27 de marzo de 2008

Novedades editoriales

- Darío Vive -

Su nombre rinde honor a Darío Santillán, asesinado el 26 de junio de 2002 en la Estación Avellaneda (hoy Estación Darío y Maxi), en Buenos Aires, Argentina, durante una manifestación piquetera.

"Darío fue asesinado por la espalda por los efectivos de la policía de la provincia de Buenos Aires, Comisario Alfredo Fanchiotti y el cabo Acosta, cuando asistía a su compañero agonizante, Maximiliano Kosteki. Gracias a la movilización popular, Fanchiotti y Acosta fueron condenados a cadena perpetua. Los responsables políticos de la llamada Masacre de Avellaneda, Eduardo Duhalde, Juan José Álvarez, Felipe Sola, Oscar Rodríguez, Carlos Soria, Jorge Vanossi, Alfredo Atanasof, Jorge Matzkin aún continúan en libertad.

El asesinato de Darío Santillán tiene varias aristas. Fue un crimen cometido contra un militante social, un piquetero; un crimen cometido contra un opositor político; un crimen cometido contra un joven de las barriadas pobres del conurbano bonaerense. Por eso su asesinato puede asociarse en la Argentina al de los militantes sociales Víctor Choque, Aníbal Verón y Carlos Fuentealba; al de los 30.000 desaparecidos que dejó el genocidio, y al de cientos de jóvenes pobres que cada año matan las policías de “gatillo fácil”. Cada lugar de Latinoamérica puede agregar sus propios nombres a esta lista trágica. Todas nuestras víctimas fueron asesinadas por los mismos verdugos: el capitalismo, el imperialismo".

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"El Portal Dario Vive se propone construir un nuevo espacio que aporte a la expresión, diálogo y autorreconocimiento de la nueva izquierda latinoamericana vinculada a los movimientos sociales. Sus columnistas son parte de esas nuevas experiencias de lucha y auto-organización, y de ese pensamiento que definimos como plebeyo en oposición a aquellas concepciones aristocráticas que anidaron en nuestras izquierdas, referidas a la construcción de la política y a la producción de teorías transformadoras.

No hacemos un portal latinoamericano movilizados por sentimientos regionalistas. En realidad, estamos convencidos de que en el mundo de principios del siglo XXI, buena parte del destino de la humanidad y de la posibilidad de desarrollar una alternativa civilizatoria opuesta y superadora de la barbarie capitalista, se está jugando en Latinoamérica. Creemos que en nuestra región se despliegan las experiencias más avanzadas y se formulan las novedades teóricas más interesantes. Experiencias, certezas e incógnitas que deben entrar en diálogo con lo que se produce en el llamado 'primer mundo': por eso nuestra invitación a columnistas de Europa y Estados Unidos".

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Las colaboraciones pueden remitirse al siguiente mail: dariovive.portal@gmail.com

- Globoterror -

Escribía Michel Foucault: "no penséis que hay que estar triste para ser militante, incluso si lo que se combate es abominable".

Globoterror es una cachetada en el rostro de todos los que asumen la militancia política revolucionaria en la Venezuela de hoy, como un ejercicio de resentimiento. Una cachetada a ver si somos capaces de reaccionar. Insisto, tenemos que ser capaces de convertir el malestar en otra cosa.

Comparto con algunos cámaras que Globovisión debe mantenerse abierto. Lo que corresponde es neutralizar sus efectos y producir nueva comunicación, nuevos medios. Como reza el eslogan de Indymedia (y que se le atribuye a Jello Biafra, cantante de la legendaria y ya desaparecida banda punk Dead Kennedys): "Don't hate the media. Become the media" (No odies a los medios. Conviértete en los medios).

Entre las agencias de noticias que firman las notas incluidas en la sección "Lo más leído de todos los tiempos", se cuentan: Dissociated Press, Roiters, Empire Press, Globobos News, Aprieta Pruess e Infofreniac Press.

Entérense del nuevo diseño para el Bolívar Fuerte que propone la oposición, de los detalles sobre la planta nuclear que les fuera descubierta a las FARC, de cómo es que Piedad Córdoba trafica armas en el turbante, de los detalles del acuerdo al que ha llegado Globovisión con Mario Silva para que La Hojilla sea transmitido en este canal, del último sondeo de opinión pública que da a Chávez 1% de popularidad y de por qué nuestra selección de beisbol no verá luz durante el próximo Mundial de la especialidad.

Epa cámara, la revolución no se hace con caras serias y ceños fruncidos.

- Cuando sienta el boom (industria cultural, públicos populares y chavismo) -

Blog del primo Ociel López, uno de los cerebros de Ávila Tv.

Como Ociel creía que la vaina era soplar y hacer botellas, comenzó con todo, pero pronto dejó la cosa a medio camino. Pero lo que viene promete.

No se asusten por la imagen gigante en la parte superior del blog, que casi amenaza con salirse de la pantalla. En una prueba que pronto será corregida.

Un adelanto de lo que ya puede leerse. En una entrada (Análisis de coyuntura. Medidas que precedieron el 2d) en la que revisa "algunos elementos que no han sido tomados en cuenta ni por los intelectuales allegados al proceso ni por la burocracia recien reflexiva del gobierno para analizar el por qué perdimos unas elecciones que se creían ganadas", enumera:

1) "el desalojo de los buhoneros en el mes de enero de 2006"
2) "la subida del licor y del cigarro. Y lo que es peor, las moralistas razones esgrimidas y que se siguen esgrimiendo"
3) "la salida de RCTV, o mejor dicho, la incapacidad para producir industria cultural, la incapacidad para sustituir sus producciones"
4) "La incapacidad de articulación entre la movida cultural popular (producción y consumo) y las estrategias comunicacionales del Estado"
5) "la campaña de profundización ideológica no clarificó la idea del socialismo del siglo XXI"
6) "la campaña por la reforma. Chávez no fue a los barrios"

Ahí les dejo esa.

- Pueblo en revolución -

Es la versión digital del periódico impreso, cuyo primer número circuló a finales de febrero de este año (dedicado al 27F de 1989).

Iniciativa de algunos panas del 23 de Enero, promete convertirse en una referencia indispensable sobre cómo es que se hace periodismo combativo y del bueno.

Nació con pretensiones de circular mensualmente, pero los cámaras ya piensan en grande. Ya vendrán los anuncios de rigor.

El equipo editorial está conformado por Jesús Arteaga, Roger Bastardo, Gustavo Borges P., Gustavo Borges Revilla, Cecilio Canelón, José Roberto Duque, Ana Teresa Gómez (La Guara), Juan Antonio Hernández y Diego Sequera.

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"En cuanto a la acción de calle, vale la pena mencionar el sistema de distribución que hemos escogido. Buena parte de los ejemplares de este periódico la distribuirán nuestros compatriotas nómadas (llamados recogelatas, mendigos, indigentes, niños de la calle: el conglomerado humano que el capitalismo ha convertido en materia desechable). Su precio es de un bolívar fuerte (Bs. F 1,00). El “negocio” es éste: ellos venden el periódico y se quedan con el dinero".

13 de marzo de 2008

Estrategia continental - Boaventura de Sousa Santos

Acerca de la incursión del ejército colombiano en territorio de Ecuador, para eliminar a un grupo de guerrilleros de las FARC, parece estar todo dicho; más aún si aparece como un caso cerrado, exitosamente cerrado. Pero la verdad es que no es así. Lo que se revela sobre la situación es tan importante como lo que se oculta.

Primer ocultamiento: los procesos políticos en América latina cuestionan el control continental que EE.UU. necesita para garantizar el libre acceso a los recursos naturales de la región. Se trata de una amenaza a la seguridad nacional de EE.UU. que, ante el fracaso inminente de las respuestas “consensuadas” (libre comercio y concesiones para las bases militares), busca tener una respuesta firme y unilateral. Es decir, la guerra global contra el terrorismo llega al continente –llegó con el Plan Colombia pero la incursión en Medio Oriente provocó algún atraso– y asume aquí las mismas características que ha adquirido en otros continentes: utilizar un aliado privilegiado (sea éste Colombia, Israel o Pakistán), a quien a lo largo del tiempo se provee con la ayuda militar e información de espionaje sofisticado que lo pone al abrigo de represalias y le permite acciones dramáticas de bajo costo y un éxito certero; se incita al aliado al aislacionismo regional como precio a pagar por la alianza hegemónica.

La guerra contra el terrorismo incluye acciones muy visibles y otras secretas. Entre las últimas están los actos de espionaje y de desestabilización; Bolivia, Venezuela, la triple frontera (Paraguay, Brasil, Argentina) son los blancos privilegiados. En Bolivia, becarios norteamericanos de la Fundación Fulbright son llamados por la Embajada de EE.UU. para dar información sobre la presencia de cubanos y venezolanos y movimientos indígenas sospechados; mientras, los separatistas extremistas de Santa Cruz son entrenados en la selva colombiana por los paramilitares. Nuevos hechos: en las acciones de desestabilización pueden participar empresas militares y de seguridad privada, contratadas por EE.UU. bajo el paraguas del Plan Colombia que, además, las dota de inmunidad diplomática y por lo tanto impunidad ante la Justicia nacional.

Segundo ocultamiento: la verdadera amenaza no son las FARC. Son las fuerzas progresistas y, en especial, los movimientos indígenas y campesinos. De hecho, la permanencia de las FARC es fundamental para mantener la justificación de la guerra contra el terrorismo y generar un clima de miedo y una lógica bélica que bloquea el ascenso de las fuerzas progresistas, denominadas Polo Democrático de Colombia.

Por la misma razón, la intervención humanitaria a favor de los rehenes tuvo que ser desmantelada para que no obtuviera rédito político Hugo Chávez. Las fuerzas políticas progresistas amenazan la dominación territorial de EE.UU. a través de medidas que buscan fortalecer la soberanía de los países sobre los recursos naturales y alterar las reglas de la distribución de los beneficios de su explotación.

Pero la mayor amenaza proviene de aquellos que invocan derechos ancestrales sobre los territorios donde están esos recursos, o sea, de los pueblos indígenas. En relación con esto es elocuente el informe Tendencias Globales-2020, producido por el Consejo Nacional de Información de EE.UU., sobre los escenarios de amenaza a la seguridad nacional del país. En el informe se afirma que las reivindicaciones territoriales de los movimientos indígenas “representan un riesgo para la seguridad regional” y son uno de los “factores principales que determinarán el futuro latinoamericano”. Tomando como ejemplo las luchas indígenas de Chiapas, Ecuador, Bolivia, Chile y sur de Argentina, se dice que “en el inicio del siglo XXI existen grupos indígenas radicales en la mayoría de los países latinoamericanos que en 2020 podrán crecer exponencialmente, obteniendo la adhesión de la mayoría de los pueblos indígenas... Estos grupos podrán establecer relaciones con grupos terroristas internacionales y grupos antiglobalización... que cuestionarán las políticas económicas de los liderazgos de origen europeo”.

A la luz de esto no sorprende que el presidente del Perú se pregunte “si no habrá una internacional terrorista en América latina”. Tampoco sorprende que actualmente centenares de líderes indígenas de Perú y de Chile hayan sido imputados al abrigo de leyes antiterroristas promulgadas en estos y otros países (por presión de EE.UU.) por defender sus territorios. La estrategia queda entonces delineada: transformar a los movimientos indígenas en la próxima generación de terroristas y, para enfrentarlos, seguir las recetas señaladas en el informe: tolerancia cero, refuerzos para gastos militares, estrechamiento de las relaciones con EE.UU. La responsabilidad de las fuerzas políticas progresistas es lograr que esta estrategia fracase.

Publicado originalmente el 13 de marzo de 2008 en:
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-100577-2008-03-13.html

9 de marzo de 2008

Los 15 del PSUV

Resultados preliminares dados a conocer por Alberto Müller Rojas, alrededor de las 11 pm de este domingo 9 de marzo, y cuando falta por escrutar - si no escuché mal - el 14% de los votos:

1.- Aristóbulo Istúriz.
2.- Adán Chávez.
3.- Mario Silva.
4.- Jorge Rodríguez.
5.- Antonia Muñoz
6.- Carlos Escarrá.
7.- Nohelí Pocaterra.
8.- Vanessa Davies.
9.- Cilia Flores.
10.- María León.
11.- Alí Rodríguez Araque.
12.- Héctor Rodríguez.
13.- Elías Jaua.
14.- Erika Farías.
15.- María Cristina Iglesias.

Comentario: notable ausencia.

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Ya va, ya va. Acabo de revisar la información que montó Luigino en Yvke Mundial. Según ésta, Müller Rojas leyó sólo 29 nombres, es decir, que faltaría uno. Además, le escuché decir al mismo Müller que María Cristina Iglesias habría quedado de 16 - ante la pregunta de Chávez, quien se comunicó vía telefónica mientras hacían públicos los resultados.

Diosdado Cabello aparece en el puesto 16, a sólo 643 votos de María Cristina Iglesias.

Ningún militar entre los 15 principales. Entre los suplentes, sólo tres militares acompañan a Diosdado, pero dos son: Ramón Rodríguez Chacín y de nuevo Müller Rojas (el otro es Luis Reyes Reyes).

Pregunta más o menos ingenua: ¿control de la izquierda?

Pregunta más o menos "irresponsable": ¿Aristóbulo candidato a Alcalde Mayor?

(Comentario medio farandulero) Lo mejor: Vanessa Davies.

Elías Jaua: Ya basta, camarada.

Baja lamentable: Vladimir Acosta.

8 de marzo de 2008

XX Cumbre del Grupo de Río: ganadores y perdedores.

Trataba de ponerle nombre a la sorpresa que les habría embargado al escuchar la intervención de Chávez y recordé a Norman Mailer. Al Mailer del Rey del ring (King of the hill), aquellas alucinantes páginas en las que relataba el primer combate entre Muhammad Ali y Joe Frazier, en 1971. Me los imaginé pronosticando que Chávez vendría a la velocidad incontrolable de un camión de carga pesada que súbitamente se ha quedado sin frenos en Tazón. Un Frazier-máquina de guerra enloquecida, un Ali vociferante mezclado con el Ali afectado de Parkinson que es hoy. Chávez como una mala copia de sí mismo, que al fin y al cabo es lo que nos dibujan siempre las transnacionales de noticias.

A la izquierda, Frazier ataca, Ali evade

A la derecha, Uribe (sí, es un error de la foto)

El movimiento táctico había rendido sus frutos desde el 21 de noviembre de 2007, cuando a través de un sorpresivo y escueto comunicado que alegaba razones pueriles, el gobierno colombiano anunció la suspensión de Chávez como mediador para el canje humanitario. El silencio de Uribe y la ausencia de una explicación digna de llamarse tal, precedieron al escenario en que Chávez suele lanzar las más duras acusaciones: el Aló Presidente. En su edición del 25 de noviembre, hizo, entre otras, la siguiente: "Que triste que haya un presidente mentiroso y que no dé la cara". El mismo día, Uribe abandonó el lenguaje de los comunicados y respondió a Chávez de viva voz: “nosotros necesitamos una mediación contra el terrorismo y no legitimadores del terrorismo”. La contrarréplica se produjo esa misma noche, durante una entrevista que Chávez concediera a periodistas en el Palacio de Miraflores: "A Uribe se le cayó la máscara: el discurso del presidente Uribe es el mismo que el de Bush". Interrogado por José Vicente Rangel, Chávez hizo pública su estrategia: “Siempre sospeché que él tenía un doble discurso. Cuando él dice esto… y es lo que yo quería, ¿sabes? Uribe hizo lo que yo quería. Yo quería que él hablara… Yo lo sacudí duro, yo estoy contento con la respuesta… porque se le cayó y se le hizo añicos la máscara”.

Naturalmente, las posteriores y reiteradas sacudidas de Chávez fueron respondidas, casi siempre, con el silencio.

Todo cambió a partir del 1 de marzo, cuando se produjo la incursión armada de tropas colombianas en territorio ecuatoriano. Los hechos posteriores son de amplio conocimiento público: la investigación ordenada por Correa pronto desdijo de la versión inicial que le comunicara Uribe vía telefónica durante la madrugada. Se había producido una violación de la soberanía ecuatoriana, que la amplísima mayoría de los países de toda América no tardó en condenar. Sólo la voz solitaria del gobierno estadounidense se alzó en defensa de un aislado gobierno colombiano. En nuestra América las cosas han cambiado: hace tiempo ya que Estados Unidos no concita mayorías.

Inmediatamente, la torpe huida hacia delante del gobierno colombiano, un desacierto diplomático tras otro. El colofón: Uribe anunciando la disposición de su gobierno de iniciar un proceso contra Chávez ante la Corte Penal Internacional. El gobierno colombiano lucía desesperado: ¿cómo defender lo indefendible? Mediante la absurda provocación. Pero ahora era Chávez quien respondía con el silencio: durante su primera aparición pública posterior al anuncio de Uribe, se abstuvo deliberadamente de hacer cualquier mención. Uribe había perdido la capacidad de iniciativa. Luego, la rueda de prensa con Correa, durante la cual destrozaron los argumentos del gobierno colombiano. Chávez respondió al anuncio de Uribe con una sonrisa y haciendo pública su plena disposición de acudir ante la Corte, pero eso sí, junto con Uribe, también en calidad de acusado.

Ya durante la Cumbre de Río, en República Dominicana, Uribe fustigó duramente a su homólogo ecuatoriano, y basó casi toda su argumentación en el principio según el cual “para derrotar el terrorismo no hay soberanía de naciones, sino soberanía democrática”. El Uribe que señaló con su índice en varias oportunidades a Correa, y que incluso se abstuvo de continuar sus alegatos, exigiendo la presencia de Correa – quien se había ausentado momentáneamente –, luego tuvo dificultades para mirar de frente al presidente venezolano. Punto de quiebre: contra todo pronóstico, Chávez arengó a favor de la paz, a pesar de las previas y duras acusaciones mutuas.

"El colombiano ya sabía que iba a ser el centro de la polémica. Ya pasado el mediodía, justo cuando los demás presidentes salían por la puerta principal para sacarse la foto oficial, Uribe llegaba con allegados y custodios. Ingresó por otro acceso, mientras los demás mandatarios posaban para los reporteros gráficos de toda América latina. “¡Presidente! ¡Falta Uribe!”, le gritaron al mandatario dominicano, Leonel Fernández. Chávez se rió. Vestida con un vestido y un saco color turquesa, Cristina Kirchner hizo un evidente esfuerzo para mantenerse seria". Por: Martín Piqué/Página 12. El retador no se retrató antes de la contienda.

El desenlace es igualmente conocido por todos: una declaración que recoge “el compromiso del presidente Álvaro Uribe en nombre de su país de que estos hechos no se repetirán en el futuro bajo ninguna circunstancia”, lo que supone un freno a su “doctrina de seguridad democrática”. Detalle nada despreciable: el conflicto diplomático se ha zanjado sin la participación del gobierno estadounidense, que tuvo que limitarse a mirar los toros desde la barrera, ansioso porque no se produjera ningún acuerdo diplomático*. Pero la “guerra contra el terror” también ha sido derrotada.

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* Correa pide una "OEA sin EEUU"
Varios presidentes le contaron que habían recibido presiones de EEUU para que dijeran que el problema Ecuador-Colombia era bilateral cuando era un problema multilateral.

AFP

12:47 - 08/03/2008

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, planteó el sábado la creación de una nueva "OEA sin Estados Unidos", al denunciar las presiones de Washington a favor de Colombia en el seno del organismo durante la crisis diplomática en la que se involucró Venezuela.

"Necesitamos una OEA conformada sólo por países de la región, es decir, una organización de estados latinoamericanos y ese bien podría ser el Grupo de Rio", dijo el mandatario en su programa semanal de radio.

Correa justificó la propuesta aduciendo la lentitud con la que manejó el tema la Organización de Estados Americanos, OEA, con respecto a la rapidez del Grupo de Rio para adoptar una resolución que puso fin al conflicto por el ataque colombiano contra las FARC en Ecuador.

Presiones de Washington

"Uno de los problemas de que la OEA no avance más rápido son los Estados Unidos, hablemos claro, que quería bloquear todo intento de resolver este problema de Ecuador", afirmó.

Según Correa, varios presidentes le contaron que "habían recibido presiones" de Washington "para que no se metieran en el asunto y dijeran que era un problema bilateral cuando era un problema multilateral".

Ecuador rompió relaciones diplomáticas con Colombia por una incursión militar que dejó una veintena de muertos en suelo ecuatoriano, incluido el número dos de las FARC, Raúl Reyes, decisión en la que fue secundado por Caracas y Managua.

No obstante, en la cumbre del Grupo de Rio que concluyó el viernes en Santo Domingo los países dieron por terminada la crisis al emitir una declaración en la que Colombia pidió perdón y se comprometió a no incursionar nunca más en otra nación.

5 de marzo de 2008

Frente a la insolencia colombiano-estadounidense, y frente a la actitud de sus voceros en Venezuela: Misión Boves en situación de Alerta

Comunicado público número 2.

  • Misión Boves condena el ataque artero de las fuerzas militares del Estado colombiano contra un grupo de seres humanos en territorio de la República de Ecuador. Este ataque revela: 1) el increíble pero evidente interés del Gobierno de Colombia porque se interrumpan las sucesivas liberaciones de rehenes en poder de las FARC. 2) El padrinazgo que sobre sus acciones criminales mantiene el Gobierno de Estados Unidos. 3) El empeño de Colombia en criminalizar a países vecinos suyos, los cuales han iniciado procesos de liberación política y económica, o al menos ensayos de distanciamiento de la hegemonía que los ha sojuzgado durante siglos. 4) Que Colombia está siendo utilizada por Estados Unidos como cabeza de playa para tratar de socavar la estabilidad de los pueblos, países y Gobiernos que han decidido mayoritariamente ensayar formas de organización distintas al capitalismo y a las formas colonialistas de sujeción al poder hegemónico mundial.
  • Consideramos inadmisibles, ridículas y falsas las versiones según las cuales en una computadora hallada, según el Gobierno de Colombia, en el lugar de la masacre (Putumayo, Ecuador), y en otras dos que están por encenderse, se encuentran las pruebas que demuestran una alianza de los Gobiernos de Venezuela y Ecuador con las FARC para derrocar al presidente Uribe.
  • Encontramos asimismo repudiable, asquerosa, digna de castigo y susceptible de denuncia penal por traición a la patria, la actitud de la derecha venezolana evidenciada en su uso de sus medios de información, que ante la posibilidad o inminencia de un ataque armado ya tomaron posición a favor del enemigo. En Venezuela existe plena libertad de expresión y hay suficientes razones (políticas, éticas y de adecuación pragmática al escenario de guerra sucia) para que el Gobierno venezolano mantenga en vigencia esa situación. Sin embargo, alertamos a las expresiones del Poder Popular organizado, al pueblo en general y a los organismos competentes para que, en caso de recrudecimiento de la ofensiva colombiano-estadounidense contra Venezuela, tome medidas legales o de cualquier otra naturaleza para que los enemigos de nuestro país no tengan libre y abierta vocería en nuestro territorio, como la tienen hasta ahora. La libre expresión de ideas es un valor universal que debe ser defendido y preservado en cualquier situación, pero cuando las herramientas de la información son utilizadas como armas en beneficio de entes extranjeros cuyo fin es acabar con la paz en nuestro país; cuando el uso irresponsable, criminal y abyecto de los medios de información amenaza con socavar la soberanía nacional; desmoralizar a los venezolanos haciéndoles creer que el extranjero tiene razón en todo y que lo venezolano es indigno y corrupto; con destruir infraestructura vital para nuestro desenvolvimiento como conglomerado humano; con impeler a nuestros enemigos a destruir masivamente vidas humanas, lo éticamente correcto es sacarlos de circulación. Evitar la difusión y propagación de sus mensajes.
  • Por lo antes enumerado, el Colectivo Misión Boves se mantiene en situación de Alerta. Conservamos nuestra condición principista de colectivo libertario sin jefaturas o autoridades formales que nos capitaneen. Sin embargo, en momentos en que está en juego la sobrevivencia de lo venezolano, y del proyecto de país (llamado “bolivariano”) que ha servido como caldo de cultivo para muchas iniciativas nobles y revolucionarias, asumimos como norte en las actuales circunstancias las decisiones actuales y eventuales del Presidente de la República, Hugo Chávez Frías. Consideramos sus directrices como ejes básicos para nuestra propia acción, en la actual situación y también si ésta u otra degenera en otras situaciones de mayor gravedad.

3 de marzo de 2008

Contra el malestar

I.-
Una de las mayores tragedias que ha suscitado el reciente giro de la estrategia propagandística opositora, ha sido la multiplicación virulenta de un cierto tipo de discurso "científico" sobre lo social, que ha terminado por convertirse en sentido común. (Créame cámara: si yo ocupara su lugar, también estaría a punto de abandonar la lectura, y me dispondría a invertir mi tiempo en otras más edificantes. En mi defensa, me veo obligado a declarar que jamás he bostezado tanto intentando desentrañar la lógica de discurso alguno. Lo que sigue es un intento por convertir aquel sentido común en algo realmente digno de ser leído.)

Con sentido común me refiero aquí al discurso predominante en la actual coyuntura política, entre los representantes de la vieja clase política, la clase empresarial, la jerarquía católica, los ¡es-tu-dian-tes!, las autoridades universitarias, los académicos, por supuesto los periodistas, y en general entre la muy amplia gama de opinadores y expertos que desfilan por los medios opositores. Es cierto que la oposición jamás ha carecido de opinadores y expertos dispuestos a lanzarse al ruedo mediático. Es igualmente cierto que toda la fauna opositora ha presumido siempre y sin vergüenza de un saber autorizado que le otorgaría el derecho divino a seguir conduciendo los destinos del país.

Pero algo sucedió en 2007.

Sucedió no sólo que los ¡es-tu-dian-tes! aparecieron en escena, relegando a la vieja clase política a ocupar su lugar tras bastidores. Sucedió también que el discurso de los académicos desplazó momentáneamente al discurso de los políticos. Durante algunas semanas, la flor y nata de la juventud universitaria nos habló de derechos civiles, mientras renegaba explícitamente de la política. Inmediatamente les acompañaron las autoridades universitarias, que no desperdiciaron ocasión para denunciar las supuestas amenazas que se cernían sobre una autonomía universitaria que ningún estudiante de la Misión Sucre sabe aún qué significa.

Pronto, este discurso de los académicos dio paso a un discurso académico, en sentido estricto, que aún sirve de fundamento a todo el discurso opositor: ese que hace énfasis en la crítica de la gestión del gobierno bolivariano. Así pasamos de una Soledad Bravo entonando Me gustan los estudiantes - de esa inmortal Violeta Parra a la que debemos más de un desagravio - a la oposición en pleno coreando ¡Que viva toda la ciencia! La consigna política fue cediendo el paso progresivamente a la fraseología científica-social del tipo Universidad Católica Andrés Bello, hasta llegar al extremo que hoy podemos observar: las ciencias sociales reducidas a meras consignas políticas.

Yo sé de qué les hablo: si hay algo más aburrido que escuchar al sociólogo-promedio de la Universidad Central de Venezuela, es someterse a la tortura de la que son capaces sociólogos del talante intelectual de un Luis Pedro España, con su Proyecto Pobreza y su Acuerdo Social. A esta gente ha recurrido la oposición en pleno para demostrar "científicamente" que la pobreza en Venezuela no ha disminuido, sino que ha aumentado... y un infinito etcétera.

La nueva intelligentsia opositora es eficaz no por inteligente, sino porque dota de nuevas consignas al discurso opositor, haciéndolas pasar por análisis "científicos" que demostrarían la ineficiencia sin precedentes del actual gobierno. Son los representantes del saber por excelencia, del saber "científico", acudiendo al auxilio de una vieja clase política que ya no tiene nada que enseñarnos. Esta intelligentsia ocupa lugares estratégicos, y hasta dispone de una columna dominical en el último de los diarios venezolanos - algún día nacerá un nuevo periodismo impreso digno de llamarse tal. En la edición de Últimas Noticias del domingo 17 de febrero de 2008, el profesor Víctor Maldonado - también integrante de ese "think tank" que es Acuerdo Social - nos ofrece como diagnóstico autorizado lo siguiente:

"No hay una camarilla de conspiradores que intentan derrocar al gobierno a través de la especulación o el acaparamiento. Tampoco hay una guerra biológica en marcha, en razón de la cual el dengue y el resto de las enfermedades que ahora nos asolan, nos están ganando la batalla. Mucho menos hay una conspiración de criminales empeñada en embestir los esfuerzos para atajar la inseguridad. Ni contrarrevolucionarios empeñados en hacer fracasar el proyecto educativo bolivariano. Ni podemos creer que la PDVSA endeudada está sufriendo los embates de una conspiración mediática, ni la guerra con Colombia es el resultado del interés de los canales privados. Nada de eso. No hay ninguna otra conspiración que la más ramplona ineficiencia. No hay ningún otro culpable que la incapacidad y la distracción con la que se ha gobernado al país. Los resultados están a la vista. El culpable también".

Dato sin relevancia: Víctor Maldonado, profesor de la Católica, es también Director Ejecutivo de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas. Si se anima, entre a la web y lea usted mismo el discurso del Presidente de la Junta Directiva de la Cámara, Roberto Ball Zuloaga, intitulado así: "Ball Zuloaga: El capitalismo es la única forma conocida por la humanidad para reducir la pobreza de las mayorías". Ha leído bien: "por la humanidad". El capitalismo convertido en el principio y el final.

Eso que se nos vende - literalmente - como análisis "científico" de la situación social, o como riguroso diagnóstico de las políticas públicas del gobierno bolivariano, no es más que el discurso de la clase empresarial con ropaje académico. Leyendo la misma web de Acuerdo Social cualquiera puede enterarse de la feliz "coincidencia" que dio origen a la iniciativa:

"En 1997 ocurre una coincidencia que no suele ocurrir en muchas ocasiones. A lo que era una inquietud de la Universidad Católica Andrés Bello, la preocupación por el acelerado crecimiento de la pobreza en nuestro país, un grupo de empresarios interesados por este tema, deciden apoyar a la Universidad en la realización de una investigación a largo plazo que preguntara sobre las causas de la pobreza en Venezuela y apuntara decididamente en (sic) proponer alternativas de solución".

Tal vez haya sido la misma "inquietud" la que motivó a los académicos de Acuerdo Social a participar en la elaboración de aquel Pacto Democrático por la Unidad y Reconstrucción Nacional, de octubre de 2002, impulsado por aquella Coordinadora Democrática de Venezuela de la que ya nadie quiere acordarse. Para entonces, nuestros académicos permanecían en la retaguardia, intentando hacer presentable un eventual programa de gobierno opositor, mientras los partidos políticos de la derecha, Fedecámaras, la CTV y la "sociedad civil" le apostaban a un discurso insurreccional contra la revolución bolivariana.

Cinco años después, pasaron a la vanguardia. Hoy escuchamos por todas partes, en todo momento, el mismo discurso que nos ilumina sobre las verdaderas causas del desabastecimiento, la escasez o la inseguridad. Después del 2D, la misma clase empresarial que intenta someternos mediante lo que alguno de los nuestros ha llamado la "guerra del hambre", no ha hecho más que repetir hasta el infinito variantes de la consigna central: "Ahora ¡gobierna!". Así titulaba Luis Pedro España un libelo publicado en El Nacional, pocos días después del referéndum. Con este párrafo concluía:"

¿Qué clase de revolución es ésta? ¿En qué sentido ha mejorado la situación de los pobres? Ha llegado la hora de gobernar. No hay más excusas, el Gobierno tiene el andamiaje, los recursos y el poder para resolver los problemas de vivienda, inseguridad, empleo, inflación y desabastecimiento que diferencialmente afecta más a los pobres. Gobiernen para que demuestren si tienen interés y capacidad de resolver los problemas del pueblo".

Poco importa que la clase empresarial esté comprometida hasta el fondo en una estrategia que persigue crear todas las condiciones que hagan imposible resolver estos mismos problemas. Nuestra elite económica no tiene nada que demostrar, ni siquiera si realmente tiene algún interés en "resolver los problemas del pueblo". En esto consiste el sentido común que viene propagándose como una epidemia. Pero lo más importante: la actual coyuntura nos ha revelado el tipo de saber que producen, por regla general, las universidades. Un saber cuya eficacia depende de su capacidad para convertirse en el más banal de los lugares comunes, y un elocuente indicador de la miseria del estamento universitario.

II.-
Este sentido común que pretende imponer la intelligentsia opositora es el equivalente de lo que Boaventura de Sousa Santos ha llamado "epistemicidio", que no sólo "implica la destrucción de prácticas sociales y la descalificación de agentes sociales que operan de acuerdo con el conocimiento enjuiciado"[i], sino también, en el caso que nos ocupa, la degeneración del saber al estado de balbuceo repetitivo, propagandístico y poco ingenioso. Es lo que Carlos Andrés Pérez - les advertí que intentaría renombrar lo innombrable - llamaría un "autosuicidio" epistemológico.

Pero volviendo a Boaventura, el principal efecto de poder que produce este epistemicidio opositor no es, como pudiera sospecharse desde el inicio, el descrédito de la gestión gubernamental. La estrategia consiste en capitalizar un malestar preexistente en la base social de apoyo a la revolución, expandirlo, multiplicarlo y propiciar el desaliento. Ese mismo chavismo que ha padecido durante años la "demonización, trivialización [y] marginalización"[ii] de los medios opositores - cuando no ha sido simplemente silenciado y ocultado - ahora reaparece en las pantallas de televisión con la mala nueva de la basura en las calles, del módulo de Barrio Adentro que no funciona, de las calles en mal estado, del familiar que fue asesinado por el hampa o del producto de la canasta básica que no se consigue en la bodega.

Ciertamente, la casi nula voluntad de los medios oficiales para recoger estas mismas denuncias ha dejado el camino despejado a los medios privados. Sin embargo, sería mezquino desconocer el reciente esfuerzo gubernamental por revertir esta tendencia. Se trata, a mi juicio, de un giro táctico correcto, sin más, no sólo porque es la única manera de recuperar el terreno perdido, sino sobre todo porque podríamos estar sentando las bases de una comunicación genuinamente democrática, al margen de la propaganda y la "publicidad engañosa" a la que ya me refería en otro artículo.

El asunto es que este sentido común opositor no es nada sin el malestar popular. En el malestar reside su fuerza. Pura pasión triste. Quizá unos meses atrás era preciso reivindicar el malestar, en ese contexto de triunfalismo e invencibilidad que precedió al 2D, y frente a los que silencian toda crítica porque «todo está bien». Pero creo que nos ha llegado el momento de ir más allá, de ir contra el malestar. Esto no quiere decir, por supuesto, que no existan razones para el descontento, ni tampoco equivale a domesticar la crítica ni a ser condescendientes con la acción de gobierno. De hecho, más allá de ésta última, y si esto de verdad es una revolución, es mucho lo que hay que cuestionar.

La clave sería: ¿cómo realizar la crítica? O planteado de otra forma: ¿cómo convertir el malestar difuso en crítica concreta de los problemas, sean estos el acaparamiento, Globovisión, la burocracia que carcome las estructuras de un Estado que sigue siendo burgués, la corrupción, la "derecha endógena" o, más reciente, la tendencia a asimilar toda iniciativa popular autónoma con el "ultraizquierdismo"? ¿De qué vale expresar el propio malestar en relación con cualquiera de estos problemas, si el esfuerzo no trasciende el estado de la "opinión" y no es capaz de convertirse en lo que, siguiendo a Boaventura, podría llamarse un "nuevo sentido común", portador de un saber con la potencia suficiente como para realizar una crítica demoledora de aquellos problemas? Porque un problema, sea cual fuere, sólo puede resolverse si está planteado de manera correcta. Este "nuevo sentido común", que no será obra de ningún iluminado, sino producto de la inteligencia - y de la praxis - colectiva, será el que nos permita el planteamiento correcto de los problemas. Mientras no seamos capaces de producir este "nuevo sentido común", estaremos a merced tanto del sentido común opositor, como de aquel otro, profundamente autoritario y antidemocrático, que intenta imponer a toda costa el ala conservadora del chavismo.

Antonio Gramsci - cuyas reflexiones sobre el "sentido común" también deberíamos revisar - iniciaba un brevísimo texto, Diletantismo y disciplina, reunido en sus Cuadernos de la cárcel, con las siguientes palabras: "Necesidad de una crítica interna severa y rigurosa, sin convencionalismos y sin medida". Pero una crítica de esta naturaleza debía desterrar "la improvisación, el 'talentismo', la pereza fatalista, el diletantismo fantasioso, la falta de disciplina intelectual, la irresponsabilidad y la deslealtad moral e intelectual". Es decir, ni habrá crítica que valga ni será posible la construcción de un "nuevo sentido común", si no van acompañados de un mínimo de rigor intelectual. Cuando éste falta, sólo nos queda todo cuanto ha enumerado Gramsci. Formas del malestar. Sobre todo, en nuestro caso, mucho de "pereza fatalista". No es posible combatir la disciplina entendida como domesticación de la crítica, si ésta última no se realiza con un mínimo de "disciplina intelectual" que, insistimos, no será cosa de intelectuales iluminados.

En el mismo texto, Gramsci anota unas reflexiones que son dignas de releerse tres y hasta cuatro veces, por su cercanía con nuestra situación:

"Pero no se puede hablar de elite-aristocracia, de vanguardia, como de una colectividad indiferenciada y caótica a la cual, por la gracia de un misterioso espíritu santo u otra misteriosa y metafísica deidad desconocida, desciendan la inteligencia, la capacidad, la educación, la preparación técnica, etc. Y, sin embargo, esa concepción es frecuente. Se refleja en pequeño lo que ocurría a escala nacional, cuando el Estado se entendía como algo abstracto, separado de la colectividad de los ciudadanos, como un padre omnipotente que ya pensaría en todo, proveería a todo, etc.; a eso se debe la falta de una democracia real, de una real voluntad colectiva nacional, y, por tanto, con esa pasividad de los individuos, la necesidad de un despotismo más o menos larvado de la burocracia. La colectividad tiene que entenderse como producto de una elaboración de la voluntad y el pensamiento colectivos, conseguida a través del esfuerzo individual concreto, y no por un proceso fatal ajeno a los individuos; de aquí la necesidad de la disciplina interior, y no sólo de la disciplina externa y mecánica. Si tiene que haber polémicas y escisiones, no hay que tener miedo de enfrentarse con ellas y superarlas; son inevitables en estos procesos de desarrollo, y evitarlas significa sólo retrasarlas hasta el momento en que realmente serán peligrosas o incluso catastróficas, etc.".

Dejemos de lado lo referente a la "elite-aristocracia" y hagamos un par de comentarios sobre el asunto del Estado. Tal y como escribía Gramsci, el Estado no es "algo abstracto, separado de la colectividad de los ciudadanos, como un padre omnipotente que ya pensaría en todo, proveería de todo...". El Estado es, ante todo, determinadas relaciones de fuerza. Partamos del supuesto de que la actual correlación de fuerzas nos indica que el Estado venezolano es de carácter eminentemente burgués y en razón de esto, lejos de servir de "instrumento" para profundizar la revolución bolivariana, tiende a obstaculizar su curso. Pues bien, si partimos de este supuesto, no basta con repetirlo una y otra vez, hasta convertirlo en una consigna vacía, que no nos dice nada. Como escribió alguna vez Michel Foucault - otro tipejo digno de ser leído - no podemos hacer del Estado "una especie de gendarme que venga a aporrear a los diferentes personajes de la historia"[iii]. En cambio, tendríamos que ser capaces de desentrañar la lógica según la cual funciona el Estado, identificar a nuestros adversarios, pero quizá sobre todo a nuestros aliados, que los hay.

La crítica del Estado "como algo abstracto" reproduce la lógica tanto del sentido común opositor como la del chavismo conservador. Como lo ha planteado Erik del Búfalo en un buen artículo, ambos sentidos comunes - con algunas diferencias de grado, pero no de naturaleza - promueven el desaliento, la pasividad, la frustración, el desencanto entre la base social del chavismo. En la medida en que continuamos inmersos en esta lógica, nuestra denuncia de la burocracia, lejos de contribuir a su debilitamiento, refuerza "la necesidad de un despotismo más o menos larvado de la burocracia", y nuestra legítima aspiración de una democratización radical del proceso bolivariano termina reducido a "la falta de una democracia real".

No planteo que opongamos al malestar un entusiasmo ingenuo, acrítico y voluntarista - que no es más que otra forma de pasividad -, sino la combatividad con rigor intelectual. Tal cual lo plantea Gramsci, la constitución de la subjetividad revolucionaria "tiene que entenderse como producto de una elaboración de la voluntad y el pensamiento colectivos, conseguida a través del esfuerzo individual concreto, y no por un proceso fatal ajeno a los individuos". Combatamos, claro que sí, "la deslealtad moral e intelectual". Pero que alguien me explique cómo podemos lograrlo coreando la consigna: "Lo que diga Chávez".

III.-
En su intervención ante la Asamblea Nacional, el pasado 11 de enero, Chávez se propuso realizar "una evaluación autocrítica, descarnada, sobre la cual se puedan construir, con optimismo, confianza y fuerza individual y colectiva renovadas, las bases de un nuevo impulso, rumbo a nuevos horizontes". Lo hizo partiendo de la premisa de que es necesario oír "todas las voces con que el pueblo habla y en todos sus lenguajes, unos abiertos y otros subterráneos". La autoevaluación abarcó tres órdenes: su desempeño como jefe de Estado, líder político y jefe de gobierno. Según su criterio - y en el de un "amigo" al que consultó días antes de su alocución-, habría pasado la prueba en los dos primeros. Pero sobre su actuación como jefe de gobierno afirmó sentirse "mucho menos satisfecho":

"He destacado a lo largo de mi informe los logros en el plano económico, en el plano social, en los índices de calidad de vida, en la construcción de infraestructura que ya la gente conoce y la gente valora. Pero... mi ética revolucionaria me obliga a reconocer los errores y defectos del conjunto del sistema de gobierno en todos sus niveles, que también la gente conoce y sufre. Parto del principio de que el pueblo sabe lo que salió bien y el pueblo sabe lo que salió mal. Al pueblo no se le puede engañar con ningún tipo de eslogan ni con manipulaciones demagógicas".

Más adelante se interrogaba:

"¿Por qué un gobierno revolucionario no ha podido en 9 años cambiar la terrible situación de las cárceles venezolanas, por ejemplo? ¿Por qué razón? ¿Por qué la inseguridad sigue siendo un problema tan grave en los pueblos... en los barrios? ¿Por qué? ¿Por qué no hemos podido solucionar problemas tan graves que azotan a nuestro pueblo en cada esquina, en cada casa, en cada vida, en cada niño, en cada mujer, en cada familia, en cada existencia cotidiana? ¿Por qué ¿Por qué sigue tan fuerte y descarado el contrabando que nos hace mucho daño, el contrabando de extracción, por ejemplo? ¿Por qué? ¿Cuál es la razón de la impunidad? ¿Por qué las mafias siguen incrustadas en las estructuras de los servicios que le pertenecen al pueblo, que le pertenecen a la gente? ¿Por qué? ¿Por qué... las gestiones ante las instituciones públicas siguen siendo una pesadilla para el ciudadano común? ¿Por qué? ¿Cuándo acabaremos con los chantajes abusivos de la permisología? ¿Cuándo? ¿Por qué nos cuesta tanto producir bienes del uso diario, consuetudinario? ¿Por qué seguimos consumiendo tantos alimentos provenientes de otros países? ¿Por qué la corrupción no la hemos podido frenar y mucho menos derrotar? ¿Por qué? ¿Por qué? Todos los días debemos hacernos esas preguntas y buscar la respuesta en lo individual y en lo colectivo".

Anunciaba de esta forma su disposición a lanzar una contraofensiva que hiciera frente al sentido común opositor, y que mitigara el malestar popular derivado de la mala gestión gubernamental. Efectivamente, desde entonces Chávez ha concentrado casi todos sus esfuerzos en atender los problemas enumerados arriba, y justo sería reconocer que, en el corto plazo, ha obtenido relativo éxito, retomando la capacidad de iniciativa y relanzando aquellas políticas a las que debe buena parte de su apoyo popular: las Misiones sociales.

Sin embargo, es la opinión de este servidor que al Chávez-líder político le correspondería proceder tal y como lo hiciera el Chávez-jefe de gobierno: ¿en los días previos a su autocrítica pública se detuvo algún segundo a considerar que con sus palabras podría estar dándole "armas al enemigo"? De hecho, es preciso recordar que Globovisión tomó la parte del discurso en que Chávez se planteaba las preguntas de allá arriba, y la convirtió en uno de sus micros: "Usted lo vio por Globovisión". ¿Ha debido Chávez dejar de decir lo que dijo, so pretexto de que "la ropa sucia se lava en casa"? Por supuesto que no. Más aún: el hecho de que hubiera decidido hacerlo en momentos en que el grueso de las baterías mediáticas opositoras apuntan a la gestión gubernamental, le otorga mayor mérito. El cámara salió aquel día decidido a reconocer el problema, lo que no es poca cosa, puesto que difícilmente puede uno resolver un problema que ni siquiera ha reconocido como tal.

Pero no ha ocurrido así con problemas relacionados con la dirección política de la revolución bolivariana. O digamos más bien que la dirección política del proceso bolivariano, Chávez incluido, no ha reconocido dichos problemas en su justa dimensión. El malestar popular no tiene su origen, exclusivamente, en las deficiencias de la gestión del gobierno bolivariano. El pasado 2D, por ejemplo, no operó sólo un "voto castigo" contra la ineficiencia gubernamental. El malestar se relaciona con algunos de los problemas que ya he anotado arriba: la burocracia estatal, la corrupción, la sospecha de que algunos de los funcionarios más cercanos a Chávez estarían aprovechándose de su posición privilegiada para enriquecerse ilícitamente, mientras le hablan al pueblo de revolución o de socialismo. El malestar está asociado a la grosera ostentación de riqueza por parte de esos mismos funcionarios. La amnistía que se les concediera a muchos golpistas, consideraciones tácticas aparte, produjo malestar. Antes, el proceso de elaboración a puertas cerradas de la propuesta de reforma constitucional, y la infinita incapacidad de la Asamblea Nacional para propiciar lo contrario de un simulacro de participación popular, también produjeron malestar. El proceso de conformación del PSUV, las luchas intestinas, el fraccionalismo, el clientelismo, han producido malestar. La ausencia de sanciones contra Globovisión es una fuente permanente de malestar. Completamente de acuerdo con que todo lo anterior parece un rosario de quejas. Pues bien, cámaras, en eso consiste precisamente el malestar.

Frente al malestar se puede proceder, para resumir la cuestión, de tres formas. Las dos primeras serían: hacer como quien esconde la basura debajo de la alfombra o someter a revisión profunda las fallas de la dirección política de la revolución, como paso previo a la oportuna rectificación, allí donde ésta sea necesaria. Para llevar a cabo esta revisión es preciso saber comprender los lenguajes populares, abiertos o subterráneos, de los que nos hablaba Chávez el pasado 11 de enero. A la tercera opción ya me referí antes, y es complementaria de la segunda: ser capaces de construir un "nuevo sentido común", con una buena dosis de rigor intelectual.

Acciones recientes, como la colocación de algunos niples por parte del grupo guerrillero Venceremos y la posterior toma del Palacio Arzobispal por parte de Lina Ron y algunos colectivos populares - una de cuyas demandas fue el cese de los allanamientos en el 23 de Enero - son signos elocuentes de este malestar. La marcha que realizara la Asamblea Popular Revolucionaria de Caracas el pasado 27 de febrero, fue el primer ensayo de los movimientos articulados en dicha Asamblea por ir más allá de ese mismo malestar. A contracorriente de la opinión generalizada entre la dirección política de la revolución, dichas acciones no responden a la supuesta infiltración de la CIA. Peor aún: la apelación constante a este argumento profundiza el malestar, en lugar de apaciguarlo. La misma marcha de la Asamblea, concretamente una de sus consignas -"No queremos ser gobernados, queremos gobernar" - ha sido blanco de las duras críticas de Chávez. La misma consigna ha sido interpretada equivocadamente como la demostración de que han reaparecido las tendencias "anarcoides" que propugnan por la tesis del "antipoder". Nada más alejado de la realidad. Dicha interpretación refleja el desconocimiento de las dinámicas de ciertas iniciativas populares. Lo preocupante es que, como consecuencia de este desconocimiento, se miden con el mismo rasero acciones políticas de distinta naturaleza.

El ultraizquierdismo ha sido siempre, en todas partes, una expresión de impotencia política, de la incapacidad de interpretar con justeza el momento político, de desesperación, indisciplina y aventurerismo. Pero lo que estamos obligados a entender es que ese malestar difuso al que tanto me he referido aquí, es el caldo de cultivo perfecto para la aparición en escena de las acciones ultrosas. En consecuencia, el problema no se resuelve mediante la aniquilación moral de los cámaras que puedan estar recurriendo a métodos de lucha errados. El problema se resuelve atacando las causas que han dado origen al malestar. Si es cierto que el grupo guerrillero Venceremos le está haciendo un flaco servicio a la revolución colocando un niple frente a Fedecámaras, es sencillamente inaceptable que un Mario Silva se refiera al hecho en los siguientes términos: "Bueno compañero, el que juega con bombas se les tienen que explotar algún día. Y esto no es duro decirlo. Ahí murió un venezolano. Pero, ¿murió haciendo qué? Haciendo terrorismo, compañeros".

Releamos una vez más a Gramsci: "Si tiene que haber polémicas y escisiones, no hay que tener miedo de enfrentarse con ellas y superarlas; son inevitables en estos procesos de desarrollo, y evitarlas significa sólo retrasarlas hasta el momento en que realmente serán peligrosas o incluso catastróficas". Bienvenido el debate a lo interno de las filas revolucionarias. Pero no convoquemos al debate como quien hace una concesión frente a los equivocados de siempre. Porque errores, incluso los más graves, los cometemos todos.

[i] Santos, Boaventura de Sousa. Crítica de la razón indolente. Editorial Desclée de Brouwer, S.A. Bilbao, 2003. Pág. 276.
[ii] Santos, Boaventura de Sousa. Op. Cit. Pág. 278.
[iii] Foucault, Michel. Nacimiento de la biopolítica. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires, 2007. Pág. 21.

1 de marzo de 2008

Ya basta

Elías Jaua -

Muchos compañeros de este camino construido y con ganas de construirse, que es nuestra revolución bolivariana y socialista, me interpelan acerca de mi silencio sobre las cosas preocupantes, que suceden al interior de nuestra revolución. Siempre les contesto, que no creo que sea el espacio de los medios, el lugar para debatir las diferencias y errores de una revolución amenazada seriamente por el imperialismo, además les recuerdo mi condición de Ministro nombrado por el comandante Chávez, que me obliga a actuar con mucha responsabilidad en las acciones que emprendo. No obstante, les informo, que en todo espacio interno que se ha dado para la discusión política, ahí encontrarán mi posición firme, mucha veces contra la corriente, acerca de los problemas de nuestra revolución.

Pero hoy día, ante lo que leo, lo que escucho y lo que veo dentro de nuestra revolución, y tal vez en una acto de angustia consciente, me voy a permitir, con el cuidado que debo tener por mi actual condición, expresar 10 puntos de preocupación, que considero deben abordarse de inmediato para el bien de nuestro pueblo. Por eso digo, con la convicción que nace de mi conciencia. YA BASTA DE:

1. La prepotencia y la soberbia que, desde las estructuras de gobierno, despliegan muchos funcionarios, imponiendo sus liderazgos a fuerza de arbitrariedad y clientelismo.

2. La prepotencia y soberbia de quienes, autodesignados salvadores de la revolución, se creen con el derecho divino de imponer el camino “correcto’’ de la revolución y erigirse o designar a los iconos vivientes de la “autentica revolución”.

3. La irresponsabilidad de quienes se enriquecen al amparo de la revolución y cachetean a nuestro pueblo, ostentando sus ilegitimas y lujosas propiedades, vulnerando el bien más sagrado de nuestra revolución y del Comandante Chávez, la moral revolucionaria.

4. La irresponsabilidad de quienes han convertido la lucha contra la corrupción en un instrumento para dirimir disputas políticas internas, para venganzas personales o simplemente para figuración política. Usando cualquier pretexto administrativo para arremeter contra el elegido a ser fusilado moralmente. Apoyándose para el logro de tal objetivo, en la plataforma comunicacional que maneja la más grande corporación de corrupción, la oligarquía nacional, sin importarles enlodar a toda nuestra revolución.

5. Las tendencias burocráticas, corruptas y reformistas que se comen por dentro las bases de la revolución, contaminando la moral de nuestro pueblo.

6. Las tendencias fraccionalistas que ocultan sus ansias de ocupar espacios de poder, tras las banderas de los principios socialistas. Estas corrientes, en vez de construir fuerza revolucionaria para derrotar al reformismo, sólo intoxican a nuestro pueblo de desmoralización. Convirtiéndose en una amenaza de implosión para nuestro proceso.

7. Combatir incorrectos métodos de expresar las diferencias con peores métodos disciplinarios.

8. Creer que la burguesía y la pequeña burguesía emergente nos ayudaran a construir, en lo estratégico, el socialismo.

9. Fomentar y estimular las desviaciones clientelares y fragmentarias que aun subsisten en nuestro pueblo, como herencia maldita de la cultura Adeca.

10. Nuestra ineficacia y falta de sensibilidad en el cumplimiento de la tarea de hacer: UNA REVOLUCIÓN.

Estas preocupaciones contienen en varios aspectos una autocrítica, pero fundamentalmente el anhelo de que el naciente Partido de la revolución, sea un espacio para debatir todas estas cosas y sea, y ojalá así sea, un partido con métodos y estilos de dirección democrática, de disciplina consciente, de debate democrático para la unidad, de construcción colectiva de los principios socialistas, dejando atrás las prácticas clientelares o las imposiciones ideológicas de manual. Un partido donde la solidaridad, el reconocimiento por nuestras diferencias y el respeto a nuestra dignidad y a nuestro honor, sean las bases de un compañerismo revolucionario.

Ojalá, y así sea, que tengamos un partido que sirva a nuestro pueblo, fortaleciendo su organización, elevando su conciencia y apoyando a su líder el Comandante Hugo Chávez. No entreguemos la esperanza de nuestro pueblo a la oligarquía racista, antipatriota y vengativa.

Publicado originalmente el 1° de marzo de 2008 en:
http://www.aporrea.org/imprime/a52081.html