con confianza derivada de la transparencia que se funda en el alto grado de participación de los ciudadanos".
- "Nuestro objetivo es recuperar la seguridad doméstica, nunca participar en la carrera armamentista para el juego sangriento de la guerra internacional".
- "Nuestro afán es... eliminar la pobreza, construir equidad y garantizar todas las alternativas a las nuevas generaciones".

Como complemento, dejo con ustedes una caricatura del venezolano Eneko. Hay que reconocerlo: el pana no le llega ni por los talones a Rayma.

Intitulada Bases militares y publicada el 4 se septiembre de 2009. No dejen de pasarse por el blog de Eneko. (Tú sabes que es echando vaina, mi hermano).




21 de septiembre de 2009

¿Dónde está Manuel Zelaya?

Manuel Zelaya está en Honduras.

A esta hora, poco antes de las 2 pm, Telesur informa que tanto el presidente guatemalteco, Álvaro Colom, como el Departamento de Estado gringo lo han confirmado.

El tubazo por las costillas había sido propinado por Hugo Chávez, alrededor de las 12:30 pm, aproximadamente. Venezolana de Televisión transmitió en vivo y en directo la conversación telefónica entre el zambo Presidente y su par hondureño. De inmediato, Telesur se sumó a la transmisión.

Pero ya usted sabe: si lo dice Chávez, debe ser mentira.

Globovisión se hizo eco de la noticia, pero se apresuró a aclarar que se trataba de una versión proveniente de "un contacto telefónico con una cadena de noticias latinoamericana". Cómo duele.

La prensa opositora en pleno rebotó las declaraciones del dictador Micheletti, el cual, según reportó la misma Globovisión, "calificó las versiones sobre la llegada del presidente depuesto a Honduras como parte de un 'terrorismo mediático' y anunció procesos contra los medios de comunicación que desde ese país difundieron tal información". Así mismo como se lee: "terrorismo mediático".

Así reseñó Globovisión.

En cuestión de minutos, la noticia ya no era la noticia, sino el desmentido de la noticia: El Universal, Unión Radio, El Nacional. Todos titularon, en sus respectivos sitios electrónicos, que Chávez nos había mentido, una vez más. Habló Micheletti. Y el mundo libre, al menos durante algunos largos, demasiado largos minutos, ya no tuvo que contener el aliento.


Nota principal y noticia en detalle de El Universal, poco antes de la 1 pm.

La ONU desmintió que Zelaya se encontrara en sus oficinas en Tegucigalpa, tal y como se había rumorado maliciosamente.

Unión Radio, poco después de las 2 pm.

Pronto, los adalides del "terrorismo mediático" hondureño corrigieron: Zelaya se encuentra en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa. Lleva una camisa blanca. El pueblo celebra.

La noticia vuelve a ser la noticia. El desmentido, nada más que el deseo frustrado de los medios que, aquí en Venezuela y en toda América, apoyan la dictadura de Micheletti. Con todo y sus "procesos contra los medios de comunicación".

Micheletti: no eres más que un payaso. Nos contaste que Zelaya estaba "tranquilo en una suite de un hotel en Nicaragua", y obligaste a la prensa cipaya que te apoya a hacer malabares con la verdad. Payasos todos. La libertad de prensa convertida en circo.

Contengan el aliento mientras el pueblo hondureño jadea de alegría.

Porque Manuel Zelaya está en Honduras.

18 de septiembre de 2009

El gato Mefistófeles va a la escuela

El Mefistófeles de Delacroix volando sobre Caracas... perdón, sobre Wittenberg.

(Les dejo el quinto artículo publicado en Ciudad CCS, ayer jueves 17 de septiembre.

Brevísimas instrucciones para su lectura:

1. Abren el enlace de la canción (que encontrarán en la primera línea) en una ventana aparte.
2. Si no reproduce automáticamente, presionan play, claro. (Puesto que la idea es escuchar la canción).
3. Dejan que su imaginación vuele. Por ejemplo: la mujer que canta es la Venezuela decente, pujante, pudiente y por supuesto anticomunista. El padre es un tipo de esos buenazos, de gran corazón, que está convencido de que no se quemó las pestañas estudiando en una universidad para que ahora cualquiera pueda acceder a ellas. La niña es el futuro (aunque no se precisa de mucha imaginación para llegar a esta conclusión).

Salud).

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¿Sabían ustedes que El ratoncito Miguel, la improbable canción infantil, fue concebida como una crítica contra la dictadura de Gerardo Machado, quien gobernó Cuba entre 1925 y 1933? Fue escrita por Félix Benjamín Caignet, el mismo genio creador de la radionovela El derecho de nacer, de 1948. La historia del ratoncito que festeja mientras duerme el temible gato Misifú fue interpretada por primera vez en público en 1932. El pueblo la convirtió pronto en canción de protesta, lo que le valió a Caignet varios días de cárcel en el Cuartel Moncada. Aunque la continuada protesta de sus seguidores forzó su liberación, la canción fue prohibida.

Una vez que uno conoce los detalles de esta historia – y yo recién los conocí – es imposible escuchar la canción con los mismos oídos de nuestra temprana niñez. Hagan la prueba: en lugar de nostalgia, los embargará la sensación de haber descubierto una trama que les fuera ocultada durante mucho tiempo. Entenderán lo que quiso decir Caignet cuando escribió que también Miguel "suele tener corazón para cantar, para reír, para bailar". O por qué planteaba aquel terrible dilema: o vemos qué hacemos con Misifú o "usted verá cómo de hambre un ratón se morirá".

Aquí, pensando: es una canción que bien podría ser utilizada por los padres y representantes indignados porque en este año escolar que recién comienza, el mismísimo Dios será expulsado de las escuelas. Lo tenemos todo: una dictadura regentada por el gato Mefistófeles. Unos ratoncitos que, si bien no puede afirmarse que corren el riesgo de morirse de hambre, hace tiempo que dejaron de reír. Y lo que es mejor: siendo como es una canción de protesta, suena como una canción infantil. Así, los niños y las niñas de "familias pudientes" aprenderán desde pequeños a cantar contra la dictadura, mientras sus padres les recitan la oración que nunca escribió el Arzobispo Urosa: "La educación debe ser igual pero separada… Los hijos de familias pudientes, llamados a ir a las universidades y, más tarde, tomar las riendas de empresas, negocios, ejercer las profesiones libres y ocupar los cargos más altos de la administración pública, deben ser educados para alcanzar estos fines… Los niños que, por su origen socioeconómico, tienen desventajas, deben ser educados en el respeto hacia la autoridad, en la diligencia, en la modestia…". Así a prenderán que más horripilante que el gato Mefistófeles, es que los ratoncitos "de los estratos más pobres" pretendan "acceder a las mismas posiciones que sus compañeros más afortunados".

Urosa Savino conversando con Dios.




17 de septiembre de 2009

En un universo paralelo...

(Primera contribución con el Correo del Orinoco. Publicado hoy jueves 17 de septiembre.

Gracias Vanessa).

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En un universo paralelo, la dictadura de Carmona logró prevalecer y Chávez fue asesinado. Miles de sus partidarios fueron perseguidos, detenidos, torturados, asesinados y desaparecidos. Corre el año 2009 y la prensa libre editorializa:

“A 7 años de los acontecimientos del 11 de abril de 2002, las actuales generaciones tienen derecho a disponer de una visión equilibrada, y justa, de las circunstancias que llevaron al empresariado del país a asumir la conducción del gobierno. Años de preeminencia de una interpretación sesgada de la realidad han logrado instalar estereotipos que se dan por ciertos, sin considerar que se trató de hechos complejos… con una sociedad venezolana que, afectada por la violencia y la división, distaba mucho de ser la tolerante y diversa comunidad de ciudadanos que hoy aparenta exhibir nuestro país.

"Mirado con los ojos de hoy, para la inmensa mayoría del país el 11 de abril parece lejano, e incluso ajeno. Para sus detractores… éste es un tema actual, ya que en la confrontación y en la división entre los venezolanos encuentran su razón de ser determinadas organizaciones políticas…

"… Lo que nadie podrá discutir… es el cambio trascendental ocurrido en el ADN de nuestro país a partir de esos hechos históricos… Hay quienes sostienen que el 'costo social' de esas iniciativas habría restado legitimidad a su implementación…

"… El próximo año 2010 Venezuela celebrará su Bicentenario como Nación independiente. Una fecha tan simbólica y representativa debiera servir de marco para producir un definitivo reencuentro entre los distintos integrantes de la familia venezolana. Unos y otros protagonistas directos de los hechos de confrontación ocurridos en 2002 han sufrido los rigores de las consecuencias de esos acontecimientos… Familias que antes estuvieron divididas por consideraciones políticas se reencuentran y construyen su presente de una manera armónica y afectuosa…".

¿Les suena familiar? Sustituyan 7 años por 36, abril de 2002 por septiembre de 1973, empresariado por Fuerzas Armadas y de Orden, venezolana por chilena. Acaban de leer fragmentos de la carta escrita por Hernán Guiloff Izikson al diario chileno El Mercurio, publicada este 11 de septiembre de 2009. Guiloff Izikson es el actual Presidente de la Fundación Presidente Augusto Pinochet. Ahora ya lo saben: así es como escriben los verdaderos demócratas.

Portada del diario chileno El Mercurio, 13 de septiembre de 1973.


Detalle de la portada del diario chileno El Mercurio, del 13 de septiembre de 1973. Todo un poema: arriba la Junta Militar. Abajo a la derecha, la noticia de la muerte de Allende. Abajo a la izquierda: El Mercurio hace un llamado "Hacia la Recuperación Nacional". Porque así es como escriben los verdaderos demócratas.




12 de septiembre de 2009

Thoreau no sube cerro (y II)

(Y va la segunda parte)

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En su célebre artículo, Internet no sube cerro, Ibsen Martínez hacía referencia a los datos de cierta encuesta de Datanálisis, que ilustraban la abismal desproporción en el acceso a Internet entre las que, para abusar del eufemismo, podrían llamarse clases pudientes y clases menos favorecidas. La conclusión, harto predecible, era la siguiente: entre los pela bolas el acceso es nulo. De la que podría derivarse otra, sin el mayor esfuerzo: el sifrinaje no puede seguir soñando con que va a derrotar al chavismo con cadenas de correos electrónicos. O como escribía Ibsen: "es muy poco lo que desde Internet puede hacerse por mover el ánimo de la mayoría que consistentemente ha estado con Chávez desde hace dos años".

Como ejemplo, Ibsen citaba el caso de cierto guerrillero ciberespacial que, para colmo de ironías, solía identificarse como Florentino, cinco años antes de la batalla electoral de Santa Inés. Florentino, escribía Ibsen, "es un activista nato, no cabe duda. Está lleno de ideas para la agitación entre las masas, para nadar como un pez en el mar que es el seno del pueblo. Veamos: «vístanse de una manera que no choque al público a quien van a entregar los volantes, llevándolos a comentar o pensar que ustedes no tienen nada que ver con ellos»". Se interrogaba Ibsen: "¿no inspira ternura Florentino? ¿No conmueve la idea que se hacen del pueblo? Esa noción de que la diferencia entre un descamisado del barrio La Lucha y un patrocinante de Salas Römer es cuestión apenas vestimentaria ¿no es como para desahuciarlos del éxito en política los próximos trece años?".

Con lo que, estoy absolutamente convencido, Ibsen llegaba a la médula del asunto: no importa si se trata de Internet, Facebook o Twitter. El problema es la idea que siguen haciéndose del pueblo. No extraña en lo absoluto la reveladora sentencia de Marcela Garzón, una de las organizadoras de la protesta “mundial” contra Chávez convocada para el pasado viernes 4 de septiembre a través de Facebook, interpelada por la escasa respuesta a la convocatoria: "No nos interesa la cantidad, sino la calidad".

Por eso mismo, Ibsen se apresura a escribir en su artículo más reciente, Facebook no sube cerro, que hoy día las manifestaciones contra Chávez "agrupan, por partes iguales, a tantos 'escuálidos' como 'desdentados'". Que 'los desdentados aprueban a Chávez', pero no su 'vocación tiránica y antidemocrática'. ¿Cómo es que es, Ibsen: frente a la tiránica y antidemocrática Ley de Educación lo que está en marcha es 'una estrategia de desobediencia civil digna de Thoreau'? Por eso es que los matan un 15 de febrero. ¿No es como para desahuciarlos del éxito en política trece años más?





11 de septiembre de 2009

Thoreau no sube cerro (I)

(Cuarta contribución con el diario Ciudad CCS, publicada en su edición de ayer jueves 10 de septiembre. Es la primera parte de un artículo en dos entregas. Si quieres saber cómo termina la historia, aún estás a tiempo: ve y compra el periódico. Un Bolívar Fuerte que no empobrece a nadie.

Para los simpatizantes y detractores - que crecen como la espuma... los últimos, quiero decir - viviendo fuera de Caracas o en el exterior, mañana la segunda entrega por este blog.

Importante: en adelante, los artículos de este servidor aparecerán en Ciudad CCS los días jueves.

Amén).

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A manera de homenaje tardío e inmerecido, pensaba bautizar este artículo como Facebook no sube cerro, parafraseando el célebre escrito del ya caído en combate Ibsen Martínez, intitulado Internet no sube cerro, publicado por El Nacional el 18 de diciembre de 1999.

Quienes recién se hayan topado con alguno de los artículos de Ibsen, y en especial aquellos que jamás lo hayan oído nombrar; en fin, quienes por desconocimiento llegaran a compararlo hoy, en capacidad analítica y perspicacia, con algún columnista de El Nuevo País, deben saber que el hombre aportó al diarismo nacional algunas de las mejores piezas que articulista alguno haya escrito durante, digamos, los dos primeros años del chavismo. Quien suscribe considera un acto de justicia reconocer que durante aquel tiempo disfrutó hasta las carcajadas las entregas semanales de un tipo con una habilidad inusual para combinar análisis político con buen humor.

Hasta que en abril de 2002 el río desembocó en la boca de la historia y hasta el más timorato se vio forzado a tomar previsiones: o salvamos al zambo o nos ahogamos con todo y democracia. Sobre Ibsen sólo vale la pena apuntar que se lo llevó el río: aún estaba fresca la sangre derramada en los alrededores de Miraflores, cuando describió a Chávez como un “desatinado asesino” y a la conspiración toda como “una rebelión guiada por una estrategia de desobediencia civil digna de Thoreau y extraordinariamente sofisticada y «glamorosa» en sus modos para la paciencia de un caporal como Chávez”. Medios y meritócratas también merecieron sus palabras de alabanza: “En sinergia con el decidido papel de los medios de masas, la rebelión de los gerentes petroleros fue lo que logró imprimirle un promisorio aire modernizador al movimiento con que la sociedad civil organizada derrocó a Hugo Chávez”. Todo aquello, y más, reunido en un panfleto intitulado ¡Pdvsa a la Junta de Transición!, publicado el 13 de abril: el mismo día en que millones de hombres y mujeres, aún sin saber un carajo de Thoreau, se rebelaron contra la dictadura recién instalada, y le recordaron a la sociedad civil organizada que aquí manda el pueblo.

Les contaba que pensaba rendir este inmerecido homenaje al mismo tipo que el 20 de abril de 2002 cuestionó, sin rubor alguno, “la autocensura de prensa en Venezuela durante el transcurso de un golpe de Estado”, cuando supe que el mismísimo Ibsen se me había adelantado: Facebook no sube cerro, intituló el hombre un artículo publicado este lunes 7 de septiembre en alguna parte*. Pero sobre éste y aquel artículo de 1999, y por supuesto sobre la fallida convocatoria mundial contra Chávez del 4 de septiembre pasado, les escribiré mañana en esta misma página. Por aquí nos vemos.

"El cerro" visto por el diario Tal Cual

* Publicado en la web del diario Tal Cual en la fecha referida - no sé si en la versión impresa -, el artículo apareció originalmente el sábado 5 de septiembre en El Espectador de Colombia.

9 de septiembre de 2009

Michael Moore comenta su encuentro con Hugo Chávez

Presente en el Festival de Cine de Venecia 2009, en el que se exhibió su nuevo documental, Capitalism: a love history (Capitalismo: una historia de amor), Michael Moore se topó con Hugo Chávez.

Lo que sigue son las primeras impresiones que Michael Moore hace públicas, a través de Twitter, sobre el encuentro. La traducción es libre, no se me pongan exigentes.
UNO

Encuentro con Hugo Chávez en Venecia. ¡Se estaba hospedando justo en la habitación del hotel ubicada encima de la mía! ¡No podía dormir porque miraba Fox News muy alto!

(Ran into Hugo Chavez in Venice. He was staying in the hotel room right above me! I couldn't get to sleep 'cause he had Fox News on so loud!)

DOS

Subí las escaleras para pedirle que le bajara el volumen - ¡y terminó ofreciéndome gasolina gratis por un año! ¡Qué tipo! Entonces posamos para un "Saludo a Fox News".

(Went upstairs to get him to turn it down - and he ended up giving me free gas for a year! What a guy! We then posed for a "Salute to Fox News.")

TRES

Entonces acordamos un intercambio con un apretón de manos: Él nos enviará dos píchers venezolanos más para los Tigres de Detroit, si le entregamos a los Leones de Detroit. ¡¡Trato hecho!!

(We then shook hands on a trade: He'll send 2 more Venezuelan pitchers to the Detroit Tigers, if we give him the Detroit Lions. Deal!!)

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Nota obligada del editor: Chávez, disposicionero al fin, ofreciendo lo que no es de él: yo no cambio dos píchers venezolanos por ese piazo equipo.

4 de septiembre de 2009

Julius Fucik: carácter, buen humor, alegría

(Les dejo mi tercera contribución con el diario Ciudad CCS, publicada en la edición de ayer jueves 3 de septiembre. Tiene que ver con una verdadera joya, una que estuve persiguiendo durante mucho tiempo. Me topé con ella en Cumaná, de pura casualidad, hace unos pocos días. Debo a la tía Elsie la gentileza de compartirla conmigo, previo compromiso de que la devolvería en perfecto estado. Es la historia de Julius Fucík.

Les adelanto: resulta que puede leerse, íntegra, en línea. Abajo les dejo el enlace.

Salud).

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En un par de sentadas me leí, con unos cuantos años de retraso, uno de esos clásicos que todo militante debe leerse digamos que a los 18 años: Reportaje al pie de la horca, de Julius Fucík. Detenido por los nazis la noche del 24 de abril de 1942, en su natal Praga, antigua Checoslovaquia, Fucík fue ejecutado en Berlín, el 8 de septiembre de 1943.

Más que entrar en detalles sobre las extraordinarias circunstancias en que fue escrito y luego publicado; más que hacer la reseña sobre su destino ulterior – primero ensalzado por la propaganda soviética, luego cuestionado y olvidado en la era pos-soviética -, vale la pena resaltar aquello que hace del Reportaje un texto ejemplar e imperecedero.

Si tuviera que resumirlo en una sola palabra, diría que el Reportaje es un texto rebosante de carácter. Es el relato escrito por un hombre que sabe próxima e inevitable su muerte, que es sometido a torturas incesantemente, y que sin embargo es capaz de reunir arrestos para enviar un mensaje a sus camaradas de la resistencia contra la ocupación nazi: “Sólo pido una cosa: los que sobrevivís a esta época no olvidéis… Reunid con paciencia testimonios sobre los que han caído por sí y por vosotros. Un día, el hoy pertenecerá al pasado, y se hablará de una gran época y de los héroes anónimos que han hecho historia. Quisiera que todo el mundo supiese que no ha habido héroes anónimos. Eran personas con su nombre, su rostro, sus anhelos y sus esperanzas…”.

Carácter que se expresa en el buen humor que Fucík es capaz de expresar a lo largo de su relato. Eso es, tal vez, lo que más sorprende y cautiva de la lectura del Reportaje: que no se trata de un relato lúgubre y apesadumbrado, a pesar de todo. Al contrario, es un canto a la alegría: “Amaba la vida y por su belleza marché al campo de batalla… Que la tristeza jamás se una a mi nombre”.


Carácter, buen humor y alegría, a pesar de todo. Por eso las palabras de Fucík perviven, aún cuando Checoslovaquia ya no sea una, sino dos, y aunque la Unión Soviética se haya venido abajo. Carácter es entender que nuestro socialismo será el nuestro o no será. Y esa tarea habrá que acometerla con buen humor y alegría. Falta de carácter es presumir que el viejo estalinismo aún tiene algo que enseñarnos, tanto como resulta un mal chiste ese ejercicio al que es tan proclive la intelligentsia opositora: el de comparar la revolución bolivariana con el nazismo o el totalitarismo. Ya han usufructuado el nombre de Hannah Arendt. Sólo falta que se inventen el Premio Julius Fucík al periodista heroico.

3 de septiembre de 2009

Sentido común del más puro y simple

Hago una breve pausa en el trabajo porque llegó la hora del almuerzo y Sandra Mikele quiere comer perros calientes. Bajamos, vamos al supermercado, compramos lo que nos hace falta. Regresamos. Esperamos al ascensor. Llega. Entramos.


Nos acompañan unos especímenes de esos que nos resultan familiares a todos los que vivimos en un edificio: esos grises personajes que se arrastran como fantasmas, solitarios y amargados, de mirada desafiante, ansiosos por transmitir la mala nueva. Justo porque la mayoría de la gente - despreocupada, ocupada en sus propios asuntos o simplemente feliz - no demuestra ningún interés en escucharles, aprovechan el reducido espacio del ascensor como auditorio. Hablan fuerte y claro, como quien debe alzar la voz en ausencia de micrófono. Desatenderles, ignorarles es considerado una afrenta. Te persiguen con la mirada, te emplazan. Aunque la reacción natural es la risa, es mejor hacerse el sordo. Si uno está de buenas, incluso puede atreverse a llevarles la contraria. Pero elementales razones humanitarias lo desaconsejan: aquel gesto puede precipitar un mayor desequilibrio en la ya frágil y volátil personalidad del espécimen. Adoran, como si no vivieran más que para ello, como si ese fuese su único propósito vital, las malas noticias: se dañó el otro ascensor, escasea el café, ayer violaron a una jovencita en el otro edificio, esta mañana no trabajó el ascensorista, esta noche van a quitar la luz, cuándo irán a arreglar el otro ascensor, el escándalo de anoche no me dejó dormir, seguro mañana nos quitan el agua, hubo fraude en las elecciones, cerraron justo la emisora que yo escuchaba, éste es un gobierno comunista, ese Chávez es un loco desgraciado, cuándo irán a arreglar el otro ascensor.


Hoy nos tocó, a Sandra Mikele y a mí, escuchar la siguiente conversación:

- Espécimen uno: Yo les dije a esas muchachas que no fueran a Sabana Grande, que eso estaba feo.
- Espécimen dos: ¿Y se fueron igual?
- Espécimen tres: No hay, no hay, no hay, no hay, no hay...
- Espécimen uno: Sí, ahí las monté a empujones en una camionetica...
- Espécimen dos: Ay, mi dios...
- Espécimen uno: Ahora que vean cómo se regresan.
- Espécimen tres: No hay, no hay, no hay luz...
- Espécimen uno: Sí, parece que no hay luz en toda Venezuela.
- Espécimen dos: Ay, mi dios...


Hasta que llegamos a nuestro piso, nos toca bajarnos, caminamos por el pasillo y la puerta del ascensor se cierra a nuestras espaldas. Justo cuando estoy abriendo la puerta del pasillo, Sandra Mikele me pregunta:

- Papá, y si no hay luz en toda Venezuela, ¿cómo es que subimos por el ascensor?

He allí el arma mortal contra los especímenes adoradores de las malas nuevas, almas errantes de los ascensores: sentido común del más puro y simple.