27 de febrero de 2008

Noticias breves sobre la marcha de este 27F

Éramos entre quinientos y mil, dependiendo de quiénes contaran: los más sensatos o los más optimistas. Marchando sin el correspondiente "permiso" del gobierno, como cuando marchábamos en contra del gobierno. Muchos comentarios sobre instituciones públicas que desconvocaron a la marcha, sobre el programa de Mario Silva de ayer martes 26 de febrero*, sobre la decisión de los ¡es-tu-dian-tes! de concentrarse en el mismo lugar - Plaza del Rectorado de la UCV -, casi exactamente a la misma hora que la pautada previamente por la Asamblea Popular Revolucionaria de Caracas.

Poco después de las 2 pm partimos desde la Plaza Venezuela, frente a la cual, poco rato antes, habían desfilado los tres autobuses que trasladaban a los estudiantes opositores, fuertemente custodiados por la Policía Metropolitana. A esta hora me entero de que abandonaron el debate público que sostenían con el Ministro para la Educación Superior. El trabajo ya estaba hecho: ya habían leído su respectivo documento frente a las cámaras de televisión.

Ni una sola vez se entonó la consigna: "¡Uh, ah, Chávez no se va!" Aunque ninguno desea que Chávez se vaya. Escuchamos y entonamos, por primera vez en muchos años, otras nuevas, más acordes con eso que llaman el "momento histórico":

"¡Si el pueblo no se arrecha, nos manda la derecha!"
"¡Que nunca sea primero el hijo del obrero, que nunca sea después el hijo del burgués!"
Variante de la anterior: "¡Educación primero pal hijo del obrero, educación después pal hijo del burgués!"
"¡El pueblo organizado con la revolución, contra la burocracia, contra la corrupción!"
"¡Las calles son del pueblo, no de la oligarquía!"
"¡Lucha lucha lucha, no dejes de luchar, por un gobierno obrero, campesino y popular!"
Y otra de un grupo de estudiantes alemanes de la SDS: "¡A, anti, anticapitalista!"

A las 3:25 pm arribamos a Parque Central, al lugar exacto donde fue asesinada Yulimar Reyes, estudiante de la UCV, el 27F de 1989. Correspondiente acto de homenaje y sentidas palabras del cámara Luis Mercado. A las 4 pm nos estacionamos frente al Nuevo Circo, a la altura de la Avenida Bolívar, y algunos de los presentes dirigieron algunas palabras sobre el terminal de pasajeros como uno de los epicentros de la rebelión popular. A las 4:20 pm paramos frente a la esquina de Pajaritos, donde se hizo fuerte otra consigna: "¡Fuera los ladrones de la revolución!". Tal vez la cercanía con algunas oficinas estatales haya tenido que ver. En el mismo lugar, un joven pidió solidaridad con los siete estudiantes de la Unexpo-Lara, injustamente detenidos durante la madrugada del 17 de febrero pasado. Igualmente, hubo demostraciones de solidaridad con los trabajadores de Sidor, que exigen la nacionalización de la siderúrgica. Diez minutos después, la marcha arribó a su destino, la Plaza Caracas, donde una tarima, las banderas del Comité Alí Primera de la UCV y un pequeño contingente de cámaras aguardaba nuestra llegada.

Mucha gente registró, audiovisual y fotográficamente, las incidencias de la marcha. Así que ya vendrán mejores reseñas. De nuestros canales de televisión, sólo Ávila TV durante la marcha. Ya en Plaza Caracas, Vive TV y ANTV. Usted no lo verá por Venezolana de Televisión. ¿O sí?

Buena esa pa los muchachos de los esténciles. Creo que son los de Alpargatas rebeldes.

En fin, combatividad que promete, algunas destemplanzas discursivas que son naturales en estos tiempos de malestar que se extiende, y balance necesario. La próxima parada es la Asamblea Nacional de Movimientos Populares - algunos de los cuales ya hicieron acto de presencia el día de hoy. Hoy vimos una muestra de lo que somos. Somos más y lo sabemos. Pero no los suficientes. La pregunta que queda en el aire: ¿cómo hacemos para convertir ese malestar en otra cosa?

* No lo vi. Pero de ser cierto lo que comentaron los cámaras - no tengo ninguna razón para creer que no es así -, el asunto ya es preocupante. ¿Agentes de la CIA? Carajo.

El 27F de 1989 por Ávila TV

19 de febrero de 2008

Porque NO HAY PUEBLO VENCIDO, marcha popular el 27 de febrero

El 27 de febrero convocamos a todo el pueblo bolivariano a la marcha en conmemoración del día de la rebelión popular. A decirles una y otra vez a los enemigos de siempre que no hay pueblo vencido, que hoy el pueblo hace y profundiza su revolución. Partiremos de la Plaza del Rectorado de la UCV a partir de las 12m hasta llegar a la Plaza Caracas, donde haremos la cantata del 27F.

Reiteramos entonces que esta marcha la hacemos porque:

El grito rebelde del 27 de Febrero del 89 dio inicio la revolución popular bolivariana. Desde entonces, nosotros y muchos pueblos hemos cruzado fronteras que parecían infranqueables. Pero alerta, porque nos aborda la necesidad de una nueva rebelión. Las derechas, los imperios, el capitalismo salvaje avanzan por todos los rincones en contra del pueblo y la revolución. Avanza fuera y dentro del proceso, fuera y dentro de nuestras fronteras. Lo que nos obliga a luchar unidos en función de romper los cercos contrarrevolucionarios.

No somos una masa electoral, somos un pueblo que ha crecido en el tiempo y en el espacio. Rompamos el silencio, los chantajes, las agendas ocultas y enfrentemos la crisis en la calle, desde el pueblo y activando de lleno la disposición revolucionaria.

Por ello: la marcha del 27F es una marcha para poner en camino el verdadero poder popular, para decirle un rotundo no a todo aquel burócrata que intente instrumentalizar estos gérmenes de organización libre e igualitaria para sus fines de poder y ansias de dinero. Es una marcha para poner en la calle las demandas más sentidas de la gente verdadera y luchadora: queremos vivienda, servicios e infraestructura comunitaria, caminos, alimento, trabajo, salud, educación, tierra, seguridad social y salarios justos; exigiendo socialismo, exigiendo control popular sobre tierras, empresas, vida y estructura ciudadana, exigiendo se expropie a los acaparadores, se aplique la escala móvil de salarios, se acabe por las buenas la ley de la impunidad hacia los ricos y la cárcel para los pobres, antes que tengamos que acabarla nosotros mismos.

Es una marcha para advertirle a todas las derechas, a la vendida de la lacaya oligarquía, a la Exxon y toda la patraña multinacional, como a la rojita que se enmascara tras los discursos emancipatorios, que aquí no hay pueblo vencido.

Es una marcha para llamar al pueblo a insurgir de una vez por todas contra este sistema colonizante y explotador que es el capitalismo, el capitalismo como imperio explotador, terrorista y destructor.

Es una marcha para hacer un llamado al pueblo colombiano a que preparemos la gran insurgencia: ¡somos un solo pueblo!

Es una marcha hacia la formación de la gran Asamblea Nacional de Movimientos Populares, paso fundamental hacia la construcción de un poder popular realmente autónomo políticamente y poderoso en su función directa, que no acepta sustitución.

Enfrentemos la agresión imperialista
Vivan los libertadores del 27 de Febrero
No queremos ser gobernados, queremos gobernar

- Asamblea Popular Revolucionaria de Caracas -

6 de febrero de 2008

Chávez es un tuki. Notas sobre estética y revolución

I.-
La Liga había convenido con el canal de Gustavo Cisneros que la transmisión del juego comenzaría a las 2 de la tarde de aquel 30 de diciembre de 2007, una hora más tarde de lo habitual, tratándose del Estadio Universitario y siendo los Tiburones de La Guaira el equipo de la casa. El acuerdo era desconocido para la mayoría de quienes, a eso de las once de la mañana, habíamos comenzado a reunirnos en torno a la primera alcabala de acceso, situada inmediatamente antes de las escaleras que conducen a la entrada del estadio. El sol era inclemente, y fue templando como se templan las piezas en una acería, de manera que a eso de la una de la tarde podía sentirse el filo amolado del sol sobre la nuca.

Una familia de jodedores, todos varones, ataviados de pulcro blanco, azul y rojo guaireños, mataban el tiempo haciendo chistes a costa de ellos mismos, como francotiradores sin concierto. Al imberbe que le había rehuido al compromiso de decirle un par de palabras lindas a la niña de sus sueños lo tenían a monte. Uno de ellos, que fácilmente podría darle una dura pelea en un concurso de carcajadas a ese monumento a la felicidad que es mi señora madre, se dirigía de cuando en cuando al simpático tuki uniformado con pantalón negro y franela amarillo escandaloso, para implorarle que nos permitieran de una buena vez el acceso por el amor de dios. El tuki le respondía con un par de gestos invariables, a la distancia y sin animosidad ninguna, que tuviéramos paciencia, que todavía no era hora.

- Ese debe ser chavista - dijo el más gordo del grupo. Tan gordo que los botones marfil de la camisa home club despuntaban como misiles a punto de ser lanzados en dirección a los ojos del más entrépito o del más desprevenido.

El guaireño risueño soltó una vez más la carcajada, a la que se unió un coro de carcajadas adolescentes: "No te metas con mi tío", le advirtió severamente al gordo. El tipo que tenía a mi lado no supo bien qué hacer: había respondido al chiste del gordo con un sonrisita entre tímida y cómplice. Pero una vez que hubo comprendido que se trataba de un chiste entre chavistas, replegó disimuladamente la sonrisa y adoptó el semblante de todo aquel que es incapaz de comprender que los chavistas hagamos chistes sobre chavistas. O más bien: que los chavistas hagamos chistes sobre el desprecio que sienten algunos por los chavistas.

Un numeroso grupo de tukis que apareció de la nada, unos diez tal vez, se abalanzó contra la alcabala de acceso, y a juzgar por la expresión en sus rostros puedo jurar que más de uno de los que estaba en la cola sentenció para sus adentros: "Esos deben ser chavistas también". Falsa alarma. El temible contingente de tukis de pantalones negros resultó ser un grupito de jóvenes, mano de obra barata y a destajo, que franqueó la alcabala de acceso, se dirigió a la carpa de la empresa de seguridad, donde fueron dotados de sus respectivas franelas amarillo escandaloso. Uniformados en cuestión de segundos, los tukis se enfilaron hacia la izquierda, hasta perderse de vista, con rumbo a las gradas.

Parte de la fila suspiró de alivio. Al cabo de unos minutos, permitieron el acceso. Entusiasmo desbordante: el espectáculo estaba por comenzar.

II.-
El espectáculo comenzó en febrero de 2002. Como a la mayoría de los míos, guardo de aquellos días malos recuerdos. Pero guardo también - atesoro realmente - un documento inestimable, una magnífica representación de la barbarie que comenzó a mostrarnos su rostro desde entonces. En 1933 Walter Benjamin nos legó "un concepto nuevo, positivo de barbarie". En contraste, hay una barbarie que no se expresa "de la manera buena", nos advirtió. Irónicamente, es una especie de barbarie que se reconoce como digna heredera de lo bello, de las buenas maneras. Ese documento-experimento llevó por nombre Primicia, iniciativa editorial bajo la forma de revista semanal asociada a ese otro monumento a la barbarie que es el diario El Nacional.

"¡Cuánta sangre y horror hay en el fondo de todas las «cosas buenas»!", escribió alguna vez Nietzsche. El número 214 de la revista Primicia, del 18 de febrero de 2002, está plagada de cosas buenas. Muy buenas. Son los buenos, los cultos, la gente bella los que llevan la voz cantante.

La edición en cuestión está escrita en medio de la atmósfera de aire viciado que produjo el pronunciamiento, pocos días antes, del coronel de la Aviación, Pedro Soto: "La nueva estrella, por su parte, se dejó llevar por los aplausos de un gentío totalmente arrastrado por el frenesí", escribía un Rafael Osio Cabrices sin disimular los propios aplausos. La leyenda que en la página siguiente acompaña a la fotografía del coronel redunda en el tono extático: "Nace una estrella. El coronel Soto se dejó conducir por la gente hacia Altamira y la fama". Fama y estrellas: la política en la era del reality show.

Pedro Llorens abría con un reportaje entre apocalíptico y promisorio, mezcla de programa político y propaganda de guerra, que en apariencia ofrecía a sus lectores - los mismos que llevaron a Soto a la fama - diez interrogantes de imperiosa respuesta: ¿Chávez se va o se queda? ¿Es inminente un golpe de Estado? ¿Habrá guerra civil en Venezuela? ¿Aumentará la inseguridad? ¿Estamos en vísperas de un cerco internacional? ¿Qué pasará con la moneda? ¿Se colombianiza Venezuela? ¿La situación venezolana se parece a la argentina? ¿Se reducirá el desempleo? ¿Qué se puede esperar de los precios del petróleo? Falsas preguntas con respuestas anunciadas. El mismo Llorens escribía: "Para muchos, una amplia mayoría, la superación del riesgo cardíaco comienza por la definición de algo tan sencillo como ¿se va o no se va? Es decir, la preocupación mayor, porque lo demás puede resolverse poniendo a alguien que (de verdad) gobierne".

En las páginas intermedias del mismo reportaje, un recuadro a cuarto de página, perdido entre las opiniones de expertos y analistas, nos revelaba "qué dice la calle", personificada en un comerciante ambulante, una vendedora de flores, un buhonero, un seminarista y un abogado. No hay que ser muy perspicaz para adivinar cómo estaban distribuidas las opiniones: apenas uno de los encuestados se declaraba partidario de Chávez, uno, solitario, temerario, como si fuera su voluntad impertinente interrumpir la voluntad general, desentonar en medio de aquel concierto unánime de voces, sabotear la fiesta cuando estaba en su mejor momento. Uno de cinco, amplia minoría: el chavismo reducido a oxímoron. Pero, cosa curiosa: Carlos Montiel - el que afirmaba: "Chávez no cae, ni lo tumban, porque está mandando bien" - es el único de los cinco que no tiene rostro. Al menos no el suyo. Su rostro había sido sustituido por una máscara de Osama bin Laden.

III.-
Todo severo estremecimiento del orden político y social trae consigo la súbita irrupción de sujetos sociales que hasta entonces permanecían ocultos a los ojos normalizados del ciudadano común. Es cierto que el mismo estremecimiento revolucionario viene precedido de la participación activa de determinados sujetos, inmediatamente tachados por los guardianes del orden como enemigos políticos. Pero no me refiero a estos. Para decirlo de acuerdo al clásico lenguaje marxiano: en el primer caso hablamos del proletariado; en el segundo, de ese lumpen que el mismo Marx dibujaba no sin un cierto dejo de desprecio. El primero, si está organizado y ha reunido suficientes fuerzas, habrá de ser reducido a sangre y fuego. El segundo habrá de ser necesariamente invisibilizado.

Para el ojo normalizado, el acto revolucionario no sólo es condenable en tanto que pone en peligro el orden de cosas. Además, es moralmente inaceptable, pero sobre todo estéticamente insoportable, en la medida en que remueve aquellos sedimentos sobre los que se sostiene la superficie del mismo orden social. Este sedimento social, esta suerte de "inframundo", ha salido a la calle el 27F de 1989. Entiéndase: no sólo insurge lo peligroso, sino sobre todo lo horrible.

He aquí la suerte que ha corrido el proceso bolivariano: se le condena no sólo debido a su potencial revolucionario, también se le censura por haber dotado de cierta vocería política a sujetos sociales que ya antes de la revolución constituían más que un estorbo visual, tal vez un mal necesario, como los buhoneros, los motorizados o las conserjes. Pero sobre todo, se le desprecia por la simpatía que ha despertado en la trashumancia, entre los que padecen la más atroz de las pobrezas materiales y espirituales. En la oposición literalmente visceral contra el proceso bolivariano, en la repulsa contra su base social, se superponen la casta y la clase, el mantuanaje y lo pequeñoburgués. Lo material, pero también lo estético.

Tal es lo que dejan ver las últimas páginas de aquella revista Primicia: la sección dedicada a las notas sociales (Caras muy caras), escrita por Roland Carreño, borra los límites con el contenido político - abiertamente subversivo - de las páginas precedentes. Es un acto de justicia reconocerlo: son las páginas mejor logradas de la publicación. Ellas son testimonio de la profunda e irreconciliable división de clases que parte en pedazos a la sociedad venezolana. Pero las 13 fotografías que acompañan la reseña - que está lejos de merecer algún comentario - dan cuenta de otra contienda: una guerra sorda, tal vez incruenta, pero no por ello menos intensa y decisiva. Por allí desfilan los apellidos Meir, Velutini, Curiel, Carballo, De Sola, Campei, Phelps, Tovar, Rosso, Scannone, Lavega, Afelba, Cohen, Blasini, Galuci, Ferro, Carderera.

























Hay algo en esas medias sonrisas que confunde: algo del torpe candor de quienes nunca antes han tomado parte de una protesta de calle, como adolescentes que se entregan al amor por primera vez. Pero hay sobre todo pose, exhibición, el dejarse-ver de quienes saben cómo desenvolverse bajo el fuego de las miradas más exigentes. Pose y no protesta, porque la burguesía desconoce el verdadero significado de la palabra protesta. Porque lo suyo es la sangre y el horror para que sean posibles las cosas buenas, la cultura culta, lo bello. Hay en sus miradas ese dejo de superioridad infinita de las bestias que han salido a devorar a su presa. Protesta y festejo porque Chávez vete ya. Habrá habido mucho chismorreo. Chávez vete ya. ¡Chávez vete ya! Observando estas fotografías, bien hubiera podido escribir Nietzsche: "en comparación con una única noche de dolor de una mujer histérica culta, la totalidad de los sufrimientos de todos los animales a los que se les ha interrogado hasta ahora con el cuchillo... no cuentan sencillamente nada".

La revolución no sólo removió los sedimentos de la sociedad venezolana: lo mismo hizo con las fastuosas salas de fiesta de la alta burguesía.

IV.-
Quedará para ojos más atentos la tarea de determinar cuándo se produjo el giro drástico de la estrategia propagandística opositora. Desde el principio realizaron algunos tímidos intentos por robarle algunas consignas al chavismo popular y revolucionario. Jamás pasó de ser una impostura el mecánico acto de repetir hasta el cansancio el ¡Ni un paso atrás! de las Madres de la Plaza de Mayo, seguido de un rabioso ¡Fuera!, a su vez acompasado por un violento movimiento de brazos que recordaba a un acto de masas nazi. Después de todo, debieron retroceder no un paso, sino varios, y se impuso el ¡No pasarán! que tomamos prestado de los republicanos españoles.

Aún es posible deducir la base del programa político opositor - quizá con algunas leves variaciones - a partir de las diez preguntas formuladas en la edición de la revista Primicia mencionada arriba: lo importante es salir de Chávez, "lo demás puede resolverse poniendo a alguien que (de verdad) gobierne", afirmaba Llorens. Transcurrieron años y derrotas, hasta que los expertos en comunicación estratégica y guerra asimétrica fueron capaces de comprender que había que ocultar, al menos parcialmente, el sujeto de la oración - Chávez - y concentrarse en el predicado: gestión de gobierno. ¿Resultado? Un bombardeo inclemente que podría resumirse en una consigna: ¡Que alguien de verdad gobierne!

Fue así como sucedió lo que muchos de nosotros considerábamos un imposible: la siempre virulenta propaganda opositora logró establecer alguna relación de equivalencia con las demandas y el malestar de la base social del chavismo. Cosa improbable: pero si usted aún tiene alguna duda sobre el significado de la frase "pescando en río revuelto", contemple el hecho insólito de un Noticiero Digital citando al Diario Vea - a su columnista Marciano, para mayor asombro - y concluya lo que es obvio.

Es mucho lo que contribuyó en esto la práctica habitual de ese chantaje profundamente antidemocrático que consiste en acallar las demandas populares y silenciar los cuestionamientos a la gestión de gobierno, bajo el argumento de que así le estaríamos dando armas al enemigo. Hoy el enemigo nos ha arrebatado esas mismas armas, y el amplio espectro del chavismo permanece a la defensiva, habiendo perdido de momento la capacidad de iniciativa, mientras el malestar se extiende entre el chavismo popular y revolucionario. Chávez, por su parte, ha sentenciado a muerte a este chantaje, durante su intervención del pasado 11 de enero en la Asamblea Nacional. Entonces se refirió de manera explícita a "cierto tipo de publicidad, tanto de los gobiernos locales como del Gobierno Nacional que presido... publicidad engañosa... demagógica y que contradice muchas veces la realidad que el pueblo está viviendo todos los días". En atacar este flanco débil ha consistido buena parte de la estrategia del aparato propagandístico opositor.

El chavismo popular ha comenzado a pisar firme de nuevo, sacudiéndose lo que aún pudiera quedar de desmoralización, y se dispone a lanzar la contraofensiva. El escenario político a corto plazo dependerá en buena medida de la disposición de Chávez a establecer una alianza sólida con este campo del chavismo, que le reconoce liderazgo y voluntad inquebrantable. En ese ambiente ha transcurrido, por ejemplo, la reciente Asamblea de Movimientos Populares de Caracas, cuyo principal reto a corto plazo es ser capaz de traducir el malestar difuso en rearticulación de los movimientos en torno a un plan de lucha que habrá de ser necesariamente audaz. Pero algo importante ha sucedido: hemos comenzado a reconocernos.

El giro estratégico de la propaganda opositora se funda en un principio que se atribuye a Goebbels: "Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan". Se trata del principio de transposición. Pero al realizar el acto de transponerse, la oposición ha pasado a ocupar un lugar que no es el suyo. Antes de realizar este movimiento, la oposición constituía en sí misma, para la base social del chavismo, una mala noticia, frente a la cual el chavismo asumía la forma de unidad inconmovible. Ha sido un movimiento inducido por la obligación, una precondición para la supervivencia política. La oposición debe buena parte de su segundo aire a su riesgosa apuesta por ocupar el lugar del chavismo, por mimetizarse incluso, asumiendo las formas chavistas: es buen indicador de esto el uso de franelas rojas con un NO estampado en el pecho - las mismas que portó el chavismo en 2004, cuando el referéndum revocatorio - durante la más reciente campaña electoral. Hasta ahora, la oposición ha logrado sacar provecho de este movimiento. Pero atención: por más que pretenda ocupar su lugar, por más que busque parecérsele, sabemos bien que la oposición no es el chavismo. Aquí reside el punto débil de aquélla, y en consecuencia nuestra ventaja inestimable.





























V.-
Reviva las imágenes del 13 de abril de 2002. Revise los videos. Ahora respóndase a usted mismo: ¿cuántas franelas rojas divisó? Casi ninguna. El rojo es símbolo universal de rebeldía, sinónimo de revolución, de socialismo, rojo de sangre combatiente. Jamás uniforme. Jamás pueblo alguno ha hecho fila frente a algún funcionario para uniformarse de rojo en los momentos previos al combate callejero. Pueblo porta lo que sea, lo primero que agarre. Porque en el combate no importan tanto los símbolos, sino las razones a las que aluden esos símbolos. La vida es una buena razón. Por eso, en el combate callejero, lo que predomina es el color a barrio, color a pueblo, color a tierra.

13 de abril de 2002. Por: Gustavo Marcano

13 de abril de 2007. Por: Luis Laya

Parece que nadie lleva la cuenta del daño que nos ha hecho el rojo usado a manera de uniforme en actos públicos. ¿Cuantos no se ocultarán, en las instituciones del Estado, detrás de una franela roja?

VI.-
Por regla general, los medios oficiales han tardado una eternidad en entender que en el terreno estético se libra hoy una de las batallas más encarnizadas y decisivas. En este terreno, que el chavismo suele considerar de segundo orden, los enemigos del proceso revolucionario llevan gran ventaja. Globovisión hace lo básico: en el estudio, frente a las cámaras, ubica estratégicamente a unas niñas-bien que perfectamente pudieran protagonizar alguna novela de Venevisión, y que cumplen a la perfección la labor que les ha sido encomendada: actuar las noticias con una destreza tal, que el target al que va dirigido este aberrante ejercicio del periodismo está convencido de que su vida languidece en la peor dictadura que haya padecido cualquier pueblo en toda la historia de la humanidad. Si alguien todavía piensa que es obra de la causalidad el marcado contraste estético entre estas niñas-bien y quienes conducen los programas Radar de los barrios - que también está en la web - o La calle y su gente, es porque no ha entendido nada.

¿Por qué habría de ser de otra forma? Las niñas-bien le hablan a la base social opositora como si le hablaran al espejo. Las mujeres cultas de las clases medias y altas - aquellas de las que nos hablaba Nietzsche - las reconocerán, con satisfacción y orgullo infinitos, como las lindas niñas que siempre quisieron tener. O tal vez reconocerán en ellas a sus propias hijas, estudiantes universitarias sobresalientes o profesionales exitosas. ¿Puede decirse lo mismo de nuestras televisoras? Hay que decirlo, a riesgo de desviar el asunto: ninguna de aquellas niñas-bien aguantaría un round frente a la exuberancia e inteligencia de una Tania Díaz, pero tres o cuatro buenos programas informativos, de opinión, de crítica de medios, o todo esto en uno solo, no pueden ganar la pelea.

Tal vez sea un lapsus, pero no recuerdo en este momento algún programa de los nuestros que vaya dirigido a la base social opositora. Pero lo que es más importante: es casi inexistente la programación orientada al grueso de la base social del chavismo. Orientada quiere decir: concebida de acuerdo a la estética que es propia de la cultura popular. Si el flanco débil de la estrategia de propaganda opositora es pretender ocupar el lugar del chavismo, mimetizarse hasta lograr las formas del chavismo, el flanco débil de los medios oficiales sigue siendo no ocupar el lugar que le corresponde, pero sobre todo ese incomprensible empeño en marcar distancia de la estética popular, barrial, urbana, que es donde habita la inmensa mayoría de los nuestros.

El cámara Juan Antonio Hernández nos suministra este dato crucial que por demás es público: 18 millones de venezolanos y venezolanas tienen hoy menos de 34 años. Esto es, dos terceras partes de la población. No hay que ser un experto en asuntos demográficos para saber que la mayor parte de estos 18 millones de seres habitan en zonas populares urbanas. ¿Qué porcentaje de la parrilla de programación de Venezolana de Televisión va orientada específicamente a este público? Haga el ejercicio: intente recordar, sin hacer trampas, algún programa de corte juvenil, urbano y popular. Yo recuerdo al menos uno, y parece concebido por unas viejas almas que suponen que hablarle a la juventud equivale a repetir 127 veces la palabra "pana" en un lapso de 21 minutos.

En el mejor de los casos, el grueso de la programación de las televisoras oficiales parece responder a los principios básicos de la crítica de la cultura de masas. Mucha Escuela de Frankfurt y muy poco Walter Benjamin. Es hora de abandonar las lecciones contenidas en los viejos libros de un Antonio Pasquali que, al fin y al cabo, hace tiempo que ha renegado de ellos, y que ante la mención de Theodor Adorno, seguramente lo confundirá con el célebre gato de Julio Cortázar. Sería conveniente pasearse por la obra del colombiano Jesús Martín-Barbero, por citar alguno, que hace tiempo saldó cuentas con aquella vieja herencia que nos legó Frankfurt, y a la que sigue aferrada la izquierda cultural.

En nombre de la crítica de la cultura de masas, jamás veremos en las pantallas de Venezolana de Televisión, y sospecho que tampoco en las de Vive Tv o en las de TVes, algún video de Calle 13, porque eso es reguetón. Para los nuestros, el plagio que hiciera el equipo de campaña del candidato Manuel Rosales de la canción Atrévete Te-Te, del mismo Calle 13, más que una demostración de la potencia del marketing electoral opositor, vendría a ser una prueba más de que el reguetón no es cultura, sino una cosa vulgar dirigida a adormecer a las masas. Por esto mismo, jamás podremos disfrutar de un video portentoso, extraordinario y subversivo como aquel en que Calle 13 se la dedica al FBI - Querido FBI, lleva por nombre la canción - y que fue escrito por Residente horas después del asesinato de Filiberto Ojeda Ríos, líder histórico de Los Macheteros, movimiento independentista puertorriqueño. La noche del 3 de diciembre de 2006, ningún militante festejó tan alegre y ruidosamente la victoria de Chávez como los cincuenta adolescentes que se instalaron a bailar reguetón frente a la esquina de Carmelitas, en la Avenida Urdaneta. Pero eso jamás aparecerá por televisión.


Poco importa que miles de adolescentes de los barrios caraqueños estén abandonados a la movida tuki. Los tukis no serán transmitidos por los medios del Estado. ¿Quiénes son los tukis? Les apuesto un millón a una que los niñitos-bien de los liceos privados del este caraqueño saben perfectamente bien quiénes son los tukis. Por supuesto, los desprecian, como desprecian toda expresión de estética barrial, marginal, pobre. Los adolescentes que estudian en los colegios privados de Maracay llaman "elieles" a los jóvenes de los liceos públicos ¿Quién es Eliel? Un joven de 15 años de clase media alta lo tiene claro. Nosotros no. Pretendemos dictarles lecciones de política a un barrio que no conocemos. El efecto es similar a la publicidad engañosa y demagógica que denunciaba Chávez. Los adolescentes de los barrios no nos escuchan, no nos creen. ¿Quiénes son los tukis? Les paso el dato: Chávez usa sus pantalones al más fiel estilo tuki. Chávez es un tuki. Más o menos por eso es el presidente de este país.

4 de febrero de 2008

Razones para no marchar en contra de las FARC

En los últimos días, por las cadenas de mails y medios de contrainformación circula un documento que explica los motivos del rechazo a la convocatoria del 4 de febrero en Colombia, y ayuda a comprender el complejo cuadro de situación que las organizaciones populares padecen en el hermano país:

“Sabía usted que:
1- ¿En Colombia hay cerca de 4 millones de personas desplazadas por la guerra y por los grandes proyectos de las multinacionales y de la oligarquía colombiana?

2- ¿Hernán Veloza, exjefe paramilitar del Bloque Bananero reconoció que en el sólo Urabá mandó a matar entre 1995 y 1996 a más de 1500 personas?

3- ¿El tristemente célebre Mancuso reconoció haber asesinado a 336 personas además que el Congreso de la República contaba con el 35% de "padres de la patria" asociados a esa red de criminales?

4- ¿Benito Osorio fue nombrado por el presidente Uribe, quien le conocía de mucho tiempo atrás, en diciembre de 2007 como gobernador encargado de Córdoba, y resulta que lo tuvo que destituir dos semanas después porque se le comprobó relaciones serias con Mancuso y con el paramilitarismo?

5- ¿En los últimos 5 años, en pleno gobierno de la pretendida "seguridad democrática", han asesinado a 267 sindicalistas, y que por ello la OIT calificó a Colombia como el país más peligroso del mundo para ejercitar la labor sindical?

6- ¿Un partido político, la Unión Patriótica , fue exterminado por la acción paramilitar, es decir, asesinaron en menos de 7 años a casi cuatro mil miembros, hombres y mujeres, y que en el gobierno de Uribe, han asesinado a casi doscientos más?

7- ¿La condena por todos los crímenes anteriores va a ser de máximo 8 años, de acuerdo a la ley de justicia y paz inventada en el gobierno uribista?

8- ¿Hay más de treinta mil desaparecidos desde finales de la década de los 80´s de acuerdo a estadísticas oficiales, y más de tres millones de acuerdo a estudios realizados por Libardo Sarmiento Anzola?

9- ¿En menos de dos semanas, del último mes, los grupos paramilitares han asesinado a 12 personas, han desaparecido a 9 y han desplazado a 120, y que el presidente Uribe anda pregonando por todo el mundo que los grupos paramilitares ya no existen?

10- ¿El abogado Víctor Hugo Gallego, que trabajaba con Corpades, quien venía haciendo denuncias sobre la actuación paramilitar en Medellín, fue desaparecido el pasado 31 de diciembre de 2007?

11- ¿El 11 de enero de 2008, mientras se realizaba una fiesta familiar en el barrio "Once de noviembre" de Santa Marta, varios hombres armados llegaron disparando, asesinaron a cinco personas e hirieron a tres más, y que las víctimas eran líderes comunitarios?

12- ¿El 14 de enero, la Defensoría del Pueblo informó que un grupo paramilitar incursionó en Santa Mónica, Chocó, asesinó a dos personas, se llevó a otras ocho y desplazó a cerca de 120 habitantes de la población?

13- ¿El presidente Uribe, ni el vicepresidente, ni el comisionado de"paz" se han pronunciado en contra de estos crímenes de lesa humanidad, y que nunca han condenado las desapariciones forzadas masivas?

14- ¿El presidente Uribe lideró la formación de las asociaciones "Convivir" cuando fue gobernador de Antioquia, y éstas fueron los orígenes del moderno y siniestro aparato paramilitar?

15- ¿Qué nunca los gremios empresariales ni la Iglesia ni los alcaldes ni los gobernadores ni los grandes medios de comunicación han convocado a ninguna marcha de rechazo ciudadano a estos crímenes, ni a las atroces desapariciones?

16- ¿Por todo lo anterior, la marcha del 4 de febrero es una farsa que sólo busca condenar a uno sólo de los actores de la violencia, y al resto de los actores, incluyendo el Estado, los deja sin condena alguna? Para bien de Colombia y de la necesaria paz, verdad, justicia y reparación, no le marche a esa mala comedia del 4 de Febrero”

(Publicado en Prensa de Frente, web de los cámaras del Frente Popular Darío Santillán).